la encrucijada sin espuelas no es un mal lugar donde dormir
el premio de la vida a veces es morir
sin que la esperanza te torture demasiado
saltando de vacío en vacío
entre precipicios llenos de copos de nieve
y minutos medidos con compás.
Y todo sigue su curso…
feliz jugueteando con el Musgo de mi ruina
incapaz de soltar el Puñal enamorado de la herida
tal vez por eso no me atraiga el Paraíso.
Pero no quiero resultar dramático
todo es una cuestión de perspectiva
de fijarse en otros matices
como el Silencio jugando su partida de ajedrez con la Muerte buscando
las tablas
y el Viento acunando el alma desnuda del bosque con su nana poética de
rocío helado
o tu Recuerdo de cursiva cayendo como un ovillo y esparciéndose por el
suelo
mientras el Gato lo mira con codicia y piensa en la emboscada con su
corazón de niño eterno…
Quizás el problema es que todos creemos tener aptitud de pájaro
cuando la mayoría sólo somos abrigos de arcilla cubiertos de vértigo
por eso lo importante es recordar
que siempre
siempre
existe cierta redención en los besos.
existe cierta redención en los besos.