
Como llevo diciendo mucho
tiempo, a pesar de todos los exabruptos aquí no va a suceder nada, habrá elecciones
anticipadas, y sí, dentro de algunos años, un gobierno de Podemos y el PSOE dará
a Cataluña más competencias, un mini concierto fiscal al estilo País Vasco,
para que PDeCAT, ERC, o el gobierno de
turno siga robando con su famoso 3%, al estilo PP, mientras los ciudadanos
mantienen su precariedad actual. Ah, bendito nacionalismo, otro infantilismo
más de una sociedad cateta a la que se manipula con facilidad con discursos hueros y posverdad, con ese toque cainita intrínsecamente español, que tanto daño nos ha hecho en el pasado.
Añado un comentario muy interesante y lúcido que han dejado en esta entrada y que no quiero que pase desapercibido:
Añado un comentario muy interesante y lúcido que han dejado en esta entrada y que no quiero que pase desapercibido:
Dentro
de los independentistas catalanes tenemos dos grupos, los enamorados, que se
creen a pies juntillas que su amor es puro y bueno, y cuya característica más
visible es la estupidez, y los embaucadores, que se dejan querer porque saben
que pase lo que pase para ellos sólo hay beneficios. Por favor, olvidémonos que
esta España cateta y caciquil (incluyendo a Cataluña) está gobernada por
corruptos, ineptos y ladrones, y no hagamos bandos de buenos y malos.
Pensemos
que los federalismos, como propone el PSOE, dividen las regiones entre pobres y
ricos, y no entre catalanes y españoles (¿cómo financiarían las comunidades más
pobres la sanidad o la educación? ¿De verdad ese sentimiento de identidad es
tan grande que se puede alcanzar la felicidad aumentando la brecha entre
pudientes y necesitados?, ¿De verdad la solución a todo esto es crear una nueva
Euskadi o una nueva Navarra?); que la separación, como proponen los
independentistas, nos vuelve a todos más pobres y miserables, haciendo que perdamos
poder de negociación en Europa y el mundo, y que nuestras pasiones más bajas
conviertan todo esto en una confrontación de miseria (olvídense los ilusos que
creen que una Cataluña independiente se convierta en algo parecido a Suiza o
Gibraltar, o que la situación de España se quede tal como está); que un
referéndum pactado no es la solución, como propone Unidos Podemos, ya que nos
deja a una mayoría en manos de la minoría ante un problema que nos afectará a
todos enormemente de forma catastrófica (independientemente que piensen con el
corazón, la cabeza o el culo, me resisto a dejar semejante decisión en manos de
otros, porque si soy afectado también tengo derecha a opinar y decidir; eso sin
contar que según la ley es un derecho que hoy por hoy tengo y que al menos se
nos debería preguntar si queremos prescindir de él); y que el inmovilismos,
como proponen el PP o Ciudadanos, sólo beneficia a la derecha más casposa que
gana rédito de la confrontación y nos retrae de nuevo a esa España de
vencedores y vencidos, estrategia muy parecida a la de los independentistas que
buscan mediante la polaridad sumar apoyos de gente moderada de izquierda, que
confunden este referéndum con democracia, y no se dan cuenta que su derecho a
decidir me quita el mío (Para mí una hacienda catalana, como tienen los vascos
y quería Artur Mas, no es el problema, el cupo pactado es lo que erosiona la
convivencia y crea las desigualdades e injusticias).
Una
vez un amigo me comparó este problema con un divorcio, me decía “Nada te puede
obligar a seguir junto a quien ya no quieres”, y aunque me hizo dudar luego leí
Campos de Níjar, de Juan Goytisolo, y deje de ver a Cataluña como una relación
fracasada, empecé a verla como parte de un todo que algunos llaman patria,
otros nación, y yo veo como un hogar, uno en el que vive mucha gente que aunque
no se conozca influye en nuestra trayectoria vital. Por eso pienso que trocear
la casa es una mala idea, ninguna de las partes será más feliz que antes de
estar juntos, y si fuera realmente una casa de lo que hablamos, la solución
sería sencilla, venderla y repartirse los euritos, pero como no lo es sólo nos
queda encontrar una nueva forma de convivir que nos deje a todos insatisfechos,
pero lo suficientemente tranquilos para seguir viviendo juntos, porque lo
importante es que podamos desarrollar nuestra trayectoria vital con normalidad:
tener una vivienda, un trabajo digno, tiempo para disfrutar, poder mantener a
nuestros hijos, darles una buena educación, poder tener sanidad, justicia,
seguridad, igualdad de oportunidades, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario