Pero a fin de cuentas no
existe demasiada metafísica en el polvo de dos personas tan dañadas: polla y
coño, poemas de vida, húmedos y ansiosos sexos transformando el ritmo monótono
de su existencia en una indecorosa alegría libertaría de sodomización brutal.
Entrega, como la poesía de tu mirada fija, como la pequeña capitulación de
realidad que inicia tu mano recorriendo mi cara. Somos pequeñas dosis de litio
en pleno parto amoroso: como una habitación acolchada donde eyacular mi
ponzoña, como tu ansiedad sedimentada en mi amor capcioso.
Y sin embargo nos caló
brevemente la felicidad, como esa primavera sutil de la flor que se abre bajo
la lluvia.
(...)
La quería, así de simple,
quería que viniera a mi casa, que ocupase mi cama, mi habitación, mi alma, mi
polla con su boca, su coño y su culo, quería que se apropiara de mí, quería
sentirme propiedad, quería que me leyera cuentos, todas esas fastuosas
costumbres que tenemos los seres humanos cuando vivimos en pareja, toda esa
soledad barrida con sutileza y sencillez, con la sombra de una presencia que se
cree eterna y que dura lo mismo que la pasión de un día, de un amanecer, lo
mismo que el abrazo de unos borrachos, que la fascinación de una canción, que
la admiración cuando se pone a prueba. Yo quería todo eso porque soy idiota,
porque mi ánimo suicida solo es cobardía, decepción, unos comics que leía de
pequeño en los cuales la vida era sencilla, con perfectas reglas de uso.
Y ahí estaba yo mientras mi abuela psicótica decía que mi madre era una puta y no me afectaba. Y ahí estaba yo cuando durante cuatro años me insultaban en el colegio y no reaccionaba. Y ahí estaba yo cuando liberé mis venas, ensucié el baño de sangre y el grito histérico de mi madre se reflejaba en ella como algo banal, anecdótico. No, no, no, no. A fin de cuentas todos pendemos de un hilo muy fino. Desaparecer es como escupir al suelo y ver como se derrite nuestra humanidad poco a poco.
Y ahí estaba yo mientras mi abuela psicótica decía que mi madre era una puta y no me afectaba. Y ahí estaba yo cuando durante cuatro años me insultaban en el colegio y no reaccionaba. Y ahí estaba yo cuando liberé mis venas, ensucié el baño de sangre y el grito histérico de mi madre se reflejaba en ella como algo banal, anecdótico. No, no, no, no. A fin de cuentas todos pendemos de un hilo muy fino. Desaparecer es como escupir al suelo y ver como se derrite nuestra humanidad poco a poco.
(...)
¿De qué hablar cuando has
aniquilado la primera botella de vino y sabes que tienes público? Porque la
desdichada conclusión lógica de semejante escenario es empujar tu ego estúpido
a publicar cualquier cosa que tus dedos maniqueos y espurios elucubren, aunque
luego invoques una penitencia cerril escondiéndolo tras otra entrada poética
insustancial. Pero, ¿acaso importa, acaso nos conocemos para que me importe
realmente vuestra opinión? No, nada, todo es insípido, tremendamente asqueroso
e insustancial. Radiohead. Niño mimado.
Podría hablar de mi abuela
psicótica. De mi madre inexistente. De mi padre muerto, porque quien no
aparece, quien no te quiere ni se interesa por ti, deja de existir y muere. No
conozco a ese miserable cabrón, ¿es duro? No, las preguntas se hacen ante un
espejo. Existe un vacío. Una oportunidad perdida. Una zona muerta. Lo más cerca
a un padre que tuve fue mi tío, y murió hace unos meses. Hacía más de diez años
que no le veía. Hablé con él por teléfono un par de veces. Pero le despreciaba
porque también tenía problemas psicológicos. Supongo que es hereditario.
Durante mucho tiempo pensé que yo también estaba condenado a escuchar voces y
ver “cosas”, pero no sucedió. Hubiera sido una buena excusa. Sólo heredé el
orgullo y el alcoholismo. Pero me arrepiento. Me hubiera gustado hacerle algunas preguntas, saber más de él, de lo que había estado haciendo todo este tiempo. Dejar a un lado mis prejuicios estúpidos e ir a
verle.
Cada día me cuesta más
levantarme de la cama. Aspiro a una especie de epifanía sentimental, pero es un
error, confundo vacío existencial con vacío emocional. De hecho el blog es un
problema. Debería de sacudirme la resaca, el aturdimiento de la soledad, salir
a la calle, quizás matricularme de nuevo en la universidad o trabajar en otra
cosa. Pero no, no comienzo nada; algo anda mal en mi cabeza, debería ir a un
psicólogo, debería castrarme o cortarme las venas de forma melodramática,
debería lamer tus tacones, sacar mi enorme monstruo purpura y eyacular por
quinta vez sobre la faz de esta fatídica noche, y así, de esa forma, conseguir
que todo termine en un happy end, en un sarpullido de indigencia, en
un fundido en negro con un pedazo de carne con forma humana dormitando a lo
lejos.
A veces recuerdo a mi ex, ¿fui
cruel con ella, despiadado, me la follé como un desalmado? Seguramente lo mejor
que le ha podido suceder es que se haya alejado definitivamente de mí. Lo que
me lleva a recordar a esa otra catalana. La quería, enamorado de esa pasión que tenía por la vida, fingiéndome un reflejo, un cuento. Me
hacía sentir vivo, quizás por eso aún me cuesta hablar con ella.
Estoy al borde del abismo,
un abismo con forma de pista de hielo en la cual nada tiene importancia, como
si solo fuéramos pequeñas conversaciones que se gestan con el eco de la risa
del almanaque a nuestras espaldas. Y no puedes evitar sentir que la oportunidad
se pierde, como si fueras el espectador de una carrera amañada. Pero,
¿realmente quieres esa oportunidad? A veces no lo sé, se está tan bien aquí, es
casi como volver a saborear el líquido amniótico, escondido, disfrutando del
silencio artificial pero seguro del laboratorio, metáfora de los lugares
comunes del capitalismo que evitan con el placer artificial del consumismo que
cuestiones una felicidad ficticia y anoréxica.
(...)
La filosofía de los blogs
es bien sencilla: uno llega, escribe su mierda y luego alguien la olfatea. Hasta
aquí todo bien. El problema es idealizar. Voy a contaros una historia. Cuando
volví de Barcelona hace unos años, no sé exactamente cómo, recabé en un blog
que me impactó sobremanera. De hecho me recuerdo recomendándolo a mis amigos
porque era visceral, sorprendente, políticamente incorrecto, usando a la vez un
lenguaje sórdido y excelso. Es cierto se repetía: sexo, sexo y más sexo, pero
aun así me gustaba pasarme de vez en cuando, como una reverencia
bienintencionada. Recuerdo un par de meses en los que escribió una saga
cojonuda donde mezclaba fantasía con mapas del tesoro y una musa ninfómana;
joder, era impresionante. Había talento, honestidad, soledad irredenta, daba la
sensación de que escribía porque lo necesitaba, sin más. De pronto, sin ninguna
explicación, cerró el blog. Me fastidió, pero al final consideré que era la
mejor forma de desaparecer, una digna salida.
Mucha gente se queja de
Bukowski, sus temas manidos: alcohol, putas, callejones, peleas, hipódromo, y
al final de su vida: vejez, muerte y gatos. Pero nadie puede negar que fue un
escritor honesto: escribía porque era su pasión, porque era lo que le definía y
daba sentido a su vida. Nunca he admirado a nadie, nunca he tenido posters de
cantantes o deportistas en mi habitación, he leído demasiadas biografías, soy
demasiado ¿inteligente? ¿realista? No lo sé, pero lo que sí puedo afirmar
rotundamente de Bukowski después de leer toda su obra publicada en España, y un
par de biografías, es que siempre fue fiel a si mismo, a pesar incluso del
éxito, y aunque no seas afín a su material, eso merece todo nuestro respeto.
Pero reconduzcamos el
tema. En diciembre del 2010 comencé mi blog, y unos meses después, navegando de
enlace en enlace, encontré un blog que albergaba unos textos excesivamente
familiares. Un comentario, una respuesta: era el mismo autor. Me pareció
increíble reencontrarlo. Decidí mandarle un correo, de hecho vivía en Madrid,
podríamos quedar en algún momento.
Desgraciadamente la
realidad siempre transpira el germen de la decepción. No voy a entrar en detalles,
el resumen, forzando la elipsis, es haber descubierto detrás de la impostura a
alguien despreciable, que siente un nulo respeto por sus textos y él mismo.
Bah, da igual. No es
importante, ¿algo lo es? Todo es efímero y eterno a la vez, como las palabras,
como las musas, como la vida. Fundido en negro. Brindis. Mañana será otra
oportunidad para asfixiar al delirio y bendecir la racionalidad.
Solo espero que cuando os
sintáis frustrados, incluso abandonados por mi silencio, recordéis esta entrada
y entendáis que, en cierta forma, lo he hecho por vosotros.
Un cálido abrazo.
Vete a la mierda. Sólo eso. Te piensas comparar con alguien sin alma, con un personaje de cartón-piedra?
ResponderEliminarTú eres tú. Mi capullo adorable, una de las mejores personas que conozco.
No debes morir, ni creer que debes morir. Si alguien merece ser feliz eres tú. Y yo, qué coño, pero eso es otra historia.
La próxima vez que quieras arrancarte la piel coges el puto ave, vienes y me lo dices a la cara.
Así te puedo abrazar en serio. Así podemos solucionar esto. Hay felicidad, existe, te lo juro. Busquémosla.
Y más de verdad no puede ser. Coño, me encanta la primera parte. Y ese t'estimo te lo quedas. Es tuyo. Es verdad.
Deja el teclado y ven. Te debo una caña.
Besos mi querido poeta.
Pd: qué absurdo comentarte cuando lo que me apetece es plantarme en tu casa y matarte a abrazos...
¿Me estás dando otro consejo turístico? xD
EliminarGracias por el comentario, gracias por la sensación de cariño que siempre me transmites, gracias por estar ahí, gracias por ser tan detallista. Y gracias por esa frase encantadora: “matarme a abrazos”
Siento ser tan decadente a veces, aunque reconozco que ayer me lo pasé genial escribiendo todo esto, me acosté a la cinco y media y ni siquiera me percate de todo el tiempo que llevaba escribiendo. Fue genial. Lastima la resaca de ahora.
Besos musa.
Mario... tantas cosas dices y yo te diría tanto...
ResponderEliminarSi el blog es un problema ciérralo. Yo soy la primera que siempre te digo que no y te lloriqueo y te ando dando por saco para que escribas, pero de verdad, corazón, entiendo porqué es un problema y si es así... abandónalo.
No sé, eres un tipejo increíble y no, no deberías estar escondido en el líquido amniótico de tu soledad. No, deberías estar sodomizando y cubriendo de besos y versos a alguna mujer que te merezca.
Las decepciones son inherentes a las relaciones humanas, es una mierda sí, pero así funciona el circo, pequeño mío.
Por eso, ¿sabes? Me maravilla conocerte.
Un besito M, lento y suave, no puedo decirte aquí más.
Pd. Me revienta que los "T'estimo" se hayan convertido en algo negativo para ti.
Nah, ya hemos hablado, fue un momento puntual de decadencia, además, me lo pasé genial hurgando en las heridas una y otra vez, hablando de cosas que no había hablado antes, friccionando ficción y realidad.
EliminarEl blog es un problema por el tiempo invertido, ya me ves, después de comer y ya estoy contestado comentarios y mails. Pero reconozco que también tiene su equilibrio positivo, me gusta escribir, me gusta jugar con las palabras, recrear sensaciones, aunque todo tuviera ayer un tono gris y sucio.
Pd: Nada más lejos de la realidad, “T'estimo” sigue siendo una de mis expresiones favoritas.
Besos princesa.
Te quiero, ya está, es lo que hay.
ResponderEliminarVaya, si que te ha gustado la entrada ;)
EliminarYo también te quiero, ya lo sabes. Espero que te recuperes lo antes posible y vuelvas a escribir como antes, se te echa de menos.
Un beso.
Poner en manos ajenas un pedacito de nosotros ( llámese admiración, fe, respeto, idolatría, alma, corazón...) es muy arriesgado.
ResponderEliminarY aún más a sabiendas que hay quienes enarbolan banderas y palabras que en la práctica se convierten en humo.
La distancia entre la admiración y la decepción es muy corta, Rorschach, y la lealtad propia o ajena, cada vez se practica menos.
A mi sus palabras me dan mucho, y apuesto por ellas...
Un beso.
No me he explicado correctamente, lo siento.
EliminarNo se de quien habla, no le conozco.
Al decir " sus palabras " me refería a las suyas ( de usted ).
Ahora le sonrío.
Discúlpeme, realmente ha sido un error mio, tendría que haber recordado que nunca nos tuteamos ;)
EliminarEn el fondo todos los sentimientos son fractales, tienen la misma potencialidad contradictoria.
Gracias por su sonrisa y sus comentarios, queden en nuestra intimidad o no.
Un abrazo.
No cabe duda que hay personas muy buenas...que cuando juegan a ser malas son aún mejor. Si alguien es capaz de manipular a alguien a través de los blogs, no sé, pero eso me parece de un talento extraordinario. Mejor intentar escribir libros, como Dostoievski.
ResponderEliminarBesos.
Al final borraré esa parte, nadie comenta nada de los otros textos de la entrada…xD
EliminarNo tiene nada de extraordinario manipular, ya sea a través de un blog/mails personales, o de cualquier otro ámbito. Y tú, que llevas muchos años ya en esto, deberías de saberlo mejor que nadie.
Besos.
Hay demonios que afloran aunque no los invoquemos, lo hacen en forma de recuerdos, remordimientos, conciencia o arrepentimiento, el pasado está lleno de ellos, mejor asumirlo.. obsesionarse no resulta práctico.
ResponderEliminarTe mando unos cuantos besos locos, por si te sirven para algo bueno.
Oh, sí, claro que me sirven, los tengo guardados en una botella de color verde, y me iluminan por las noches, cuando las farolas del alma están apagadas por falta de pago.
EliminarBesos de goteras de zumo de naranja.
Vaya...
ResponderEliminarSé de un tipo que te echaría de menos... y tal vez no poco. El muy "pirao" te lee siempre, aunque no siempre comente.
Te volvería a dar un abrazo y una hostia; creo que no en ese orden, precisamente.
Si te contara mi historia con los blogs te partirías el culo. Hace años tenía otro...
Empezó a darme náuseas leerme y sin decir adiós me fui... di la espantá; sólo un último post alegórico sobre viajes y esas cosas... y comentarios pendientes sin contestar.
Ni siquiera regresé para decir: "sigo bien, estoy vivo". En fin.
Hace poco se me seguían añadiendo seguidores. Se me cruzaron los cables y lo puse no visible.
Y si te contara por qué empecé a escribir de nuevo tres blogs... bueno, eso ya tendría demasiada guasa, así que me callo. Es algo de lo más extraño, la verdad.
Para mí ésta ha sido una de tus mejores entradas. No voy a decir nada más. Personas que aprecio ya lo han dicho antes.
¡Toma!: la afectuosa hostia y el abrazo. No me olvido.
Pd. No salgo de mi asombro respecto a cierto tipo de personas que cuando más brillan es cuando más mierda se echan encima... Te mataría, por esta estupenda imbecilidad emocional que derrochas sin límite aparente...; una imbecilidad que espero sea únicamente estética y fingida...
Nadie como tú canta lo peor, ni convierte la mierda en belleza.
No te prives de lo mejor.
¿Empiezo a ser insufrible en mi reiteración?
Ja, ja, lo correcto cuando empiezas a esbozar una historia, es terminar de contarla, ¿no crees? xD Siempre haces lo mismo, “si yo te contara” cuenta hombre, aunque sea en un post en tu blog.
EliminarCon esta entrada tengo sentimientos encontrados, por un lado -con mucha ficción- trato algunos temas personales de forma descarnada, y por otro lado siento que la he dedicado mucho tiempo, por lo que no quiero que pase totalmente desapercibida. De hecho el sábado la releí –cosa que no suelo hacer- y me quedé espantado por el resultado; es lo malo de escribir borracho, que te expresas con muchas reiteraciones, no pules metáforas, tocas temas de forma inadecuada. Rescribí la primera y la última parte totalmente. Has tenido mala suerte en ese sentido, actualicé justo después de mandarme tu comentario, has leído una versión beta…xD ¿te imaginas que ahora te gusta menos? xD esto de la literatura es muy gracioso a veces.
Dejando aparte el comportamiento de dos enamorados, la felicidad no es tan visceral como la decadencia, al menos literariamente hablando, intento no privarme de lo mejor, de hecho dejando aparte detalles sin importancia como la soledad, el insomnio, la resaca y el trabajo, llevo una vida bastante agradable. No eres insufrible, otra cosa es que te haga caso claro…xD
A veces me da la sensación que para hablar de cosas más positivas tendría que tener otro blog. O quizás abandonar este. Ya veremos.
Un abrazo.
Házlo por tí
ResponderEliminarAquí nos conocemos todos...
iba a decir tu padre. Aja
¿Nos conocemos todos? Yo a ti, por ejemplo, no te conozco de nada, ni entiendo tu comentario críptico…xD
EliminarEn cualquier caso gracias por pasarte por aquí.
Un saludo.
No existe apenas gente como Bukowski, porque apenas hay pasión, lo que hay sobre todo es una idea sobre la autorrealización que es principalmente superficial. Pero los que vemos así la sociedad tenemos al menos una oportunidad de no ser tan así, porque no vemos lo normal como algo normal y aceptable.
ResponderEliminarRoscharch este post tuyo duele y bastante..Deja de autodestruirte o te doy dos hostias, no te conozco pero me sale de dentro decírtelo..Sabes bien que no eres ése calco de esa imagen bloggera que das, no te alimentes abusivamente de ella..por recibir 'aplausos' te hundirás en esa botella de vino?? no jodas hombre!
ResponderEliminarCuídate.
(esto no lo eliminaré)
;)
The End es un señor temazo pero te lo intercambio por el de Ghost Song que también mola mucho!
bye decandente aisss jajaja