martes, 8 de febrero de 2011

Tú no pasas por la vida, la vida pasa por ti como una agonizante e implacable metástasis.

Hoy me gustaría esbozar una breve opinión sobre la amistad. He tenido y tengo muchos conocidos, pero solo hay una persona que puedo calificar como mi amigo. Todos tenemos nuestra propia ideología con las palabras. Yo compartimento los sentimientos también a través del lenguaje. Puedo querer a mis amigas especiales, a una ex que se reinventa en su eterno retorno, puedo fascinarme con una mujer durante unas semanas y luego, finalmente, ir poco a poco olvidandola.

Pero amar solo puedo amar a esa mujer que no existe pero sin embargo me hace compañía en mis noches de insomnio. Los conocidos serían los amigos normales, aquellos con los que quedas de vez en cuando, cuentas tus miserias y del mismo modo que aparecen, desaparecen sin dejar una huella demasiado sustancial. El Amigo es sin embargo esa persona que te conoce y te acepta, alguien bilateral, afín, alguien con quien eres más tú, un espejo de tu pasado, alguien -a ser posible- que no le guste el mismo tipo de mujer que a ti. Alguien que de buen grado esta a la altura del ideal sin demasiado esfuerzo, como algo natural.


Pero también hay otro elemento que destaca: la sinceridad. Una sinceridad brutal sobre los aspectos de nuestra vida. Si, por ejemplo, explicara a algunos de mis conocidos de esta mierda de ciudad del extrarradio que voy a matricularme en la carrera de empresariales porque quiero tener un trabajo de oficina, seguramente por convencionalismo social me animarían a hacerlo. Solo mi Amigo arquearía una ceja, reprimiría una sonrisa y me diría rápidamente que es una estupidez, que con mi carácter lo dejaría el primer año y que mejor me dedique a otras cosas. Y tendría razón. Otra cosa es hacer de su opinión ley, de su cinismo dogma de fe y ni siquiera intentarlo.

Pero seguramente sucedería lo que él ha dicho, y cuando hubiera perdido dinero y tiempo y me rindiera, los demás me mirarían encogiéndose de hombros sin saber que decirme.
Esta sinceridad es hiriente a veces, pero necesaria si queremos tener una amistad verdadera. Uno no puede estar con medias tintas, tiene que tener la confianza para poder decir lo que piensa sin que la otra persona se enfade. Sino es una simple relación en la que uno escucha lo que quiere oír sin que le sea de mucha utilidad.

Naturalmente esa sinceridad tiene que ser bilateral. También en según que temas uno tiene que pedir permiso para utilizarla. Si estas haciendo el ridículo con una mujer no te apetece que nadie venga y te lo diga. Si la situación se mantiene en el tiempo hay que valorar si es mejor poner a prueba esa amistad o dejar que el condenado siga su marcha. Pero mantenerse ajeno con el lema “no es asunto mío”, no implicarse, rodear los temas peliagudos y dar la razón en cualquier necedad que el otro esgrima no es una verdadera amistad.


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9 comentarios:

  1. Comparto absoluta y rotundamente tu opinión.
    Un besote!!

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  2. Antiguamente era muy sincera, quizá tenía exceso de sinceridad...en cambio, en los últimos años y por las experiencias que he ido teniendo, no sé si es que no tengo un Amigo (cosa que dudo) o es que opino que la sinceridad total no es un requisito indispensable para tener una relación. Es decir, una relación en la que el conocimiento no se base en contarlo todo con pelos y señales, sino más bien, en que sepas cómo estás y cómo está la otra persona, y cómo complementarse en lo bueno y en lo malo sin incurrir en desvelar un secreto doloroso (me refiero a esas cosas que algunas veces deseamos ocultar durante un tiempo hasta que estemos listos para contarlas)...en fin...

    Pues eso. Para mí, lo que cuenta son los conceptos de vida con los que esa persona se ha ido moviendo. La sinceridad, vendrá...más tarde o más temprano, más nítida o más codificada, pero en todo caso, requiere tiempo y preparación...confianza.

    Para mí un Amigo, es esa persona que tú has dicho, pero mi requisito indispensable es que no me juzgue, y que comprenda mis contradicciones.

    Por lo demás, tienes un blog muy interesante.

    Seguiré pasando por aquí...

    Un abrazo.

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  3. Totalmente de acuerdo. Lástima que cada vez se confunda más sinceridad con ofensa. Entre eso y las prisas que todos llevamos hoy día, cada vez nos cuesta más encontrar amigos de los de verdad.

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  4. Hola, bello blog, bellas entradas,si te gusta la palabra elegida, la poesía,te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen miércoles, besos distinguidos...

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  5. Me alegro compartir la misma opinión que tu señorita T.

    Bienvenida a mi humilde morada señorita Animia. Naturalmente todo deviene con el tiempo. Yo he tenido algún encontronazo con mi Amigo por su sinceridad. Pero al final después de los años te das cuenta de que es mejor así, aunque a veces ocultes o menciones cosas de pasada porque necesitas madurarlas tu mismo. Ser sincero no es ofender o juzgar, es dar una opinión que puede ayudarte a tomar la decisión correcta en determinadas ocasiones. Es reconocer en voz alta que te has equivocado, es admitir un fracaso o una derrota. Pero como he repetido, siempre con unos códigos de comportamiento, no creo en la amistad de monólogos, si tu das pie a una conversación tendrás que asumir una respuesta en tus pausas.
    Un abrazo a ti también.

    M. Si, ahí es donde entra la otra parte: la sinceridad innecesaria. Si yo no te he pedido tu opinión, si sabes de sobra que lo único que quiero es desahogarme, no me machaques con cosas que ya se. Simplemente escúchame. Un placer tenerte por aquí.

    Buenas tardes Don Vito Andolina, naturalmente acepto su invitación y me acercaré por sus jardines.

    Buen miércoles a todos.

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  6. Te puedo pedir un favor? puedes ignorar este comentario-petición totalmente sin drama por mi parte pero...aunque no te agrada mucho por lo que he leído, qué ventajas y desventajas dirías que tiene Madrid?
    Miaus.

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  7. No soy muy objetivo porque no vivo en Madrid capital, sino en la periferia, y Madrid para mi significa ocio cultural, vida nocturna, citas románticas en el Retiro, pasear por Gran Vía de noche, librerías, tiendas de cómics, etcétera.
    El problema de Madrid es que es demasiado grande y demasiado cara, simplemente. El que sea grande implica que normalmente tu trabajo estará a media hora o una hora de tu casa, ida y vuelta, implica atascos, que no puedas aparcar el coche los fines de semana, que tardes una hora en quedar con un amigo, porque tienes que hacer varios trasbordos en metro o cercanías. Yo no quedo muchas veces por pereza, Y es muy cara, da la impresión de que vivir ya es un lujo, si vienes de un ciudad pequeña te escandalizaras con los precios de todo.
    Luego en cuestiones políticas tenemos al PP, Esperanza Aguirre, Gallardon. Pero teniendo en cuenta como esta la política en España, ya da lo mismo.
    Leo en tu blog que tienes como alternativa Salamanca.
    A mi me gusta Salamanca. Todo muy alegre, ciudad universitaria, la fiesta con grupos de erasmus concentrada en una sola zona de locales, todo más barato. Las veces que he estado allí me lo he pasado genial. Sin embargo si conoces Madrid se te queda pequeñita, muy pequeñita.
    También como tu indicas las opciones de viajar son mejores, todo pasa por Madrid.
    Si tuviera que elegir, como experiencia, aunque la vida en Madrid sea más puta, vendría aquí.

    Pd. Además nos tienes al señor Advenedizo y a mí para cuando te aburras…xD

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  8. La amistad y la sinceridad van de la mano, es cierto, pero tambien el poder de entender que la vida de la otra persona es de la otra persona y con ello tiene derecho a hacer decir o pensar lo que quiera.

    Mi mejor amiga creo que va a cometer un error, pero solo es mi percepción y quizás sea erronea, no tenemos derecho a juzgar las acciones de los amigos, solo tenemos derecho a apoyarles y a desearles lo mejor, a veces el amor por los amigos te hace querer protegerlos, pero no es nuestra responsabilidad, al fin y al cabo es la vida propia de cada uno y todo el mundo tiene derecho a equivocarse y a tomar sus propias decisiones.

    Mi respuesta a mi mejor amiga fue: Eso te hará feliz? ella asintió y yo la abracé y le desee lo mejor.

    Si le va mal, estaré allí para ella.Sin reproches...

    Besitos de Sophia

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  9. Creo que estamos confundiendo conceptos. Aquí nadie habla de juzgar, de los derechos de los demás a equivocarse o hacer su vida, etcétera. Aquí de lo que hablamos es de tener la valentía de ser un amigo de verdad y sincerarnos si creemos que va a cometer un error. No porque con ello podamos hacerle cambiar de opinión, pero si para que al menos tenga mas elementos de juicio. Luego ya vendrán los abrazos. Que una cosa no quita la otra, que podemos no estar de acuerdo pero apoyarle igualmente. ¿Por qué no lo hacemos? Porque es incomodo, porque somos unos hipócritas sociales que pasamos de puntillas ante los temas espinosos. A mi eso no me parece una amistad de verdad
    Luego puede que no vengan los reproches, solo esa vana satisfacción de “ya me imaginaba que iba a pasar eso”

    Un saludo.

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