jueves, 10 de febrero de 2011

Y no he vuelto a pensar en ti hasta que no he llegado a casa y ya no he podido dormir como siempre me pasa.

Yo matare monstruos por ti, daré cuerda a tu ego, creeré en tu voz siendo nihilista, nunca te diré que no. Sabes que sólo tienes que avisar. Aunque, por desgracia, no seas mi Amelie...

Ya lo se, malograr nuestra vida es un derecho inalienable, que no implica estar alienado. Me gustaría convertirte en mi botón de Lost, ese que haga que mi vida tenga sentido –absurdo quizá- cada cierto tiempo.

Me gustaría tener hipermnesia y recordar nuestra cita perfecta, acabada, cíclica para siempre. Como una historia feliz –breve, efímera, fugaz-, en el que ninguno se pregunte que sucede después porque después no hay nada.
Ya sé que encontraras por ahí a otros mejores…

Conocí a un amigo de un amigo que quería suicidarse porque no se le ponía dura. Había probado el sexo extremo, el romanticismo, la banda sonora de los siete magníficos, la opera de Verdi, había probado las pastillas azules, también las rosas y las verdes. Había probado con putas, con vírgenes, con hombres, con animales, con objetos, con gente sin sexo definido. Antes del estertor descubrió un espejo y eyaculó sin preámbulos. Un exceso de narcisismo...

Vaya mierda, me encantaría seguir escribiendo, pero tengo un invitado en casa. Solo lleva día y medio y ya tengo deseos de ahogarle con una almohada. Tendría que averiguar cuantas personas saben que ha venido a mi casa. Necesito mi soledad, mi paz, mi tiempo para escribir. Necesito escuchar mis pensamientos. Que poderoso es el influjo del sexo, sería la única razón para compartir piso de nuevo. Pero BUEN sexo ¿eh?

Ley de la gravedad by Havalina on Grooveshark

4 comentarios:

  1. Comparto totalmente tu opinión, yo también valoro muchísimo esos pequeños detalles, y si se quiere, siempre hay tiempo. Para mi la ignorancia es la peor de las respuestas.

    Besos! :)

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  2. Otra vez totalmente de acuerdo!!!
    Y siempre suelen tener excusa, y hay quien encima invierte las cosas y termina siendo culpa de uno que no responda....
    Pero como bien dices...una para aprender!
    Buen fin de semana!!!
    Besotes!

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  3. Si eso demuestra todo lo que demuestra es una peligrosa simplificación de las cosas... peligro de juzgar el todo de una persona por la parte, en concreto, por la parte de la libertad que afecta al teléfono:

    Y es que cada uno tiene derecho a relacionarse con su teléfono como le da la gana.

    El teléfono no es la persona. El teléfono es el teléfono y las personas son las personas.

    La creación de conexiones debe llevar implícito el derecho a no estar conectado.

    Si no es así esto es un infierno de interrupciones y atenciones teledirigidas.

    No es nada personal, al menos no con nadie más que que no sea consigo mismo.

    Otra cosa es que llamen varias veces... entonces es signo de que importante y la devuelves. Y otra incluso, que haya un trato establecido de contestarse, con lo que ahí ya no se mete ni la filosofía.

    Pero cabrearse y juzgar por no cogerlo o por no contestar... es como cabrearse (y, lo que es más grave, juzgar) porque a uno le da por salir a correr por la ciudad o aficionarse al pan de centeno.

    No es cuestión de tener tiempo, es cuestión de bregar con las libertades y las tiranías consecuencia de un magnífico desarrollo tecnológico.

    Me gusta como escribes, y la canción es una de mis favoritas.

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  4. Bienvenido Señor Golfo.
    Bueno, me siento con cierta libertad para escribir, a veces sin más sentido que desahogar un tiempo excesivo de reflexión, paranoia y frustración. O en otras palabras, claro que nadie debería de enfadarse tanto por tan poco. Lo exagere porque es más afín al blog, pero también me gustaría indicarle que esto es el final de la película, la gota que desborda el vaso, el último rastro de escupitajo después de rutina de absurdeces. Es una pieza mas en el puzzle de una relación estúpida entre gente estúpida.
    Nos leemos.

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