domingo, 27 de marzo de 2016

“Memorias de un decadente” Novela en curso...

La novela asusta por su extensión, asusta por ser un proyecto que huye de los cortoplacismos y alude a una disciplina y pasión bastante ajenas a la definición intrínseca del decadente. Pero a pesar de ello, y dado que mucha gente lo consigue con bastante facilidad, voy a embarcarme en este proyecto durante unos meses. No creo que consiga que la trama tenga mucho sentido, seguramente será una mezcla de relato sórdido coral, historia de fantasmas y retazos de vida real. Escrito así parece más una advertencia que una sinopsis, pero os aseguro que puede ser divertido si le dais una oportunidad.

La voy a ir publicando en Wattpad para tener el blog para otras cosas, y porque, en teoría, es una plataforma más cómoda y apropiada para subir este tipo de contenidos. O sea que ya sabéis, si os apetece, con la aplicación de móvil o delante del ordenador, echadle un vistazo. Los primeros cinco capítulos tienen la decadencia habitual, pero luego se van desarrollando otras ideas que seguramente os sorprenderán. Un saludo.


viernes, 25 de marzo de 2016

Reseña súper spoiler y freak de la película: Batman V. Superman. Estáis avisados.

Una película de superhéroes, como cualquier adaptación de libros o saga juvenil, puede reseñarse desde dos posturas diferentes: el purista que quiere que respeten el material original, que no cree necesaria ninguna licencia creativa para adaptarla al lenguaje cinematográfico y que, por tanto, cualquier cambio lo achaca a la ineptitud o a la necesidad de protagonismo del director/guionista. Luego está el otro tipo de público que simplemente quiere ver un blockbuster en sala grande y trasegar con un enorme cuenco de palomitas. No le importa demasiado las incoherencias entre películas –o en la misma película- siempre y cuando haya muchas explosiones y efectos especiales. Yo voy a hacer los dos tipos de crítica, que así es más divertido.

Si no has cogido un cómic en tu vida, piensas que el Joker mato a los padres de Bruce Wayne –Tim Burton merece morir-, y esperas con ansia la salida de “Fast and Furious 8”, y además te convencieron para ir a ver “los vengadores 2” y no te pareció aburrida, excepto la parte de la cabaña con la familia de Ojo de Halcón que nadie entendió: adelante, es tu película. Dinero bien invertido. Hay muchas explosiones. La gente se pelea y dura mucho. Adelante.

Ahora viene lo divertido. La crítica como lector de cómics. He de decir antes de empezar que siempre intento ir a ver este tipo de películas como un simple neófito. Es contraproducente exigir demasiado y te impide disfrutar de la película. Me ha costado años de bilis conseguir este estado zen. Pero en esta película casi me vuelvo loco. A ver, para los no entendidos: Batman, que por cierto es mi personaje favorito, NO MATA, es precisamente ese código moral lo que impide cruzar la línea y respetar el recuerdo de sus padres. Nolan lo entendió muy bien: Batman es un psicópata como el Joker, hay una fina línea entre ellos, y matar sería cruzarla. Pues aquí, entre sueños en los que se convierte en un pistolero que va rompiendo cuellos, y el halo de explosiones, accidentes de coche que terminan con sus ocupantes ardiendo, cuchilladas, y la ocurrencia de llevar a Gotham al monstruo final –engendro absurdo mezcla del cadáver de Zod y sangre de Luthor, metidos en una bañera mágica de una nave destruida-, tenemos un buen recuento de víctimas.

Luego está la parte del enfrentamiento final de Batman y Superman, toda la historia de que Luthor ha raptado a la madre de Superman es una chorrada: ¿salva a Lois Lane dos veces estando en la otra punta del mundo y no es capaz con sus poderes de localizar a su madre? Y aunque vaya a luchar con Batman por ese motivo, ¿no es más fácil sujetarle y decirle la verdad en vez de perder el tiempo? Pero no importa, disfrutemos de la lucha, está genial, es como ver “El regreso del caballero oscuro” de Frank Miller, muy disfrutable y con la banda sonora épica de Hans Zimmer. Pero el final es un absurdo. Superman cae derrotado, Batman está a punto de ensartarlo con una lanza de kriptonita, Superman dice Martha (¿palabra de seguridad, BDSM encubierto entre dos hombres en leotardos?) aparece Lois Lane en plan deus ex machina y explica todo, y ya son amigos: “ah, perdona por la cicatriz que te he hecho en la cara en plan tortura, no te preocupes, confía en mí, voy a salvar a tu madre y ya seguimos hablando”

Luego la última batalla. Ya he comentado: el monstruo está en una isla deshabitada lanzando gigantescas ondas de energía, pero Batman en vez de regresar a por la vara de kriptonita decide llevarse el monstruo a Gotham, que total, que mueran unos cuantos trabajadores nocturnos en el puerto "deshabitado" no pasa nada. Y allí nos joden otra vez con el montaje. A ver, resulta que en DVD va a salir una versión más hardcore, media hora más, y está claro que parte de ese metraje está reservado para esta batalla final, porque el montaje es una mierda y absurdo. Explosión. Lois Lane haciendo el tonto. Wonder Woman luchando. Superman hablando sobre la bondad. Batman esquivando explosiones y rayos laser como si fuera Spider-Man. Superman y Lois en plan Titanic. Joder. Que coñazo. Que gatillazo. Y luego resulta que se inmola. Pero qué… A ver: no hay ninguna épica en la muerte de Superman porque TODOS SABEMOS QUE NO MUERE. TODOS SABEMOS QUE EL PROXIMO AÑO VA A SALIR LA LIGA DE LA JUSTICIA. TODOS SABEMOS QUE NUNCA NOS PODREMOS LIBRAR DE UN PERSONAJE ASÍ. Su muerte es el segundo anticlímax más jodido que he visto en una película. Qué coñazo. Qué idiotez. Qué estúpido. A quién cojones se le ha debido de ocurrir la idea de mezclar “El regreso del Caballero oscuro” de Frank Miller, con Doomsday: la muerte de Superman. Que no puede funcionar. Que ni siquiera puede emocionar a alguien que no le gusten los cómics porque han convertido a Superman en un intensito cansino. Con Batman si puedes hacerlo, ahí está la trilogía de Christopher Nolan, pero si metes a los dos personajes, tienen que funcionar si son diferentes, no porque los dos estén traumados. Joder. Que no funcionó en la anterior película y aquí volvemos a caer en el mismo error.

Lo que sí me ha gustado: Ben Affleck. Su Bruce Wayne me ha hecho gracia. La primera hora de película es genial, los sueños como presentación de su psicosis son una buena idea. Su preparación física excelente. Kevin Smith estará satisfecho con él. Dicho lo cual el sueño de Superman hablando con su padre –encima Kevin Costner- resulta otra idiotez surrealista. Pero claro, tan estúpido como la forma de morir en la anterior película. Tema Wonder Woman, veo a la gente muy emocionada con este personaje. A ver: tiene cinco líneas de diálogo y tres escenas de lucha. Ni siquiera vemos como saca su lazo de la verdad para atrapar a Doomsday. Sonríe al coger la espada y a todos se nos pone dura. Bueno, los freaks somos así. La aparición de vídeos de Aquaman, Cyborg y flash… pues lo mismo, ¿no puedes fijarse un poquito en Marvel? Ni siquiera hay alguna escena tras los créditos. Se quieren poner tan serios que desaniman al espectador.

¿Quién es Zack Snyder? El director de Watchmen y 300, pero también el de Sucker Punch y Superman El hombre de Acero. Capaz de lo mejor y de lo peor. ¿Qué sucede en Batman V. Superman? Que no termina de convencer a nadie. ¿Es mejor que “El hombre de Acero? Sí. ¿Es una película que, como “Los Vengadores” a Marvel, marca un futuro resplandeciente para DC? No.

jueves, 3 de marzo de 2016

Resumen de la investidura / Discurso de Pablo Iglesias en la Sesión de Investidura / Réplicas

Resumiré la investidura: Pablo Iglesias enorme, una gran elocuencia, excesivo en algunos momentos, quizás olvidando que si su partido quiere crecer no puede asustar al votante tradicional de centro. Pedro Sánchez adusto, calculado, entrando como figura presidencial en el inconsciente colectivo, pero con la fragilidad de quién tiene las manos atadas por el IBEX35 y los barones de su partido. Albert Rivera, otro animal político, el único que no leyó su discurso, inteligente y con talento –desgraciadamente-, y también el que más duro estuvo con el PP, exigiendo entre otras cosas que Rajoy se vaya y haya otro candidato. Rajoy: desagradable, disléxico, sarcástico, con ese complejo de superioridad de quien está cegado por la soberbia y su propia estupidez. Para mí sigue siendo un misterio la paciencia, el estómago y las tragaderas de esos siete millones de votantes. Y por último Garzón: como sucede con su partido fue ninguneado, ni siquiera los diputados del PP se quedaron a escucharle. Un tipo sagaz, inteligente, joven, que podría ser alguien importante si no estuviera en ese partido.

El resultado ya lo sabemos todos: un paripé. Una pérdida de tiempo. La política tendría que servir para cambiar las cosas, para llegar a acuerdos. Ahora lo único que hemos visto es el teatro, el vodevil, las declaraciones de unos y otros, ya preparadas, cada uno gestionando su protagonismo para preparar una casi segura precampaña electoral.


martes, 1 de marzo de 2016

Venceréis, pero no convenceréis.

Todos los días, nada más levantarme, caliento agua en la tetera, pongo dos cucharas de té negro a granel y me siento delante del ordenador a leer los periódicos digitales -la televisión para informarse hace años que no sirve. Siempre me sorprende el grado de ineptitud y manipulación burda que muestran nuestros queridos políticos en cada una de sus ruedas de prensa o declaraciones. Lo cual desgraciadamente es un reflejo de la pereza mental de sus votantes.

Cada día suceden cosas, estamos en una época interesante. Se quejaban muchos de la aptitud prepotente de Pablo iglesias pidiendo cargos y sillones pero no veo a demasiados quejándose ahora por el acuerdo del PSOE con Ciudadanos mientras ninguneaba a Podemos en otra sala. Ni por el copia y pega que les ha enviado después. Ni por la pregunta genérica y absurda que ha hecho a las bases socialistas; el acuerdo ya está firmado, no tomes el pelo a la gente. Y así todo: un paripé. Ahora la investidura en diferido. Ahora un nuevo intento de Gran Coalición. Presión a Podemos con la falacia de que no dar un cheque en blanco es apoyar a Rajoy, etcétera, etcétera.

Después de esta investidura fallida, en la cual Pedro Sánchez Ruiz ya debería de venir llorado de casa, se nos presentan para los siguientes dos meses dos conclusiones lógicas: por un lado los conspiranoicos dicen que está ya todo trazado. El Ibex35 y Bruselas ya han presionado para que Rajoy se abstenga y otro candidato –se habla incluso de Rivera- tome el mando de una gran Coalición. Todo vale con tal de que Podemos no toque poder. Hay mucho miedo al respecto, para saber el motivo solo hace falta mirar a Madrid y Valencia, todo la mierda que está saliendo a la luz desde el cambio de gobierno. Y para ello se va a desarrollar ante la ciudadanía otra vuelta de tuerca de ruedas de prensa, reuniones públicas, documentos y televisiones en conexión permanente desde el Congreso, hasta que el hartazgo y la frustración en la ciudadanía sean tan altos que estemos preparados para tragarnos cualquier tipo de cambalache que nos inhiba de tener que ir a votar de nuevo.

La otra alternativa, elecciones anticipadas, curiosamente solo depende e Rajoy. Él es el nuevo mesías. Si tuviera la “generosidad” ante los medios de dejar que otro gobernase con su abstención, mejoraría en parte la imagen de partido corrupto y desleal. Con ese movimiento ganaría apoyo dentro de sus bases –las encuestas indican que la mitad de sus votantes quiere que se vaya-, y ganaría tiempo para “regenerar” el partido y esperar al momento adecuado para una moción de censura. Pero resulta que Rajoy es Rajoy, es el poeta que nos embriaga con frases tipo “Somos sentimientos y tenemos seres humanos”, es el que ni siquiera tiene la cortesía de dar la mano a Pedro Sánchez “Ruiz” cuando lo recibe delante de los periodistas, un ser cortoplacista, básico e inmovilista. Por lo cual si todo depende de él nos veremos en unas elecciones anticipadas.

En un país normal, con este contexto de corrupción institucionalizado, si alguien me preguntase por los resultados de unas futuras elecciones afirmaría con rotundidad que el PP perdería alguno de esos siete millones de votos. Pero luego en el trabajo me encuentro con gente de clase obrera que sigue votando al PP y a Ciudadanos e incluso se encara conmigo porque creen realmente que Podemos va a quitar las pensiones y crear una dictadura. En un país normal IU y su millón de votos irían con Podemos juntos a las urnas. Aquí el pagafantas de Alberto Garzón todavía no tiene la autoridad para deshacerse de todo el lastre endémico que arrastra los altos cargos de su partido, que al igual que en Madrid y en Bankia tienen de ideología de izquierdas lo mismo que el PSOE. En un país normal la gente iría en masa a votar, pero aquí habrá más abstención, con nuestra aviesa ley electoral eso beneficia solo a los partidos mayoritarios, dándose la circunstancia que con menos votos sacarán mejores resultados que en diciembre.

"Venceréis, pero no convenceréis" dijo Unamuno a José Millán-Astray, general de Franco, unos meses después de empezar la guerra civil. Y así me siento yo a veces a leer los periódicos: triste, frustrado, desilusionado, sabiendo que da igual lo que suceda en el futuro, seguiremos atrapados en el simplismo de las siglas políticas, sin darnos cuenta de que Europa es una cárcel y que la única oportunidad de tener un futuro real y digno es unirnos en un programa ideológico real de izquierdas. Pero nunca ha sido así. Y seguramente nunca lo será.