sábado, 25 de agosto de 2018

Serie 'The 100' (Los 100), crítica de las dos primeras temporadas con ligerísimos spoilers.

Pocas series tienen un arranque tan poco cautivador como ‘The 100’ y luego, con el paso de los capítulos, generan tantas expectativas. Resulta muy interesante y sorprendente la transformación de lo que parecía ser una serie para adolescentes en la línea de ‘Los juegos del hambre’ y otras películas post apocalípticas similares (efectos especiales más bien cutres, personajes arquetípicos y giros de guion previsibles y maniqueos) en una narración adulta con personajes ricos en matices y bien desarrollados. Por eso lo primero de esta reseña es recomendar paciencia con ese peaje juvenil que tiene la serie en sus primeros tres capítulos, porque luego todo mejora y mucho.

Lo segundo que hay que decir es que, antes que una serie de ciencia ficción, ‘Los 100’ es una serie de supervivencia, y en esa temática es donde mejor se desenvuelve. La premisa argumental (una expedición formada por jóvenes delincuentes que regresa a la Tierra casi un siglo después de que fuera devastada por una guerra nuclear, aun sin saber si es habitable), plantea un arco narrativo idóneo para contar este tipo de historias. No deja de ser curioso que los que se creían el último refugio de la humanidad, aquellos privilegiados que pudieron escapar a esa Estación Espacial Internacional llamada El Arca, al volver se encuentren con que la Tierra ya no les pertenece, que son unos invasores porque, para su perplejidad, sí hubo supervivientes al holocausto nuclear, y éstos son ahora los verdaderos terrícolas. Estos nativos han retrocedido a una sociedad feudal, y su barbarie hace interesante el contraste con la gente del cielo y con los hombres de la montaña. A partir de ahí se desatan las animosidades entre unos y otros en sus luchas territoriales, y también dentro de cada uno de los clanes enfrentados.

El punto fuerte de ‘Los 100’ es el espectacular desarrollo de sus personajes y su marcado (y poco publicitado) toque feminista gracias a la sobreabundancia de mujeres fuertes entre los protagonistas. El clima hostil y belicoso es la excusa que obliga a esa rápida evolución, destacando Clarke (Eliza Taylor), Marcus Kane (Henry Ian Cusick), Bellamy (Bob Morley) y el cínico buscavidas John Murphy (Richard Harmon). Clarke es la gran protagonista, transformándose en una líder resolutiva, cruel e implacable que no duda en mancharse las manos de sangre en los momentos más críticos si es necesario. Justo lo contario que Bellamy, quien al principio pretende imponer en el campamento un liderazgo basado en una férrea disciplina marcial, pero posteriormente se va ablandando y asumiendo que Clarke es la verdadera líder. Entre Clarke y Bellamy hay una sutil atracción, que en los libros en los que está basada la serie (cuatro entregas escritos por Kass Morgan) termina en un noviazgo con visos de boda, pero que aquí se trata mucho mejor y es una inefable mezcla entre lealtad, atracción y liderazgo compartido.

La supervivencia en ‘The 100’ está vinculada a la toma de decisiones trascendentales que implican la salvación de unos y la aniquilación de otros. Casi siempre es Clarke quien tiene que enfrentarse a ellas, con el cruel mantra de que no hay liderazgo sin sacrificio, ni victoria sin pérdidas. La ‘suspensión de incredulidad’ del espectador consiste en perdonar tanta intensidad, tantos primeros planos con diálogos sobreactuados, tanta emoción contrapuesta en cada capítulo.

Podéis disfrutar de esta serie en Netflix (las primeras cuatro temporadas) o descargándolas de esta página web por Torrent en HD 720p: https://grantorrent.net Si tenéis alguna duda sobre cómo hacerlo podéis preguntarme en los comentarios.

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