viernes, 25 de octubre de 2019

Lo caníbal de la ruina, la arritmia entre cubos de basura caídos, la desmemoria de una hoguera que disuelve el pegamento que une tus huesos a mis cenizas.

Madrid es de nadie y de todos
Una mole carente de sutilidad
Gigantesca fábrica de ruido y contaminación
Donde millones de almas grises
Se hacinan frustrados por las distancias que los separan

Y aunque por la noche intenta vestirse de capital
Transformando Gran Vía en una redentora Torre de Babel
Sigue siendo chabacana, un estado policial
La ciudad donde los héroes han olvidado su nombre
Y la anciana que toca el violín en la boca del metro
Es apartada a empujones

Vuelvo a casa andando, cansado del trabajo
Cuando me cruzo con el mendigo de mi barrio
Al verme me señala con su dedo tuerto
Y me grita con voz alegre: “En mi derrota mando yo
Como si los demás solo fuéramos
El decorado de corcho y alfileres
De su poesía

Tiene razón el viejo sabio
No todos pueden adorar las pelusas
De sus bolsillos rotos
Como si fueran reinas destronadas

A esta ronda invito yo, le contesto
Y le doy unas monedas
Se ríe de forma estridente
Y se aleja rumbo al supermercado

Exagerar a nuestro favor es como regalar flores de plástico
La ilusión enseguida se mancha de polvo

Las calles gritan
Y nadie parece darse cuenta de ello.

4 comentarios:

  1. Reconozco que muchas personas han encontrado futuro en Madrid, habrá de todo, miseria y prosperidad,

    a mi tal vez pudiera llegarme a agobiar, no lo sé.

    Besos.

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    1. Claro, Madrid también es un sitio lleno de oportunidades, donde resulta más fácil encontrar trabajo, aunque a veces ni así consigas llegar a final de mes debido a los precios del alquiler. Madrid, una ciudad siempre en obras, estresante, adocenado. Pero también con esa Gran Vía maravillosa donde de madrugada te encuentras con todo tipo de gente, con buena oferta cultural, con decenas de opciones de ocio. Y ya de paso -aunque ahora esté todo en obras-, con ese Templo de Debod y sus vistas a la Rosaleda, en pleno centro. O los paseos por El Retiro. Cosas tiene, pero prefiero ‘disfrutarlas’ de lejos, por eso intento vivir en el extrarradio y nunca trabajar allí -aunque ahora ya no lo pueda evitar-. Un abrazo.

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  2. Discrepo, quizás como dicen mis amigos,
    porque no vivo allí.
    Pero a mi las calles se me disfrazan de novela
    los bares de pasado
    las lineas de metro se entrelazan
    con caminos indeterminados
    hacia aventuras con mujeres desconocidas
    que acaban en conversaciones
    a la puerta de un museo
    y abuelos que me cuenten la guerra mundial.

    ya lo sé,
    es todo mentira
    pero me gusta imaginarlo.

    Abrazos,.

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    1. Como leía a Soto Ivars en Twitter: “Madrid, ay Madrid! Cosa extraña, Madrid. Con su gente venida de todas partes y su mentalidad abierta, con su cosmopolita mezcla y su vida callejera, con sus teatros, salas de conciertos y pinacotecas que no se acaban nunca, y esa gente maravillosa que no te pregunta de dónde eres”.
      Madrid tiene, como ya he comentado a Amapola Azzul, cosas maravillosas, pero supongo que nunca podré disfrutarla con ojos de turista, para mí pasear por el centro es eludir las aglomeraciones, y nunca voy a callejear por sus calles con curiosidad. De hecho cada vez me parece más fea y desagradable, siempre en obras y ruidosa, siempre gobernada por el PP, siempre con un tráfico atroz. Antes Callao tenía su fuente, su zona ajardinada y bancos, ahora es una explanada de cemento. Antes Gran Vía estaba repleta de cines, de comercios, ahora es un bulevar donde solo hay franquicias de tiendas de ropa. Incluso zonas donde salía de fiesta como Los Bajos de Argüelles han desaparecido. Pero supongo que si uno viene de visita tiene cosas fantásticas, yo prefiero vivir alejado en el extrarradio y solo bajar al centro cuando es imprescindible xD
      ¡Un abrazo! 😉

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