sábado, 14 de diciembre de 2019

Reseña: ‘El elefante desaparece’, de Haruki Murakami

Haruki Murakami trabajó en este compendio de relatos entre los años 1980 y 1991, podría decirse que en este libro se encuentra la materia prima y el estilo de lo que serán sus obras más emblemáticas. Como muestra de lo anterior, el relato que da inicio al libro ‘El pájaro que da cuerda y las mujeres del martes’ es el origen del primer capítulo de una de sus principales novelas: ‘Crónica del pájaro que da cuerda al mundo’, publicado en 1995. Es un verdadero borrador, donde juega con el misterio telefónico, los encuentros fortuitos, la revelación de un mundo nuevo al conocer a una chica mientras se busca a un gato perdido. Un mundo que tiene un movimiento limitado, que se detiene cada día, hasta que un pájaro lo vuelve a poner en movimiento al darle cuerda cada mañana. Dato curioso y un tanto al margen: en esta historia al gato lo llama ‘Noboru Watanabe”’’, nombre que también tendrá el novio de la hermana de otro personaje así como el cuidador del elefante que desaparece. Con la reiteración de ese nombre, Murakami homenajea a su amigo, un ilustrador que utilizaba dicho apelativo como apodo.

"Y me pregunto cuándo se rompió la aguja de mi brújula, cuándo me perdí en esta vida errante"

Las personas son mundos complejos, universos únicos, pero que, al unirse con otros, al interactuar entre ellos, forman nuevas realidades, a veces eternas, o de tan solo momentos. Los personajes de Murakami, viajan libremente por estas realidades que ellos mismo crean. En ‘Nuevo ataque a la panadería’, el simple hecho de sentir hambre a una hora en que no se puede conseguir alimento, pone en marcha un engranaje de modificación de la realidad, pasando de algo cotidiano a un acto que si bien es real, es completamente anormal para el contexto, como el asalto a un local de comida rápida. A Murakami le gusta ir revelando esos pliegues tan diversos de la realidad, tan finos que no detectamos por ir siempre sumidos en nuestras rutinas. En el cuento ‘Sobre el encuentro de un chica cien por cien perfecta en una mañana soleada del mes de abril’, lo deja claro, lo largo del título hace referencia al detalle, al momento y la circunstancia, a la consciencia plena del encuentro con una mujer que parece perfecta, a las características del día, al lugar, la fecha, todo. Son solo segundos, se cruzan, quizá ella ni lo notó, pero en él se comienza a generar una pequeña historia y se crea un mundo dentro de otro, a partir de una casualidad.

"Se cruzaron en mitad de la calle. El tenue destello de un recuerdo perdido iluminó por un instante sus corazones, que dieron un vuelco. Lo supieron"

Equilibrio, otro aspecto fundamental de la narrativa del autor japonés, esa constante descripción de actitudes ordinarias de la vida diaria, cocinar, fornicio, comer, beber, dormir, son la base del equilibrio en sus historias, que luego rompe en un ángulo inimaginable, lo que provoca una emoción inesperada en el lector. Este quiebre puede suceder en cualquier momento. Una vida puede dar un giro en ciento ochenta grados a partir de un pequeño detalle, como cuando uno de los personajes de ‘Lederhosen’ va a comprar un par de pantalones y entiende de golpe el absurdo de la existencia que ha llevado hasta ese momento, o el descubrimiento de un hábito pirómano en ‘Quemar graneros’. Pero el más significativo hecho de quiebre de esta recopilación de relatos ocurre en ‘Sueño’, donde una mujer al no poder volver a dormir, se pasa las noches en vela leyendo Ana Karenina, comiendo chocolate, y descubriendo que la vigilia constante ha mejorado su vida, ya que le ha revelado un mundo de vitalismo y libertad rejuvenecida nunca antes conocido por ella

"No es que me sienta vacía, simplemente me sorprende ser incapaz de distinguir entre ayer y anteayer por el hecho de llevar esta vida, que me ha tragado por completo"

En este universo tan personal tampoco existen divisiones claras entre el mundo de los sueños y la realidad. Lo onírico fácilmente se expande y engulle al soñador. Lo que pasa en los sueños no se queda allí. En ‘El enanito bailarín’, un ser atormenta a un hombre común por medio de diversas artimañas que le sugiere en sueños, pero que al hacerse realidad lo empujan a caer en una trampa mortal. Estos seres extraños, como salidos de una pesadilla, se reiteran en relatos como ‘El pequeño monstruo verde’ y ‘La gente de la televisión’, y tienen la particularidad de no ser notados por otros salvo por el protagonista del relato, aislando a los personajes en una burbuja fantástica dentro de un ambiente real. Lo interesante de estos relatos es averiguar si los personajes sabrán librarse o no del embrujo de la irrealidad.

“Hay diferentes tipos de soledad. Hay soledades trágicas que te descuartizan los nervios, y otras que no lo son pero que para conseguir conocerlas te tienes que dejar la piel”.

Pero definitivamente, de todos los aspectos que toca Murakami en esta serie de relatos, es lo situacional lo que le da vigor a este libro, ya que a través de lo que parecen ser experiencias personales logra profundizar en temas complejos con temáticas simples. En relatos como ‘Un barco lento a China’, ‘El último césped de la tarde’ y en ‘Silencio’, recupera el tono melancólico y nos lleva por los recuerdos lejanos de tiempos de instituto, de trabajos de media jornada en donde abundan los encuentros inolvidables y trascendentes entre personajes que nunca más volverán a verse, rescatando situaciones de superación personal, de resiliencia.

"Hay gente que carece de profundidad. Llevan una vida monótona, vacía. Por mucho que llamen la atención de los demás, por mucho que se muestren triunfantes, solo es una máscara tras la cual no hay nada".

El elefante desaparece’ es una recopilación de diecisiete relatos muy diversos, donde se puede apreciar todas las particularidades de la literatura del japonés. A pesar de que resulta algo irregular, la atmósfera y la esencia se mantiene a lo largo de todo el libro, al igual que el placer de disfrutar esa lectura que no requiere de grandes recursos literarios, ni complejidades estilísticas para dar ambiente y profundidad a las historias. Con Murakami tienes que llegar a un acuerdo con su realismo mágico, sus finales abiertos y ese lirismo onírico que, muchas veces, no encierra ningún tipo de mensaje, moraleja o incluso coherencia. Es normal que no le pueda gustar a todo mundo porque a veces da la sensación de estar ante simple escritura automática, un escritor ‘jardinero’ que planta una semilla argumental y se divierte dejándose llevar por lo que va creciendo y mostrándose. Quizás lo que salva a Murakami y le ha dado tanta fama es su estilo embriagador y poético que compensa esa espontaneidad literaria que no se molesta en pulir y que en ocasiones no funciona. En cualquier caso a estas alturas uno ya sabe lo que se va a encontrar, sería incoherente por mí parte pedirle a Tarantino que no dote a sus películas de momentos de ultraviolencia, al igual que sería absurdo pedirle a Murakami que busque en el diccionario el significado de ‘escaleta’. Como siempre dejo AQUÍ el ePub para quien quiera darle una oportunidad.

“De todos modos, la cosa podría empezar con un "érase una vez" y terminar con una pregunta: "una historia triste, ¿no te parece?"

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