La vida
es así, llena de maravillosas decisiones, aunque desde la atalaya del fondo de
mi vaso solo vislumbro tristeza. Podría recurrir a esa frase de nuestro
hemofílico favorito “-Lo siento;
no volverá a ocurrir.” para justificar mi
propia decadencia. Pero calculo que solo me resta una hora y media para divagar
antes de morir mientras la música, esa visión onírica del mundo soslayada por
las matemáticas, me exilia de todas esas peticiones anónimas que no sé ignorar
ni obedecer.
A veces
das una bofetada mientras la habitación huele a sexo. La cara de Jack Lemmon al
final de la película, la angustia del fracaso vital mientras la solución está a escasos metros iluminándote con su neón. Como leer “Histoire d'O” siendo virgen, como evocar un viaje sin atreverte a coger
el metro, como lubricar tu relación con veladas de estúpido quietismo ante el
televisor. Esa halitosis existencial, de finitud y mediocridad, donde Catherine
Earnshaw no existe, donde solo eres la mierda cantante y danzante resignada. Porque
me he resignado a no tenerte, a la soledad, a no ser bueno para nadie, a que
tus manos no me aten a la cama ni me acaricien, a no dejar huella en ti, a no
sentir de nuevo nostalgia por tu cuerpo desnudo. Solo quiero ser el Extranjero
de Camus, o de Houellebecq, un bucle de recuerdos en blanco y negro, un perfect day, como aquel último gemido entrecortado al penetrarte,
obviando el rencor, la decepción, la otredad, amortiguando las palabras de odio,
¿cómo te sentiste cuando se cayó tu sonrisa y no tuve interés en recogerla? Hoy
he visto una de nuestras películas.
Los aniversarios, por
tanto, suelen ser contraproducentes, bosquejos de sombras chinescas sobre el
tejado de la memoria. Cicatrices en el almanaque donde tu perfecta Bovary te
secuestra con su ausencia y no puedes evitar recordar sus mohines de niña
caprichosa, su pelo corto sin tirabuzones, su adagio de portazos. Aunque todo desfallece,
tarde o temprano, y finalmente tu pene cae fláccido supurando amistad y no
sientes esos escalofríos en la espalda que te impulsaban a poner todo tu mundo
a sus pies.
***
Mario se mete otra raya. Le deja traspuesto, como si derramara el alma sobre el libro de ilustraciones de Klimt y fuera eso lo que estuviera esnifando. Normalmente la cocaína te pone frenético, te hace huir de los espacios cerrados. Pero Mario, ese estúpido desertor de la humanidad, se aposenta en el sillón desbordando con asincronía los marasmos de su interior.
Mario se mete otra raya. Le deja traspuesto, como si derramara el alma sobre el libro de ilustraciones de Klimt y fuera eso lo que estuviera esnifando. Normalmente la cocaína te pone frenético, te hace huir de los espacios cerrados. Pero Mario, ese estúpido desertor de la humanidad, se aposenta en el sillón desbordando con asincronía los marasmos de su interior.
Mario: Hoy
una puta me ha sodomizado con un par de dedos. De forma imprevista, mientras me
la chupaba, sin ni siquiera pedirme permiso. Pero lo peor, lo más inquietante,
es que me he corrido de forma bestial.
Casimiro: Mierda.
Mario: Me
duele el culo, me han arrebatado mi virginidad. Pero ahora, en vez de sentirme
resentido, no sé, me siento más próximo a ellas, más mujer, como si pudiera
entenderlas mucho mejor después de esto.
Casimiro: Mierda.
Mario: Sé
que es un pigmento emocional muy fino, pero necesitaba compartirlo. Y ahora
permíteme hacer un último brindis: por el suicidio.
Casimiro: Mierda.
Mario:
Exacto amigo mío. Me he tomado medio bote de antidepresivos hace más de media
hora, ha pasado el tiempo suficiente para saber que no voy a vomitar. La mezcla
con alcohol me matará en una hora.
Casimiro: Mierda.
Mario:
Joder, sí, lo siento. Pero soy demasiado sensible para la situación política de
este país, tienes que comprenderme. Ya he hecho los preparativos convenientes,
he enviado a mi ex una grabación de voz con mis últimos momentos de placer en
solitario. ¿Te acuerdas del hada que llevaba tatuada? Me hubiera
gustado verla de nuevo y que por algún azar crepuscular me diera un abrazo.
También he repartido biblias y libros de autoayuda ente la gente que odio.
Casimiro: Mierda…
Mario:
Recuerdo aquella carta que me envió describiendo uno de nuestros últimos polvos…
“Tengo los pechos calientes, ebrios. Me besas como si
fueras una mariposa flotando a mí alrededor. Suena esa canción y no entiendo
porque. Estoy nerviosa. Me llamas puta, no es la primera vez, pero me haces
temblar. Me quito despacio la ropa, separo las piernas para que me veas, el
pelo se desborda sobre mi cara, sonrío con cara de niña viciosa. Me toco, me
acaricio, te muestro las ganas de tenerte dentro. Ojala estuvieras conmigo
mañana y no solo esta noche. Pero no quiero pensar en ello, solo quiero pensar
en tu polla, inmensa, llamándome. Me cuelgo de tu cuello, te beso, te muerdo, como
si estuviera ensayando un juego donde los sentimientos ya han perdido de
antemano. Te cabalgo, me duele, quizás ha sido demasiado rápido, pero se me
antoja una mezcla perfecta de placer y dolor. Grito un poco, mi mirada tiene algo de gata en celo. Te araño, te quejas y me agarras de las muñecas. Me gusta dejarte
marcas, una forma de poseerte. Noto tu mirada, no puedes aguantar más, soy
idiota pero me dejo llevar, tus dedos friccionan mi clítoris, eres un cabrón
tramposo, el orgasmo se alarga, ya no importa nada. Me miras con esa sonrisa,
me levanto y te meto en mi boca. Tan roja, tan caliente, succionando mis
propios flujos, respirándote. Noto como te tensas, tus testículos golpeando mi
barbilla mientras los aprieto con rabia, exprimiéndolos, ¿Te
gusta cabrón? Me coges como respuesta de las coletas, trenzadas para la
ocasión, y me follas la boca como a una vulgar meretriz, deslizo la mano hacía abajo
para llenar todos mis agujeros, me excita que me cosifiques, a la mierda los
feminismos, me gusta que me poseas de la forma más ruda, ya no sé correrme de
otra forma. Te vacías violentamente y me lo trago todo, te enseño la boca para que
lo compruebes pero ya estás mirando a otro lado. No importa, me tumbo a tu
lado, sé que todo esto es efímero, pero acurrucada junto a ti, escuchando como
tu corazón se va poco a poco recuperando, es cuando me siento mejor. No
suspires, no sonrías, solo quédate ahí, con los ojos cerrados, y descansa.”
Casimiro se larga,
demasiado alcohol, demasiada droga. No me ha tomado en serio. Ya ha pasado
media hora, empiezo a notar el cansancio, pero morir sin terminar la segunda
botella sería un sacrilegio. Un importante traspié en una biografía nihilista repleta
ya de demasiados fracasos. Otro problema es la sempiterna erección. Se
mantienen post mortem, imaginaos la cara del forense. Es una lástima que no
haya mujeres cerca, soy el mejor cunnilingus de todo Madrid.
Pero así suceden las
cosas, la banca gana, ¿qué mezcolanza de mierda, mis meritorios bastardos,
puedo publicar antes de la nada, como rubricar el sinestésico estertor?
Podría vivir otras vidas en las que colecciono vello púbico con el sudor blanco
del incendio del libertinaje, mientras Morrison sigue deslizándose en su bañera
de París, sombras de héroes que reconfortan cuando la náusea palpita en las
muñecas y todo se cubre de ruido y heces.
Pero todo termina aquí,
con mis labios curtidos de silencio deshaciéndose con el rocío de tu nombre,
desarropando todos los abrazos mientras mis zapatos se llenan de sangre y
vosotros, crueles clientes, apagáis el monitor sin mirar atrás.
¿No quieres o no sabes? es una lástima que esa excelente prosa no pueda cruzar fronteras...
ResponderEliminarLo sé, lo sé, te debo un post sin tacos y sin sexo. Me tomo un descanso del blog pero a la vuelta cumpliré esa petición.
EliminarFeliz semana Dulcinea.
Sigues vivo? Espero que sí, me gusta cómo escribes (uh, me ha quedado un poco... zorra egoista, juas).
ResponderEliminarGracias por el post de sexo. Casimiro...aportar aportar... más bien poco.
La decisión de los libros,... genial.
Bueno, si sigues vivo: sigue escribiendo, me hace feliz leerte (de un modo extraño).
Si has conseguido suicidarte: descansa, y hasta la vista, XD
Besos ¿Mario?
Ja, ja, me gusta eso de zorra egoísta. Mi suicidio es lento por eso sigo vivo, pero necesito un descanso, la combinación de alcohol y blog decadente está acabando con mis reservas anímicas,
EliminarEstaba vago con el diálogo de Casimiro, el problema con las conversaciones es que a veces solo interesa lo que dice un personaje…xD
Mario. Correcto. Me alegra el aporte de extraña felicidad. Besos ;)
Alcohol, nostalgia, abatimiento y, creo que, mucho tiempo libre. Me gusta, Rorschach, pero lamento tu dolor. Parece que esa ex te ha dejado marcado, se lo pone difícil a la próxima que te quiera conquistar.
ResponderEliminarFeliz semana.
Lo más extraño de tu comentario es que me llames “Rorschach” ¿sucede algo?
EliminarLo demás…pues francamente, lo único que indica este post es que me repito demasiado con los temas.
Feliz vida.
Me has provocado una visión. Tomar un cóctel de ansiolíticos y barbitúricos, ponerse a cuatro patas y morir llorando mientras una prostituta barata me sodomiza y me insulta en el suelo de un callejón nocturno. Increíble. De libro.
ResponderEliminarJa, ja. Bueno, eso suena como una versión 2.0 del post. ¿Qué puedo decir? No me gusta inspirar tanta sordidez, pero ¡maldita sea! Mejor eso que nada.
EliminarBienvenido.
Genial. La primera parte es para un aplauso.
ResponderEliminarUna mejor que la otra, Rorschach. Gracias.
Ah, y cambiaste la letra del título del blog :)
Saludos!
No he cambiado nada, no sé porque lo visualizas ahora diferente, cosas de blogger asumo.
EliminarPor eso me gusta variar en el mismo post con varias cosas. Aunque no lo consiga realmente nunca.
Gracias a ti por leerme, faltaría más. Un saludo, te deseo una buena semana.
A lo mejor no entiendes nada de este comentario. Lo siento, siempre escribo lo que me sale y...¡¡a saber!! podría decirte que “no va a volver a ocurrir” jajaja pero nunca miento:))
ResponderEliminarVerás, creo que eres un incrédulo, como Heathcliff y como el Sr. Meursault, has supuesto que ibas a ser ajusticiado ( nada de suicidarte:-) ¡¡te pillé!! jajaja y va a ser que no... por esta vez, te equivocas, esas cosas sólo las hace Casimiro que se lo pasa en grande de killer y además ahora de cocainómano ¡¡vaya joya!! :)) Desde luego yo no mato, ni moscas :)) Te dije que pusieras lo que pusieras de menú, comeríamos como benditos ¿ves como eres un incrédulo? a mi no me va la sobre saturación de sexo/gore/Killer, lo sabes...pero ese es el plato del día aquí, el cartelito estaba desde el primer día y además de que esta es tu casa, si lo que leo me parece de verdad y además el roscón de reyes esconde sorpresa e intríngulis...me vale. Mi lealtad está asegurada, aunque eso a ti te de igual. Lo dicho, comeré lo que me pongas...bueeeno cualquier cosa menos fast food o feederism, con eso, lo siento, no puedo, pero por lo demás aguanto lo que sea ¡incluso que últimamente me dejes tirada siempre! aunque ahí, cuidadín ... tengo muy poca tolerancia al dolor o... ¿era eso? ¿ en realidad eras tú el killer esta vez? ¡¡avísame si es así!! si es posible, me pido muerte rápida ¿lo ves? esto tiene suspense sieeempre hasta el final jajaja
Un beso M ... conste que sigo diciendo que el universo es infinito ;-)
¡¡Feliz semana!!
Bueno, tienes razón, hay cosas que no he entendido de tu comentario…xD
EliminarA mí me encanta tu lealtad, y que te lo comas todo, como una buena chica. Fíjate si estoy complacido que no voy a hacer los típicos chistes sexuales.
Aquí entramos en la parte que no entiendo ¿te he dejado tirada en algún momento? xD Nah, pequeños equívocos de la red, si precisamente busco una mujer como tú que me salve de la decadencia y me coja de la mano para hacerme coparticipe de la belleza de la vida en toda su maravillosa extensión.
¿Y muerte rápida? ¿killer? Tú te refieres a la petite mort, pillina, pillina. Bueno ya la hablaremos por privado. Disfruta de la semana. Un beso.
Qué bonito es el amor ay¡
ResponderEliminarBesitu
Ja, ja, supongo que sí, ya solo lo vislumbro en las películas ;)
EliminarPetons...
Ingenioso de principio a fin, con ese final que deja caer un to be continued, y no me parece mala opción una reencarnación en ese coleccionista; si como música de fondo se escucha a Jim Morrison, yo sería capaz de soportar su muestrario de cabellos diversos..
ResponderEliminarUn beso, todo placer.
Vaya, vaya, no sé puede cuestionar el excelente gusto de mis seguidoras cuando adoran The Doors y a Jim Morrison. Excelente.
EliminarHabrá más reencarnaciones, el blog continua y todas quieren jugar a la ruleta rusa. Besos llenos de placer.
Lo de derramar el alma sobre un libro de ilustraciones de klimt... ufff ahí me has dado pequeño Bukowski!xD
ResponderEliminarBesos.
Sé atacar vuestros puntos débiles ¿qué creías? Está todo pensado al milímetro.
EliminarPetons.
Este texto tiene retazos de muchas de tus anteriores entradas... me gusta.
ResponderEliminarUn beso predicador cachondo
PD: Acabas de pervertirme maldito. Leyendo esta entrada se me ha ocurrido una entrada que ya publicaré cuando termine los exámenes finales (sí, dije finales, me quedan OCHO exámenes para terminar definitivamente mi etapa escolar). Eso si consigo contener las irreprimibles ganas de escribir... Besos
Pero chiquilla, sí publicas prácticamente todos los días, si estás siempre la primera en mi listado de blogs, apenas me da tiempo a ponerme al día…xD
EliminarBueno, ok, echa las culpas de las fantasías literarias de tu mente calenturienta a un pobre decadente, asumiré las culpas ;)
Luego viene la universidad, me temo que tu calvario estudiantil solo acaba de empezar, ja ja ja
Besos nínfula…
Sublime. Creo que no hace falta decir nada más.
ResponderEliminar