Cuarenta y cuatro poemas,
ciento doce páginas y varios meses de planificación. Ese es el resumen corto.
El
resumen largo es que tenía ganas de seguir implicado en proyectos literarios
después de terminar la novela y, tras pensarlo un poco, me decidí por dos diferentes:
un ensayo de videojuegos, que sacaré en un par de meses si todo va al ritmo
actual, y un poemario. Ahora toca hablar del poemario; si alguno me lee desde
hace tiempo quizás recuerde que hace unos años saqué uno, pero a pesar de estar
más activo por las redes sociales apenas le di publicidad. La principal razón es
que no estaba satisfecho con el resultado: la maquetación fue una auténtica
chapuza, y los poemas de mi colaboradora provocaban cierta disonancia en el conjunto de la obra, careciendo muchos de ellos de una mínima calidad. Mi parte también tenía errores,
sobre todo por pura indolencia, y esa es una de las cosas que he intentado
corregir. Se podría considerar a este nuevo poemario una merecida y necesaria
redención literaria.
Cuando
hablé de mi novela di muchas explicaciones y rodeos para aclarar que no era el
material al que estabais acostumbrados en este blog, pues bien, este poemario
es justo lo contrario, una especie de destilado decadente y lírico del blog. Si
lleváis muchos años leyéndome os sonarán algunos poemas, al igual que si comprasteis el primer poemario. Pero debo aclarar que no
es una mera reedición con más material, o una recopilación de entradas, se
trata de una total reescritura en busca de la excelencia, la palabra y cadencia adecuada, de desechar mucho material y quedarme solo con el núcleo
abismal, y de buscar nuevas obsesiones y visceralidades autobiográficas. Al
final resulta que soy bastante perfeccionista, quizás mi peor enemigo en algunos
momentos de la escritura, por lo que puedo afirmar con rotundidad que, aunque os suene el
envoltorio, el interior es mucho más complejo y rico en matices.
Dicho lo cual, para los que vengan por azares de Google
o no lleven demasiado tiempo leyendo este blog, el resumen temático del
poemario sería: partes autobiográficas, decadencia, sátira social y política, la reconciliación
existencial que ofrece el arte, sexo, y, sobre todo, esa pequeña muerte emocional
que representa el desamor, tema que siempre me ha obsesionado. La maquetación me ha llevado más tiempo del que
pensaba; un poemario es más sutil que una novela, hay que analizar bien el
orden de los poemas, las pausas al pasar de página, su cadencia, la necesidad de
comas, puntos o cortes en su métrica. Es algo complejo, incluso diría que
intelectualmente extenuante. En cuanto a la imagen, puede parecer demasiado
típica o sobria, la soledad del escritor con un fondo gris, pero me la encontré
en un banco de imágenes y me pareció perfecta para lo que pretendía representar.
Podría
haberme motivado con una versión digital, pero he puesto un precio bastante
bajo a la edición en papel, 7.95€, y a diferencia de una novela, un poemario
por tamaño y páginas es bastante cómodo de leer y llevarte fuera de casa. Os dejo el enlace (AQUÍ), pero también podéis pulsar en la imagen del lado
derecho y os llevará directamente a la página de Amazon. Sé
que tengo el blog abandonado, aunque, en realidad, no he parado de escribir casi
todos los días, pero voy a
intentar, una vez acabe mi otro proyecto, volver por aquí y actualizar más a menudo. No sé exactamente cuál será mi tono, o los temas que trataré, en medio de una pandemia todo parece tener menos importancia, me siento un poco desubicado cuando abro
Blogger, como si hubieran pasado eones desde que escribía reseñas o poemitas
intensitos sobre mi última musa desaparecida.
En
cualquier caso, lo dicho, espero que alguno os animéis a comprarlo y que os
guste. Un abrazo a todos, y mucha suerte para este oscuro 2021.