...enfadarse con el amor es como enfadarse por tener las
muelas del juicio o apéndice. Un poco de solipsismo. La naturaleza simplemente
ha buscado la mejor manera de empujarnos unos contra otros. Si nos disgusta
esta mentira aprendida, este cortejo irreal, ¿Por qué seguimos escuchando las
mismas canciones una y otra vez entre suspiros de nostalgia?
Si, al final solo se trata de follar naturalmente, es una
obviedad. Pero también creo que hay gente que con su sensibilidad puede
convertir cualquier gesto vulgar en algo sublime, romántico, elegante, dotarlo
de entidad propia. Se puede pensar que es una impostura, algo caduco,
artificioso –como los modales en la mesa por otra parte, dado que solo se trata
de alimentarnos-. O también conciliar que es una forma de sublimar el deseo
sexual y adaptarlo a nuestra forma de sentir, a la empatía que nos produce
nuestro entorno.
Naturalmente esto no está al alcance de todos, y no se
puede hacer solo. Los dos tienen que haberse emocionado con Amelie -ejemplo
personal-.
Recuerdo aquel día que volvía en metro al amanecer,
totalmente borracho. Aún tenía en mis ojos lisiados tu veneno, sabías que
prohibir despertaba mi deseo; intentaba convencerte, mientras me acariciabas
con tu sonrisa, que lo mejor no era llegar a la meta sino follar durante toda
la carrera. Moría un poco en cada intento infructuoso. No quería ir al cine
solo, no estaba preparado para construir una vida en soledad. Cerré los ojos.
Era Elmer Battes dibujando tus pies con mi cámara, era el maestro, el flagelador
en este enorme club de perdedores, esquivando la casquería humana con talento.
Cuando los volví a abrir, inmerso en un viaje temporal, estaba de nuevo en tu
parada y habían pasado dos horas. Pensé en bajar e intentarlo de nuevo.
Hay seres transparentes en todas partes, como ese carroza
sin barbilla, con su cubata en la mano, apoyado en la pared de la discoteca,
solo, sin amigos, esperando a la nada rodeado de gente que no repara en su
presencia, con esa sonrisa de compromiso -la misma que usarías en un museo
Kitsch-. Ver al adolescente bordeando el coma etílico, tirado en el suelo,
mientras sus amigos hacían fotos y se reían resultó ser menos doloroso para mi
sensibilidad.
Carmen me enseño su habitación, inmediatamente me di
cuenta de que algo iba mal: un enorme crucifico presidía la habitación. Uno de
esos enormes Cristos llenos de sangre y heridas hiperrealistas en su tortura.
La cama tenía la apariencia de haber acogido las bajas pasiones, no ya de los
padres, sino de los abuelos. Cuando empezamos el magreo solo tenía en la cabeza
la imagen del Cristo cayendo sobre mí, castigándome por semejante afrenta, las
posibilidades de que fuera mi sangre y no la del virgo de Carmen las que
mancharan esas sabanas se centuplicaban en mi cabeza. Baste decir que no puede
hacerlo y que tampoco volví a intentarlo: nunca me gustaron los tríos.
Desear es esencialmente sufrir, como vivir es deseo, la
vida es en esencia dolor. Hacía girar el vino de mi copa, embarrado en estos
pensamientos optimistas. Fuiste la no-historia más importante de mi nostalgia.
Como una canción que nunca dejas terminar, porque solo te gusta el principio.
Como esos créditos que esconden un final diferente pero que estropean toda la
película. Como esa última llamada en la que sobra que contestes y me dejes
hablar. Como la segunda parte de una novela donde te explican todo y los
protagonistas acaban juntos. Como un mail donde eres sincera cuando a mí me
mientes a la cara. Siempre entiendo mis motivos, lo triste siempre tiene más
contenido que continente.
Diría varias cosas a todo esto, pero creo que la más importante de todas, o al menos una que yo he aprendido y que a mí me lo parece, es que el deseo en grandes dosis nos convierte en esclavos de nosotros mismos. Y tan sólo el hecho de ser consciente de ello te da la posibilidad de cambiarlo TODO.
ResponderEliminarUn beso.
Mejor solo que mal acompañado, pero y lo bien que se esta cuando estas acompañado o los momentos que lo echas de menos cuando no lo estas. Hoy estoy ñoña, no me gusta el amor, bueno, no me gusta el concepto que se tiene de él, para mi es algo más racional, no tanta tontería. Donde la base es la amistad, compañerismo, compromiso y respeto. Estoy enfadada contra ese amor que muestran felizmente en las pelis americanas (esas que tanto me gustan)y puede que si, que este luchando contra la naturaleza, quien sabe...
ResponderEliminarPor cierto, nada de meterse con los que padecemos insomnio, que no es nada agradable querer y no poder. Y que mientras, vayan aumentando de forma exponencial los dilemas en nuestra mente.
Un saludo
En lo que te puedo dar la razón Asolada es que implicarte en el consumismo masivo, lo único que te reporta es quedarte sin tiempo y amargarte en el trabajo. Nunca se tiene suficiente.
ResponderEliminarLo malo es cuando los deseos son sentimentales o te pierdes en utopías, eso es más difícil de controlar.
Puzzle: La soledad es lo peor del mundo, y además creo que la soledad se recrudece más con los años. Eso o te agria el carácter, como en Navidad.
Hay muchos puntos de vista, pero también existe el amor pasional, el de los flechazos –eso al menos me han dicho…-. De todas formas cada persona es un mundo, y empatiza de forma diferente con su entorno, además de lidiar con su experiencia, que no es poco. La naturaleza en las mujeres es peor por el tema de los hijos, espera a tener 30 años.
Bueno, yo soy un dormilón, por eso –sin conocimiento de causa- me dan cierta envidia. Supongo que tiene sus contraindicaciones.
Un saludo.
El deseo es incontrolable. La ilusión lo baña todo, esa que aparece de repente y cuesta un mundo hacer que gire la esquina. Las decepciones, los sentimientos no correspondidos...todo debería de dejar de alimentar la ilusión que nos oprime.
ResponderEliminarPero seguimos creyendo que un día, cuando te hayas levantado de tu sueño reparador sin haber dado vueltas en la cama pensando en lo mismo de siempre, tu suerte haya cambiado.
Al final la vamos dejando marchar, y cuando nuestra coraza esté de nuevo en nuestro poder, esa misma persona de la que hace tiempo no sabías nada, vuelve.
Y la estupidez me vence...
Menuda mierda de comentarios. Sé que el autor gusta de elogias para acrecentar su ego, pero hay mejores formas que escupir hacia arriba para brindar reconocimiento. Así que propongo el silencio, las onomatopeyas, los agradecimientos o cualquier otra forma que no sea tan vacía que lo más agradable que produzca sea el bostezo.
ResponderEliminarEsto es llorar con estilo, quitando la pedantería, tótem que más de uno esgrimimos como protector, y aunque no estemos de acuerdo en algunos puntos, las ideas bien contadas son más ciertas que el sentido común. Un aplauso pues, que el ridículo sensiblero está perfilando su estilo con coherencia.
P.D.- Pido disculpas a todo aquel que se pueda sentir ofendido con los comentarios acaecidos por el calor del momento.
A mi me parece, señorito Rorschach alias "Llorón" que tus lágrimas están bastante ricas :P
ResponderEliminar¿Tu escuchas a los Nine Inch Nails?
ResponderEliminarIgual te gustan.
A mi me encantan.
Si, hace tiempo los escuchaba, gracias por recordarmelos, haré una pequeña playlist.
ResponderEliminarUn saludo.
Estoy pasando por algo parecido a lo que escribes Rorschach...soy Javier. Llegué a tu blog buscando una frase del libro "Si tu me dices ven lo dejo todo...pero dime ven"... y resulta que me siento identificado en todo lo que dices y en varios de los comentarios.
ResponderEliminarEl amor es peor que la droga, siempre lo quieres dejar pero cuando lo consigues quieres volver, mujeres que te abandonan una semana antes de tu cumpleaños...y luego hay que recomponerse y salir...solo, sintiendote medio gilipollas por conseguir un chocho que te guste...pero deseando enamorarte de ese chocho porque te gusta de verdad, y si de paso es ya la ultima vez que ocurre, chapeau.
Disculpas..pasaba por aqui...
Un placer tenerte por aquí JaviCt. Me pasaré por tu blog para devolverte la visita, si te gusta lo que lees, ya sabes...
ResponderEliminarEl desamor es una mierda, pero te hace sentirte vivo de vez en cuando.
Un saludo.
El desamor es una mierda pero te hace sentirte vivo, esa frase me gusta, me gusta mucho. Pero hay que ver lo que duele, mierda de desamor.
ResponderEliminarLlevo un rato perdida por aquí, de post en post. Sin elegir, sólo la inercia: "Fuiste la no-historia más importante de mi nostalgia" Es como ser la foto que no se hizo. Supongo que tenía que leerlo. Gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias a ti por leerlo y sentir algo. Besos decadentes.
ResponderEliminarEl amor está en la mente, incrementa con el deseo, se hace eterno con el abandono, idealizado con el dolor...como dice el maestro Sabina, "cuando no muere mata". Prefiero que me mate a que se muera y te quedes contemplando la nada + la miseria.
ResponderEliminarLos amores negados son creativos, dan su fruto en el poetas que sangran, el los escritores que buscan consuelo en las letras, compositores perdiendo lagrímas entre sus do y sol sostenidas en el vacio del deseo.
Exitirán otros tipos de amor, pero gracias no suscitan ningún tipo de interés en mi.
Ahora solo falta que en tus oidos resuene la opera de CARMEN.
Creo que el amor es una de las pocas cosas que nos cambian a cualquier edad. Creo que es algo tan irracional que intentar ponerle corsés y ser práctico solo es posible para cínicos y reprimidos. Pero como indicas hay muchos tipos de amor, permíteme ser egoísta y cobarde con mis esperanzas y con mi “arte”, y buscar el solaz en un amor romántico pero placido…pasional, pero sin altibajos. Nadie quiere perder ese arrobamiento estacionario, pero como buen mago guardamos trucos en la chistera que pasan por tener buen sexo, hacer arder tu piel con mis palabras y ahogarme en tus ojos como si fueras la única criatura viva de toda la creación.
ResponderEliminarNo suframos, solo devorémonos. Con Carmen de fondo, of course.
De los varios que me leí hoy, este ha sido el que más me ha gustado. Será que soy una romántica en crisis de desamor. Es un tema difícil este... terminar sin haber empezado nada.
ResponderEliminar