
Hay mucho sentido del humor en este mundo, una de mis reglas de oro es
no joder a nadie que tenga acceso a mi comida o me la sirva. Y si es mujer menos todavía,
cualquier muchacha sin escrúpulos y con la regla puede hacer cosas muy, muy
desagradables. Estuve ahí, lo he visto.
Pero no era de eso de lo que quería hablar, bueno realmente
no sé de qué quiero hablar, escribo sin más. Mi calle, el barrio entero, esta
tomado por los colombianos, inmigrantes varios y sus putas escandalosas,
groseras y toscas que gritan en cuanto tienen la excusa del alcohol, son las
03:20. Ellos viven la vida a su manera, es jodido que sea tan ruidosa, que
impida a la gente dormir los fines de semana, gente que se enfada, que se
ulcera, que pone denuncias mientras los ancianos mueren y dejan sus pisos
vacíos para que el guetto se revigorice. Porque ellos siguen follando en los
soportales, como perros que orinan en las esquinas marcando su territorio, con
las sirenas de policía como banda sonora. Y al menos tenemos eso en común: nos importa todo una mierda.
La puta edad, ya no te ves en un parque haciendo botellón pasando frío mientras cantas canciones de Héroes Del Silencio para luego patearte medio Madrid y buscar el siguiente local gótico abierto. Pero de esa época guardo con cariño las quedadas con X. Era un tipo de que vivía fuera de Madrid y compartía conmigo la afición a desayunar vodka y desbarrar por los chats del irc hispano. Su última relación sentimental era a distancia y se estaba convirtiendo en puro masoquismo por lo imposible y lo frustrante. Tuvimos grandes juergas, sin duda, luego la distancia y las obligaciones fueron espaciando los encuentros. Pero siempre había algún cumpleaños, algún concierto de Iron Maiden, alguna excusa para verse y darse ese abrazo como sino hubieran pasado los meses y fuéramos vecinos de toda la vida.
Ahora, más de diez años después, X vive en
Madrid. Me enteré de casualidad, no por él, sino por aquella chica de la que
estaba enamorado que también, curiosamente, ha acabado viviendo con su pareja
aquí. Quedamos hace unos meses y bueno, fue bastante raro, nos abrazamos, nos
reímos, nos emborrachamos y luego nos fuimos todos a casa. No nos hemos vuelto a
llamar. Las distancias en Madrid son grandes a todos los niveles, de lunes a viernes
trabaja y el fin de semana se va a Salamanca porque allí tiene algo nada
romántico. En eso, según él, sí ha cambiado. Sé también que miraba a esa chica
como si tuviera algo pendiente pero, y perdonad la metáfora rebuscada, como si
hubiera tropezado con los juguetes que extravió en su infancia cuya perdida
tanto le hizo llorar y ahora no supiera muy bien que hacer con ellos. Sí, lo he
dicho, ella tiene novio, pero hay lazos que no se olvidan.
Pero no, no hemos vuelto a quedar. La vida real nunca tiene
conclusiones, solo puntos suspensivos que se extienden durante demasiado tiempo.
Un brindis por ti, de esa combinación que tanto nos gustaba
de vodka, martini y algo más...
El primer párrafo es brutal, y te aseguro que con la regla somos capaces de cortar cabezas si hace falta. Por supuesto el trabajo de hostelería es uno de los más sacrificados y difíciles.
ResponderEliminarQue puedo decir de tu última frase, es una realidad muy cierta, la vida solo tiene puntos suspensivos. Un abrazo! :)
Genial entrada, hasta ahora mi favorita. He estado a punto de soltarme y contarte mis miserias, pero la vida me ha enseñado que es mejor recurrir a tu primera frase "La vida es a veces indigna e inadmisible" y seguir con puntos supensivos.
ResponderEliminarMe encantó...
Besos...
A veces Eau, a veces Euria, siempre Idoia : Cuéntame tus miserias, ahora me voy a trabajar y me gustaría leer algo interesante a la vuelta.
ResponderEliminarMe agrada que te gusten mis palabras.
Besos y disfrutar del domingo.
*- La que canta con Lobos: Habrá que aprender a vivir entre esos puntos suspensivos...Un abrazo guapa. Saludos al lobo de ojos azules.
Euphoria incoming?
ResponderEliminarEres un indeciso. Deja de cambiar nombres a lo loco.
ResponderEliminarAsí no llegas a ningún sitio ... :P
:D
ah, y además eres currito y conservador. Estamos más jodidos que nunca, jaja
ResponderEliminarEh, eh, que este espacio es para hacer la pelota al autor, es decir, el maravilloso Rorschach, menos mal que en noviembre se soluciona todo y este tipo de comportamiento será ilegal en España...xD Ala, a cascarla.
ResponderEliminarBesos y abrazos.