jueves, 21 de marzo de 2019

Reseña: Golpéate El Corazón, de Amélie Nothomb

Con esta autora tengo una relación de amor-odio. La descubrí hace ya más de quince años leyendo una entrevista que le hicieron, si no recuerdo mal para el periódico El País, y al descubrir su extravagante biografía y su forma lisérgica de responder a las preguntas decidí darle una oportunidad al libro que estaba promocionando en ese momento. Antichrista me deslumbró y nada más terminar de leerlo me compré todos los que había publicado con Anagrama. Una de las curiosidades que me embaucó de ella es que llevaba publicando una novela al año desde 1992, es decir, a día de hoy ya tiene veintisiete novelas publicadas.


Con el paso del tiempo, y según se va acercando la cita anual, hay una cierta curiosidad masoquista, de ceño fruncido ante la expectativa de leer otro de sus cuentos largos -me niego a llamarlos novelas-, dado que su calidad suele ser bastante desigual. A veces escoge una buena idea y la transforma en algo interesante, y otras veces fracasa sin deslumbrar porque ni ella misma sabe a dónde quiere llegar. Amélie Nothomb es prestigio y marketing, es talento y pantomima: es capaz de venderte por 18€ un cuento largo que lees en dos horas y no te aporta nada y, al año siguiente, publicar una historia autobiográfica y visceral, con unos personajes femeninos tan definidos y colosalmente dañados, que parte de ti queda fascinado durante días. Todo o nada.

Vayamos pues a la sinopsis del libro de este año: Marie, joven belleza de provincias, despierta admiración, se sabe deseada, disfruta siendo el centro de atención y se deja cortejar por el galán más guapo de su entorno. Pero un embarazo imprevisto y una boda precipitada cortan en seco sus devaneos juveniles, y cuando nace su hija Diane vierte sobre ella toda su frialdad, envidia y celos. Diane crecerá marcada por la carencia de afecto maternal e intentando comprender los motivos de la cruel actitud de su madre hacia ella. Años después, la fascinación por el verso de Alfred de Musset que da origen al título del libro la impulsará a estudiar cardiología en la universidad, donde se topará con una profesora llamada Olivia. Con ella, en la que creerá encontrar la anhelada figura materna, establecerá una ambigua y compleja relación, pero Olivia tiene a su vez una hija, y la historia dará un vuelco inesperado…

La fábula de Nothomb es una historia sobre mujeres y sus relaciones, un cuento sobre su capacidad de amar, los hombres apenas existen en su cosmología, son simples figurantes. Con el eje estético y moral de la maternidad, Nothomb no da por seguro el amor entre madres e hijas, pero para ello no pone excusas generacionales, ni le asusta hablar de lo peor de la feminidad, de su competitividad, envidias y posesividad intrínsecas; no necesita forzar un feminismo buenista para conseguir que sus personajes provoquen empatía o rencor. A pesar del lenguaje sencillo, de la excesiva lucidez y racionalidad de algunos personajes en contraposición con el narcisismo simplista y cruel de otros, el poso que deja la novela es de enorme complejidad, el lenguaje sencillo influye y deja espacio al lector para que busque algo más detrás de su historia. En resumen, me ha gustado bastante, y esta vez merece la pena su compra, aunque, como siempre, dejo un enlace al ePub aquí.

3 comentarios:

  1. España es hostil
    He decidido aislarme un poco del contacto con la gente en general por la absurda confrontación en ocasiones gratuita y carente de sentido.
    El gran hermano nos vigila, somos sometidos desde el nacimiento a la muerte, no existe la libertad, todo es una gran farsa...
    Es duro el despertar, el vislumbrar nuestro pasado plagado de cepos, de redes, de anzuelos, ver cuantas veces has sido sometido, manipulado, moldeado...
    Espero que con 40 años no sea demasiado tarde
    Soy un ciudadano limpio con la justicia, carezco de delitos de sangre exceptuando alguna vieja pelea de bar donde pude irme sin ser denunciado.
    Creo que no viene a cuento pero a los 27 años en un garito heavy llamado z tres tíos me arrinconaron en el fondo del bar.
    Yo retrocedía, ellos con el ceño fruncido y los puños cerrados dispuestos a atacar no me daban otra opción que defenderme, iba borracho joder.
    Era como un muelle retrocediendo, hasta que mis espaldas chocaron contra la máquina de los dardos.
    Salte hacia ellos, con certeros directos a la mandíbula, se perdieron pocos golpes en el vacío jeje
    La monumental camarera entre rockera y gótica quito la música, de repente el silencio en el garito, algún borrachete acodado en la barra escrutaba con mirada lastimosa la pelea, recuerdo en medio de mi exaltación muchas caras y ojos como platos...
    En un momento uno de un empujón consiguió derribarme, pronto me levante del suelo cuan resorte, mis manos adherian al pegajoso pavimento infestado de restos de cerveza barata...
    No se como tumbe a los tres...,  no se levantaban y decidí irme, cogí la cazadora vaquera y mientras abandonaba el garito llegaban a mis oídos los insultos de la novia del chico más alto...
    ME di la vuelta y desde la entrada vislumbre a una chica bajita y gorda conteniendo a su chico alto, pude ver como de una de sus cejas manaba un gran reguero de sangre, me sentí orgulloso de mi mismo, subió mi autoestima y me pire de la sala z.
    Era verano, transeúntes borrachos y ligeros de ropa atestaban las calles con sus litronas, olor a marihuana en los portales, restos de vómitos frescos...
    Joder pensaba, esta bien este anillo con la cara de buda, es por el que abrí la ceja del chico alto, la tripa de buda en mi dedo corazón es jodidamente efectiva( ese anillo lo compré en kadmandu en un viaje con mis padres)...
    Después me cerciore con sobresalto de que lo había perdido en la trifulca...
    ME senté en un banco de la ciudad universitaria a esas horas solitaria y sombría a poner en claro mis ideas...
    Era gracioso, eran las 4 de la mañana y me dolía algo la mandíbula, alguno de los tres debió llegar a impactarme, reía con cariño imaginando a la chica gordita llevando a su chico a urgencias a que le cosieran la ceja, tal vez encontrase ella mi anillo de buda y después de la tempestad decidiese regalárselo...
    Si, si, era jodidamente desternillante, quizá ahora el chico alto portaba el anillo que le había abierto una ceja, en fin...
    Y así, de esa guisa iba caminando a casa de padres, a ver si madre dejó algo de su famosa tortilla en la nevera...

    ResponderEliminar
  2. Yo me leí "Metafísica de los tubos" y se me quitaron las ganas de repetir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí particularmente me gustan sobre todo los primeros, además, son cuentos largos que te lees en un par de horas, te aconsejo que le des otra oportunidad, quizás con alguna novela que no sea autobiográfica, como Antichrista, Ácido sulfúrico, Cosmética del enemigo…

      Eliminar