jueves, 27 de septiembre de 2018

¿Si fueras a morir hoy, qué es lo que lamentarías no haber hecho? (27/30)

"El hecho de que un árbol es un árbol es muy importante para nosotros. Nos beneficiamos un montón de que el árbol es árbol. De la misma manera, una persona debería ser una persona. Si una persona es verdaderamente persona, viviendo feliz, sonriente, entonces todos nosotros, todo el mundo se beneficiaría de esa persona. Una persona no tiene que hacer un montón de cosas para salvar el mundo. Una persona ha de ser una persona. Esto es el fundamento de la paz."
Thich Nhat Hanh

Creo que todos en mayor o menor medida estamos metidos en la locura de unos horarios de trabajo que son difíciles de conciliar con la vida personal, el ocio y la familia. Es una realidad, no se trata de que mi trabajo sea precario, es que pasar diez horas fuera de casa es una barbaridad, y con el paso del tiempo cada vez te deja con menos energía para dedicarte a ti mismo y las cosas que te interesan.

El otro gran problema no es solo que la publicidad nos manipule para convertir deseos en necesidades artificiales, sino que también nos convence de que conseguiremos reforzar nuestra autoestima y ser felices con esas mismas compras, como si la Felicidad se vendiera con descuento en Amazon y conseguirla solo dependiera de la liquidez de nuestra cuenta bancaria. Ahí nace este círculo vicioso de frustración vital y consumismo, en la sugestión subliminal, en las asociaciones de ideas que se asumen como verdades inapelables porque nos han estado bombardeando todos los días desde pequeños con cientos de anuncios. ¿Qué es realmente una marca, qué promete? Muchas veces ni siquiera importa el producto sino el prestigio asociado a él.

Es curioso como muchas de las ideas que dais en los comentarios (muchas gracias por todas vuestras contribuciones) coinciden en lo mismo: minimalismo vital, decrecimiento, vida más reflexiva, meditación, “conócete a ti mismo” e intentar huir de esta sociedad líquida y sus relaciones superficiales e insatisfactorias. Como dice Thich Nhat Hanh, cada uno tiene que ser una persona, y contribuir con su forma de ser. Para mí ahora resulta natural soltar mi arenga por escrito, intentar mostrar lo pernicioso del consumismo, gritar para quien quiera escuchar que somos unos esclavos asalariados víctimas de la codicia de unos pocos.

¿Qué es lo importante para ti?
¿Qué es lo que te mueve?
¿Con quién lo quieres compartir?
¿Si fueras a morir hoy, qué es lo que lamentarías no haber hecho?
Pues hazlo ya. El mañana es incierto. De hecho, no existe el mañana.

Son preguntas que todos deberíamos hacernos todos los días. No hay que perder el tiempo ni venderlo tan barato, es lo más valioso que tenemos, no nos dejemos manipular. Sé que no resulta sencillo, hay que pagar un peaje para poder ser fiel a uno mismo, pero hay que intentar ser ambiciosos y consecuentes. Os animo a encontraros. Y a compartiros con quien lo merezca.

Un fuerte abrazo a todos, sobre todo a John O, cuyo comentario he plagiado vilmente para poder sumar otra entrada más.

2 comentarios:

  1. He de decir que consumo, por supuesto, pero no es algo que me vuelva loca, de unos años a la fecha me di cuenta que no necesitas de excesos para ser feliz, se requiere de actitud y decisiones, de valorar lo que tienes y esforzarte por lo que deseas.
    En cuanto a tus preguntas, lo más importante para mí es mi familia, su bienestar y seguridad.
    Lo que me mueve de unos años a la fecha es aparte de mi familia, ese hombre maravilloso que conocí y que me hizo ver más allá y ser parte de lo esencial.
    Obviamente con él, si fuera posible
    Lo mismo, no haber tenido el valor de enfrentarme a todo por él

    A veces, por más que lo intentes, tendrías que decidir si perder mucho a cambio de lo que deseas

    Un beso

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    1. ¡Hola!
      El consumismo es endémico, no podemos substraernos de él. Siempre digo que aunque no nos guste el capitalismo de momento no tenemos muchas alternativas, por lo cual a lo único que podemos aspirar es a intentar gestionarlo de la mejor de las formas posibles. Yo todavía siento el impulso de comprar cosas cada vez que me siento estresado. Todavía tengo la creencia -aunque ahora pueda entender los resortes que mueven esas ideas - que si compro esto o aquello mi vida será mejor. Cuando en realidad lo único que hago es perder el tiempo, distraerme. Pero a veces es necesario, qué remedio, la teoría, al igual que el relato que hacemos del porqué de nuestras inquietudes, muchas veces no basta, o si lo prefieres, es necesario enmendarlo con nuestras propias incoherencias, con nuestra condición de falibles.
      Me alegra que el amor sea la respuesta a tus preguntas. De hecho me gusta que te hayas atrevido a responderlas con honestidad. Hay gente que no se atreve ni siquiera a hacerse esas preguntas, supongo que prefiere no poner a prueba su modo de vida, ¿demasiada clarividencia puede ser contraproducente? xD
      Un beso.

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