martes, 9 de octubre de 2018

Reseña: V de Vendetta, Alan Moore & David Lloyd (Pentalogía Distópica 5/5)

En la Inglaterra de 1980 el liberalismo de la “dama de hierro”, Margaret Thatcher, iniciaba su dominio de la forma más pura: privatizando las empresas públicas y desmontando las prestaciones sociales y el Estado de Bienestar. Las manifestaciones obreras se contaban por centenares en el Reino Unido y el conflicto laboral alcanzaba sus cotas más altas, enconando el enfrentamiento tradicional entre el laborismo y el sindicalismo, y por otro lado la alianza de los conservadores con los neoliberales. Seguramente fueron estas circunstancias que vivieron tan de cerca los británicos Alan Moore y David Lloyd lo que inspiró la temática pesimista y politizada de esta obra.

Fue en 1982 cuando comenzó a publicarse V de Vendetta en las páginas de la revista "Warrior" (en blanco y negro), convirtiéndose en un cómic muy popular. Concebida originalmente como una serie abierta, esta concepción chocó contra la realidad cuando la revista quebró en 1985, dejándola a la mitad. En 1988 DC Comics se hizo con los derechos de publicación y convenció a los autores para que la terminasen. Finalmente, "V de Vendetta" se publicó en diez números (esta vez a color), y posteriormente sería recopilada en diversas ediciones en formato novela gráfica.

V de Vendetta es un cómic distópico que se desarrolla en 1997 en un mundo que ha sufrido una catástrofe nuclear. La miseria, el caos y la violencia asolan el planeta. Inglaterra consigue sobrevivir y mantener el orden gracias a una coalición entre grandes empresas y ultraderechas fascistas (el partido Fuego Nórdico) que instauran un estado totalitario. El máximo dirigente del grupo es Adam Susan, denominado “Líder”. Sentado en su despacho y gracias a un ordenador llamado Destino domina todo el país. Para ayudarle en su tarea de control se han creado varias facciones: Ojo y Oreja se encargan del espionaje, de controlar a la población con cámaras y micrófonos. Nariz investiga cualquier crimen. Boca se encarga de hablar por el régimen y, por supuesto, lanzar noticias manipuladas. Y los Dedos son los agentes de la ley. Se ha conseguido crear un estado de represión absoluta, donde a la población se le ha privado de cualquier forma de arte, de poder de decisión o posibilidad de criticar el orden establecido. La inspiración en 1984 es evidente.

En medio de este escenario aparece la figura de “V”, un anarquista revolucionario que quiere despertar a la población y declara la guerra al Estado. Es un personaje con una indumentaria muy teatral, con una capa, un sombrero de ala ancha y una máscara blanca de sonrisa permanente. La máscara está basada en Guy Fawkes, un personaje histórico inglés que trató de volar la Cámara de los Lores de Londres el día 5 de abril de 1605 motivado por la falta de tolerancia religiosa por parte del gobierno inglés, pero que fue detenido antes de poder completar su misión. Moore dijo en una entrevista que gracias a la máscara: “Podríamos mostrar una ilustración del personaje ahí de pie, en silencio y con una expresión que podría ser tanto agradable como despreocupada o incluso siniestra“. La máscara desde hace varios años se asocia al grupo Anonymous.

A través de la trama se muestra una contraposición entre dos modelos ideológico-políticos: el fascismo personalizado por el líder de Fuego Nórdico y el anarquismo personalizado en V. El fascismo se construye a través de un discurso fuertemente nacionalista (“Inglaterra prevalece”), estatalista y corporativista: los órganos del estado buscan la analogía con partes del cuerpo (el oído, el ojo, la nariz…) y el liderazgo unipersonal de la cabeza define el Destino del conjunto. El anarquismo se articula a través de un discurso libertario (“la justicia carece de sentido sin libertad”), antiestatalista e individualista, duramente crítico con las instituciones: V dinamita el Palacio de Westminster (sede del Parlamento) y el Old Bailey (sede del Tribunal Penal Central para Inglaterra y Gales), además de revelar la pedofilia del arzobispo de Westminster (máxima cabeza visible de la Iglesia Anglicana). La lucha dialéctica se presenta como una guerra.

El dibujo de David Lloyd puede parecer poco vistoso y desfasado a un lector novel, sin embargo para mí se ajusta perfectamente al tono sombrío de la trama de Alan Moore. Los fondos oscuros y las líneas gruesas se combinan con colores intensos de tonalidades vivas, creando una atmósfera asfixiante y trascendente. El negro lo invade casi todo, sólo desaparece momentáneamente durante las explosiones o en los momentos más felices de la historia de Valerie Page. Lloyd se centra mucho más en los personajes y sus expresiones que en los fondos, mucho más simplistas pero efectivos, por eso en la perspectiva hace más hincapié en los planos de transición y de detalle que en las grandes panorámicas. Hay que tener también en cuenta que los primeros números se publicaron en blanco y negro y posteriormente se le añadió el color.

Quienes han leído el cómic entienden perfectamente las razones por las cuales Alan Moore rechazó con vehemencia la adaptación cinematográfica de los hermanos Wachowski (2006) y no permitió que su nombre apareciera en los créditos. En la película hay demasiados cambios, la trama se vuelve naif, torpe y vulgar; lo peor es la brutal simplificación de los personajes, muy lejos de la complejidad y matices que les aportaba el cómic. Algo se conserva, pero lo fundamental fue extirpado sin que apenas quedase rastro: el mensaje libertario se sustituye por una defensa de la democracia institucional actual, el individuo consciente de sí mismo se diluye en una acción de masa donde el individuo queda borrado y sustituido por el conjunto, o personajes como los de Evey Hammond o Eric Finch carecen de valores y de fondo moral, parecen meras marionetas. Una adaptación lamentable, pero que al menos sirvió para que muchos espectadores descubriesen uno de los cómics más importantes y trascendentales del noveno arte.

En resumen: si aún no habéis leído el cómic y os gustó la película, os pido que dejéis a un lado los prejuicios y le deis una oportunidad. La curiosidad intelectual siempre es recompensada. Añado enlace a los cómics y también a la película.


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