viernes, 9 de marzo de 2018

Las efemérides que, como cucos, roban mi felicidad.

Los poemas malditos se escriben de madrugada, cuando el mundo duerme y no hay ruidos que molesten. Cuando en la calle sólo están los locos, los borrachos, los marginados, los pocos amigos que aún te son leales. Es entonces cuando hay que seguir tecleando -la vida relegada-, cuando solo importa seguir buscando una idea que no desaparezca cuando intentas convertirla en palabras. Para ello hay que engañar a la musa, buscarla entre puntos suspensivos, enfermarte de verso y vertedero, como un cuchillo enamorado de su anemia existencial, en ese estrecho margen de mentiras aprendidas, como si fueras una peonza atrapada en el fondo de un pozo que todavía necesita girar. Hay que aceptar de antemano la derrota, lo cual es duro, pero no existen mejores formar de combatir la soledad, la falta de ambición, la intrascendencia, la jaula de otoño que llena de óxido tu cerebro. ¿Acaso no te pena el estertor violáceo de un poema abandonado?

A veces hay que escribir poesía para dejar de escribir poesía.

5 comentarios:

  1. Pues que si tú escribes, no sea para dejar de escribir. Me ha fascinado tu escrito, es como un imán que atrae irresistiblemente. Precioso lo que has escrito, que envidia sana da leerte.

    Qué figuras tan bellas haces con las palabras, como la del cuchillo...

    Muchos besos, me ha fascinado de verdad.

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    1. Muchas gracias por pasarte por aquí y leerme ;)
      La creación deviene primero en entretenimiento, un puzzle preciso y funcional sin capacidad de sorpresa que simplemente distrae; el arte en cambio azora, incomoda con su juego de espejos, de preguntas y respuestas, provocando siempre una reacción. A veces los decadentes tenemos suerte y damos con las palabras adecuadas xD
      Muchos besos también para ti.

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    2. Imposible que tus letras dependan de la suerte :)

      Otro beso.

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  2. Las musas son escurridizas , a veces no hay quien las encuentre .

    Un abrazo.

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    1. Pasos de un peregrino son, errante,
      Cuantos me dictó versos dulce Musa
      En soledad confusa,
      Perdidos unos, otros inspirados.

      Un abrazo ;)

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