viernes, 22 de febrero de 2013

23 de febrero.

El tiempo pasa y nada sucede. Hoy he tenido un poco de vida social, gente del trabajo, obligado por ciertos convencionalismos sociales. A priori gente insulsa, pero dos mujeres han resultado interesantes. Una de ellas con un hijo, divorciada, y varias historias sentimentales detrás. Otra de hermosos ojos azules, me recordaba a Laura con esa vitalidad existencial, esa jovial ingenuidad que parece sacada de libro de autoayuda, pero que simplemente es el comportamiento normal de una persona de veinticinco años, con ilusión, con proyectos, con ganas de vivir.

Seguro que a ella no le resulta difícil levantarse, a mí, sin embargo, lo primero que pienso es en desvancerme, en que la Muerte se folle el almanaque y provoque una noche eterna en mi conciencia.

Cenamos, y seguimos con el juego social. Pero los locales son horribles, la música, todo, y solo resta beber, obviar, ignorar el contexto y sumergirte en la nada. Y las mujeres bailan, mis compañeros dan buena muestra de nuestra flagrante animalidad, maquinas desgastadas impulsadas –manipuladas- por la naturaleza con el solo propósito de intercambiar fluidos. La discoteca da lugar a todo eso: luces estroboscopicas, calor, música demasiado alta, ese baile de cortejo, el sudor metáfora del semen recorriendo su cuerpo.

Y a pesar de esa insidia, del engaño, del espejismo, es un gran premio. Y sé como lograrlo, no soy estúpido. En el fondo solo require esfuerzo, compra ropa, apúntate a un gimnasio, un par de páginas de contactos, empieza a conocer gente, acción, reacción. Y todos queremos tener pareja, está tan integrado en nuestra psique que es imposible escapar de ello, ni mentiras aprendidas, ni siquiera grandes fracasos o experiencias traumáticas te arrancan esa idea de felicidad que es transmitida de forma subliminal hasta en los dibujos animados que has visto de pequeño.

Pero no, diez cervezas, vodka adulterado, y solo pienso en huir, huir, huir, huir, huir. Llegar a casa, escribir esto, esconderlo, y poco más.

Deep by Anathema on Grooveshark

15 comentarios:

  1. Todos queremos algo, sí. Por más que nos escondamos tras el papel, tras la pantalla o tras las promesas de nunca jamás que siempre incumpliremos.
    Piensa que si pudiste rescatar mentalmente a dos compañeras la cena no fue tan mal. A mi siempre me descuadraban esas cenas. Toda esa gente desvariando, comportándose como animales en celo. Con qué cara miras al compañero que eufórico y borracho te ha intentado meter mano? Yo qué sé. Prefiero salir con amigos, la verdad.
    Contigo me tomaría un par de cañas. Nos reiriamos mucho.
    Besos querido decadente ocultador de entradas cojonudas.

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    1. No sé, yo creo que depende también de la gente, recuerdo que en la cena de empresa metí mano de forma fragante a una de mis compañeras, al día siguiente quería hacerse la ofendida, pero nada, inviable, nada más llegar y recordármelo me eché a reír y la cosa se relajo, son cosas de la fiesta y del alcohol. Ahora de vez en cuando me pide que lo vuelva a hacer y coquetea de broma, mujeres…
      ¡Claro! Eso es indudable, conmigo te aseguro que te ríes mucho, soy demasiado payaso y torpe…xD
      Besos musa, espero que estés disfrutando del fin de semana ;)

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  2. ¿Porqué juegas a esconder entradas? Los lectores siempre las encontramos...

    ¿No se trataba de divertirse en lugar de que la diferencia del día se limitara a alcoholizarse en compañía? Ay decandente...

    El problema es cuando esforzarse ya no merece la pena, no?

    Un besito, grande grande.

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    1. Ja, ja, realmente si quisiera “esconderlo” no lo publicaría, de hecho esto lo escribí en mi diario, pero pensé que daba el tono del blog. Lo que si sucede es que si publico dos o tres entradas, las primeras las lee la mitad de gente o incluso menos, miro las estadísticas. El motivo es que al tenerme enlazado solo pinchan en la primera actualización, vosotras ya estáis avisadas de mis costumbres, pero los demás no. Me siento más relajado así.
      Yo intenté divertirme, de hecho hasta las dos y cuarto estuvo bien. Luego cambiamos de local, y aunque me encontré un amigo, a mí en el momento en que la música no me agrada, en que no puedo conversar con normalidad, en que tampoco puedo cogerme una gran melopea porque solo sirven garrafón y resultaría excesivamente contraproducente, ¿qué hago? ¿fingir? ¿bailar esa especie de ritmo para subnormales que algunos creen que es música? No, no, permíteme apoyarme en la barra y observar con displicencia el resto del zoo.
      No vuelvo a salir con ellos. Prefiero quedarme en casa bebiendo solo y poniendo mi propia música.

      Besitos, besitos. Me encanto la foto de groupie que me enviaste por cierto, que risa.

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    2. Asi que eres de los sujetan la barra... porqué no me sorprende?

      Jajajaja! Estuve a punto de no mandártela pero pensé "Va, hazlo, seguro que le encanta" además creía que estabas trabajando jajajajaja.

      Besitos.

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  3. Buffffff!!!!!! Juego social, cada vez que decido no seguir mi instinto y entrar en él para considerarme más normal, llegó a casa maldiciendo, arrepentida - ¿ves imbécil como no valía la pena? Nunca más! - Al tiempo vuelvo a caer para volver a arrepentirme.
    Me siento culpable, soberbia y prepotente, me doy rabia ¿porqué nadie me parece interesante? Mi conclusión es que el problema soy yo.
    Besos

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    1. Ja, ja, ja. A mi también me suele pasar eso, esa frase revoloteando por mi cabeza “¿Por qué me resultan tan irremediablemente aburridos?”
      Pero seamos francos, no es el lugar adecuado para conocer a nadie, podrías estar al lado de un licenciado en filosofía y filología hispánica, y parecerte un borrachuzo indecoroso. El escenario es banal, es un zoo, y quien más quien menos intenta aclimatarse a sus reglas de juego.
      Besos muchacha, un placer tenerte por aquí.

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    2. Jeje, siempre estoy por aquí, lo que ocurre es que coincide que ultimamente tocas temas en los que me resulta sencillo comentar, tus divagues alcohólicos y tu sexo sucio me encanta, pero me dejan sin palabras que añadir.
      Lo que ocurre también es que ser un licenciado en filosofía y filología hispánica no conlleva que seas interesante, puedes ser un perfecto imbécil, eso sí, un imbécil licenciado en filosofía y filología hispánica.
      Más besos

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    3. Bien, bien, no me gusta perder clientes...xD
      Sí, ahí tienes razón, aunque es un tópico tácitamente aceptado, hay demasiados universitarios que lo único que han demostrado es tener una buena memoria a corto plazo para aprobar exámenes. Que triste.
      De todas formas, volviendo a lo de antes, es cuestión de buscar en sitio adecuado, porque no sé, a veces leo foros literarios, para saber que libro comprarme y demás, y hay gente que se lee ciento cincuenta libros al año. Y ya sabemos todos como ha funcionado la educación española con el habito de lectura, que aquí, aparte de 50 sombras de Grey, hay personas que no van a tocar un libro el resto del año. Gente interesante hay, pero es difícil que los encuentres en una discoteca de pachanga a las tres de la mañana…xD
      Más besos.

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  4. No suele ser fácil, pero en mi trabajo hay personas, aunque contadas, con las que se puede pasar un buen rato, también otras que resultan un suplicio, y sus conversaciones me echan para atrás. Tengo cierta facilidad para detectar petardos y reconozco que abundan en lugares de juergas nocturnas. Con la edad se hace mas difícil congeniar, encontrar a alguien que te parezca lo bastante interesante como para compartir una amena conversación degustando un buen vino.
    Creo que tienes algo especial Roscharch, por eso te pasa lo que te pasa.
    Feliz finde y besos desde el otro lado del espejo.

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    1. Vaya, que agradable comentario, ¿tengo algo especial? Pues debes de ser la única que se ha dado cuenta de momento ;)
      Hay mucha gente de nuestro entorno que solo podemos conocer reamente en determinadas circunstancias. Espero. Porque si nos guiásemos por las apariencias estaríamos rodeados de idiotas, y, bueno, eso no puede ser, ¿verdad? xD
      Beso.

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  5. No, desde luego en una discoteca no creo que encuentres a nadie interesante. Puede haberlas, pero cuando se sale de fiesta nunca nadie llega a esa profundidad de existencialismos personales. A la única profundidad que se llega es al polvo de rigor si consigues pasar por todas esas pruebas sociales que describes: la danza, el cortejo, la seducción, el alcohol... Bueno, está claro que saliendo de fiesta no vas a encontrar al amor de tu vida xD

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    1. ¡Qué lástima! Mierda, no estoy preparado para la sociedad actual, ¿Cuándo llegaremos al soma? xD
      Besos bella pianista.

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  6. A mí me gusta junglear en la noche. Observar los comportamientos. Creo que todos seguimos siendo los mismos independientemente del lugar que pisemos. En el supermercado los tíos son geniales, en la biblioteca amables y detallistas, los vecinos son un amor, los blogueros son LA LECHE ;-) Pero cuando se trata de la noche los tíos se sienten presionados. Ahora pocas veces entro a un tío en una discoteca porque a veces me han contestado con indiferencia, y entonces me voy, y curiosamente esos tíos luego se pegan la noche entera mirándome como diciendo: anda vuelve. Pero soy un poco orgullosa y ya no vuelvo. En los sitios que frecuento nunca sirven garrafón. A mí me gustan los gintonic de Hendrick's con mucho hielo, en copa y con una rodaja de pepino, pero salen más baratos en casa ¡Qué duda cabe! Tendrían que servirlos en las bibliotecas, eso sería perfecto.
    Ese sentimiento de huir también está en otra entrada reciente. Me resulta familiar, en eso eres muy parecido a mi pareja. Igual, vamos. Mi secreto para que no le pase conmigo es que nunca le he transmitido que me tiene para siempre ni que le quiero para siempre. Después de veinte años con él, sabe que puedo "desaparecer" en cualquier momento.
    Besos

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    1. Bueno, me temo que cuando vas con mucha gente, hay la sensación de que se toman las peores decisiones en cuestión de locales y música, es una democratización educada de la mediocridad…xD
      Me alegra que mantengas esa relación con tu marido, naturalmente es lo mejor, firmar unos papeles da pie a pensar que no hay que luchar por conservar nada, has recogido el premio y solo resta disfrutarlo. Actúas con inteligencia.
      Besos a las tres.

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