jueves, 31 de mayo de 2018

Reseña de la novela ‘La peste’, de Albert Camus

En la ciudad argelina de Orán las ratas empiezan poco a poco a aparecer muertas, lo que no auspicia nada bueno. Entre la negación inicial de algunos, como el portero Michel, que achaca la aparición de los cadáveres a una broma, y la preocupación del doctor Bernard Rieux, poco a poco el número de ratas muertas aumenta y, con ellas, las muertes de los habitantes de Orán. La palabra tan temida y que no se quiere pronunciar, por las consecuencias que tendrá para la ciudad, acaba por salir a la luz: peste. Orán cierra sus puertas, y su contacto con el mundo exterior, hasta que la plaga cese. En este contexto de encierro forzado e indefinido, Camus saca a relucir lo peor y lo mejor de la naturaleza a humana.

Este libro no tiene una estructura convencional, su objetivo es el de la reflexión. Desde un comienzo sabemos lo que pasará, el título no deja ninguna duda. Lo que Camus pretende es poner a los personajes en una situación límite para analizar su comportamiento y hacerles cuestionar su lugar en el mundo y la razón de sus sufrimientos, es decir, el absurdo de la existencia. Para eso mantiene siempre una estructura fija: narra acciones, luego reflexiona sobre ellas y da paso a interesantes diálogos entre los personajes. No hay ninguno que destaque como protagonista, aunque hay algunos que son más recurrentes que otros, como el Doctor Rieux. Pero en sí lo que Camus pretende es poner a la ciudad completa como protagonista. Cada una de las personas que la integran se verán afectadas directa o indirectamente por la peste, por lo cual las situaciones que enfrentan son muy diversas y solitarias.

Debido a esto el narrador -una curiosa y aséptica tercera persona- no revela su identidad hasta el final, para no mezclar sus opiniones personales con los hechos que presencia, y así poder realizar una narración neutra del desconsuelo de los habitantes de la ciudad, de su exilio, de su soledad. Por ejemplo, en un comienzo, antes del aislamiento, representa muy bien la indiferencia de los ciudadanos, el desinterés en donde el pensamiento colectivo es: "si no toca mi círculo más cercano, no es real, no me incumbe", pero luego, cuando ya no hay salida y el dolor afecta a todos por igual, las personas comienzan a tomar conciencia, a cuestionarse su individualismo, y dejan de ser un objeto estático dentro de la ciudad para pasar a ser sujetos que actúan y se implican. Este cuestionamiento central que tienen todos los personajes de sus creencias y su actitud ante la muerte omnipresente es el núcleo de la novela.

Lo interesante del libro es que Camus en vez de mostrar una visión del hombre desesperanzadora -que tan bien retrata con un tono árido y desencantado en su anterior libro ‘El Extranjero’-, aquí se muestra más idealista, y casi al final de la novela nos deja la siguiente frase como conclusión: "Algo que se aprende en medio de las plagas: que hay en los hombres cosas más dignas de admiración que de desprecio".

9 comentarios:

  1. Estaba en mi lista de preferidos cuando tenía dieciséis.

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  2. Para mí siempre ha sido un libro que tenía pendiente (me había encantando El Extranjero y sus obras de teatro), pero por algún extraño motivo siempre me daba pereza. Reto cumplido. Lo pongo muy bien en la reseña, pero tampoco es que me haya entusiasmado demasiado. Prefiero a Sartre, sin duda.
    Un saludo 😉

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    1. Oh a mí me pasa igual con este libro. A ver si me animo un día... También prefiero a Sartre, justo tengo una entrada sobre ello en mi blog, me faltó una encuesta: "¿Eres de Camus o de Sartre?" Jaja. Saludos!

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  3. Una novela que creo no deja apenas posó con el tiempo en la memoria, cosa que si me sucedió con el extranjero, creo que las grandes obras ya con la primera lectura se graban a fuego.

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  4. Ayer con cierto advenimiento paseaba por mi calle, los asuntos político sociales me traen al pairo, a veces pienso que daría igual si viviese en el Cairo.
    Hoy he decidido tomar el antabus, tan drástica idea se me ocurrió en el bus.
    Volvía de una noche de locos,
    Siempre idolatre sus cocos,
    Cómo esos naturales quedan pocos.
    Bebo de una fuente
    Debajo del puente
    Con el paladar todavía amargo
    Te la tiro en forma de dardo
    Pedro Sánchez me asusta
    Tampoco me disgusta
    Quiere prohibir las putas
    Y yo las pasare putas
    Ella no quiere sexo
    Por considerarlo incesto
    Amo la fruta prohibida
    A pesar de oler a podrida
    A ella le di un beso
    Se la dimos con queso
    Mi amigo tiene cara de mandril
    Vislumbró a la luz del candil
    Su odio es frebil
    Conquistare las perejil
    Es duro el oficio de la rima
    Si piensas en tu prima
    Y el pene está que trina
    Me despido de ustedes
    Con la tristeza del payaso

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  5. Soy un mulo misterioso
    En ocasiones belicoso
    La fiera duerme ahora
    Silenciada por ojos de mora
    Enamorado de la luna
    Mi rima es nula
    Lo se acabare mal
    Enmierdado en un cenagal
    Para eso quedan muchos años
    Tan solo evaluó los daños
    Antaño fui acosador
    Sin llegar a violador
    Obsesiva paranoia
    Acompañada de un poco de roña
    Al azar dejo mis versos
    Pienso quedarme en los huesos (como el capitán deja su espada por el tan bien preciada)
    Joder, a ver si rimando llega el derrame
    No dar fin al desparrame
    Neuronas flotando como nenúfares
    En el lago apocalíptico de un lugar recóndito de tu tierno corazón de niña virgen
    La que fuiste en aquellos tórridos veranos en la sierra
    Cuan fecunda aquella tierra
    Eran tiempos de guerra
    Y ahora el germen de mi sangre flota entre el éter de tu recuerdo
    Ayer manche un viejo folio en blanco con dos palabras
    Te quiero escrito con mi dedo
    La tinta estaba hecha con mi sangre
    Sangre de tigre melancólico
    Ojos verdes de esmeralda
    Esos que te desnudan la falda
    ¿Qué vas de mafalda?
    Conozco tu alma de poeta desnortado
    Ansió tus ojos de rímel manchado
    No me culpo
    Soy un pulpo
    Que busca lamer pulpa
    Al consuelo de tu culpa
    xddddddddddddddddddd

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  6. Creo que ando algo triste últimamente, en Zaragoza las mujeres están tremendas y esto en ocasiones se torna un museo cargado de belleza donde señalan bien claro, “no se toca”.
    Guardianes, carceleros celosos de su tesoro, espías infiltrados, el acceso al fortín se torna complicado.
    Soy un atleta de la mudanza, ejercito los bíceps en la soledad de mi cueva con mis dos mancuernas de fittnes aptas para mujer.
    Espero cincelar brazos y torso mientras trasiego una lata de cerveza detrás de otra.
    A veces uno ve todo en blanco y negro, y las paranoias y demás acaban siendo un elocuente amigo mudo.
    Llevo mi amargura y mala virgen con disimulo, no dispongo de dinero (vil metal que todo contamina) para desaparecer de esta ciudad.
    Estoy ya cansado de ser un cuentista frustrado, fracasado, vacío como una lata de cerveza en el cubo de la basura.
    Lo que escribo no sale de dentro cojones, una sustancia densa parecida a la nada se apodera de mi lado creativo.
    Aun me estoy recuperando de la visión de esas bragas transparentadas detrás de un fino pantalón de tela blanco, las bragas eran negras y ella estaba mirando un escaparate de una tienda de zapatos.
    Por cosas como esta decae mi ánimo ya de por si depresivo, la maldita represión constante en mi deambular por esta ciudad.
    Ayer entre en un local de apuestas, también están repletos de máquinas tragaperras, en cada una de ellas una especie de sirena interconectada puede empezar a emitir ruidos y destellos de luz, puede caer el bote.
    Se acercó a mi lado una azafata, estaba buena con ese uniforme, y en mi bandeja deposito 4 billetes de 50 pavos con una bonita sonrisa.
    Ni me entere del porqué de ese ruido encima de mi cabeza, andaba como anestesiado con las campanas reflejadas en el fondo de mi pupila.
    En esos salones de juego por lo menos tienen la decencia de dar de beber gratis, llevaba unas 7 latas de cerveza y me entraron unas imperiosas ganas de vaciar la vejiga.
    Tuve que dejar la partida a medias y presuroso bajar las escaleras que conducen a los baños.
    Era tal la fuerza con que mi orina se revelaba que olvide pedirle las llaves al mozo que da los cambios, total, me saque la chorrilla fuera y pringue la entrada a los baños de meados, eso sí, controlando de reojo las escaleras por si bajaba alguien o se oían pisadas.
    Cobre nada más subir y camine con paso lento y cansino hacia casa.
    Esto no paso ayer, paso hace tiempo pero son recuerdos retrospectivos y no sé si traer a colación estas historias me hace algún bien.
    Este mundo capitalista y depredador me tiene enjaulado en sus mazmorras como una víctima, como un deudor.
    Hoy me levante echo una mierda, tomare el antabus, llevo 10 días sin jugar a nada, iré a comprar unas pipas de calabaza.
    Luego a la tarde me iré al parque a correr al trote, hacer footing para iniciados y acabare con una sesión de mancuernas en casa mientras escucho algo de música.
    Deseo echar un polvo.
    En esas estamos, intentando empeñar la ps4, comprenderías mi estado si pudieseis ver la foto de la mujer que me ha robado la paz esta mañana.
    Estamos en tramites por wasap, estoy dilatando su negativa a la par que alimento el gusanillo de la pasión con algún que otro guiño en forma de mensaje.
    Wasapeando ella es seca y firme pero en ocasiones un solo emoticono tirado con malicia me la revuelve que te cagas.
    Menos mal que escribo como anónimo, la verdad es que me dejo a mí mismo por los suelos, tiempo habrá de cambiar y recordar estos tiempos como una etapa nefasta.
    P.D. DESEADME SUERTE, OS QUIERO…
    DANIEL EL TRAVIESO

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    1. Mi querido, febril y creativo anónimo, agradezco tus aportes en mi sección de comentarios. He de matizar que quizás no logro empatizar tanto con tus escritos de realismo sucio como antaño, mi vida es un erial en el que ya ni siquiera puedo presumir de noches de alcoholismo solitario ni de la compañía de mujeres que quieran pisotear mi cuerpo con sus tacones desleales. Ni siquiera escribo, me limito a subir reseñas de libros que todo el mundo ha leído ya. Y como consecuencia de ello el público es escaso (de hecho quería escribirte antes un comentario y ya ves que he tardado mas de una semana xD). Por eso, aunque agradezco tus manifestaciones, te aconsejaría que crearas un blog personal y publicases tus textos en dicho espacio. Yo te haría publicidad en una entrada, cuenta con ello, a fin de cuentas, necesitamos más aportes bukowskianos, alguien que tome el timón del barco, que coja el relevo e incendie las noches, que traiga un poco de belleza a este vertedero de palabras abandonado xD
      Obviamente te lo comento como sugerencia, para que consigas un público con el que interaccionar. A mí en su momento me pareció muy divertido crear algo de sinergia entre blogs, cada comentario, mail personal, me hacía motivarme para mantener la cuota de palabras, es bastante estimulante, sobre todo cuando conectas con la gente adecuada. Pero si te apetece seguir escribiendo por aquí, sin más, por el puro acto de desahogo o porque te sale de los cojones, adelante, me parece bien, le da vidilla al blog, yo no tengo ninguna queja ;) Nulla dies sine línea. Un abrazo muchacho.

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  7. [9/6 21:56] alex: Numancia
    Un molesto incordio
    [9/6 21:56] alex: Pa los paletos de Zaragoza
    Tirar un año más a la poza
    Jugadores de hierro
    Compiten a cara de perro
    Eres un idiota
    Y en tu puta cara echo mi pota
    Estúpido
    Estas todo ido
    Solo se caminar con estilo
    Echo un ñapo en tu puta camiseta
    Taladramos en dos ocasiones la meta
    Sois muy poca cosa
    Perdonad la prepotencia
    Pensabais en el campo en ausencia
    Y ahí hemos estado
    Y todo el ojete follado
    Y ese color sangre
    Impregna tu mente vinagre
    Poned un mausoleo
    Los gigantes en Soria imaginan la seooooo

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