La muy injusta y tardía fama de Williams ha sido enmendada por la posteridad y hoy es reconocido como uno de los herederos de Emily Dickinson y, sobre todo, Walt Whitman, escritor del que prolongó la búsqueda de formas poéticas que no tenían por qué estar atentas a las normas canónicas de la métrica y la rima, sino a ser capaces de contener una musicalidad, un ritmo, una coloración y una narratividad independientes y propias. “Ninguna derrota es enteramente una derrota, pues/ el mundo que abre es siempre un sitio/ hasta entonces/ insospechado”, escribe en El descenso, uno de sus poemas más citados.
"No hay ideas sino en las cosas". Williams repitió y aplicó cuanto pudo esa consigna. Fiel a ella, su obra huye de las grandes abstracciones para ahondar en lo concreto y encontrar la poesía lejos de lo poético. "Objetivismo" es la etiqueta que él mismo puso a su trabajo. Fue un maestro del coloquialismo, del verso libre, de la mundanidad estética, por eso no es raro que se le considere el maestro del realismo de Robert Lowell, Carver o Bukowski. "Alguien muere cada cuatro minutos / en el estado de Nueva York... / Al carajo contigo y con tu poesía... / Te pudrirás y esfumarás / en el próximo sistema solar / junto con el resto de los gases... / ¿Qué carajo sabes tú al respecto?". La peculiar inmediatez de su poesía se paladea mejor en pequeños tragos. Y una de tantas miniaturas que no se olvidan es esa “carretilla roja” (cuyos sencillos ocho versos difundió por todo el mundo la cadena de librerías Waterstone’s cuando decidió estamparlos en sus bolsas de plástico) y que nos recuerda el gusto del poeta por la energía evocadora de las descripciones: “Cuánto depende / de una // carretilla / roja / esmaltada con / gotas de lluvia // junto a las gallinas / blancas”.
Esto es solo para decirte
que me he comido
las ciruelas
que estaban
en la nevera
y que tal vez
guardaras
para el desayuno
Perdóname
estaban deliciosas
tan dulces
y tan frías.
Paterson (Adam Drive) vive en la ciudad de Paterson, New Jersey, es un gran aficionado a la poesía de
ResponderEliminarWilliam Carlos Williams, un poeta que vivió también en la ciudad de Paterson. Su vida es rutinaria, se
despierta cada día sin necesidad de despertador, da un beso a su mujer, Laura (Golshifteh Farahani),
desayuna cereales, trabaja conduciendo un autobús en el que escucha las conversaciones de los
pasajeros, regresa a casa para cenar, saca a pasear a su perro, y termina la jornada tomando una cerveza
en el mismo bar todas las noches. Además de eso, en sus ratos libres, Paterson escribe poemas en su
libreta.
“Paterson” es un canto a la poesía y a la vida. No a la poesía académica, grandilocuente o elitista, sino a
la lírica, la belleza, la poesía que se encierra en las cosas cotidianas, aquella que solo quienes tienen
alma de poeta pueden percibir. A la pureza de las cosas. Más que eso: a mirar las cosas con pureza. Con
la actitud poética adecuada, tu mujer puede ser una princesa, un rutinario viaje en autobús puede
convertirse en una maravillosa aventura, los versos torpes de una niña pueden ser un primoroso poema.
Lo que para unos puede ser feo, aburrido o lánguido, alguien como Paterson lo encuentra interesante,
armónico, bello, con la belleza de la sencillez y la ilusión de la ingenuidad.
Paterson ama a Laura, una mujer infantil, voluble, soñadora, que se pasa el día diseñando cosas en
blanco y negro, pintando, inventando recetas, que tan pronto quiere montar un negocio de cupcakes como
ser cantante de country. Dominante, habladora, impredecible, sacaría de quicio a casi cualquier hombre,
pero a Paterson no. El la ama, la idolatra, la apoya incondicionalmente en sus caprichos por absurdos que
sean.
La repetida rutina diaria de Paterson no es un problema para él. Despertar cada día al lado de su amada
es una bendición, no un problema. Conducir cada día el autobús no es un problema sino una oportunidad
de escuchar nuevas e interesantes conversaciones. Volver a casa o ir cada noche al bar son siempre
situaciones abiertas a la sorpresa. Y por si esto fuera poco, Paterson no solo disfruta de su coreografiada
vida, sino que tiene algo más, algo muy importante, su libreta.
Con su bolígrafo y su libreta, las limitaciones de su mundo cuadriculado desaparecen. La vida no es un
cúmulo de obligaciones sino una fuente inagotable de inspiración, desde una simple caja de cerillas hasta
la más grande historia de amor, las posibilidades son inabarcables. Solo hay algo mejor que un cuaderno
lleno de poemas: uno en blanco, con todos los poemas posibles por ser escritos.
Y es que esta película es una carta de amor a la vida. Paterson no usa smartphones ni ordenadores,
escribe a mano, prefiere el contacto físico al virtual, es un enamorado de las cosas simples y es feliz
simplemente con tener al lado a Laura, como el poeta Petrarca. Si, definitivamente Jarmusch, con su
habitual estilo minimalista, nos regala una carta de amor a la vida, un disparo de utopía humana repleto de
sensibilidad artística que nos recuerda que la vida debería ser algo de lo que disfrutar cada minuto.
La reseña completa de la película: https://keizzine.wordpress.com/2016/12/04/paterson/
Estudié un verano en Rutherford.
ResponderEliminarVaya, qué curioso. Aunque usted ha viajado por medio mundo xD No me extrañaría que haya visitado más lugares de cierto pedigrí literario ;)
EliminarGracias por pasarse por aquí, un abrazo.
Interesante entrada. Cuando pueda comento. Ando liado con prosaicos temas... ;)
ResponderEliminarVoy a tener que decidir cómo me gustas más: si en plan decadente o en plan comentarista-de-joyas-que-me-voy-encontrando-por-el-camino.
En cualquier caso, siempre un placer leerte.
Un abrazo fuerte, maestro.
Me tendrás que perdonar (tú y los demás) si contesto los comentarios un poco tarde, Blogger lleva unas semanas que no me envía notificaciones cada vez que tengo uno y tengo que visualizar directamente la entrada para ver si alguien ha dejado alguno.
EliminarLo de ser decadente mola mucho, porque normalmente la vida, los diálogos, las historias, son un poco aburridas, les falta intensidad, demasiado prosaicas, vulgares -incluso si tú eres el protagonista-. Meter el matiz decadente provoca que una relación se transforme en Cumbres Borrascosas. Lo malo es la resaca. Como decía Rilke "Si me deshago de mis demonios, perdería a mis ángeles”, refiriéndose a su escritura. Creo que me sucede eso, por lo cual me temo que vas a ver más reseñas, que son sencillas de realizar, que textos bukowskianos xD La bebida era un revivificante. Las mujeres también. Ahora me dedico a jugar por las noches y a intentar sobrevivir a la apatía. Me gusta quejarme.
Un placer tenerte por aquí, espero que des una oportunidad al poeta, tiene un punto, en el fondo las reseñas van de eso, de animarte a leer al autor. Un abrazo fuerte también para ti. Leo tu blog en las sombras, pero como me dijiste que eras tímido y preferías estar sin comentarios…
Interesantes tweets. Por perlas así, igual tengo que replantear mis opiniones respecto al invento. Oye, aplícate el cuento. Escribir como si se te estuvieran quemando los pelos y tus letras fueran extintor...
ResponderEliminarPrecisamente sobre Twitter acabo de escribir una entrada, a lo mejor te interesa, aunque más parece una advertencia para que no te acerques a esa red social xD Me he levantado algo decadente, será la falta de sueño. En lo de escribir, no sé, estoy pasando por una crisis, si hiciera caso a Rilke: "Ante todo: pregúntese en la hora más silenciosa de su noche “¿debo escribir?” Excave en sí mismo en busca de una respuesta. Y si es afirmativa, si usted sale del encuentro con esa pregunta con una afirmación firme y sencilla, entonces construya su vida conforme a esta necesidad", me tendría que dedicar a otras cosas, porque yo no tengo esa necesidad dentro de mí, más allá de escribir algo aquí de vez en cuando o en un diario que tengo. De profesión diletante xD
Eliminar¡Un saludo!
Jajaja. Mejor diletante que procrastinador, que es mi caso. Soy un hacha en esos menesteres. Pero me sorprendes. ¿De verdad no responderías que sí a la pregunta de Rilke? A ver si anticipas el coscorrón y para evitarlo vas con la venda puesta. Yo creo que en ciertas tareas no puede existir eso del fracaso; simplemente intentarlo me parece un éxito del carajo, y tú ya has hecho tus pinitos.
EliminarEn cualquier caso es un tema muy personal, y yo soy muy pesado.
Volveré en otro rato. Sigo con temas muy aburridos entre manos... procrastinando, claro. Este mensaje es un claro ejemplo... Pufff. La decadencia se pega jajaja.
Quizás estoy en plena crisis creativa, pero te aseguro que me cuesta mucho ponerme delante del teclado. Mi tiempo lo dedico a jugar y a ver series. Sé que resulta estéril, y a veces la culpabilidad me obliga a escribir alguna entrada aquí xD pero ese es el estado actual de las cosas ja ja ja
Eliminar“Ahí está el Dios del Siglo XXI
No le gusta trabajar
Mendigo de amor y esperanza
Lleva su cruz en la oreja
Y le gusta fumar
Hoy le ha tocado la lotería
Y a Caronte su barca le va a comprar
Le persigue la locura
La tristeza
La verdad
La crudeza”
Animo con esos temas, intenta que no te quiten demasiado tiempo para vivir. Un abrazo.