sábado, 7 de abril de 2018

¿Cuánta mediocridad soporta una existencia antes de estallar el pánico de la intranscendencia, de la grosería, de llamar a los buitres del escapismo para que beban la sangre de nuestra yerma carne?

Los recuerdos son escombros que resbalan como un perfume viejo, como esa tristeza que reza salvaje al dios menor de la melancolía. Y es entonces cuando tu mente, ese desierto con forma de puzzle mal cortado, te plantea la duda y la derrota. Qué ternura levantarse irritado, plantarse ante el espejo y pugnar por la desobediencia ante el ideal vencido y la sordera, como si la vida no fuera ensuciarse una y otra vez hasta negar todo.

Y se despierta de nuevo el hambre, la reverberación de saliva y añoranza, los sentimientos irracionales llenos de insolencia y esperanza. Como un columpio solitario que se balancea levemente por el viento, esperando, quizás, un poco de vida, de euforia infantil.

Y el premio es la Náusea, de cuya fragilidad solo te desprendes ahorcando tu cuerpo contra el suelo, para que el dolor se convierta en norma, en migración de manos vacías.

Por eso nada me diferencia de la cicatriz de un animal herido que echa de menos el líquido amniótico, de un charco en medio de la tormenta. Por eso el escritor calla todo menos el naufragio y devora su verdad hasta dejarla moribunda. A fin de cuentas, con la guerra ya perdida, ¿tiene otra forma de tolerar su vida?

4 comentarios:

  1. Una triste realidad escrita con gran belleza.

    Un beso.

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    1. "No hay amor sin caída.
      No hay revolución sin amor, sin dios, sin fe.
      He caído y me he manchado de barro,
      La vida me ha salpicado y me ha arañado los ojos,
      Obligándome a caminar desorientado y ciego."

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  2. Es una impostura por tu parte cuando dices que has perdido frescura.

    Eres un gran poeta y lo sabes.

    Un beso enorme.

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    1. Tienes parte de razón, pero he perdido el ímpetu y las ganas. Aunque haya días, sobre todo justo antes de ir al trabajo, que me supura el lirismo y ya no queda más remedio que plasmarlo por aquí. Ja, ja. Gracias por tu lectura, como siempre, el lector viste los textos con intensidad de emboscada, y tú siempre eres muy permisiva conmigo. Un abrazo ;)

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