diluyéndonos en una celda de publicidad
como el sonido de un tractor en el cementerio.
La lluvia continúa cayendo, danza existencial delicada
y ajena
enjambre de emociones escarificadas.
Necesito sobrevivir a los imponderables una noche más
enciendo una cerilla y la luna se vuelve verde absenta.
Eres mi nueva sumisa:
charlas viciosas, sentimientos como sutiles dédalos sin salida, faldas sin ropa
interior que esconden el secreto del eterno retorno, carnicería de rojos sobre
una piel demasiado blanca todavía. Bésame con tu carmín extenuado,
despellejemos tu ropa por el suelo, huyamos juntos: ¿sabes volar?
La noche estalla, tu pelo
juega sobre mi vientre desnudo mientras rodeas el glande con tu lengua y te la
metes en la boca cerrando los labios despacio, muy despacio. Arqueo el cuello
para poder disfrutar del espectáculo: tu cabeza meciéndose sobre mí, tus labios
llegando a la base de mi polla, atravesándote. Siento las contracciones de tu
garganta en pequeñas ondas de placer y calor. Tu dedo ensalivado provoca
primero la sorpresa y luego el placer incólume. Aumentas el ritmo más y más, me
miras excitada. Hay una certeza de amor en tus ojos, de juego peligroso.
Cuando estoy a punto de
correrme me empujas y te pones sobre mí, derramándote sobre mí boca. Te fusilo
con mi aliento de mármol, mi lengua te embiste mientras masturbo en círculos tu
clítoris con el pulgar. Orgasmo casi simultáneo, perverso en su sencillez, mi
nombre muere en tus labios. Te echas a mi lado, nos besamos, flujos en armonía.
Sigues caliente, yo también, pero ahora necesito una copa.
Te observo de pie como
ronroneas impaciente. Hay una coreografía vital de quietismo en morse en esa
mirada febril que me dedicas. Me sorprende tu sola presencia. Estoy acostumbrado
a mujeres cobardes, impotentes más allá de una pantalla y un teclado, jodidas
musas que al final acaban con un gañan sin imaginación. Pobres ingenuas, ¿creen
de verdad que encontrarán a un amante que las folle alternando ternura y dureza
visceral? Espero que no terminen mirando la lámpara del techo esperando que
todo acabe rápido, porque será entonces cuando no podrán evitar recordar que
había alguien que solo con su voz y las palabras adecuadas las llevaba al
orgasmo en pocos minutos. Así son las decisiones. La jodida vida siempre nos
ladra en los tobillos para recordarnos nuestra resaca de idioteces.
Me pongo un condón, me siento
extrañamente feliz. Espero que ninguno de los dos estropee algo tan bonito
enamorándose.
Hay tanto gañán... Es casi imposible creer en nada. Y luego están las palabras. Pero casi nadie sabe usarlas. Es tan jodidamente difícil? Es imposible tenerlo todo? Supongo que sí.
ResponderEliminarBesos jodido poeta.
No creo que sea difícil tenerlo todo, aquí hablo en primera persona. La cuestión es conseguir que el amor sea correspondido. Lo demás no deja de ser una liturgia de carne que a mí, y sé que a ti también, nos deja un poco desangelados en la despedida.
EliminarBesos musa.
Ah, joder, me olvidé: la música. Joder, la música. Me quieres matar de melancolía, o de belleza.
EliminarBesos poeta.
Todo es posible querido Rorsh, todo es posible...
ResponderEliminarAsí lo espero ;)
Eliminar"Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!"... Dijo el Poeta.
ResponderEliminarNo insista, verá, mi blog sería de fotos cursis, con caminos de baldosas amarillas, música inspiradora, ejemplos de gente feliz... los pajarillos cantan, las nubes se levantan (puagg).
Mucho mejor así, dónde va a parar, dejando una pequeña rendija abierta a la dosis justa de ambigüedad y coherencia, que despiertan la curiosidad de algún (romántico) decadente.
Ohhh la música de Amélie!!! Esta sí la escucharé en bucle.
Besos
Es curioso porque esa película no me gusta, aunque los conceptos que intenta manejar –como la Muerte siempre acechando al poeta- me gustan, creo que termina resultando fallida.
EliminarJa, ja, vaya, sí, algo romántico soy, y excepcionalmente tímido, por lo cual la empujo a propasarse con el vino alguna noche y mandarme algún mail subido de tono, ¿no vivíamos los dos en Madrid? ;)
No todo es decadencia, y me gusta seguir los márgenes del camino de baldosas amarillas de vez en cuando.
Besos.
Pd: Es del compositor de Amelie, cierto, pero no pertenece a la banda sonora de esa película, muy mal mi querida señora ;)
:)
ResponderEliminarEres un patológico mentiroso emocional.
La última frase es mentira; por lo menos la mitad. Lo afirmo categóricamente: sólo esperas no enamorarte tú.
¿Todavía estás a salvo?
:P
Ya sabes... esas veleidosas damas...
Tal vez debas cubrirte con una capa de anti-adherencia.
Tal vez no.
Discernir, discernir, discernir...
Siempre hay un ciego ansioso que nos guía.
En ese caso cuidadín.
A veces también hay un miedoso que teme arrojarse al vacío.
En este último caso, suicídate.
(Un tipo sabio nunca escucha consejos de un tonto jajajaja)
Todo son imaginaciones mías. Tus entradas dan para eso y para más. Me lo paso como un enano cabroncete imaginando jajajaja.
(Ahora dirás que nada de esto tiene que ver con la realidad, y te creeré a medias)
Un abrazo!
EliminarMe gusta esa forma de describirlo “mentiroso patológico emocional” Es muy posible, aunque claro, sería una insidia por mi parte aclararte en que puntos ;)
Lo que si puedo añadir es que necesito poner en práctica ciertas prácticas que revolotean en mi cabeza desde hace meses y que al leer la infame trilogía de 50 sombras de Grey han vuelto a despertar mi interés. Ah, la pobre sumisa que caiga en mis manos, lo que va a disfrutar…xD
¿Necesitas? No, no: ¡Debes! jajajaja
EliminarNos une el "amor" por ciertos "juegos" de los cuales la trilogía es un simple y pálido reflejo...
Ah, se me olvidaba: sobre una de las partes del relato -¡no diré cuál!- podría escribir todo un post largoooo y descriptivo... De hecho algo escribí, de forma tangencial...
ResponderEliminarHubo una vez una pelirroja chica catalana en mi vida que sabía hacer cosas... que... bueno... ¿Sabes cuando alguien es capaz de ocasionarte tal placer, con tanta intensidad, que se vuelve tan insoportable que preferirías que te clavaran un cuchillo en medio del corazón que continuar con semejante placentera agonía?
Me has recordado aquello. Nunca estuve más cerca de morir... literalmente de gusto.
Ja, ja, es que el arte de la fellatio es la mejor forma de llegar al corazón de un hombre y de enquistarse en sus recuerdos. Yo también recuerdo a cierta catalana, la tuve un año en prácticas hasta que consiguió sacarse la licenciatura. Luego, como un jefe odioso, la obligaba a hacer horas extras casi todos los días, no fuera que se le olvidara el oficio ;)
EliminarAh, las mujeres, ángeles de luz, que estúpidas y cobardes son a veces, siempre hay destellos de amor eterno justo antes de eyacular.
Un abrazo.
Jajaja tu impostura nunca deja de sorprenderme. Tal cúmulo de delicadas y luminosas atrocidades en tan corto párrafo no es normal. Está claro que estamos delante de un superdotado en la materia...
Eliminar¿Sabes lo sugerente que suena todo eso de la chica en prácticas que después se licenció y fue obligada por su pérfido jefe diariamente a no olvidar el oficio?
Alguien que sabe volar debería escribir sobre el tema...
Esa era la intención, no hay que perder ninguna oportunidad para escandalizar al respetable…xD
EliminarPero me uno a tu petición, ¿hay alguna damisela por ahí leyéndonos que sepa “volar” y que quiera expresar en un relato de cierto bagaje erótico estas relaciones profesionales entre amantes? xDDD
Aish, día malo.
Un abrazo gran gurú.
Qué malos sois.
EliminarLos dos.
Qué peligro cuando os juntáis.
Y cuando alguien tiene algo así...
ResponderEliminar¿quién quiere fastidiarlo con el verbo enamorar?
como tú dices "así son las decisiones"
Suerte en la no-conjugación
Besos abisales
Enamorarse es como el deseo, nace de la insatisfacción, del anhelo de cosas que no existen. Y como tal, suele jodernos los mejores momentos de nuestra vida, vamos, que antes de romper el condón ya estaba condenado…xD
EliminarBesos decadentes bella dama.
Derrochas por los siete costados, y si bien el no enamoramiento da sentido a tus letras, debo advertir que el buen sex... ntimiento hacen el resto.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Mi beso.
Todo esto son entelequias, a fin de cuentas el buen amante se deja llevar por los sentimientos y por el goce; lo que sucede es que en la literatura–que es hablar despacito-, todo parece cobrar más sentido, a pesar de lo utópico.
EliminarBesos.
Teniendo en cuenta que no son muchas las mujeres que aceptan abiertamente asumir el papel de "sumisa", es más que probable que acabes en brazos de la primera que se ofrezca a dar satisfacción a tus inclinaciones sexuales. Como no hay nada de espontáneo en ello, es difícil que surja el enamoramiento. La vuestra será una relación "contractual". En cuanto uno de los dos rompa las reglas, se acabó.
ResponderEliminarCuidado con los finales felices de la literatura erótica...
Besosss.
Bueno claro, no es una relación vainilla con alguien más posesivo de lo normal, es una relación BDSM con un contrato donde se fijan muy claramente límites y castigos. A priori no se busca amor, se busca la satisfacción sexual de un rol, otra cosa es que seamos humanos, y bueno, el apego se formaliza con el tiempo, es casi normal. Como también es normal, por lo que conozco, que eso arruine la relación Amo/sumisa. Es más difícil de sobrellevar.
EliminarLos finales felices en la literatura erótica son los más sencillos: Cuerpos, cual cadalsos, muriendo en los brazos del otro por el orgasmo y el goce perfecto.
Ya casi no recuerdo como era, pero es lo que yo considero el mejor final para cualquier historia ;)
Besos.
¿Qué es una relación "vainilla"? ¿Dos enamorados comiendo helado todo el día?
ResponderEliminarYo no soy partidaria de radicalizarlo todo. En una relación "vainilla" también puede darse BDSM, sadismo y masoquismo. El llevar el letrero colgando de "Amo" o "Sumisa" no es más que la libre y abierta expresión de cómo uno desea vivir su sexualidad.
Besos (de color vainilla, ¿eh?)
Ja, ja…sí, sí, comiendo helado de vainilla sobre el cuerpo del otro.
EliminarSi nos metemos en opiniones personales creo que acogerse a un solo rol es bastante limitado, lo divertido es cambiar, hay prácticas de sumiso que me encantan y hay otras de Amo que me gusta alternar con el entorno “Amélie” romántico en la cama. Naturalmente a nivel literario todo funciona muy bien, en la realidad, no sé, es una autentica lotería, incluso con personas bastante receptivas. Tampoco es una de mis prioridades, de hecho estaría de las últimas, ya tuve bastante con mis dos últimas experiencias…xD
Besos vainilla, de chocolate, o simplemente, besos.
Por las grietas del sexo, rezuma el sobrante de todo tipo de sentimientos, la pasión, venganza, obsesiones, cansancio, atracción, incluso amor, y no estoy muy segura que podamos o sepamos controlarlo simplemente surgen, con la misma facilidad que pueden desaparecer sin dejar rastro.
ResponderEliminarEl momento de desenfreno es algo efímero, y todo un arte saber alargarlo.
Buen texto Rorschach y supongo, una bella musa.
Unos cuantos besos mas, para que los puedas embotellar.
Gañanes sin imaginación o musas demasiado cobardes?
ResponderEliminarCabrones con imaginación y musas envalentonadas...
No seremos nosotras las que hacemos que se conviertan en gañanes?
O ellos los que nos vuelven cobardes?
En cuanto a cabrones con imaginación están bien pero mejor no enamorarse como tú dices...pero no será que ellos nos enamoran? o los enamoramos nosotras? Total sea como sea todo lo bueno se acaba.
Hola Rorschach!!!
ResponderEliminarBueno...solo decirte que te he leído y me ha gustado, jaja!!, espero no se yo una de las que terminan mirando al techo...la vida que nos lleva por caminos inesperadamente sufridos!!!
Un beso casto y primaveral, jaja!!!!