tomando una copa de vino
tras otra
sin pensar en nada en
concreto, quizás en detalles nimios
como la falda que llevabas
el día que nos conocimos.
Escucho la discusión de
mis vecinos
paredes finas, casas
viejas de extrarradio
sin intimidad ni pudor
hay frustración, hay
crueldad, hay mezquindad en sus palabras
llenas de odio e intimidad
inmersos en esa jodida
inercia, en esa guerra estúpida
como si fueran a encontrar
ahí alguna pavesa de pasión
esas dos personas tan
educadas, amables, que sonríen por la calle
de pronto convertidas en
una horrible versión de si mismas.
Todo ha terminado, ella
llora en el baño
(terrible llanto)
y él anda enfurecido de un
lado para otro
lamentándose,
justificándose
y la jornada termina en
silencio
una cama, y muro en medio,
separando dos soledades
sin valor para olvidar, o
abandonar.
Sin embargo antes también
los escuchaba
los escuchaba pedir comida
china los sábados
y luego, mientras decidían
que película ver
escuchaba como se amaban
en verano con las ventanas abiertas
escuchaba como ella
canturreaba mientras hacía la comida
les escuchaba hablar
emocionados durante horas sobre cualquier tema
les he oído reír, y eso
era lo que más me gustaba
mientras compraban
entradas para un concierto
cuando escondían regalos
antes del que el otro viniera
cuando cantaban juntos sus
canciones favoritas
cuando jugaban con su gato
como si fueran una pequeña
familia
solo les vi una vez, de
lejos, paseando juntos, ella pizpireta girando a su lado
y él, haciéndose el duro,
pero sonriendo cuando ella no miraba.
¿Qué ha sucedido con todo
eso?
Como te decía, estoy aquí,
de madrugada, esperándote en vano
tomando una copa de vino
tras otra
mirando un espejo
y escuchando
una y otra vez
los sonidos
de mis recuerdos.
Mientras escucho esa bonita canción que has puesto, te escribo...y es que siempre es lo mismo. El amor es un instante...luego mejor estar solos, como nosotros...¡para qué manchar ese recuerdo con una vida mediocre en común¡
ResponderEliminarBesos.
Tiene usted toda la razón, pero, ¡que difícil a veces olvidar, rendirte, acabar de golpe con toda una cultura de amor eterno y los “para siempre”!
EliminarY a pesar de todo, ya con la adolescencia bastante lejana, seguimos recorriendo una y otra vez en el mismo círculo.
Ah, el ser humano…
Besos.
Ha sucedido que las cosas acaban, todo es finito, fugaz. Ha sucedido que el amor acaba y la gente no lo asume, porque nos vendieron el mito del amor romántico, ese que dura eternamente. Se olvidaron de explicarnos de rutinas, de aristas y esquirlas, de detalles que mueren, y caricias que no vuelven.
ResponderEliminarQué triste el texto. Qué realista.
Besos querido decadente. Al final te tendré que coser unas alas.
Cóselas y viaja hasta Madrid, así nos vemos ;)
EliminarEl texto es realista porque a todos nos ha sucedido contemplar alguna discusión de pareja y vernos reflejados en lo que está sucediendo.
La finitud del amor…ah, el amor…
Besos musa.
Parafraseando a Sabina diré que lo peor del amor, cuando pasa, es que al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos...
ResponderEliminarÚltimamente te regodeas mucho en el recuerdo, corazón triste, no digo que sea malo, pero hay días en que no parece hacerte bien... Y tú me hablas de la nostalgia sempiterna?
Hoy aquí está nublado y lluvioso, las nubes grises me han recordado a aquel día en que hablamos mientras veías nevar...
Besos de lluvia.
La entrada solo es una idea que me gustó mucho, eso de estar escuchando un conversación, y resultar al final que son tus recuerdos, que ya nada puedes hacer, que esperas en vano. No es nada mío, bueno, hay detalles, pero no me regodeo, es solo literatura esta vez.
EliminarQue bonito fue ese día, aunque luego no cuajó, solo era escarcha. Quizás para ti ver nevar no te causa nostalgia, porque siempre has vivido en Barcelona, pero aquí, no sé, es como volver a la infancia, a esos inviernos largos donde te levantabas y todo estaba blanco, con esa fascinación de los niños por la novedad. Y jugar extasiado ante ese milagro de la climatología. También por ese punto de las películas de Navidad donde siempre nieva, y todo sucede bajo ese manto blanco, purificador.
Besos.
No sé si es mejor estar solos como decía Marián. Quiero decir... que la soledad es muy dura y muy triste si no se sabe llevar bien. El caso es que no sé qué acaba destruyendo más, si el mal amor o el convivir demasiado tiempo con nosotros mismos, porque demasiadas veces nos gusta autodestruirnos con esos recuerdos, o esos pensamientos.
ResponderEliminarNo hay una respuesta taxativa, aunque si me preguntas que elegiría yo, prefiero la soledad, una mala relación es demasiado destructiva, puestos a elegir, mejor ser el único culpable del declive, aparte, todos tenemos algún amigo, algún hobbie, el trabajo, la familia, solo se trata de una soledad sentimental, y te puedes acostumbrar, sobre todo si has tenido una mala convivencia.
EliminarPero no deja de ser duro, muy duro.
Besos querida pianista.
creo que lo llaman convivencia, rutina, vida en pareja. también creo que es el curso habitual de cómo se suceden estos asuntos justo después de cuando dejas la copa de vino, abres la puerta y dices: "hola, te estaba esperando".
ResponderEliminarVaya, pero en las películas, las canciones, los libros, ¡no es así! ¿Dónde está el libro de reclamaciones? ;)
EliminarUn abrazo.
Es triste lo que escribes, aunque sí resulta muy real... tal vez porque yo tb conozco los muros de papel de las casas de extrarradio.
ResponderEliminarCuando me siento muy "down", recurro a Sidney Bechet y su "Petite fleur", que es un tema precioso y muy recomendable para los suicidas emocionales que escuchan música triste cuando están tristes porque creen que les ayuda...
Besos
Nah, seamos francos, cuando en esos momentos escuchamos música triste lo hacemos por puro regodeo, si quisiéramos recuperarnos saldríamos a la calle de juerga o pondríamos música electrónica.
EliminarPero reconozco compartir esa práctica de masoquismo melómano, apuntada queda tu sugerencia ;)
Besos bella dama.
Gracias por haber dejado tu "carita" en mi horizonte.
ResponderEliminarLa historia esta historia que cuentas... es triste sí, y decadente, pero, aun así, te sirve, al menos, para esperar aunque creas que es en vano.
Que menos que dejar una pequeña huella de mi paso por un blog ajeno cuando me gusta algo que leo ;)
EliminarSupongo que en cierta medida me sirve para agotar el tiempo hasta que venga la parca o Morfeo…xD
Besos.
Recordar es vivir dos veces.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario.
Un abrazo grande,
Eva.
Un placer leerte también a ti ;)
EliminarUn abrazo.
Rorschach.
La vida entera buscamos la felicidad aunque sepamos que así como llega se va..
ResponderEliminarMe gusta mucho tu forma de escribir , ese sentimiento y ganas que se notan cuando uno va leyendo.. tienes el don de transmitir sentimientos a través de hermosos textos, asi que por aqui me quedo deleitandome un ratito.. Buen trabajo!!!!
Besoteeeees!!!
¡Genial! Siempre hay espacio para las chicas guapas, en la tercera planta hay una habitación libre con vistas al cementerio, ponte cómoda, si quieres algo solo tienes que tocar la campanita, e iré presto y veloz en calzoncillos a auxiliarte.
EliminarBesos…
La culpa la tienen la dependencia emocional y el miedo a la soledad. En el fondo no somos más que animales domesticados y socializados a base de creencias y costumbres. Quizá por ello, cuando se abre la jaula, nos quedamos quietos sin saber hacia donde ir ni qué hacer con nuestra libertad.
ResponderEliminarBesosss.
Joder, sí, la metáfora de la jaula es devastadora, ni Pavlov lo hubiera podido describir mejor.
EliminarBesos, bella seguidora ;)
Leo, y casualmente tomo una copa de vino tinto porque la tarde está nublada (y yo me nublo con la tarde jaja) Entonces me digo “Qué bonito el mundo de tus vecinos” mientras me sumerjo en la imagen de la familia feliz con su gato, y siento envidia. Luego vuelvo a la desazón de los versos, a la soledad que implica recordar en medio del vacío, a la soledad en sí.
ResponderEliminarNo vale esperar en vano, y mucho menos mirarse en el espejo cuando esto sucede, suele ser cruel después de cuatro copas!
Un beso.
Bonitos versos.
Tienes razón, recordar los sonidos de tus recuerdos con más de una copa es ciertamente devastador, pero es un pago exiguo, a fin de cuentas los recuerdos se difuminan, pero el verso es eterno. (sé que no es cierto, pero queda bonito)
EliminarUn abrazo.
Sin embargo, conozco parejas que tras esa montaña rusa que roza el subsuelo, un buen día remontan y vuelven a escapar una tarde entresemana a la playa, a pasear juntos y se toman una cerveza juntos en la terraza del bar antes de que regresen sus hihos a casa.
ResponderEliminarMe pregunto dónde está su secreto...Hubo un tiempo en que pensé que les había premiado la Diosa Fortuna por aguantar. Ahora creo que acertaron con el Amor de su vida.
Besitos
Deseo que pases una buena swmana!
Ah, querida amiga, ¿Cuál es el secreto? ¿Fidelidad, amistad, admiración, entrega, ecuanimidad, asertividad en las discusiones, buen sexo?
EliminarSon cosas que solo podemos descubrir con la propia experiencia, pero con referencia a esa pareja, no olvidemos que nadie puede saber realmente si son tan felices como aparentan, solo ellos, y por desgracia las mentiras de tanto repetirse al final terminan convirtiéndose en “verdad”.
Tener la suerte y el privilegio de encontrarte una persona afín que se enamore también de ti y que quiera luchar por ello no es algo tan sencillo me temo, a veces ni siquiera depende de ti.
Besos ligeramente pesimistas ;)
Buenos vinos te tomas. Saludos. Después de criticar a San Valentin.( bueno, ya no me acuerdo si lo criticaste, perdona).
ResponderEliminarBueno, no me parece mal. Saludos.
Por lo menos tienes botellas de vino, algo es algo.
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