domingo, 9 de febrero de 2014

La noche es una escalera sodomita donde reptan las pesadillas y un cuchillo embellecido de hemorragia. Arranca las bragas al mar y masturba sus olas.

Veo pasar a mi ángel de la guarda con un cuervo posado en la gangrena de sus alas. Cabizbajo me sonríe entre la ojera y el desaliento.

Me levanto resacoso y alimento la hoguera de mi estómago con un par de latas de cerveza. La victoria cojea entre estas paredes de ojos saltones. Me arrastro hacía el ordenador. Sigue encendido y junto a él media botella de ambrosía vociferando dentro de su ataúd verde. Escribir de día es una novedad. Pero la lucidez es un enemigo a batir. Hay demasiado espacio entre la poesía y la vida real. El tiempo teje nuestro sudario con oasis fútiles repletos de estigmas, etiquetas y canas. Olas de carne afónica sin final feliz.

Por eso me gusta masturbarme todos los días. Porque al final lo más importante es un coño prieto auspiciado por la luz oblicua del monitor. Toda experiencia significa algo. Aunque luego no sea capaz de correrme sobre el mármol de su cuerpo. Quizás me resultaría más sencillo ensuciar esa belleza si la viera bailar en el cementerio.

Pero vivir rodeado de personas con vocación de grifo tiene un coste. Todos con esa prisa extraña por ser los primeros en elegir sus nuevas tumbas. Sodomizando los días sin pudor. La vida es un sonido sutil. Ellos son un silencio estéril.

Y tú recorriendo mis pensamientos, despertando la bestia púrpura. Molino de pensamiento. Gas que guiña el ojo antes de la explosión. La nueva mesías que menstrúa milagros en forma de belleza. Mi corazón itifálico intenta hacer puntería sobre tu columpio azul y el impacto resuena en todos los incendios mal fornicados. Pero no estoy asustado. La vida es una clase de esgrima repleta de sangre. Abrir los brazos. Cerrar los ojos. Saltar. Nada importa. Sólo somos anzuelos en el desierto.

Tesorera de nubes drogadas que sueñan con aviones y fusiles de hambre. Te indignas por las tragedias que te rodean pero exiges con vehemencia condones a los terremotos. Eres vaginaria. Basta de exorcismos: cúbreme de tierra y fóllame. Abre las piernas al silbido del poema, al épico naufragio de la pornografía hostil de mis dedos.

Quizás me estoy exaltando. Pero tendrás que disculparme, echar de menos el olor a gasolina de tu coño tiene sus secuelas. Te diré un secreto: los poemas son clavos en la madera privada de la nostalgia. Una epidemia de ascensores rotos. Fluctuando entre el espejismo y el espejo. Contienen un te quiero, dos te amo y tres lo siento. Una caricia, dos orgasmos y tres huidas. Son como magos desnutridos que encienden una vela y nos ayudan a maquillarnos de nuevo. Sus abrazos son hijos de cadalso.

Y al final parece que estamos sumergidos en un falso dilema, intentando elegir entre limpiar el estropicio de baldosas amarillas u olvidar desde el rigor mortis de un balcón oxidado. Pero, ¿cómo olvidar que tus pezones tenían vocación de grito en mi boca? Cómo olvidar que te amé más que la muerte a los enfermos...

Dollars and Cents by Radiohead on Grooveshark

17 comentarios:

  1. Esa última frase es brutal. Mil besos.

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    1. Y tu último comentario, a pesar de la censura, mucho más. Gracias por ser y estar. Mil besos.

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  2. La penúltima también tiene su miga. Sinceramente, a veces no sé cual elegir. El resto me corroe la envidia.

    Muas.

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    1. Bueno, todos disfrutamos del teclado de la misma manera. El texto está más depurado porque ha sufrido ataques etílicos muy graves los últimos dos días. Y claro, así es fácil que haya alguna frase con ganas de levantarse la falda y herir con su primavera.
      Un beso, sigue escribiendo.

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  3. El amor suele ser brutal cuando encierra tanto entre la piel y el alma.

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    1. El amor es un concepto tan imposible que la única forma de poder controlarlo es turnar la pornografía con el romanticismo.
      Besos.

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  4. Como seguidor del blog, hace tiempo que tenía ganas de hacer cierto comentario, espero que constructivo, pero en cualquier caso de buena fe. Muchas veces noto en el estilo de los textos de aquí un uso muy acentuado de punzantes palabras y metáforas, todo muy esquinoso y provocador ('la bestia púrpura...', 'nubes drogradas...', 'Sodomizando los días...', etc.). Y me da la sensación de que a veces hay una sobrecarga de esto, haciendo que por acumulación no llegue al lector como debería (al menos a mí me pasa en ocasiones leyendo aquí). Creo que los textos son 50% estilo y 50% contenido, pero a veces dejamos demasiado de lado el contenido, que también es esencial para transmitir lo que sea que queramos transmir al lector. En definitiva, a veces noto aquí aquello que llaman Potencia sin Control. Quería comentarlo porque es un potencial error con el que me puedo sentir identificado cuando yo escribo, y que procuro pulir. Sé que siempre tiene algo de irritante la crítica, pero quería ser honesto, porque de verdad creo que el autor tiene herramientas de sobras, nunca se deja de aprender, y quieras o no a veces un comentario así te puede hacer pensar y a la larga ayudarte a mejorar (como a mí me ha pasado con correos y comentarios que me llegaron en su día).

    Saludos!

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    1. Tienes razón.

      Ante todo te agradezco que comentes el texto, es algo que echo de menos, solemos habituarnos a comentar de forma positiva con algún halago estereotipado y poco más. Sí, a veces no cuento nada, solo explosiones de frases llenas de metáforas, sordidez y lugares bukowskianos comunes. Y es que al final uno tiende a escribir lo que le gustaría leer, y me gusta esa tradición de realismo sucio que conocí con la poesía de Bukowski, y luego otros autores de poesía que también me han dejado un poso especial como Dickinson, Alejandra Pizarnik, David González, Zorita, quizás Panero, Morrison, Nicanor Parra, Baudelaire, etcétera.

      No sé, el problema con el blog es que no quiero contar nada de mi vida. Y a la vez quiero contarlo todo. Difícil línea que separa lo personal de lo literario. Hablar de sentimientos sin poner un nombre propio. La genialidad de Carver es que describía una pareja desayunando en silencio y con su minimalismo expresaba el divorcio de sentimientos, la distancia que los separaba. Pero eso requiere tiempo, y siendo un hobbie, simple escapismo, tampoco quiero perfeccionar tanto el asunto. La indolencia. Quizás por eso me gusta la prosa poética, escribir y borrar hasta que sólo queda un esqueleto casi irreconocible. Contar cosas y luego esconderlas. Mezclar Radiohead con Extremoduro y observar la criatura. Al final, después de tres años, hay un esquema, incluso siendo cruel un cierto tufillo Twitter.

      Sé que resulta agotador leerme, pero llevo ya cierto tiempo que solo pienso en mí. Llego del trabajo y me quedo mirando como un idiota el teclado. Nada, no surge nada. Qué pedida de tiempo. Y de pronto, no sé, una canción, una lectura, la puta musa taconeando por la habitación, pero empiezo a trasegar por los mismos surcos de palabras que otros ya han esquilmado con su genialidad siglos atrás. Pero no importa, porque pasan dos horas, tres y sigo ahí, enconado, buscando esa palabra, esa metáfora que haga que todo cobre sentido. Y eso mola. Mola mucho. Y la secuela del texto, pues sí, joder, quiero ser adorado. Pero me gusta más lo otro. Y lo otro es soledad, es madrugada, es una cornisa, una carcajada. Es saturación. Es pomposidad. Pero me vale. Por eso lo primero que te he dicho es “tienes razón” porque lo creo, pero ni quiero vivir de esto, ni necesito que nadie me diga si lo hago bien o mal, la verdad es que sé que lo hago bien, y que lo podría hacer mucho mejor, y que incluso, si me apuras, podría meterme en esa fastuosa aventura de la autoedición y vender un par de libros. Pero esa no es mi guerra, quizás tenga razón Palahniuk cuando escribió aquello de “la autorrealización es simple masturbación”, en cualquier caso lo más importante es lo que sucede en esa cornisa de madrugada, sé que me entiendes.

      Y nada más, perdona la extensión un fuerte abrazo.

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  5. Yo solamente comentarte que parece que hablas en pasado.
    Un saludo.
    feliz semana.

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  6. y espero que los tiempos futuros sean mejores y más alegres, Un beso.

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    1. Es fácil hablar en pasado cuando quizás sólo somos (en)seres sin misterio diluyéndonos en una celda de publicidad con la sutileza del sonido de un tractor en el cementerio. Tú ya me entiendes.
      Besos.

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  7. Cuando dices que la poesía son clavos. Es perfecto.

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    1. A fin de cuentas escribir se asemeja a caminar en círculos dentro de uno mismo acosado por las eternas preguntas insidiosas, esas que tienen olor a carmín, vino, neón y Muerte.
      Besos.

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  8. eres hermoso, por todo lo que escribes y por todo lo que expresas. luego me importa tres cojones tu respuesta, - si es que la hay- porque esa es mi certeza.

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    1. La literatura es una mentira con traje de puta que finge orgasmos, sobre todo de noche. A fin de cuentas no importa ganar o perder, el mundo siempre olvida y nuestras cenizas caben en un dedal. Gracias, no sé si soy hermoso, lo único que tengo claro es que Dios apostó por el caballo equivocado…xD
      Un abrazo ;)

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