jueves, 16 de agosto de 2018

Somos puzles mal cortados buscando afinidad, intentado desentrañar el misterio irracional, con la vana esperanza de ser la excepción, disfrutando del eco sexual, de la kamikaze reverberación de una fantasía irrealizable a largo plazo.

Suena “Historia Triste” de Eskorbuto (Una mañana muy temprano / de tus sueños despertarás / no lo sabrás, ese es tu día / vas a morir). Todo sigue igual, la sutil inercia de tu vida incapaz de crear algo real en mi tedio, el suicidio como una bengala marcando una pequeñísima salida de emergencia. Viviendo sin rencor ni pasión. La resaca como única certeza. Vaso vacío. Vaso lleno. Hay una cierta relación entre escribir y beber. No es imprescindible. Tampoco la música. Pero funciona de atrezo, como las palomitas en el cine. De pronto lo importante es la aparición inmisericorde de letras sobre la pantalla; más tarde, cuando el cansancio nos agarrota y la musa adicta a la absenta y al bondage nos abandona, tenemos la opción de publicar el vómito literario, justificación vital menos radical que pintar la pared con nuestra masa encefálica.

Vaso vacío. Vaso lleno. A veces también hay relación entre la escritura y el sexo. Tu recuerdo desbordando belleza sinuosa. Un relámpago tenue entre mis piernas. Esa lujuria absurda que te hace repetir viejos errores, imaginar cómo sería amarte durante quince minutos de intensa y profunda nostalgia. Y luego apagarnos. Como un interruptor. Como la pantalla del ordenador. Aniquilando así todas las ansiedades.

            Orson Welles durante el rodaje de su famosa película llamaba Rosebud al coño de su amante. A veces la vida es la perfecta metáfora de un atasco. Si tienes suerte te quedas atrapado con alguien que resulta ser una buena compañía, con momentos de sexo apasionado que empañan los cristales. Quizás tengas un accidente o te quedes sin gasolina. O pierdas la paciencia al ver que no te mueves y todo desemboque en un Día de furia que te haga salir del coche con un bate de beisbol. Quizás la radio no funcione o no suena la música adecuada. Tal vez haya un perro o unos niños en el asiento de atrás, o tengas la oportunidad de hablar durante un rato con el conductor de algún coche que se pone a tu altura. O quizás, en un gesto que muchos interpretarán como una huida pero que para ti supone el primer acto de libertad desde la infancia, te bajes del puto coche y avances caminando solo por el arcén.


La madrugada se convierte en un cementerio de elefantes
Que buscan un párrafo en blanco donde morir
Un vecino grita en sueños: “No somos ordenadores
La profundidad inequívoca de la frase no asusta a nadie

Estamos demasiado embutidos en nosotros mismos
Atrapados en una costra de tópicos que nos seca primero el cerebro y luego el alma
Hay que luchar. Hay que taladrar nuestras mesetas orgásmicas
Mandar esa carta. Hacer ese viaje
Perdonar. Recordar. Robar el timón
¿Tendremos todavía una oportunidad de caos?

El mendigo del Dharma ha desaparecido.

13 comentarios:

  1. Es bonito tu poema.
    Quizás después de leerlo piense otro modo de la vida.

    No lo sé.
    En todo caso enhorabuena por él.

    Besos.

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    1. El discurso carpe diem, memento mori, es muy habitual por estos lares, por tus palabras parece que he tardado solo ocho años en clarificártelo de forma eficaz xD Más vale tarde que nunca; de todas formas, por pura sanidad mental, sería lúcido que todos nos planteasemos de vez en cuando otro modo de vida. No lo sé. En todo caso, gracias por leerme, tus comentarios siempre son muy refrescantes.
      Besitos en la frente.

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  2. ¿Una oportunidad de caos para aniquilar el orden moribundo de una vida que se arrastra en busca de sí misma?

    Sabes, estaba todavía en el instituto, y una de mis bandas sonoras más repetidas eran las canciones de Eskorbuto. Escuchaba sus letras porque yo me sentía así. Escuchaba a Eskorbuto, y leía a Schopenhauer. Buscaba algo, pero no sabía el qué... "El pasado ha pasado y por él nada que hacer, el presente es un fracaso y el futuro no se ve". Cito de memoria aquella canción. Tenía ciertas reminiscencias que encontraba en mi filósofo favorito de aquellos tiempos oscuros. Yo era oscuro. Siempre iba de negro. Todo lo veía negro... Qué tiempos curiosos aquellos. La ausencia de modelos que seguir es un horror en la adolescencia, cuando se busca y no se encuentra. Pero es que tal vez las preguntas que me hacía no eran las correctas, y tal vez no necesitaba ningún modelo que seguir...

    La filosofía da algunas respuestas a algunas preguntas, ¿pero son las preguntas correctas?
    La vida tiene sus propias cuestiones internas. El dolor, el sufrimiento ¿qué hacemos con él? Desde pequeños vamos desarrollando nuestras estrategias para enfrentarnos a él, porque nos sentimos agredidos desde fuera. Somos sujetos al que el mundo daña. Un mundo de objetos, amigables o terribles, en relación a lo que nos hagan sentir...
    Sea como sea no se nos da demasiado bien tratar con el sufrimiento, y parte de nuestras vidas se explica por la manera en que nos protegemos para evitarlo. Levantamos nuestras barreras...

    -Control y poder: he aquí una de las barreras. Tal vez si lo controlamos todo podamos dejar de sufrir... Tal vez si ejercemos nuestra voluntad sobre todo el mundo, y conseguimos que hagan lo que deseamos, podamos evitar cualquier mal...

    -Sumisión: he aquí otra barrera. Tal vez si nos abandonamos a la voluntad de otra persona (o grupo) líder, no tengamos que bregar con todo nuestro dolor y otros se ocupen de él por nosotros, ya que nos nos sentimos capaces.

    -Evasión: si me evado del mundo en busca de placeres, si me olvido de todo con la nueva droga de turno (que puede ser prácticamente cualquier cosa), si me aíslo del resto, de todo lo demás que me causa dolor o incomodidad, pueda conseguir mantenerme a salvo...

    Cualquier solución es equivocada. No existe una solución. Ya lo dijo Buda: el sufrimiento es consustancial a la vida. ¿Qué tal si nos quedamos sentados, bajamos todas las barreras y sentimos el dolor? Tal vez eso nos dé la oportunidad para experimentar la segunda característica de todo lo existente: la impermanencia. También el dolor es impermanente. Todo pasa. Si no lo tapamos con una barrera, no se enquista en nosotros, y podemos seguir disfrutando de la vida, a condición de dejarla volar y no intentarla atrapar...

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    1. Hoy me has dejado un comentario tan redondo y lúcido que me resulta complicado complementarlo con algo más, a lo sumo la imagen de un lector afirmando con la cabeza en cada párrafo. Sí, yo también tuve mi fase oscura, me duró demasiado añadiría. Eskorbuto, Barricada, (Extremoduro unos años después), grupos de death metal y doom metal gótico poniendo la banda sonora a mi triste existencia. Ser un adolescente desorientado sin ningún modelo que seguir (padres absolutamente ausentes) es terrible. Mi canción favorita de Eskorbuto también era Cerebros destruidos, una maravilla:

      Perdida la esperanza, perdida la ilusión / los problemas continúan, sin hallarse solución / Nuestras vidas se consumen, el cerebro se destruye / nuestros cuerpos caen rendidos, como una maldición / El pasado ha pasado y por el nada hay que hacer / el presente es un fracaso y el futuro no se ve / La mentira es la que manda, la que causa sensación / la verdad es aburrida, puta frustración / Prefiero morir como un cobarde / que vivir cobardemente
      Nuestras vidas se consumen / el cerebro se destruye / nuestros cuerpos caen rendidos / como una maldición / El terror causando hábito, miedo a morir
      Ya estás muerto, ya estáis muertos / ya estás muerto, ya estás muerto / ya estáis muertos, muertos, muertos / cerebros destruidos!

      Yo también creo que la filosofía (como la fe) es capaz de dar sentido al dolor; es importante conocer la enfermedad para dar un contexto y un sentido a sus síntomas, a sus consecuencias. Por eso la película “Funny Games” de Michael Haneke turba tanto a sus espectadores, porque en la maldad y el sadismo de sus protagonistas no hay una explicación, y eso nos hacía sentir inseguros. Y estoy de acuerdo en que “La vida habla a la vida a través del dolor; y el sufrimiento no es gratuito, enseña cosas, todo lo importante que contienen nuestros días. Los seres queridos, el amor, la compasión: contra el marco del sufrimiento todo ello brilla con fuerza...” y que no puedes ir “con una enorme llave inglesa a disfrutar de la puesta de sol”. Claro. Cierto. Pero yo soy un amante del escapismo, durante mi adolescencia desarrollé un Trastorno de personalidad por evitación (TPE), hay un artículo en la Wikipedia bastante completo al respecto, y aunque ahora finjo llevar una vida normal, soy asertivo, etcétera, hay ciertas fallas en mi personalidad que me impiden gestionar esa teoría con convicción; la procrastinación y la evasión son mis amigos más queridos. En el fondo disponer de autoconciencia y poder realizar elucubraciones complejas sobre el futuro te suele convertir en un neurótico y un aprensivo. La teoría que citas sobre la aceptación del dolor es puro estoicismo, de una belleza lógica directamente proporcional a su dificultad para llevarla a la práctica. ¿Por qué le gusta a tanta gente el fútbol, el deporte? Porque proyectamos nuestras frustraciones en ellos, necesitamos épica sin riesgos, sentirnos especiales, ganar. Ganar es lo importante. Y casi nunca lo hacemos.

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    2. El dolor es consustancial a la vida, y rehuir de él es limitar e infantilizar tu vida. La aceptación y la templanza son el camino de la iluminación. Estoy totalmente de acuerdo, quizás por eso reivindico el carpe diem y me atrae tanto el realismo sucio y la parte más decadente de la literatura, quizás son un síntoma de la falta de pasión que implica ser incapaz de llevar esa teoría a la práctica.

      Nuestro querido vagabundo ha desaparecido, al igual que sus pertenencias. ¿Habrá sido la policía motivada por algún vecino molesto? ¿O quizás se ha aburrido de esa calle, y espoleado por el buen tiempo se ha ido a otra zona? Me da que lo volveré a ver, suele aparecer y desaparecer de vez en cuando. Sí, le veía, pero que conste que últimamente me paraba más a hablar con él y observarle para tener algo que contar en los comentarios xD

      Estás muy proselitista con el amor, cosa normal, pero a mí cada vez me da más pereza, si no fuera por el sexo creo que me hubiera rendido hace ya mucho tiempo ja ja ja. Las mujeres son exigentes, no creo que ninguna aceptase mi forma de vida con naturalidad, Además, seamos francos, entre que Tinder me da pereza, y que tengo la vida social de un sacapuntas, (y que en mi trabajo solo hay gente tarada) me veo inclinado a pensar que moriré solo, con algunas aventurillas insustanciales en la memoria.

      Cambiando de tema ahora por lo que estoy ahora preocupado es por mi monitor de 32 pulgadas. ¿era necesario comprarlo? No, el consumismo como respuesta a todo, incluso a mi abulia existencial. Lo curioso es que cuando compro tecnología me suelo informar, de hecho es lo más divertido. Pero está vez no lo he hecho demasiado. Quería un monitor grande y que fuera IPS, por aquello de que se veía mucho mejor, colores más vivos, etcétera. Tienen menos refresco de imagen y son más caros, pero mi prioridad era adocenarme con un atracón bulímico de series. Pues cual será mi sorpresa cuando he descubierto el concepto de “fugas de luz”. Es una fallo sistemático en la tecnología de estos monitores que implica que cuando la habitación está a oscuras y la pantalla está en negro (o son películas formato panorámico con franjas negras) se ven como pequeñas fugas de luz borrosas en las esquinas. Según he leído si las manchas de luz (quizás también provocadas por un mal ensamblaje del monitor) no son muy excesivas el consumidor las asume con paciencia, pero no solo sucede en monitores baratos como el mío, sino en algunos que suben hasta los 800€. Qué curioso informarse, dudar de si devolverlo o no (tienda online, será un vía crucis) y la pereza inmortal dirigiendo mis impulsos a la nada. En realidad el ser humano necesita distracción, dejar de pensar, y para ello es capaz de cualquier cosa, ¿sabías que "Trainspotting", es una palabra inventada en Inglaterra, que se refiere a la afición de algunas personas por pasar el tiempo apuntando matrículas y horarios de trenes? Así nos va, empezamos filosofando y terminamos buscando la afición más inútil que nos permita expurgar nuestro tiempo libre con mayor facilidad xD
      Y te dejo ya, que llevo toda la mañana escribiendo estos comentarios, y me da la sensación de que, al final, tampoco he dicho nada importante. Cuídate, un abrazo.

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    3. PD: Por cierto, he estado mirando tu blog y he visto ciertos comentarios de una bloguera que por el tono justificarían que seas tan prolífico y almibarado. Vaya, vaya, ¿el amor en tiempos de Blogger? Espero que sí es ella viva cerca y no te metas en relaciones a distancia y esas cosas tan románticas y perjudiciales para la templanza zen xD

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  3. La teoría es bonita, pero la práctica falla. Un día ocurre lo terrible, algo para lo que no estás preparado. Pongamos la muerte de un ser querido, que se ve venir en breve. De repente, en la rutina de tu vida, en tu falsa seguridad, se abre una enorme brecha por la que se cuelan todos los horrores y, de repente, todas tus teorías no sirven de nada. El miedo es tanto, el sufrimiento es tan grande, que nada lo puede contener. Y luchas, y das mil vueltas, y lo intentas manipular. Y te agotas, te conviertes en un muerto en vida, y te asalta la oscuridad. Y si tienes un poco de suerte, cuando se te cae todo el edificio encima, cuando ya no puedes más, lo aceptas. Y entonces hay una apertura en la brecha por la que entra algo de luz; pero esa luz convive con el sufrimiento, que sigue siendo atroz. Aun así, algo cambia. Entonces tal vez todo lo que aprendiste te sirva de algo. Tal vez pueda aportar un marco a tus pensamientos, haciendo que no te pierdas en los más oscuros e inútiles, y afrontarlo todo te cueste un poco menos. Tal vez tu filosofía sí servía para algo, después de todo. Pero es otra cosa la que te salva, y nada tiene que ver con palabras. Se trata de abrirse a la vida, saber aceptarla tal y como es, con valentía. La vida habla a la vida a través del dolor; y el sufrimiento no es gratuito, enseña cosas, todo lo importante que contienen nuestros días. Los seres queridos, el amor, la compasión: contra el marco del sufrimiento todo ello brilla con fuerza...
    No merece la pena poner tantas barreras a la vida, es como intentar poner puertas al campo. Mejor sentirla sin tapujos y ser vulnerable, y equivocarse mil veces también. No todo el mundo lo consigue, sólo los valientes pueden. Otros lo seguimos intentando, tal vez. Y el pensamiento es una estupenda herramienta, pero no podemos ir con una enorme llave inglesa a disfrutar de una puesta de sol. Las herramientas son para lo que son. Mejor no cargar con ellas todo el día. Ya las utilizaremos cuando las necesitemos. El resto del tiempo basta con sentir y responder intuitivamente, sin tantos miedos. Y seguiremos sufriendo, naturalmente; pero al menos estaremos vivos si dejamos que las cosas nos toquen y nos duelan lo que tengan que doler, y también nos hagan brillar.

    ¿En serio ha desaparecido el vagabundo? Bueno, tal vez haya predicado ya todo el dharma que tenía que predicar. Tú lo viste al menos. Eres uno de los afortunados que ve más allá de su nariz... Te empeñes cuanto te empeñes, eres sensible. Estás vivo. Oh, maldición...

    El poema final es realmente bueno...
    Hay que luchar, mandar esa carta, hacer ese viaje, robar el timón, tener una oportunidad para el bendito caos del amor... Eres tan único que ¿qué mujer a la que dejes entrar -y vaya contigo, como tú con ella- no te amaría? Una ciega, con barreras elevadas, naturalmente...

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    1. Aha... así que esto es lo que habéis andado haciendo...
      No me atrevería a filosofar con vosotros dos juntos, pero de verdad os digo, que es un placer leeros.

      Besos

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    2. En esto estamos, en realidad yo publico entradas para tener luego una excusa para filosofar con nuestro querido anónimo en los comentarios xD Bah, en realidad nuestras discusiones son una metáfora de la anécdota apócrifa de San Agustín, aquella en la que un día mientras paseaba junto al mar intentando comprender el misterio de la Trinidad, se encontró con un niño que, valiéndose de una concha, intentaba llenar de agua marina un agujero hecho en la arena de la playa. San Agustín cuando trató sonriente de hacerle ver la inutilidad de sus afanes, el niño repuso: "No ha de ser más difícil llenar de agua este agujero que desentrañar el misterio que bulle en tu cabeza.". En realidad solo sirven para entretenernos: clarificamos un tema y oscurecemos cien más.
      Deberías de participar, conviértete en nuestra toma de tierra xD Un abrazo muchacha.

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    3. ¿Aha? ¿¿¿¿¿Aha????? ¿Has dicho lo que has dicho? jajajaja :P

      Pues tu punto de vista sobre estos temas sería interesante, la verdad. Puedes hablar con conocimiento de causa de muchas cosas...

      Un beso.

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    4. Queriditos míos,
      como toma de tierra podría servir, últimamente ando muy anclada a la realidad (qué remedio!). No prometo nada, porque la verdad resultáis un poco intimidantes, pero quizá -si araño algo de tiempo- os deje alguna nota a pie de página. Sed benévolos conmigo.

      Mua y mua.

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    5. Pero la toma de tierra en realidad es lo más importante, esas notas a pie de página marcan la diferencia entre hacer sombras chinescas dentro de la caverna de Platón y vivir un rato fuera, en la realidad. Realmente lo intimidante es salir al exterior y probar las teorías, el blog es como nadar en líquido amniótico xD
      Un beso.

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    6. Bien, pues intentaré andar por aquí a modo de ancla, para devolveros a la realidad si veo que os escapáis mucho.
      Un beso

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