jueves, 4 de abril de 2013

Colaboración decadente, émbolo sufragista, furor uterino.

Eres sumisa, lo sabes, pero me tientas con la duda. Traslado una butaca del hotel delante de la cama y te observo: eres atractiva, apenas maquillaje, ropa ancha y jersey, tímida, pero el gesto de morderte el labio desvela una coquetería inconsciente y peligrosa.
Te pones nerviosa, rubor, entonces con voz tajante, esa que ya has vislumbrado alguna vez por teléfono, te ordeno que te desnudes.
Vas quitándote la ropa lentamente, no es como lo habías planeado, acaricias la tira del sujetador: quieres que te toque. Pero aquí mando yo, suspiras y las bragas caen sobre la moqueta. Estás desnuda. Me gusta. Sonrío. Te ordeno que te tumbes en la cama, te abras de piernas ante mí y te masturbes.

Me miras con un mohín de fastidio, no te gusta. Pero lo haces. Y cuando te empiezas a acariciar el clítoris te percatas de que estás muy cachonda, demasiado.
No te follas con los dedos, tampoco te arqueas, solo con verte se me hace evidente tu biografía sexual: no vas a correrte sola, no estás acostumbrada.

Te martirizo unos minutos más, luego, lentamente, me levanto y me empiezo a desnudar. Te regaño: no pares. Me acerco hacía ti, cojo tu pelo largo y te hago una trenza, dedos agiles de pianista, efectivamente.
Cuando he terminado me la anudo a la muñeca y acerco tu cabeza a mi entrepierna; sé que esperas alguna palabra, pero no hay ninguna, no voy a jugar a tus fantasías. Me la empiezas a chupar, no lo haces mal del todo, me excita pensar que todavía tienes muchas cosas que aprender.

Al final no resisto más, me tumbo encima de ti y te la meto a bocajarro: te duele un poco, la base demasiado gruesa, todas se quejan de lo mismo. Pero justo en ese momento, cuando la frialdad empieza a molestarte, te digo que te quiero, que me mudo, que eres perfecta. Tu boca se abre, tu mente se desquicia, la saco, te miro fijamente, te la vuelvo a meter con rabia, te beso, te robo el aliento, te llamo puta. Mi puta, sí, eso eres, empiezo a follarme tu coño con dureza, sin apoyar el cuerpo contra el tuyo, mis codos te liberan del peso, solo sientes el contacto de mi polla.

Y te susurro: “córrete"
y te corres
con fuerza
y siento como tus ojos cambian a un verde más intenso
entonces recuerdo quien eres
te pongo de lado y te la meto así
te acaricio los pezones, te echo la cabeza hacía atrás y te beso
comienzo a recitarte todos los poemas que has leído, que necesitas
porque en este momento me siento más Baudelaire que Bukowski
y justo antes del orgasmo nos veo juntos, canosos, jugando con nuestros nietos
y me corro
y creo que tú también, aunque aún no sé distinguir tus gemidos del orgasmo

y todo es bonito durante unos minutos
abrazados, felices, ajenos, imberbes
pero entonces suena el teléfono
es tu novio
el mundo ha seguido girando a pesar nuestro
y me voy a duchar mientras tú le explicas
que Madrid es aburrido
y que llegas a las nueve a la estación de Sants.

Paraísos Perdidos by Iván Ferreiro on Grooveshark

6 comentarios:

  1. Preciosa declaración de intenciones (y de amor) la de ella. Me gusta la idea de contraponer 2 visiones, la femenina y la tuya. Al final, querido, no suenan tan distintas. Las mujeres acallamos esos deseos, nos cuesta verbalizarlos. Pero cuando lo hacemos, no son tan distintos a los vuestros.
    Besos, querido jardinero.

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    1. ¿Ves cómo mi idea de novela sería un autentico éxito? ;)
      Los deseos no son distintos, a fin de cuentas se trata de satisfacer lo que no tenemos, pero me da la impresión de que reaccionamos de forma diferente ante lo mismo, por ejemplo en el sexo la mujer necesita sentirse deseada y el hombre necesita poseer. Aunque al final todo se reduzca al acto físico de desahogo, no se llega desde el mismo lugar.
      Besos querida musa.

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  2. Que asco damos las tías y que simentaloides somos. La primera es buena porque me masturba la mente. El tuyo me humedece el coño

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    1. Prefiero humedecer tu coño, ¡qué duda cabe! ;)
      Besos de zumo de naranja y resaca desfigurante.

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  3. Me gusta el que haya dos perspectivas en la narración.

    Y tiene razón Nuria ;)

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    1. Lo ideal en muchas relaciones sería llevar un diario cada uno de las consecuencias de su vida en pareja y luego contraponerlo en una lectura abierta, es difícil la comunicación, somos dos putas islas, el sexo no deja de ser un intento pueril y tosco de romper esa barrera.
      Nuria siempre lleva razón…xD
      Besos.

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