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La vida sigue con sus
dolores, con sus guerras sentimentales, con su vacío congelado, con Hemingway
salpicando el desayuno con sus sesos. Nos complicamos demasiado, el gato asume
su naturaleza sin remordimientos cuando tortura al pájaro herido, saboreando el
final anticipado mientras el sol escupe su telaraña amarilla sobre la escena.
Libros manchados de vino, el humo blanco ensortijando tus recuerdos, tijeras
con ojos de flor haciendo acrobacias sobre el cielo, calles oscuras como las
venas del suicida.
El amor derramado entre
nosotros, seco, sin saliva, una ventana apagada que solo contiene cárcel de
huesos y orgullo. Castillos de carne y puentes de lluvia. Nos apagamos, ya no
tenemos ganas de follarnos, de hablar, de compartir. El hielo de tu risa antes
del portazo, antes de la vulgaridad total. Y yo tumbado en el suelo, observando
el brillo de tus bragas rojas debajo de la cama, insensible, mientras me
pregunto qué voy a comer hoy.
Cada día estoy más hecha un lío con tu blog, pero me parece bueno que tu máscara caiga.
ResponderEliminarBs.
realmente bueno, me encantó tu firma de entrelazar sentimuentos
ResponderEliminarTendré que leerte y releerte ..a estas horas el alma está demasiado arrugada y el cerebro embotado ....
ResponderEliminarImpresionante, no se puede decir mucho más....te seguiré leyendo porque me has dejado loco, increíble cómo lo clavas.
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