Es una buena frase de servilleta. Me gusta este anzuelo para
ti, mi lector, creo que es básico intentar que sintáis algo, aunque sea asco,
desde la primera línea, es la única razón lógica que me impulsa a quitar la
música, abrir otra botella, y vertebrar toda mi locura sobre el teclado.
Buscando la metáfora del orgasmo en la sonoridad musical de las palabras,
buscando esa pausa de talento que rompa tu imperturbabilidad. El Marqués de
Sade escribía desde el manicomio por pura necesidad, lo único que le excitaba
eran sus textos, Bukowski para permanecer cuerdo. Una mezcla de esto, quizás
ahuyentar la diacronía, la soledad, el miedo.
Fundido en negro. Acción.
Estoy en un bar bebiendo de madrugada, cosa insólita,
porque no me gustan estos escenarios, no tolero la compañía. Pero aquí la gente viene a estar sola, huyendo del
asco, de esa cocina a oscuras donde bebes mientras escuchas el siseo del
quemador de gas abierto. Estaba pensando que el derecho al suicidio es más noble
que el derecho a amar, por perdurable, por el simple hecho de que de que solo
te puedes suicidar una vez, pero amar, eso es repetitivo, constante, te mutilas
para sobrevivir, pero sigues adelante.
De todas formas muchos ya estamos muertos, ostentamos un simulacro de vida, el hecho de no estar en un ataúd con dos metros de tierra por encima es solo un detalle sin importancia. Los gusanos empezaron primero con los sueños. Y tu inocencia. Lo sé, estuve ahí. Como hablar sin que nadie te escuche. Cada vez más difícil la tarea de inventarte/levantarte un día más, al absurdo de trabajar, de moverse, de respirar, de tener planes que no sean el presente puro, imbuido en el Ennui. Pienso en mi padre, ese ser intangible que no conozco, arrastrando su vida ajeno a mí. Es difícil vivir sin una figura paterna, sin ningún ejemplo cerca de ti. No sientes pertenencia, no sabes realmente cómo comportarte, imitas como hacen todos, pero tú, sin embargo, te sientes un fraude, te cuestionas cada acto. Eres como esas escenas eliminadas en las películas que aparecen como extras en el dvd. Y entiendes esa decisión porque lastran, porque rompen la buena continuidad de la trama, innecesarias. Un error. Mi madre debería de haber abortado.
De todas formas muchos ya estamos muertos, ostentamos un simulacro de vida, el hecho de no estar en un ataúd con dos metros de tierra por encima es solo un detalle sin importancia. Los gusanos empezaron primero con los sueños. Y tu inocencia. Lo sé, estuve ahí. Como hablar sin que nadie te escuche. Cada vez más difícil la tarea de inventarte/levantarte un día más, al absurdo de trabajar, de moverse, de respirar, de tener planes que no sean el presente puro, imbuido en el Ennui. Pienso en mi padre, ese ser intangible que no conozco, arrastrando su vida ajeno a mí. Es difícil vivir sin una figura paterna, sin ningún ejemplo cerca de ti. No sientes pertenencia, no sabes realmente cómo comportarte, imitas como hacen todos, pero tú, sin embargo, te sientes un fraude, te cuestionas cada acto. Eres como esas escenas eliminadas en las películas que aparecen como extras en el dvd. Y entiendes esa decisión porque lastran, porque rompen la buena continuidad de la trama, innecesarias. Un error. Mi madre debería de haber abortado.
De pronto siento su mirada atravesándome al otro lado de
la barra. Es del tipo de mujer que provoca guerras, siglos y siglos de hombres
matando, muriendo por algo así. Labios entreabiertos, pechos perfectos para las
manos de un hombre, esbelta, bien proporcionada, elegante aunque deje ver un
muslo enloquecedor de forma casi casual. Zapatos de tacón alto que la encumbran
como una figura de mármol. La invito una copa. Se llama Helena. La conversación
fluye.
Llegamos a su casa. Parece que vive sola. Un piso
pequeño, dos habitaciones. Hay pocos detalles personales, ni siquiera una foto,
como si estuviera de paso. Aun así transmite cierta calidez, sensación de hogar.
Desaparece en el baño durante un rato. Tiene muchos libros, aunque todos
parecen nuevos, sin uso. Cuando sale lleva un albornoz y el pelo recogido. Se
sienta en el sillón junto a mí con las piernas cruzadas y pone música en su
portátil. Seguimos bebiendo, la conversación no languidece, simplemente
flotamos en los silencios, magnetizados por los pequeños gestos, es un baile
donde cada uno interpreta su papel. Ella actúa como un gato, perezoso,
impredecible, sin traslucir demasiado, manteniendo el misterio, hasta que finalmente
decida acabar con su presa. Yo me refugio en el adalid del caballero romántico
mantenido cierta distancia, pero realmente lo hago porque no creo que se me
vaya a poner dura. Estoy demasiado intimidado, agarrotado. El hueco que ha
dejado mi autoestima me hace creer en la magia cuando descruza las piernas y se
acomoda más cerca de mí. Cada vez bebo con más ansiedad.
El accidente se acerca cálido y sensual, su aliento me
cosquillea la oreja y el cinturón de seguridad de su albornoz cae al suelo. Nos
besamos, sus pechos caben perfectamente en la palma de mi mano como pensaba, le
deslizo parte del vino por la boca para envilecernos más. Está totalmente
desnuda, y empiezo a lamerla, tiro suavemente de los pelos de su pubis mientras
acaricio con la lengua sus labios. Me acerco a su clítoris, quizá sea demasiado
pronto pero necesito adorarlo, pongo la punta de la lengua dura y me enrosco a
él mientras uno o dos dedos entran en su coño sonrosado. Escucho sus gemidos,
aún conservo ciertas pinceladas del talento a lo Van Gogh aquí abajo, succiono
su clítoris bañándolo dentro de mi boca con saliva y juego con la lengua,
moviendo en espirar, de un lado a otro. Me aprieta la cabeza con las piernas,
no puedo escucharla, pero noto como tiembla, como acompasa los movimientos de
mis dedos con su cuerpo. Joder, estoy cachondo. Muy cachondo. Aumento el ritmo
y se corre en mi boca entre pequeños espasmos.
Quiero metérsela ya, pero no me deja, primero me la
quiere chupar: “Eres una zorra agradecida, así me gusta”
Ella asiente con placer, es de esas que le van el rollo
sucio y encima te la chupan mirándote a los ojos. Sigo bebiendo, empiezo a
sentirme algo descontrolado. La besuqueo un poco y fricciono mi polla contra sus
tetas. Tiene un cuerpo magnifico. Sigue dándole durante varios minutos, y se
toca mientras lo hace. Me hace un buen repaso en los bajos, me acaricia los testículos
con la fruición de puta de elite.
La pongo a cuatro patas, le cojo las manos por la espalda
y con la izquierda le empiezo a meter el pulgar por el culo. Dejo que mi polla
tantee y se vaya abriendo camino. Encuentra la abertura y entra. Un coño excelente,
prieto y húmedo. Dejo que mi polla se acomode sin moverme. Ella se contonea
pero sigo quieto. Un pequeño truco. Después, retiro la polla, espero, y vuelvo
a meter la punta y una pequeña parte del rabo lentamente.
Helena: “Venga, por favor, fóllame. Por Dios”
Sigo magreándole el reborde, sacando la punta y
volviéndosela a meter lentamente. Me grita, pero está más cachonda que nunca, a
punto de reventar. Al final empiezo a follármela duro. La trato como una
muñeca, sin sacarla la tumbo y nos ponemos de lado, luego la levanto y me la
coloco encima. La verdad es que sabe moverse, pero quiero alargarlo lo máximo
posible. Al final no puedo más, me pongo encima y la incrusto contra el
cabecero de la cama con diez o doce embestidas que nos dejan sin aliento.
Me palpita la polla, desde luego la chica sabe apretar. Va
un momento al baño y casi me quedo dormido, no siento esa necesidad de huida o dejadez.
Cuando vuelve me da un leve beso y se acuesta dándome la espalda. No se ha
puesto las bragas y cuando escucho su respiración relajarse me aprieto contra
ella, la tengo medio dura. Follo bien, pero me dejo llevar por la emociones. No
tengo término medio. Quiero volver a entrar en ella pero no me atrevo a
despertarla. Me levanto, sigo bebiendo una hora más. Al final me quedo dormido
en el sofá.
Cuando despierto ha dejado una nota, deja clara la necesidad
de mi ausencia cuando vuelva del trabajo. Mierda, tendría que haber intentado
ese segundo polvo.
Estoy horriblemente cachondo, a pesar de mis treinta y
cuatro hay ocasiones en las que tras una borrachera me despierto con una
erección dolorosa, molesta, inaudita. Como si volviera a ser un adolescente con
poluciones nocturnas. Veo esta enorme verga y me asusto a mí mismo, joder, que
potencial, que enorme masa de carne desperdiciada frustrada por las veleidades
femeninas. Un milagro palpitando con vida propia, ¿Qué puedo hacer?
De pronto veo su zapato rojo de tacón, increíblemente
erótico. Soy un hombre de pechos, pero reconozco que un buen culo realzado por unos
tacones es irresistible. Meto mi polla en él y empecé a frotarme, me lo empiezo
a follar, quiero que disfrute, que se corra conmigo. Lo giro, me fricciono con
la tela del empeine. Sigo así un buen rato hasta que vislumbro un fogonazo de
color debajo de su cama: sus braguitas. Dios existe y soy su elegido. Las
recojo y me tumbo en la cama. Primero las huelo, y ya embriagado empiezo a
masturbarme con ellas. Resulta glorioso, nunca había eyaculado tanto en mi
vida. Joder. Estoy totalmente vacío, mis pelotas has descargado toda su funcionabilidad
por semanas. No hay nada más hermoso como regalo de despedida, como prenda de
amor, que unas bragas empapadas, encharcadas de semen.
Pero me sobrecoge la tristeza. El orgasmo masculino te
convierte en un nihilista físico, las mujeres siempre quieren más y más pero a
nosotros nos sobrecoge la necesidad de huir. Supongo que ahora ya solo queda
volver al viejo placer del cinco contra uno mientras escucho los lamentos
espartanos cayendo por el precipicio de la soledad. Mierda.
De pronto Noemi abre la puerta. Joder. Nos ahorraremos
los gestos de sorpresa y los diálogos estúpidos, esto se ha convertido sin mi
permiso en un post erótico. Es la hermana de Helena y representa ciertas
fantasías con mujeres pseudo intelectuales.
Se empieza a desnudar y en los matices se nota lo desaprovechada que esta. Esto le sucede a muchas, no
hay mujeres excepcionalmente feas, simplemente no se sienten deseadas, nadie se
las ha follado con la intensidad adecuada y se abandonan al desaliño estético,
subliman toda su libido reprimida volcándose en su carrera profesional, sus dos
gatos y en desarrollar un nulo sentido del humor los domingos por la tarde. Un
mal endémico. El caso es que la tengo desnuda ante mí, desgraciadamente no sabe
chupar una polla, aunque lo considero una torpeza normal. Pero tiene un
clítoris enorme y no se queja cuando la introduzco tres dedos por el culo.
Porque seamos sinceros, después de la pequeña epopeya con la ropa interior de
su hermana lo único que me pone cachondo es saber que la voy a sodomizar. Y
ella supongo que está harta de escuchar a su hermana follar al otro lado del
tabique y se va a mostrar complaciente.
Me la follo un poco con la lengua, y ella empieza a poner
en marcha mis improvisadas lecciones de garganta profunda. Podríamos
enamorarnos sin llegar a mirarnos a la cara, solo intercambiando placer. Pero
lo cierto es que me encantan sus pechos, grandes, enormes, increíbles, los
chupo, los froto contra mi polla, me masturbo con ellos, los muerdo…sus pezones
se convierten en dos nuevos clítoris. Joder, ya no es una mujer, son dos pechos
que llenan toda la habitación con su carne. Pero todo lo bonito acaba y Noemi
coge mi pene y se lo mete. Aquí ya no entran técnicas, da igual, no voy a
conseguir correrme, me limito a alargar la mano hacía la botella y a esperar.
En el fondo todo esto tiene algo de vulgar, de ingenuo, de ridículo. Un
trámite, ¿Qué somos? Simples animales que se masturban ante los espejos que
crea la naturaleza, solo hemos cambiamos el nombre del juego. Pero ya sabes cómo
son las mujeres, tienen ego, se percatan de todo. Noemi se posiciona arriba,
balanceando con deleite sus tetas, sube hasta dejar aparecer el glande y luego
¡Pam! baja con fuerza. Prácticas peligrosas para la integridad de mi pene. Pero
mira, que cojones, la chica merece toda mi implicación, que encienda la luz
–metáfora- y me deje llevar. A los cinco minutos ya estoy corriéndome con tanta
intensidad que casi me ahogo dentro de ella. En el fondo es un ejemplo claro de
lo pequeños que somos en comparación con las mujeres. Son tan superiores que
solo es cuestión de tiempo que la esclavitud se imponga, y por mi parte genial:
me vendo por un par de orgasmos.
Me descabalga y pregunta por el condón mientras se pone las
bragas. Ahí asumo que el romanticismo ha acabado. Bueno, así son las cosas. Me duele
la polla, tengo el vientre empapado por sus flujos, este es sin duda el olor
de la victoria, no el napalm. Me levanto, y nos despedimos. No le doy ningún
beso, no sé por qué. Supongo que me hubiera gustado ser ese alguien especial
que la ame, la orgasme durante medio siglo, no quiero terminar en una
habitación fría y desahuciada convertido en comida para perros. Pero quiero el
pack completo, quiero, al menos al principio, estar “hasta las trancas”,
enamorado. O como queráis llamarlo. O
sea que me visto mientras ella se ducha. Cojo el IPod, busco la impostura, le
robo un cigarrillo aunque no fume y le dejo en una servilleta un par de
estrofas de Nick Drake como despedida, a fin de cuentas ella me ha dejado
entrever parte de su misterio. Salgo por la puerta en busca de algún bar, como
una estúpida epanadiplosis, pero me rindo ante el frio siberiano y cojo un
taxi.
Madrid es una puta, eso lo sabemos todos, insensible,
sifilítica, una vagina demasiado grande y reseca en la que es imposible
disfrutar. Barcelona me agrada más. Y las catalanas. A pesar de las malas
experiencias. La vuelta a casa es mortal, estúpida, irreal. Llego a casa y cojo
la botella de vino, sé que la resaca va a ser brutal pero no puedo evitarlo.
Pongo a Beethoven de fondo e intento follarme al suicidio. Como decía Bukowski:
el aguante es más importante que la
verdad. Solo es un poco de soledad intrascendente, estupidez trasnochada
que busca algo en el contexto
equivocado. Os utilizo en mi error.
Divago sobre mis muñecas y pienso ¿Por qué no? Y aunque no me gusta el dolor me corto. Un poco. El
antebrazo. Nada serio. Y es divertido. Me quita el aturdimiento. Dolor físico
mejor que emocional. Estoy loco. Estoy solo. Es lo mismo.
El silencio es tóxico. Pongo Radiohead. Y pienso en Laura, Patricia. Domi, María, Alba.... En todas ellas. O quizás en ninguna, y sólo me masturbe con el concepto de su posibilidad porque su realidad me terminó aburriendo en el pasado. Todo es un hermoso y estúpido fiasco, como tú, buscando cariño mientras utilizan sin piedad tu romántico coño como un kleenex usado. No puedo ayudarte en eso tampoco. Soy alguien confuso, quizás enfermo, que levanta su mano derecha adoptando la forma de un arma y apunta a la luz de tu sonrisa.
El silencio es tóxico. Pongo Radiohead. Y pienso en Laura, Patricia. Domi, María, Alba.... En todas ellas. O quizás en ninguna, y sólo me masturbe con el concepto de su posibilidad porque su realidad me terminó aburriendo en el pasado. Todo es un hermoso y estúpido fiasco, como tú, buscando cariño mientras utilizan sin piedad tu romántico coño como un kleenex usado. No puedo ayudarte en eso tampoco. Soy alguien confuso, quizás enfermo, que levanta su mano derecha adoptando la forma de un arma y apunta a la luz de tu sonrisa.
Me voy a la cama. Hoy no existo. Aún hay demasiada luz.
Mi más sincera enhorabuena. Su relato me ha impactado bastante y enriquecido (respecto a lo que al tema del placer de la lectura nos ocupa ). Para ser le sincero tan solo soy un chaval de diecisiete años (muy verde e inmaduro en el arte del relato) que le ha llegado tocar la fibra sensible. La manera en la que relata y deja expresado sus pensamientos en él, podría decirse que son hasta sucios pero...¿qué es el sexo si no se hace sucio? No se tome la palabra "sucio" por su mal significado. Yo (por mi personalidad) soy algo reservado en mis relatos, en cambio usted no teme a expresarse en su plenitud. Una vez más le aplaudo por su sencillez a la hora de dejar que nuestras mentes reproduzcan esas imágenes. Un saludo. Una gota.
ResponderEliminarPD: no pretendo ocupar tiempo de su vida forzándole a nada pero una crítica (y dado su experiencia) no vendría mal. http://laultimaparadadeltren.blogspot.com/2011/12/no-llevaba-mucho-tiempo-en-aquella.html
Gracias por tus palabras, si tuvieras vagina ahora estaría llorando de la alegría. Es broma. Me hace gracia lo de la “experiencia” claro que me pasaré por tu blog y te comentaré, pero no te tomes nada de todo esto en serio, ¿tienes 17? Joder, yo tengo el doble ahora mismo, seguramente en dos años escribirás mejor que yo, cosa que no es nada complicada, o sea que déjate llevar, no hagas como yo, segundas versiones descafeinadas porque me gustan más los comentarios que el texto en si…xD Y ya está, son blogs, si te gusta escribir escribe lo que se te ocurra y lo demás es ganas y echarle tiempo.
EliminarPero bueno, que me gusta haberte tocado la fibra sensible con el sexo sucio. Coño, ¡claro que sí! Esa es la idea. Y mañana ya veremos.
Un abrazo.
Uf.
ResponderEliminar¿Y ahora qué?
Estoy de guardia, ¿sabes?
Esto no se hace.
Ja, ja. Chica inteligente, coge lo que le gusta y disfruta con ello. Porque en el fondo lo has disfrutado, a pesar de que el autor solo sepa dejarte a medias. Es lo malo de la literatura asumo. La noche es joven, busca un noctívago y viólalo.
EliminarUn beso casto, puro, metaliterario, y con regusto anónimo.
Madrid es una puta, no hay más verdad. Reseca, vieja y facilona. Y tú desayunas viagra fijo.
ResponderEliminarAsí eres. Quieres el pack completo. Y la esclavitud es cuestión de tiempo. Date cuenta: ellas están tomando el control. Siempre lo han tenido, pero ahora no lo esconden. Somos y seremos carnaza de leona. Es inevitable.
Confieso que he empezado a leerlo desganado, pero no sé cómo, siempre acabo inmerso. Buen texto.
Un saludo
Madrid no tiene alma, no creo que puedas sentir nostalgia de ella.
EliminarTeniendo en cuenta mis actuales horarios, cuando la gente desayuna yo aun estoy abrazado a mi botella....xD
Ellas....sí. Ya es una realidad.
Lo empecé a escribir desganado, no quiero editarlo, pero la parte erótica es lo único que merece la pena.
Un abrazo, gracias por el comment.
BANG.
ResponderEliminarBravo.
:)
EliminarUn abrazo.
¿El derecho al suicidio? Cuan fácil resulta escribirlo...Dices estupideces, ibas muy borracho por lo visto, un error, mi madre debería haber abortado... menudo gilipollas eres, ¿estoy agradable, verdad? cosa de la ovulación.
ResponderEliminarComprendo lo de la figura paterna. Mi padre se intentó sucidar cuando tenía 18 años, no son cosas para ir contando en un blog, pero total, el anonimato me cubre las espaldas.
Respecto a las lineas de descripción erótica (oh, sí, sí, cuanta redundancia)
¿Tacones? jaja, soy más de deportivas y pechos pequeños.
Esto... deja de ver porno que te está afectando a la escritura, aunque he de reconocer que sería un buen guión para las pelis de ese género.
"Pongo a Beethoven de fondo e intento follarme al suicidio." ¡Serás poeta!
Espero que el despertar en las tinieblas te recomponga. Un abrazo y espero que no te haya ofendido mi brusquedad...
Ja, ja, joder, y eso que no ves las primeras versiones de mis posts, 100% decadentes, misóginos, machistas, brutales. Luego pienso "no, no Rorschach, que solo te leen mujeres, y te gusta que les guste, rebájalo...mete algo de filosofía de tocador, para disimular al menos"
EliminarLa verdad es que si, música exquisita, dos botellas, y un excelente nuevo libro de mi ídolo, cogí una buena. Lo del suicidio no voy a responderte, primera causa de muerte por encima de los accidentes de coche, siete u ocho al día. Nadie habla de ello. Siento lo de tu padre, pero eso existe, no va a desaparecer porque lo escondamos debajo de la alfombra. Pero es una pulsión más pura que el amor, solo divagaba. Lo del aborto, pues mira, quizá me hubiera hecho un favor.
El sexo es redundante, ya sabes: golpes de cadera…xD
No me ha gustado eso de deportivas y pechos pequeños, reconozco que soy de tacones y pechos grandes, bueno, no hay nada que reconocer, se nota mi excitación en algún momento del texto. Porque si en algo afecta a mi “escritura” la pornografía es en crearla, sino fuera por esas mujeres haciendo cosas tan maravillosas en mi monitor habría perdido la fe en la humanidad….xDDDD
Lo de Beethoven era la frase para ganarte, para evitarme todo el comentario, pero veo que no ha surtido el efecto deseado. ¿te ha gustado la canción del tango? Cosas nuevas.
Vengo de trabajar, estoy más jodido que antes.
¿Brusquedad? ¡Se me ha puesto dura! Lástima que ya no estés soltera, si te dejase poner la banda sonora de nuestros encuentros seguro que podríamos llegar a entendernos…xD
Besos guapa.
Luego te quejaras...
EliminarEstas preparado para que te lleguen muchos mails? de mujeres esperando ser las protagonistas de tus entradas?
Si quieres te hago de secretaria y te paso solo lo interesante y a menos de 200km de casa.
La entrada no ha estado nada mal, te has vuelto multiorgasmico ;-) si lo llego a saber te digo el truco antes.
Un beso.
Ja, ja, hay elipsis entre cada orgasmo, pero cualquier truco siempre es bienvenido, a fin de cuentas soy un baby sexual comparado con vosotras…xD
EliminarYa sabes cómo funciona mi blog, mucho flirteo, mucha tensión sexual, pero aquí nunca resolvemos nada más allá de algún comentario amable. Bueno, mejor, ya sabes como soy en el fondo, todo impostura y timidez, luego lo paso mal…xP
Un beso guapa.
Una palabra: desinhibida
ResponderEliminar¿En su casa o en la mía? :)
EliminarUn abrazo.
Ains, no quiero contribuir a esto de la tensión sexual eh? xD
EliminarDemasiada Luz Para Vivir, Despertadme Mañana, Algo Se Ha Fundido En Mi Cerebro...
ResponderEliminarJajaja, eres terriblemente entrañable...
Me ha gustado mucho tu cuento, me hiciste sonreír en la parte del sexo con los zapatos.
El final.. Decadente y melancólico. No me gusta sentirlo pero yo también suelo tener esa sensación
Besos mi predicador libidinoso
El sexo con el zapato es lo mejor, si te digo la verdad yo también me reí bastante, y con lo de las bragas también...xD
EliminarBesos guapa nínfula.
Hey, yo quisiera leer esas primeras versiones. El post con el que te conocí sigue siendo mi favorito, aunque tenga dura competencia... Déjate de intentar agradar al público y escribe esas barbaridades que se te pasan por la cabeza, por el pene, por los dedos... si buscas la satisfacción del comentario emocionado es mucho más intensa si el post ha sido más tuyo...
ResponderEliminarQuiero contestarte pero no consigo dar con las palabras exactas, es lo que me sucede siempre cuando salgo del trabajo, pierdo más neuronas allí que con dos botellas de vino.
EliminarRealmente las primeras versiones de mis post son paranoias ilegibles llenas de repeticiones y con demasiada exposición, ese es el problema. El tener público me coarta un poco, a mí me gustaría hacer como muchos otros y soltar mis banalidades diarias, sin repasar, ni grandes metáforas. Y suena divertido, pero me gusta más el punto medio, mostrar subrepticiamente en mis relatos retazos que son espejos de mi memoria...xD
Porque aunque hay veces que me apetece escribir, no sé, de mi padre…de la mierda de mi trabajo, de los no-cambios, de…chorradas como una compañera de trabajo, o detalles de mi ex, o sueños que he tenido hoy, o de la chica de la fnac, al final mi blog no va de eso, no me sale. Prefiero desahogarme en un doc privado en el ordenador. Pero cuando lo he hecho no ha sido lo mismo. Me gusta también el proceso de repasarlas cosas, de escribir metaforas con cierta enjundia, de poner una foto o una canción, ser exigente con la plasmación de los pensamientos. Es divertido, por ejemplo, coger el texto que escribí el viernes medio alcoholizado, que ni siquiera me acuerdo de porque o como llegue a ciertos párrafos, y transformarlo, borrarlo, equilibrarlo. Al final siento que pierdo libertad, es cierto, pero también sé que de otra manera ni siquiera me molestaría en escribirlo. Porque realmente si me ha dado por escribir es porque tengo blog, yo antes no tenía ni un mísero diario. Y se nota. Lee los textos del principio. Bueno, mejor no lo hagas…xD
Y como tampoco soy de esos fanáticos de la literatura o de escribir como Marina, lo cual me parece admirable, también pienso que cuando me aburra de esto tampoco escribiré nada después.
No sé si me he hecho entender, pero bueno, xD Al menos lo he intentado.
Buenas noches.
Sí, te has hecho entender lo suficiente como para cerrarme la boca (lo considerarás un error, supongo jajaja). Creí que esas primeras versiones eran más fuertes y te autocensurabas, pero no, no que haces es editarlas, así que nada, no tengo nada que decir al respecto. Me gustan tus posts trabajados, son como una yinkana literaria (con imágenes y música incluidas) que, yo al menos, nunca llego a completar... y eso no deja de ser estimulante. Te seguiré leyendo, pues, aunque incluyas ordinarieces como lo de Beethoven de vez en cuando para, teóricamente, ganarte al público...
EliminarBuenos días (f)
Nunca hay que cerrar la boca!!
EliminarJa, ja, ¿más fuerte que follarme un zapato? Me tienes idealizado...xP
Gracias por seguir leyéndome, xD Beethoven mola, el feedback musical funciona en los blogs, sería genial que todo el mundo pusiera música a sus posts :)
Un besazo guapa.
Toma feedback musical, un temazo decadente del que estoy enamorada desde hace algún tiempo...
Eliminar[Superstar- Sonic Youth]
http://www.youtube.com/watch?v=Y21VecIIdBI&ob=av2e
Ya esta en la mi playlist :)
Eliminar¿Y cómo es el sexo limpio?
ResponderEliminarEl de misionero con la luz apagada y sin condones estriados :)
EliminarTengo que leerla y ponerme al día con usted.
Besos.
Cuando lo leí me pareció decadente, lo he vuelto a leer y me sigue pareciendolo.
ResponderEliminarSupongo que no debe ser usted... debo ser yo...
1 abrazo.
No relea joder, eso debe de producir algún efecto secundario....xDDD
EliminarEl culpable siempre soy yo, no le quepa duda. En el próximo post contaré un chiste, ergo, tardaré en actualizar, todos los que conozco terminan mal...xD
Un saludo.
Me ha gustado y mucho, pequeño saltamontes! ;)
ResponderEliminarBesos!
Ja, ja, me alegro, esa es la idea, no solo voy a pasarlo yo bien con mis paranoias ;)
ResponderEliminarBeso!
Mi interés también está ahora mismo concentrado. Y dado que se me ocurren tantas cosas por decir de tu decadente, explícita y natural entrada, creo que me decantaré por no decir nada, hecho que es en sí mismo también, bastante decadente, ¿por qué no? Otorguémosle la culpa a l'ennui. Soy otra de las hijas de la decadencia, pero me gusta. Sí, señor.
ResponderEliminarAgradezco el comentario, me gusta la idea de ir creando un archipiélago de retoños decadentes....xD
EliminarLe dedico una floritura y una sonrisa desquiciada.
A veces cuando te leo me pareces más joven incluso que yo, no sé por qué o.o xD
ResponderEliminarSe llama inmadurez supongo...es lo que suelen decir mis ex...xDD
EliminarMe voy a leer algo! :)
Buf!
ResponderEliminarTu eres una mujer no?
ResponderEliminarAsumo que lo dices porque mis textos destilan una sensibilidad que solo está al alcance de una mujer, o de un hombre tremendamente intenso y deseable, al cual, en cuanto pierdas esa timidez inicial, invitaras a cenar para poseerle con fiereza...xDD
EliminarUn beso guapa.
jajajajjajajajajajajaja yo me di de baja de la vida hace mucho, pero gracias por hacerme reir.
Eliminar¿Baja de la vida? ¡Estas casada!, no encuentro otra metáfora mejor para esa respuesta....xD
EliminarBesos.
No, muerta.
EliminarSupongo que nunca dejaré de intentar entrever la realidad en tus palabras, de saber qué es cierto y qué es ficción, aunque lo bonito sea, precisamente esa duda.
ResponderEliminar¿Porqué las catalanas?
Lo de la superioridad femenina me ha gustado, será vanidad...
El misterio siempre es lo más entrañable de unos párrafos a veces sin carácter. Catalanas....bueno, he tenido dos historias de amor recientes con vosotras. Y me gusta vuestra cadencia cuando habláis en catalán. Fetichismos.
EliminarSois superiores, he vivido entre mujeres media vida, lo sé. No sabéis aprovecharlo claro, menos mal, un par de generaciones más y seremos vuestros esclavos.
Por mí bien.
Besos bella dama.