lunes, 17 de septiembre de 2018

La rebelión de la conciencia. (17/30)

Sin tiempo libre no hay reflexión, y sin inquietudes intelectuales que podamos desarrollar es imposible lograr la libertad. No seamos ingenuos, nuestra sociedad actual es un acto de guerra contra el ser humano, solo tiene como objetivo convertirnos en borregos manipulables, ¿qué es la educación más que una manera soterrada de insertarnos en el engranaje? ¿Se nos enseña acerca de la transcendencia de la vida, de su sentido o del significado de la muerte? ¿Existe acaso una asignatura de felicidad o de cómo gestionar el dolor? La educación actual se basa en aniquilar sistemáticamente el pensamiento crítico, en homogeneizarnos y potenciar los "valores" de la sociedad: la carrera de ratas del consumismo.

Puedes liberarte, pero para ello tienes que reconocer todos los barrotes de tu jaula, incluyendo el hecho terrible de ser un esclavo asalariado, en esto consiste la rebelión de la conciencia que todos necesitamos. Sé que mi contexto de trabajo precario no es el más adecuado para ser optimista, solo conozco a gente con una vida mediocre y estresada. Tienen anhelos normales, como comprarse otro coche, otro móvil, tener un hijo o irse de vacaciones. Nada malo sino fuera porque para conseguirlo necesitan tener dos trabajos y al final del día acaban tan cansados y ausentes que les resulta imposible disfrutar de su tiempo. Creo que la mayoría de la gente no se percata de que hoy puede morir. Que cada día es una vida, que el futuro es el impulso con el que desandas el presente.

Pero soy un pesimista esperanzado, sé que ahí afuera hay todo tipo de personas. A principios del siglo XX el porcentaje de analfabetismo neto era todavía del 56% y España ofrecía, junto con Portugal, Italia, Grecia, Rusia y los países de la Europa del Este, los porcentajes de analfabetismo más elevados del continente europeo. Pero ahora esto no es un problema, no solo por la educación obligatoria, las universidades, las bibliotecas, etcétera, también porque disponemos de internet. Aunque vivas aislado, si tienes conexión a internet dispones de toda la información y cultura que necesites: cine, libros, música, documentales periódicos digitales… cualquier cosa está al alcance de un clic. Incluso puedes abrirte un blog, o un canal de YouTube, y fomentar cierta resistencia. Me parece increíble que tengamos este tipo de herramientas, que podamos organizarnos y compartir nuestras ideas tan fácilmente, y que no haya más gente sublimando sus frustraciones así.

No creáis que mi rebelión de la conciencia fue hace mucho. Comenzó con este blog, en 2011. ¿Qué necesité? Vivir solo, sin pareja, y reducirme la jornada laboral. Al tener más tiempo libre empecé a escribir, a leer más y vivir a otro ritmo. Poco a poco empecé a leer ensayos sobre historia, economía, filosofía y política. Cada idea te muestra una parte de la trampa. La filosofía te enseña a pensar más en la muerte, a no temer a la soledad, a buscar la trascendencia, a cambiar tus prioridades y vivir mejor. Los ensayos de política o economía que intentan que seas un marxista idealista tienen el efecto de volverte un cínico descreído, te señalan sin ambages lo perniciosa que resulta la sociedad actual, lo dañino del stress y el ritmo actual de trabajo. Te enseñan conceptos como el decrecimiento económico. Yo tenía películas y juegos precintados, libros y cómics que no había leído por falta de tiempo, que había comprado por puro consumismo. Me percaté que no necesitaba tantas cosas, que podía vivir con menos. Vendí mi colección de consolas, recorté gastos. Me quité las tarjetas de crédito. La soledad también te permite analizarte, ordenarte, suprimir actitudes toxicas, como dependencias y adicciones. Vivir de forma más sana. Como algunos sabéis llevo dos años sin beber alcohol y haciendo deporte.

Naturalmente mi vida no es perfecta, no es equilibrada, mi precariedad económica implica muchas incomodidades. Pero mis prioridades han cambiado, no necesito irme de vacaciones para ser feliz, no necesito comprar cosas todos los meses para ser feliz, no me importa que algunas personas me consideren un fracasado o no comprendan que no quiera formar una familia. Lo único que necesito es tiempo para poder sentirme libre. Para poder escribir. Para poder pensar. Para poder informarme. Y hay que lidiar con cierta incomprensión de amigos, familiares y parejas, porque consideran que mis decisiones son producto de la pereza y mi falta de ambición personal. Pero creo que merece la pena pasar por una etapa así en tu vida, salir del redil, cuestionarte el sentido común hegemónico actual, buscar tu propio camino, tu propia felicidad. Si este individualismo filosófico, esta forma de vida, me convierte en un fracasado, bienvenida sea la etiqueta, pero al menos tengo la seguridad de que son mis decisiones, y no las de otros, las que dominan mi vida y sus circunstancias

11 comentarios:

  1. Muy buena entrada. Yo lo llamo "vivir en minimalismo", es decir, quedarte con lo que realmente te hace feliz; ya sean personas, cosas, hobbies, etc. Sincerarse con uno mismo y desechar todo aquello que no nos aporte alegría a nuestra vida.

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    1. Sí, me parece muy adecuado cómo lo llamas. El minimalismo es en cierta forma decrecimiento, huir del consumismo, tiene esa intencionalidad del libro de Marie Kondo “La magia del orden”. Creo que acumulamos demasiadas cosas, amistades y compromisos; quizás nos hacen sentir más cómodos, más seguros, pero en realidad estamos perdiendo tiempo, energía y serenidad de ánimo. No ya solo por el hecho de comprarlas, para lo cual hemos tenido que vender nuestro tiempo para conseguir dinero, sino también por la preocupación de conservarlas. Cuando menos lastre lleves de todo tipo más “ligero” te encontrarás. Sí, me gusta lo de minimalista. Un saludo ;)

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  2. Buenas reflexiones, profundas y muy bien expuestas, es sabio llegar a ese modo de vida después de sentir la timada de esta mierda de sistema.
    Abulia vital dices... interesante, yo ya voy camino de seguir tus pasos..
    Ojalá acabemos siendo legion, saludos

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    1. Hola, gracias por tu comentario ;)
      Veo difícil que seamos legión, casi todo el mundo está entrampado, con su familia, con hijos, con deudas, una hipoteca, compras, adicciones. No sé, es complicado vivir cuando casi todos somos unos esclavos asalariados en manos del sistema. Pero está bien que algunos podamos pararnos, mirar a nuestro alrededor y decir ¡Basta! Como mínimo conseguiremos las herramientas necesarias para poder gestionar nuestras crisis personales -que siempre llegan-, con otras soluciones más viables que las que nos da el sistema.
      Un saludo.

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  3. Creo sinceramente que a mejor educación mayores posibilidades de escoger.
    Nunca me he sentido especialmente borrega y llevo a mi hija a un colegio donde si tienen clases de gestión del dolor, donde no les obligan a memorizar nada y donde valoran las particulares maneras de pensar, en ocasiones enfrentadas a las directrices del consejo escolar.Creo que teniendo educación es más fácil la elección, y el concepto de buena/mala educación es personal e intransferible.Igual que el de buena/mala vida es muy objetivo.Primo, por encima de todo, el tiempo libre y la carencia de rutinas laborales.Nunca ganaré más de cien mil euros al año pero yo al menos escogí.

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    1. Por fin, después de tantos años, estamos de acuerdo en algo ja ja ja ;)
      Pero me da que ese colegio no debe de resultar barato, o hay pocas plazas disponibles. Al final todo es cuestión de dinero y de cierto clasismo intelectual que, en este caso, puede estar justificado. La educación es lo más importante, el conocimiento es poder, y nadie puede ver los barrotes siendo un ignorante. El dinero, a partir de cierta cantidad, no aporta más felicidad, buena decisión. Un abrazo.

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  4. Creo que éste va a ser otro de mis extraños comentarios...

    Mmm... es sumamente interesante todo lo que nos cuentas. De alguna manera me siento bastante cercano a algunas posturas tuyas. Tienes un cierto aire “sabi wabi”, como dirían los japoneses, de lo más peculiar jajaja.
    Pero, sabes, creo que la clave de todo está en la conciencia. La libertad radica justo ahí, en entender qué es y quiénes somos.
    Tengo una pregunta para ti: ¿la conciencia es lo mismo que el pensamiento, o es algo distinto? Cuando surge un pensamiento en tu conciencia ¿de dónde viene? Cuando ese pensamiento se va ¿adónde va? Mientras se mantiene en tu conciencia, ¿dónde se sitúa? ¿Me puedes señalar el sitio exacto? Y si no me puedes señalar ese “ámbito” del cual vienen los pensamientos, van y permanecen, ¿puedes afirmar que tu conciencia es algo físico? Porque lo físico tiene localización, forma, tamaño, color... Y ¿cuál es el color de tu conciencia? ¿Qué forma tiene? Señálame el punto exacto desde donde lees estas letras en este momento. Y no me refiero a que empieces a debatir en plan sesudo sobre las partes del cerebro relacionadas con el entendimiento, ni con la visión, sino a tu experiencia directa en este mismo momento. ¿Qué es lo que lee? ¿Qué es lo que entiende? ¿Qué color tiene? ¿Qué forma? ¿Qué tamaño tiene en este mismo momento, en tu experiencia inmediata, tal y como lo estás sintiendo?
    Son preguntas interesantes que uno se debería hacer. Siempre me ha sorprendido que en psicología no exista una definición de conciencia. ¿No te parece algo absurdo? En cambio en el tantra la tienes bien clarita: “un ente de mera “luminosidad” y conocimiento que, por su naturaleza (no color, no localización, no tamaño, etc), sólo puede proceder de un momento de dicho ente anterior”. Curioso es también que Fromm afirmara que la psicología trataba de lo que el ser humano no es (pues no trata de Eso -la conciencia- que somos). ¿Pero qué se puede decir de la esencia de la conciencia con palabras? Es casualidad que casi todos los místicos (esos rebeldes ante los propios sistemas en los que nacen) hayan empleado la poesía como el lenguaje más válido para expresar sus experiencias?

    Otra pregunta más: ¿se puede ser libre de verdad ignorando quién es uno mismo?
    Y otra más: sin tiempo para nada, ¿puede uno realmente “buscarse”? ¿Y no será ésa, precisamente, la más importante tarea de todas?

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  5. Le he estado dando vueltas a lo que hablamos. Y dado tu carácter filosófico, te lanzaré al viento una sugerencia para que investigues: La escuela de Kioto. Ahí tienes un enlace curioso entre filosofía y budismo (principalmente zen), con puntos en contacto con Heidegger y Schopenhauer. Y es verdad lo que te dije: no puedes entender el budismo únicamente con lecturas. El budismo emplea la razón para trascenderla (y llegar al conocimiento directo de la propia conciencia). Sin embargo, ahí tienes un hilo interesante del que tirar. Es muy variopinto y algunos autores tuvieron coqueteos con pensamientos nada provechosos, fruto del momento. Pero, sin duda, se trata de una escuela japonesa de pensamiento filosófico distinta donde poder indagar.

    De todas maneras, si quieres saber de qué va el tema por dentro, te recomiendo los libros de Charlotte Joko Beck, o una lectura sin prejuicios de “Los tres pilares del Zen” de Philip Kapleau.

    También te recomiendo como lectura distinta “Una cueva en la nieve”, biografía novelada de la vida de Tenzin Palmo. Ahí puedes ver lo que es llevar al extremo la búsqueda personal del conocimiento en plan ultra-espartano, siendo al mismo tiempo una historia muy colorida, cargada de matices. Por supuesto es una lectura que hay que hacer con la mente bien abierta. Hay partes de lo más curiosas, como cuando narra cómo los practicantes noveles de tantra no son capaces de mantenerse en pie debido al placer tan extremadamente intenso que les aportan su prácticas, y cómo les cuesta tiempo estabilizarse en el éxtasis para volver a ser funcionales en su vida diaria jajaja. Y sí, pensarás que son historias: pero no lo son. Es literal. Parte del tantra consiste en emplear el placer como motor de autoconocimiento. Y en eso son refinados hasta límites insospechados. Y todo placer es válido, incluido el sexual. Aunque contextualizado de formas que nada tienen que ver con las banalidades que nos venden en el mercadillo new age occidental.

    Por último un libro de filosofía que ya te mencioné: “La rebelión de la conciencia” de José Luis San Miguel de Pablos. Es realmente interesantes, y pone en relación la crisis sociopolítica actual, con la ignorancia y el olvido del propio ser. Y lo enlaza con problemas medioambientales... Y todo con un trasfondo filosófico profundo. El autor es filósofo y se nota.

    Y tú dirás, ¿y qué tiene que ver todo esto que me cuenta con mi entrada? Pues yo creo que mucho jajaja, solo que desde mi punto de vista: yo intento algo parecido a lo que intentas tú, pero por medio de estos caminos que comparten tu minimalismo, anticonsumismo, autoconciencia..., dar un paso atrás y mirar dentro. Y todo ello preservando lo más valioso: tiempo para poder hacerlo.

    Un fuerte abrazo. Y suerte con “el club de la lucha” jajaja

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    1. ¿Qué tal muchacho? Siento no contestar los comentarios, pero con esto de escribir algo todos los días se me va el tiempo. Solo comentarte un par de cosas. Primero, si te apetece, ¿por qué no entras en el chat? Hay algún decadente hablando de suicidio y cosas alegres, pero también está Ficticia y un par de chicas como ella xD Quiero decir que al final es un chat para entrar, desvariar, y poco más. No sé, me ha parecido curioso, yo los del trabajo siempre los he evitado, y es gracioso ver como la gente interacciona. Si te apetece ya sabes, me das tu número o a Ficti, y lo gestionamos.
      Vamos a tu comentario. Tengo problemas para encontrar esos libros, he descargado algún otro que he encontrado en esta web https://www.epublibre.org/inicio/index, pero te reconozco que estoy muy vago. Me compré un ensayo sobre los estoicos, lo tengo encima de la mesa, y el cabroncete me mira en plan: “¿Vas a cogerme algún día o te gastas el dinero para adornar tu casa?”. Pero apuntados quedan para cuando tenga dinero.

      Esas preguntas son claves para lo que estamos hablando, no se puede ser libre de verdad ignorando quienes somos. De ahí (voy a soltar algo típico) lo del Templo de Delfos y su conocidísimo “Conócete a ti mismo”. Y sin tiempo para nada, cómo buscarnos, cuando esa es la más importante de nuestras tareas para poder ser feliz… esa es la clave, o sea que fíjate que acabas de resumir mi entrada en dos preguntas ja ja ja

      Un abrazo muchacho, cuídate ;)

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  6. Iba a un pub hace muchos años de pseudo intelectuales donde la pose era más notoria que el fondo.
    Yo me sentía como algo fuera de lugar, acomplejado?, marginado?...
    Ellas eran sus chicas y yo un bebedor solitario acodado en la barra del bar...
    Entre moderna música que desconocía y libros de poesía local pasaba las horas sumido en la tristeza...
    Quería trascender, ser alguien ahí, exponerles todo mi secreto de desamparo y podredumbre, mi compañero de francachela les vendía la farlopa a esos progres...
    Desde entonces el estigma de la incomprensión me acompaña, la corte de paranoias descalificadoras, en fin... el monstruo poco racionalizador e impulsivo jajaha
    Era un club de la lucha si, de egos y extrañas poses absurdas...
    De intereses tóxicos alejados de la pureza y humildad...
    Antes de enganchar 8 horas en la Opel iba preparando mi cerebro para la causa escuchando con el viejo walkman a la polla records...
    Yo, al fondo del autobús, ajeno al bullicio borreguil de mis camaradas, risas convulsas, enfermizas, dementes, vídeos porno en el móvil, algún abuelo a punto de jubilarse mirando desde la ventanilla con ojos asustados y sudores fríos la sequedad de los cerros de la sierra...
    Alientos que hieden a chorizo, eructos de red bull, sonidos de móviles con audios de himnos de clubs de fútbol...
    Recuerdo un día que un autobús no llego a la fábrica a la hora, un veterano a punto de jubilarse, a la orilla de abandonar esa mierda de vida las picho de infarto al corazón, se comentaba luego en la nave que estaba muy gordo y en su almuerzo abundaba el cerdo, el bar y el vino rancio serían su segunda morada, venillas de inveterado bebedor dibujaban caprichosamente los contornos de su nariz..
    Yo me cargaba las pilas con Evaristo paramos, salía al ruedo encabronado, con ganas de tocar los huevos resacoso y somnoliento, tenía 27 años y follaba bastante, era muy promiscuo, me tocaba los cojones un posible despido...
    La contratación temporal no faltaba en esos tiempos, las empresas de trabajo temporal con sus bellas putas oficinistas ofrecían siempre alguna nueva mierda, algún camión que descargar, alguna máquina que hacer rular dándole a la palanca...
    Si, fui un mastuerzo pendenciero, alocado, impulsivo..
    Ahora la conciencia me dice la experiencia que en mi caso la configuran miedos atávicos...
    El miedo a la cárcel, al manicomio, al hospital, incluso a la muerte de mis queridos..
    El día que no tenga a nadie que me quiera, que me falten mis conciencias externas todo me importará una kaka...

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    1. Otro excelente texto, eres más prolífico que yo querido anónimo. Mereces un altar en Blogger por permitir que no se pierda la esencia bukowskiana en este lugar alejado de la vista del público. Mis respetos, espero que todo siga igual, sigas follando sin un peligro excesivo y la vida no alargue demasiado sus fauces sobre tu cabeza. Un saludo.

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