jueves, 30 de junio de 2016

Película “Love”, del director Gaspar Noé

“Uno de enero por la mañana, el teléfono suena. Murphy se despierta junto a su esposa y su hijo de dos años. Escucha el mensaje, la madre de Electra, muy inquieta, le pregunta si tiene noticias de su hija que está desaparecida. Teme que le haya sucedido algo grave. A lo largo de un día lluvioso, Murphy se encuentra solo en casa, recordando su historia de amor más grande; dos años con Electra. Una pasión llena de promesas, juegos, excesos, errores...”

A los dos anteriores trabajos de Gaspar Noé, "Irreversible" y "Enter the void" la crítica no les hizo mucho caso, (aunque está claro que la polémica funciona y es un director conocido), pero está película por su contenido de sexo explícito ni siquiera ha llegado a España doblada; si alguien quiere verla, ya sabéis: torrent con subtítulos, está en muchas páginas.

"Mi mayor deseo es hacer una película que describa la sexualidad romántica" comenta el protagonista. Gaspar intenta precisamente eso, mezclar una película pornografía –escenas reales de sexo, sin dobles- con el romanticismo y una estructura parecida a Linklater y su trilogía de “antes del amanecer” o Bergman con su “secretos de un matrimonio” para contar la historia de una pareja. Lo interesante es que el montaje no es lineal y el espectador va conociendo la historia según van apareciendo los recuerdos del protagonista, con escenas que a veces se repiten, pero que aportan cosas nuevas al entenderlas mucho mejor. Va mucho más allá que Lars Von Trier en Nymphomaniac, dado que las escenas las ruedan los mismos actores no profesionales; nada más empezar la película hay una masturbación y un poco después un ménage a trois rodada con absoluta elegancia, incluso ternura, alejada de todo mal gusto. Escenas de sexo repartidas por doquier mientras se intercalan diálogos, pensamientos, escenas de celos, de amor tóxico, de ternura, de planes de futuro, de decadencia, de buscar en el deseo y el sexo lo que se ha perdido con el tiempo.

Benoît Debie, director de fotografía ha dotado a la película de un cromatismo espectacular, los encuadres o el característico sello del parpadeo (fotogramas en negro) para cortar la secuencia y aportar efecto dramático, la música superlativa (desde Pink Floyd hasta una pista de la banda sonora de “Rojo oscuro” de Darío Argento o un remix de la banda sonora de '1997: Rescate en NY, y piezas de música clásica como Satie), hay muchos elementos en esta película que hacen que te olvides de las largas escenas de sexo. ¿Hay demasiadas? Si, ¿es una película pornográfica disfrazada de cine de autor? En mi opinión no.

La película dura 135 minutos, se ríe en la cara de Lars Von Trier, y creo que, como pequeño experimento cinéfilo para ver en pareja merece la pena. Yo la he disfrutado, como disfruto todas las películas de este enfant terrible francés. Te pueden gustar o no, pero al menos siempre intenta hacer cosas diferentes, provocar una reacción en el espectador y eso para mí, más en los tiempos que corren, es importante.

miércoles, 29 de junio de 2016

Análisis del resultado del 26J

Hay muchas noticias sobre un posible “pucherazo” y manipulación de votos. No, no nos flipemos, aquí ha habido ocho millones de personas que han votado al PP a pesar de la corrupción y su política del miedo. Y más de un millón de votantes de izquierda que se han quedado en casa viendo el fútbol y no han querido votar esta coalición. Fin. Es un país de necios, de cainismo entre las diferentes sensibilidades de izquierda y con un votante de derechas tal fiel que parece que sigue en la dictadura. Lo demás me sobra, hay que saber perder, aunque suene a discurso deportivo. Pero vamos a analizar un poco lo que ha sucedido el 26J:


Lo más importante: la estrategia del miedo ha funcionado. La verdadera victoria es de los medios de comunicación. La prensa escrita no tiene ni las ventas ni la influencia de antaño pero continúa marcando la agenda política. La máquina del fango funciona, difama y algo queda, no puedes tener un debate serio sobre Podemos sin que salga Venezuela o Grecia. Han magnificando cualquier rumor sobre Podemos mientras minimizaban los escándalos de corrupción, han sepultado la esperanza de cambio. Venezuela, Irán, ETA… todo ha servido para desgastar a la formación morada. Hay demasiada gente todavía en España que no usa Internet, o no se informa por Twitter o leyendo periódicos digitales, algo que algunos dirigentes de Podemos deberían empezar a asumir.

Como contrapartida se demuestra que la corrupción no desgasta al PP, parece incluso que lo refuerza. Fernández Díaz mejora su resultado en Barcelona. Sorpasso a Susana Díaz en Andalucía, sube en Valencia donde hay un caso de corrupción nuevo cada semana, sube en Canarias después del descalabro del exministro Soria. Y así en casi toda España. Sus votantes prefieren al corrupto que a la incertidumbre de políticos jóvenes de dudoso pasado. Mientras el mundo avanza, España se queda paralizada. Ha ganado la mediocridad, la pasividad, la mojigatería, el hooligan de las siglas políticas, el Franquismo sociológico. 

Es un hecho que las encuestas se han cocinado con el fin de hinchar desmesuradamente el apoyo a Podemos con el objetivo de movilizar al electorado más conservador. La diferencia entre encuestas y resultados es demasiado abismal como para pensar otra cosa. Hablamos de la misma gente, como nuestro querido Ministro del Interior Fernández Díaz, que destroza la sanidad catalana de forma encubierta para frenar el independentismo o que conspira contra políticos rivales. Pero también creo que el Brexit ha tenido bastante que ver, la gente lo ha relacionado con Podemos y, de nuevo, la falta de cultura política y no ir al fondo de la noticia, les ha asustado. Pues nada chicos, cuando Marine Le Pen intente su Frexit mandad a Rajoy a solucionarlo.

Cuidado con las guerras internas. Cuando todavía no se había realizado el escrutinio completo, ya se leían voces en las redes sociales pidiendo la cabeza de Iglesias y sugiriendo de forma nada implícita que es Errejón quién debe tomar las riendas del partido. Las victorias siempre son colectivas; las derrotas tienen un único culpable. Podemos Euskadi y Andalucía exigen voz en el Congreso, grupo propio. Compromís anuncia que volverá a irse al Grupo Mixto si no consigue grupo propio en el Congreso. Así es cómo funcionan las cosas. También, obviamente, echan la culpa al acuerdo con IU de los resultados, aunque sospecho que ha sido gracias a esta confluencia “fracasada” que no ha habido un peor resultado. Sí, la confluencia no ha funcionado, y es normal. No puedes primero decir que no hay izquierdas ni derechas, luego tener un discurso esquizoide de poli bueno poli malo, luego afirmar que eres de izquierdas, comunista de joven y social demócrata en la madurez. Es poco serio, parece que te estás burlando de la gente. No puedes ir pidiendo sillones, hablar de la sonrisa del destino, de la cal viva, y luego buscar el apoyo del PSOE murmurando en el debate como una doncella triste a la que nadie la quiere. No ha colado, hay un límite entre intentar ser transversal y dejar de ser coherente. No puedes venir con un catálogo IKEA como programa porque hasta yo, que soy votante convencido, entiendo que una cosa es ganar votos y otra conseguir titulares en los periódicos digitales. La estrategia electoral no ha funcionado, ha sido demasiado conservadora, ruido blanco. Pero eso no implica que tenga que dimitir nadie. Creo que Pablo Iglesias es la persona adecuada, y ahí tiene que seguir.

Hubo mucha gente que antes de que existiera Podemos salía a la calle, que formaba parte del 15M, de las mareas de sanidad, educación y justicia, movilización minera, del Rodea el Congreso, de los escraches a políticos, de parar desahucios. Llego Podemos y toda esa movilización paró. Parece que hemos pensando que Pablo Iglesias era el nuevo mesías que venía a hacer todo nuestro trabajo, que iba a conseguir mayoría absoluta y nos iba a salvar de todo, incluso de nosotros mismos. Y en su tiempo libre también al resto del mundo. Nunca va a pasar eso, no vale con ser solo activista del Facebook dando al “me gusta” y al “compartir”. La maquinaria electoral de las redes sociales, los titulares y los golpes de efecto ya han tocado su techo de cristal. Ahora lo que toca es la pedagogía, es explicarle a tu vecino que la nacionalización de sectores estratégicos no implica que nos vayamos a quedarnos sin papel higiénico, que la renta básica no es un salvavidas para vagos, que España no es Venezuela, que hay otras formas de informarse aparte de Telemadrid, que los comunistas no quieren quemar las iglesias, que se podría revisar el Concordato porque no es lógico que la Iglesia no pague el IBI, que Europa es una trampa de fiscalidad desigual que solo nos puede llevar a la ruina, que el Brexit es una consecuencia lógica de muchos factores, no solo la xenofobia, etcétera…

He de reconocer que estoy frustrado y enfadado por estos resultados. No me lo esperaba, también caí en la trampa de las encuestas. Pero sigo viviendo en este país. Lo único bueno de todo esto es que ahora tenemos por delante otros cuatro años, Rajoy seguirá haciendo lo mismo que hasta ahora –ya adelanto: dentro de poco tendremos otra subida del IVA-, y el PSOE y Ciudadanos se retratarán, uno permitiendo su investidura, el otro con su ideología de derechas. Espero que otros cuatro años de ineptitud y recortes consigan que algunos pierdan el miedo al cambio y entre todos consigamos convertir esta dictadura de facto en algo más parecido a una democracia real.

Pd: Artículo muy interesante de Ignacio Escolar: "Por qué fracasó el sorpasso"

“Hurra” por Ben Brooks

“Hurra por la hermana que salta desde un aparcamiento de varias plantas y lleva ropa interior sin combinar. Hurra por imaginar un entierro al que van Harry Potter, las últimas vaquitas marinas y los dos Murakamis. Hurra por dormir hasta tarde, las cervezas para desayunar y los universos paralelos donde todo es un poco mejor. Hurra por los tatuajes importantes hechos con tinta de boli y aguja de coser. Hurra por el padre que vive en una tienda de campaña y por la madre que siempre dice «yo también tengo derecho a salir». Hurra por la huida a París, Berlín y Barcelona. Hurra por la única chica que te entiende. Hurra por Ben Brooks, que brinda la historia del duelo por una hermana en una familia que es la versión desesperada e hilarante de las de Salinger. Hurra, tres hurras, por «Hurra», su novela más emocionante, tierna y desesperada.”

A veces hay que tener esperanza, leer críticas, ver a esos booktubers y dejarse aconsejar sobre algún autor contemporáneo que tenga algo de talento. Eso hice hace unos días y todos coincidían en un nombre: Ben Brooks. Un chico bastante prolífico si tenemos en cuenta que con veinticuatro años ya ha publicado cuatro novelas y se le está comparando con Salinger, Welsh y Palahniuk. Hablan de él como si fuera un enfant terrible (nació en 1992) que conoce a la perfección a los jóvenes de ahora, aunque aporta una visión quizás demasiado sesgada. Veamos un extracto de una entrevista: "Es lo primero que hago cuando me despierto [beber], justo después de revisar el correo. Normalmente estoy en la cama durante horas haciendo eso. Luego voy a por comida, cerveza y pitillos. Vuelvo y leo o trasteo en internet. Cuando Renata, mi chica, regresa, vemos pelis y luego ella duerme y yo me voy al bar o bebo en la cocina. Esa es mi vida.”

Con estos mimbres como mínimo esperaba disfrutar de algo un poco más interesante que otro Bukowski adolescente y atormentado. Pero me temo que no ha sido así: personajes simples dedicándose a drogarse y beber continuamente, sin explicaciones ni matices, una especie de nihilismo mal entendido insustancial y estéril. Además Brooks nos deleita con descripciones detalladas de todas las vomitonas y diarreas de los protagonistas. El personaje más interesante es Ellen, quizás porque solo aparece a través de borradores de cartas de suicidio. Frases cortas, lenguaje sencillo, capítulos estructurados como si fuera un blog, o tuviéramos solo dos paradas de metro para leer cada día. El libro y sus personajes avanzan en una especie de sueño febril incoherente y aburrido, no empatizas, no te divierten, ni siquiera como payasos que gesticulan sin voz en una carpa vacía. Como retrato generacional es una mierda, pero entiendo que si tienes quince años y acabas de leerte por tercera vez Harry Potter, quieras cambiar un poco. Pero, en serio, comparar esto con Salinger -y mira que no soy precisamente fan de este autor-, o incluso hablar de retrato generacional es, como mínimo, ridículo.

Y va en contra de mis principios escribir una crítica negativa porque creo que es mejor invertir tu tiempo en aconsejar sobre esos pocos libros que merecen la pena, pero también, de vez en cuando, hay que hacer advertencias. Y mi advertencia es la siguiente: ser joven no implica que tengas talento. Escribir una versión torpe y pajillera de una familia al estilo Shameless no te convierte en Bukowski. Que muchas personas digan que algo es bueno lo único que prueba casi siempre es que no merece la pena y que su única virtud es ser accesible. Y por último: intentar escribir algo polémico no lo convierte en subversivo, más bien en una tonta y aburrida concatenación de tacos y escenas escatológicas.

Si este es el cuarto libro, joder, no quiero ni imaginarme cómo será el primero. Dicho lo cual, enlazo con la reseña de “Partir” de Lucía Baskaran de Tamara. No es que sea mucho mejor, pero al menos no lo he devuelto después de leérmelo.

lunes, 27 de junio de 2016

Transcripción del discurso de Rajoy al celebrar los resultados del 26J

Podría decir muchas cosas de estos resultados, pero esta noche no me apetece; tampoco quiero ser complaciente, está claro que Podemos y Pablo Iglesias han cometido graves errores de estrategia: La coalición con IU ha sido un fracaso, se dejan un millón de votos y lejos del PSOE. Algunos se preguntan dónde han ido esos votos, no sé, quizás en una campaña del miedo donde Venezuela, Irak y el Brexit son más importantes, quizás en votos en blanco, al PSOE, a Ciudadanos, al “Me da igual… sirva esto como una muestra demoscópica de mis compañeros de trabajo. ¡Vivan las cadenas!

Pero ahora me apetece hablar del gran triunfador, el futuro Presidente del Gobierno: nuestro querido Mariano Rajoy. Y no quiero entrar en temas de corrupción o diferentes forma de entender la palabra “patriotismo”, no, solo me gustaría que algunos de esos casi ocho millones de votantes (7.906.185) leyera la siguiente transcripción del discurso que ha dado esta noche desde el balcón de Génova. Y después de hacerlo, me gustaría que, con un poco de honestidad, os preguntéis, ¿ha merecido la pena votar su inmovilismo y su campaña del miedo? ¿De verdad creéis que alguien que se expresa así es capaz de gobernar nuestro país, de tomar las decisiones más inteligentes? Porque sí es así, perfecto; pero si tenéis dudas, si habéis votado al PP porque conceptualizáis vuestro voto como un hooligan que apoya a su equipo de fútbol favorito… vuestra irresponsabilidad me da pena. Y asco, sobre todo mucho asco.

***

Buenas noches, buenas noches. Bueno, buenas noches a todos. Bueno, buenas noches.

Oye, eh, queridas amigas y queridos amigos, os voy a decir una cosa: este es, este es el discurso más difícil de mi vida, y algunos he echado. Pero, quiero, solamente quiero deciros dos cosas: la primera, dirigida a mi partido, al Partido Popular, y luego quiero decirle algunas cosas a muchos españoles que evidentemente toman las decisiones que quieren, como es natural, con perfecto derecho.

Amigas y amigos. Bueno, eh, queridas amigas y amigos. Eeeeh... Yo llevo militando en este partido toda mi vida. Empecé a los 22 años, cuando empezaba la democracia en España, pegando carteles. Como tantas y tantas personas del Partido Popular, hemos dado muchas batallas democráticas y muchas batallas electorales. Hemos ganado algunas, hemos perdido otras. Pero yo tengo que decir que me siento enormemente orgulloso de este partido que en los momentos más difíciles… No... No ha sido esta, como sabéis, una etapa fácil, dicho de otra forma, ha sido una etapa muy difícil. Pero este partido ha tenido coraje, ganas, determinación. Siempre había alguien, perdiendo o ganando, con una bandera del Partido Popular, que es la misma que la de España, defendiendo aquello en lo que cree.

Queridos amigos, habéis ganado las elecciones porque habéis tenido fe en la victoria y porque la habéis perseguido.

Bueno, bueno... Yo tengo que darles las gracias a todos. Y, desde luego, a todos lo que me acompañan aquí. No puedo citarlos... Solo voy a citar a mi mujer...

Pero, pero, eh, muchas gracias, oye, muchas gracias a todos.

Este partido, en los momentos de dificultad, de problemas, ha estado ahí y es una opción, al cual la sociedad española le ha dado un apoyo mayoritario. Y tenemos que estar orgullosos. Porque hemos trabajado, le hemos dedicado tiempo, hemos creído en lo que hicimos, ha sido duro, ha sido difícil, ha sido complicado, pero hemos dado la batalla por España y sin ponernos a las órdenes de nadie. Solo en defensa de los intereses generales de los españoles.

Pues sí, nosotros, este partido, este partido, somos españoles y a mucha honra y con mucho orgullo. Y somos un partido que defendemos los intereses generales de los españoles por encima de cualquier otra consideración. Y este partido se merece un respeto.

Amigas y amigos, yo les doy las gracias a todos los dirigentes, a todos los militantes, a los simpatizantes, interventores y apoderados. Gente que lo único que hacía era defender sus ideas. A lo mejor desde un sitio donde creía que lo que hacía no era demasiado útil. ¡Pues no! Cualquier cosa que haga, cualquier militante de cualquier partido político que crea en sus ideas, que las defienda y que no tenga más interés que el que las cosas vayan bien merece un respeto, y desde luego merece el agradecimiento de todos. Eso es el Partido Popular.

Bueno, amigas y amigos, gracias, gracias a todos. Porque, en una situación difícil, España tiene a su disposición un instrumento muy importante que jamás le va a fallar a España y a los españoles voten lo que voten. Y ese instrumento es el Partido Popular. Ese instrumento útil para España.

Me dicen aquí que recuerde que hemos ganado las elecciones. Bien, oye, hemos ganado, oye, es verdad. Bueno, amigas y amigos, hemos ganado las elecciones, reclamamos el derecho a gobernar precisamente porque hemos ganado las elecciones, pero ahora de lo que se trata es de ser útil al 100% del pueblo español. A los que nos han votado y a los que no nos han votado. A disposición de todos estamos nosotros.

Bueno, amigas y amigos... Bueno, amigos y amigas, a partir de mañana tendremos que empezar a hablar con todo el mundo y lo haremos. ¡Viva España! ¡Viva! Y vamos a hablar con el único horizonte de defender a España y al 100% de los españoles, al 100%. Es para lo que estamos aquí.

Amigas y amigos, no quiero cansaros mucho... Pero quiero decir una cosa. Han sido los cuatro años que hemos vivido complicados y difíciles, pero España ahora ya asoma la cabeza. Estamos caminando en la buena dirección. Vamos a seguir haciéndolo. Hemos ganado las elecciones y estamos como siempre a disposición del pueblo español. Como siempre.

Por suerte, en España, han ganado los demócratas, la libertad y los derechos de la gente. Eso es lo que ha ganado en estas elecciones.

Amigas y amigos, gracias, gracias de corazón, por vuestro empuje, vuestro aguante y por vuestra generosidad. Yo solo quiero decir una cosa: el equipo directivo de este partido va a estar a la altura de las circunstancias. Hará todo lo que pueda para que a España y los españoles les vaya mejor. Somos una gran nación, de las mejores del mundo, por supuesto de Europa y vamos a estar ahí a la altura de las circunstancias.

Muchas gracias.