viernes, 26 de agosto de 2011

Rorschach echa un polvo.

La única mujer que me consideraba guapo es mi ex, y creo que es un efecto entrópico de su mente luchando por superar la experiencia de nuestra relación, una especie de secuela del síndrome de Estocolmo. Esto unido a que en mi último viaje de avión me obligaron a pagar dos plazas por razones de peso, me hace pensar que no soy bueno en las distancias cortas.

No me enfado por ello, la sabiduría que me da el fracaso me hace tomar pequeñas decisiones que algún día reverdecerán en grandes conquistas. O bien en un viaje a Tailandia para comprobar tarifas internacionales.



Pero no estábamos hablando de mis problemas de tiroides o de mi pene, cada vez más oculto entre pliegues y pliegues de grasa, no, bellas damas, de lo que aquí se habla es de llevar a una mujer al catre, o de masturbarse en el intento.

Pero desgraciadamente había quedado ya con todas las mujeres de mi trabajo -las plataformas de teleoperador son donde anidan más féminas por metro cuadrado de ahí mi elección-, y no había conseguido ningún resultado, bueno, miento, algún bofetón y cumplidas deudas contraídas queriendo mostrar un nivel de vida ajeno a la realidad.

Heme aquí entonces en las fastuosas fiestas de San Sebastian De Los Reyes, famoso pueblo de mierda por sus encierros –con esto digo todo- donde la lubricidad de jóvenes vestales en el césped se combina con el olor a basura, perrito y algodón de azúcar. Naturalmente estaba solo, mi último simulacro de affaire estaba siendo penetrada por el macho alfa de turno en el asiento trasero de un coche. Yo no tenía coche, pero me gusta andar hasta que me canso. Desilusionado -era ya de madrugada-, compré una bolsa con costillas de cerdo, la versión masculina del helado de chocolate. El plan era encontrar alguna borracha con los sentidos aletargados a la que poder acercarme con la suficiente rapidez para que no gritara o saliera corriendo pidiendo ayuda.

De pronto un brutal golpe me sacó de mis pensamientos y casi provocó mi caída. Pero la imagen de las costillas desperdiciadas en el suelo hizo que recobrara rápidamente el equilibrio y me irguiera dispuesto a enfrentarme, como una madre defendiendo a su camada, a aquel poderoso ser que había podido cambiar mi gravedad tan fácilmente.

Era una mujer de una belleza sin igual, vamos, que era fea, enorme y fea para los amigos. Riadas de carne que acompasaban las mías como un reflejo de espejo deformado de circo. La llame Eva porque le ofrecí inmediatamente una costilla con la ceremonia de una petición de mano. Mi querida Eva cogió directamente la bolsa y como una plaga de langostas las fagocitó en pocos segundos, en una exhibición de poder que solo la gente sensible y empática sería capaz de percibir. Luego, con esas manazas llenas de grasa, se limpio en mi camisa en un abrazo demudado.

No estoy acostumbrado al contacto físico y enseguida tuve una erección. Ella se santiguo, y con ira zulu agarró mi paquete y me gritó que era un pecador y que no me dejase llevar por mis instintos. La giganta, esta valkiria desproporcionada, apretaba con rabia entre imprecaciones religiosas y  estuve a punto de desmoronarme en uno de esos tránsitos místicos que la apocada Santa Teresa de Jesús refiere pero que solo eran producto de su anemia sexual.

De alguna forma llegamos a mi casa, solo sé que intenté penetrarla y algo de fricción hubo, quizá entre sus muslos, unos segundos maravillosos antes de que empezáramos a entrar en el campo de la asfixia erótica, es decir, ella encima. En algún momento me desmayé y sentí su violación, pero era sexo, algo que había esperando durante años, décadas incluso, y de lo que podría hablar cuando tuviera amigos. Y bueno, no estuvo mal, no tenia mucho con que comparar, quizá logré correrme a pesar del dolor, tengo un recuerdo difuso, solo sé que le dije que la quería y me dio una buena bofetada acorralando al romanticismo y disparando a matar.

Luego me enteré de que era una Kiko, ya sabéis, ese grupo de mierda ultraconservador, esa secta amparada por Benedicto XVI, el que fue compañero de Günter Grass amigo de las SS. Siempre hay barreras para el amor, no solo el condón, la primera era un diezmo que me exigían, luego tenía que irme a Asia a evangelizar chinos. Joder, no pintaba muy bien. Personalmente el tema secta no me parece mal, pero alguna que predique el amor libre y que no mande a las mujeres a clausura.

Y ahora, antes de irme en busca de nuevas aventuras, con ese dolor difuso que ha transformado mi pene en algo amorfo y amoratado, pienso en esa frase que leí en alguna parte: si me cortas las alas volaré con los cojones…o algo parecido, la bebida tiene también su coste nemotécnico.

Besos y abrazos, y ya sabéis: ojos cerrados y piernas abiertas.

Un buen día by Los Planetas on Grooveshark

18 comentarios:

  1. ¡ Enorme! ( el post, no usted ni la chica)

    Muas!!!

    pd. Me suena la frase ;)

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  2. Gracias...
    ¿De qué le suena, esta insinuando algo? xP
    Besos.

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  3. Jajajaja. Creo que exageras, no puede ser todo tan excesivo.


    Besos.

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  4. jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajajajjaaaaaaaaaaaaaaajajajjajajajjajajaja
    dios que bueno eres, te lo juro:
    desde "Brutal golpe..." hasta "...clausura" me he estado riendo sin parar ajajajjaajajj gracias, que divertido eres jjajajja
    besos cachorro

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  5. Confirmado, creo que eres sobrino de Henry Miller... Una Kiko, no la sodomizaste? Menuda joyita te llevaste a casa... En general le doy un 8 alto a este relato. Lo de las grasas tiene solución, no te traumes con eso. Además en invierno estarás calentito, cosa que yo... me congelo pero menos mal que tengo un lobo protector a mi lado que me da calor... Saludos desde Moscú.

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  6. joder ¡¡¡ seguro q no stas tan mal,fijo,no te lleves esas mujeres a casa hijo ,q despues mira lo q pasa,un poco d amor propio, lo justo vamos.

    un abrazo sin moratones.

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  7. Solo hay un detalle que se me escapa........¿¿¿donde compras tú una bolsa de costillas de madrugada??,y lo que es más importante, ¿solas?, ¿o con algún tipo de salsa?, jajajaja
    me parto contigo!
    besos!

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. casi se me caen los ojos
    pero mereció la pena! sin duda!

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  10. FABULOSO tu blog, me quedo aqui sentada por un rato

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  11. Me parece que exageras un pelin, pero ahí reside gran parte de la gracia precisamente.
    Enorme post, sí señor.

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  12. Claudia: Sí, exagero, hay que reírse de vez en cuando.
    Lunática: Hola guapa, ¿Todo bien? Me dijeron que practicase con el humor, que no deja tantas marcas en las muñecas. Cuídate.
    La que canta con Lobos: Ansío la llegada del invierno. ¿Cómo están los gustos masculinos en Moscu, tendría más oportunidades paseando mis grasas por esas tierras de tan sacrosantos escritores?
    Buena idea la sodomización…xP
    Mara: me encantan los moratones! Y los abrazos! Y los besos! Y las andaluzas! Y…
    Merluca: la feria permite engullir comida hasta altas de la madrugada, pero sé que la pregunta que le ronda la mente después de tan embelesador relato es ¿Cuándo quedamos? ¡Cuando quiera! xD
    Adv: Más razón no se puede tener. Gracias por pasarse por aquí.
    El duende ¿infeliz?: Siempre merece la pena. O eso dicen ellas después del bofetón y el portazo.
    Adriana: ¿no serás de Madrid no? xD gracias, escoja el sofá que es más cómodo y reclinable. Un saludo.
    M: Naturalmente que exagero, ¿enorme? Mierda, los haré más cortos la próxima vez. Un saludo.

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  13. Parece que más que echar un polvo te han arrancado un polvo...

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  14. ¿Has leido alguna vez un blog que se titula"Diario de un completo gilipollas"?

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  15. Me vine a agosto... pues porque hoy no quería estar triste... creo que me he enganchado a tu sobrepeso. Tragas demasiadas palabras, no me extraña que estés gordo, y no hablo del índice de masa corporal. El sexo siempre se lee.

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  16. ¿Cómo se me había pasado esto por alto? Es genial, en serio.
    Por cierto, creo que tienes un problema con las gordas.. ;)

    He estado unos días fuera y te echaba de menos...

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    1. Yo también echaba de menos tus comentarios.
      ¿Me repito? Puede ser, pero sé que puedes ser muy condescendiente cuando quieres ;)

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    2. Condescendiente yo? Qué va!
      Soy tu groupie, en todo caso sería incondicional jajajaja!

      No, en serio, me encanta lo que haces, ¿porqué no te lo crees de una vez?

      Kiss kiss

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