Me han hecho esta pregunta de forma anónima en Curious, una plataforma donde se pueden enviar preguntas de todo tipo -os dejo el enlace aquí por si alguien más quiere animarse-, pero me he alargado demasiado en la respuesta y la limitación de caracteres no me permite copiarla entera por lo que pongo aquí, en forma de entrada, por si hay más gente interesada en el tema.
De todas formas comenzaré diciendo que cuando escribo de política siempre fallo en mis pronósticos, por ahí tengo varias entradas advirtiendo sobre el presunto ‘peligro’ de VOX -una idea de campaña que utilizó muy bien el PSOE azuzando el miedo a la derecha para movilizar a su electorado-, pero que al final no ha sido para tanto; aunque no hay que olvidar que gracias a ellos el PP gobierna en Andalucía, Madrid, Murcia, etcétera. Pero volviendo a la pregunta, sí, creo que habrá de nuevo elecciones generales el 10N. Está claro que esa ha sido siempre la intención de Pedro Sánchez: construir un ‘relato’ y vender la idea de que él lo ha intentado pero que no ha sido posible llegar a acuerdos por demérito de los demás. El motivo de esta estrategia es obvia: después de la sentencia del ‘procés’ en octubre será imposible contar con los votos de los nacionalistas e independentistas catalanes y vascos (Bildu unió su campaña con ERC), por lo cual aprobar los Presupuestos y gobernar resultará muy difícil, sobre todo con Ciudadanos y el PP bloqueando todo.
Por otro lado lo de gobernar con Pablo Iglesias era algo que no quería ni siquiera probar, sabía que le podía robar el protagonismo y no quería un gobierno dentro de su gobierno. La broma ha durado más de lo necesario porque Pablo Iglesias ha jugado bien sus cartas hasta el final, por un lado veía clara la intención del PSOE de ningunearles, y por otro lado necesitaba capitalizar sus pobres resultados electorales entrando en el gobierno para evitar que en el futuro pudieran cuestionarle y así ganar algo de tranquilidad ante la amenaza de Teresa Rodríguez, los anticapitalistas, la disgregación de su partido y los tweets extemporáneos de Errejón -y su amenaza velada de montar su propio partido a nivel estatal-. Pero al final no ha sido posible, es más, tanto tacticismo burdo y lamentable lo único que han conseguido es el descrédito y la decepción absoluta de buena parte de sus votantes. El peor parado de los dos, en mi opinión, ha sido precisamente Pablo iglesias; fue una buena jugada retirarse a última hora de ese supuesto gobierno de coalición, pero lo arruinó todo cuando convirtió el Congreso en un zoco y se mostró como un diletante mediocre en su última comparecencia.
Por otro lado lo de gobernar con Pablo Iglesias era algo que no quería ni siquiera probar, sabía que le podía robar el protagonismo y no quería un gobierno dentro de su gobierno. La broma ha durado más de lo necesario porque Pablo Iglesias ha jugado bien sus cartas hasta el final, por un lado veía clara la intención del PSOE de ningunearles, y por otro lado necesitaba capitalizar sus pobres resultados electorales entrando en el gobierno para evitar que en el futuro pudieran cuestionarle y así ganar algo de tranquilidad ante la amenaza de Teresa Rodríguez, los anticapitalistas, la disgregación de su partido y los tweets extemporáneos de Errejón -y su amenaza velada de montar su propio partido a nivel estatal-. Pero al final no ha sido posible, es más, tanto tacticismo burdo y lamentable lo único que han conseguido es el descrédito y la decepción absoluta de buena parte de sus votantes. El peor parado de los dos, en mi opinión, ha sido precisamente Pablo iglesias; fue una buena jugada retirarse a última hora de ese supuesto gobierno de coalición, pero lo arruinó todo cuando convirtió el Congreso en un zoco y se mostró como un diletante mediocre en su última comparecencia.
Dicho lo cual ahora solo pueden darse dos situaciones: o Pablo Iglesias cede y da los votos de su partido gratis, o vamos a segundas elecciones, que es lo que el PSOE siempre ha querido porque confía en sacar mejor resultado y no depender de los nacionalistas. ¿Se arriesgará Iglesias a esta situación, con el partido cuesta abajo en las encuestas, incluso con IU pidiéndole que llegue a un acuerdo? ¿Será tan obtuso, testarudo y soberbio para hacerlo? Es posible, quizás confía en hacer de nuevo una buena campaña, no perder demasiados escaños y volver a ser imprescindible para Pedro Sánchez en otra intentona para ese mal llamado gobierno de coalición.
Pero el resultado de unas Elecciones Generales depende de demasiados factores, también en España, ¿y si hay demasiada abstención entre el votante de izquierda y la demoscopia optimista que rodea en todo momento al PSOE no es tan acertada, que sucedería si Podemos baja demasiado y entre los dos partidos obtienen menos escaños que ahora? O peor aún, imaginemos que Casado consigue convencer a Rivera y Abascal de ir juntos en coalición para no perder votos, tendríamos un ‘trifachito’ estatal que, a pesar de las salidas de tono de VOX, han demostrado tener la capacidad de llegar a acuerdos para gobernar; de hecho podría darse la situación inversa a las últimas elecciones, con una movilización del votante de derechas ‘asustado’ ante la irresponsabilidad de Sánchez y sus ocurrencias; la última causa rubor: cerrar el Valle de los Caídos, algo que sin duda mejorará la vida de todos los españoles. O, simplemente, que nuestro querido presidente en funciones meta la pata en campaña o durante los debates; a fin de cuentas la gente está muy cansada, la desilusión es palpable, todo es muy volátil, cada vez resultan menos creíbles los gestos demagógicos de la izquierda y, en general, de toda la clase política; cualquier salida de tono se puede pagar con decenas de miles de votos.
España no puede seguir sin gobierno, tiene demasiados problemas que hay que empezar a atajar. Y si eso no fuera suficiente razón para demandar más responsabilidad, en Europa se avecinan varios conflictos importantes: Trump y su guerra comercial con China, un posible Brexit duro en octubre, y la inestabilidad política en otros países, como Italia, que ya han anunciado nuevas elecciones. Pedro Sánchez está actuando de una forma descaradamente burda, también los dirigentes de Podemos, ninguno ha estado a la altura de la responsabilidad parlamentaria que le exigían los votos obtenidos. Por lo tanto, no sé si al final se atreverán a provocar unas nuevas elecciones, ahora mismo veo probable que sí, pero todavía queda un mes y medio por delante. Pero de suceder ya pueden olvidarse de mi voto, no pienso volver a votarles nunca más.
Añado un artículo de Ignacio Valera; no estoy siempre de acuerdo con él, pero creo que aquí ha estado muy acertado.
Añado un artículo de Ignacio Valera; no estoy siempre de acuerdo con él, pero creo que aquí ha estado muy acertado.
Ésa idea me produce cierto cansancio.
ResponderEliminarObligación del votante por decidir a quién regalará su voto...
Me asquea cada vez la política más, y todo seguirá más o menos igual...
con unos pocos en su sillón nuevo con sus consiguientes privilegios y sueldos.
Pues tienes razón; antes me quejaba de que no cumplían su programa, pero al menos en la izquierda creía notar cierta intencionalidad ideológica en intentarlo al menos. Ahora ya han demostrado sobradamente que aquí no se trata de opciones programáticas, si no más bien de llegar al poder, de tener tu escaño y olvidarte de todo. Me parece tan mezquino, burdo y irrespetuoso con el votante, que me dan ganas de votar a la derecha. Pero claro, ¿qué ganaría yo con ello?
EliminarTe noto en tus textos depresiva, espero que las cosas vayan mejorando poco a poco. Un abrazo.
A mí lo que me produce es vergüenza. No saben pactar ni hacer política, sólo saben mirar el bien para ellos. Muchos paises tienen que ser gobernados por varias coaliciones. En España es vergonzoso que no sepan pactrar medidas para el bien común. El problema es que no hay una ley para obligarlos a trabjar por el bien común. Llevan un año de interinos los del Psoe como el PP lo hizo en las elecciones pasadas. Como su sueldo y sus privilegios no peligran, no llegan a acuerdos ni pactan ni trabajan. Llevan cobrando un año sin trabajar por los españoles. Una auténtica vergüenza, que pacten y se pongan a trabajar o que el plazo de un mes, si no sirven para política, echarlos del gobierno y del mismo partido. Ya verías tú como pactarían y trabajarían más rápido.
ResponderEliminarSon una casta inútil, un circo que solo sirve para distraernos, la representación parlamentaria en España es un insulto a la inteligencia, esta democracia una pantomima; el problema es que la mayoría son hooligans de su partido, nos distraemos con el exceso de información, con la ‘emoción’ de sus proclamas, que nos impide razonar con coherencia, con sus cortinas de humo, con la sensación de impotencia ante su impunidad, mediocridad, ineptitud y dejadez. No hay grandes soluciones, el ‘sálvese quién pueda’ y sobrellevarlo lo mejor posible. Habrán segundas elecciones y el plan de Pedro Sánchez saldrá bien. E incluso así, de nada servirá, ya empiezan los primeros síntomas de desaceleración económica, en un año y medio, dos, entraremos en la siguiente crisis económica, depende del contexto internacional, y seguramente sea larga y grave, ¿de qué servirá entonces que gobierne la izquierda o la derecha si ya se habrá perdido todo margen de maniobra?
EliminarUn abrazo.