Millones de seres sin pudor hablando del frío en invierno, del calor en verano, sin ir más allá, con esa hermosa inercia de los muertos, muéstrate compasivo con ellos, son los que mandan. Televisión, Trepanación, Sodomización. ¿Cuántos anuncios han visto hoy?, ¿Más de un centenar? La publicidad no crea necesidades, pero sí deseos artificiales. Si alguien sabe la marca de su papel higiénico que se largue de aquí. Poseo el alma de una cucaracha apática, pero cuando el alcohol se solidifica en mi cerebro puedo incluso mirarme en los espejos, cantar tu nombre sin que sea veneno para hormigas, explicarte que es un día de lluvia sin ti. Ojalá siempre estuviera borracho. Pero es una victoria breve, luego se convierte en una cortina de vómito y un retrete que me mira con la expresión de una madre muerta.
Y sigo con este vaso simbólico en la mano lleno de cenizas
entrañables, entre lo cómico y lo fútil, consiguiendo huir de la ecuación
común, de la muerte antes de la muerte, fijando la palabra con neones de fraude,
protegiendo una piel muy fina, como una queda desesperación, como bostezar
cuando hay que gritar, buscando la eutanasia en tus bragas sucias bajo mi cama,
en tus besos sin pasión -¿o eran los
míos?-, basculando entre la nada y la nada, sin levantar la mirada del
suelo cuando salgo a la calle, sin expresar la necesidad de que me completen,
sin ideales. Sin embargo me afecta utilizar la palabra única para bajarte las bragas a
la altura de las rodillas, desnudarte, y que todo eso no signifique nada, solo un amago sobrevalorado. No eres tú.
Nunca lo has sido. Nunca podrás serlo. Yo solo soy un destello lírico en el
pliegue, como una mancha de sombra, de tu falda cuando te alejas. Y nada más.
Hay que vivir el presente, aunque a veces solo sea nostalgia
bien entendida, como escuchar de nuevo The
Wall, de Pink Floyd, recordando las letras. O releyendo un buen libro.
Quizá un clásico. El problema de empezar demasiados libros malos -basuras como Vive como puedas-, es que te hace
renunciar a buscar algo que te emocione realmente. Como descubrir que existe
una nueva biografía de Bukowski y tener solo dos segundos de duda. Me llegará precisamente el día de San
Valentín -sí, yo también creo que tengo un asunto sexual con él sin resolver. Integrarte
en ese presente puro que hace que el sufrimiento, el peligro de colapsar como
individuo debido a la explotación laboral u otros problemas, se vea un poco aplacado. Solo tienes que buscar algo en tu interior que te emocione, no tiene
que ser nada sexual -como convertir la cara de Irene Adler en lienzo improvisado
para mi orgasmo-, simplemente cualquier cosa a la que des un valor real o trascendente.
Hay un cuento de Stephen King -El Procesador de Palabras de los Dioses-, que trata de como a un
hombre le regalan un procesador de textos y todo lo que escribe en él se hace
realidad. Es una metáfora con talento del poder de la literatura, pero también
de cómo podemos transformar la realidad sin el contexto adecuado. Como la
imagen de un neumático rodando lenta y silenciosamente hacia abajo por una
pradera verde, un pequeño e inesperado milagro estético que observas extasiado
mientras comes un sándwich de pollo en armonía con la naturaleza. Como clavar
al puñetero Jesús en la cruz un día de tormenta. Como esa brisa que mueve su
melena azabache mientras transpiráis sexo y proximidad. Pero no hablamos de un
atentado terrorista con coche bomba que deja veinte muertos y proyecta partes
mutiladas por todas partes, incluida esa pradera, no hablamos de curas violando
niños mientras piden perdón con una sonrisa delante de una cruz de plata, del
olor a estiércol que trae consigo esa brisa…
En cualquier momento te puede dar un infarto cerebral, o
un día te despiertas, con la cara abotargada y surcada de arrugas, y apenas te
reconoces en el espejo del baño. Intentas desviar la mirada también del bote de
viagra que compraste anoche, cuando por fin asumiste que ya no se te levanta
normalmente. Y miras al jodido conejo enano cagando tranquilamente en su jaula,
todo parece normal, pero ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que oíste
un te quiero. Ahora, simplemente,
combates la soledad dejando dinero en una mesita de noche.
Recuerdo que cuando tenía unos trece, catorce años,
estuve a punto de morir dos veces. Morir. Tal y como suena. Las dos situaciones
fueron muy patéticas. La primera vez fue en Alicante. Mi abuela vivía allí e
iba a verla un par de meses en verano y en algunas fiestas, tipo Semana Santa.
Tenía cierta libertad y, aunque resulte extraño, tenía amigos. Antes era muy
sociable. Formábamos un grupo bastante heterogéneo, cada uno con sus
singularidades, pero todos intentábamos mantener el contacto y acudir siempre en
verano como mínimo. Al tema. Era ya de noche, habíamos conseguido algo de
alcohol porque uno de ellos tenía ya dieciséis, yo, por aquel entonces, no
entendía porque la gente bebía (¿?) y ni siquiera quería probar la cerveza.
Debíamos de llevar allí un par de horas cuando alguno decidió que rodeásemos la cala nadando y fuéramos a la playa de al lado, también sugirió que podríamos tomarnos un descanso a la mitad y trepar por las rocas que rodeaban las dos playas para tirarnos -sí, seguro que producto de estas mamarrachadas alguno se quedó como Ramón Sampedro. Para no alargar mucho el tema ya os podéis imaginar lo que sucedió. Cuando iba por la mitad, bastante retrasado ya porque no sabía nadar muy bien, me dio un calambre. Les llamé a gritos, pero no me hicieron el menor caso. Intenté como mal menor acercarme a las rocas, pero como hay que tener cuidado con lo que deseas una ola me empujo con excesiva fuerza y me abrí una brecha en mitad de la frente. Son de esos momentos en los que dices “Joder, que ni siquiera he echado un polvo, no seamos tristes”
Debíamos de llevar allí un par de horas cuando alguno decidió que rodeásemos la cala nadando y fuéramos a la playa de al lado, también sugirió que podríamos tomarnos un descanso a la mitad y trepar por las rocas que rodeaban las dos playas para tirarnos -sí, seguro que producto de estas mamarrachadas alguno se quedó como Ramón Sampedro. Para no alargar mucho el tema ya os podéis imaginar lo que sucedió. Cuando iba por la mitad, bastante retrasado ya porque no sabía nadar muy bien, me dio un calambre. Les llamé a gritos, pero no me hicieron el menor caso. Intenté como mal menor acercarme a las rocas, pero como hay que tener cuidado con lo que deseas una ola me empujo con excesiva fuerza y me abrí una brecha en mitad de la frente. Son de esos momentos en los que dices “Joder, que ni siquiera he echado un polvo, no seamos tristes”
O sea que me hundí, tragándome medio océano en el
proceso. Lo siguiente que recuerdo es despertar vomitando en la playa rodeado
de gente, y no reconocer entre ellos a ninguno de mis muy, muy, queridos amigos.
La segunda vez fue mucho más triste. Como una vez
comenté, mi abuelo tuvo una trombosis y quedó reducido a un estado vegetativo.
Había que afeitarle, asearle, vestirle y darle de comer, ocuparse en definitiva
de sus necesidades más básicas. No hablaba y caminaba arrastrando los pies, no
tenía ni siquiera chispazos de conciencia, o al menos yo, quizá ya acostumbrado
a verle siempre así, no me percataba de ellos. El caso es, y todavía me río al
recordarlo, que estábamos solos una tarde. Mi abuela era frecuente que se
ausentara y me dejara a su cargo. No sé qué provocó la situación, supongo que
le irrité cuando le vestía, o cuando le cambié el pañal, ni idea, era un crío bastante
inaguantable. Le di un momento la espalda y me puse de rodillas
a recoger las cosas del suelo para dejarlas encima de la cama, y fue ahí cuando tuvo la ocurrencia de sentárseme encima.
Y dio la puta casualidad que dada la posición me aplastó la cara contra la cama. Yo al principio me reía, le increpaba. Luego claro, me lo imaginé ahí arriba con la mirada perdida e intenté levantarme. Flexioné las rodillas e intenté encontrar algún punto de apoyo con las manos. Mi abuelo pesaba más de ochenta kilos, y todo ese peso estaba sobre mi torso y mi cabeza. No conseguí moverme. Empecé a gritarle, a llamarle de todo, a suplicarle. Nada. Me asusté, no podía apenas respirar, ¿podía sucederme algo más ridículo? El colchón se abombaba por el peso y no podía ni siquiera girar la cabeza. Intenté de nuevo, con las últimas fuerzas que me daba la desesperación, moverme un poco, aunque solo fuera para coger algo de aire. Nada, casi juraría que hacía más presión con su cuerpo sobre mí. Me iban a encontrar muerto en esa cama. Iba a morir. Y ese pensamiento hizo que me echará a llorar. De miedo. De impotencia. Por la forma absurda que tenía la vida de demostrarme el sinsentido de todo. Y justo cuando empezaba a desmayarme, mi abuelo se movió, ¿quizá sobresaltado por mi llanto continuado? Nunca lo sabré. Simplemente, sin salir de su mutismo habitual, se levantó y se fue a otra habitación. Ni siquiera me miró.
Y dio la puta casualidad que dada la posición me aplastó la cara contra la cama. Yo al principio me reía, le increpaba. Luego claro, me lo imaginé ahí arriba con la mirada perdida e intenté levantarme. Flexioné las rodillas e intenté encontrar algún punto de apoyo con las manos. Mi abuelo pesaba más de ochenta kilos, y todo ese peso estaba sobre mi torso y mi cabeza. No conseguí moverme. Empecé a gritarle, a llamarle de todo, a suplicarle. Nada. Me asusté, no podía apenas respirar, ¿podía sucederme algo más ridículo? El colchón se abombaba por el peso y no podía ni siquiera girar la cabeza. Intenté de nuevo, con las últimas fuerzas que me daba la desesperación, moverme un poco, aunque solo fuera para coger algo de aire. Nada, casi juraría que hacía más presión con su cuerpo sobre mí. Me iban a encontrar muerto en esa cama. Iba a morir. Y ese pensamiento hizo que me echará a llorar. De miedo. De impotencia. Por la forma absurda que tenía la vida de demostrarme el sinsentido de todo. Y justo cuando empezaba a desmayarme, mi abuelo se movió, ¿quizá sobresaltado por mi llanto continuado? Nunca lo sabré. Simplemente, sin salir de su mutismo habitual, se levantó y se fue a otra habitación. Ni siquiera me miró.
Me deslicé hasta el suelo boqueando como un pez, con un
intenso dolor detrás de los ojos. Al rato me giré y miré al techo, este mismo
techo que ahora me mira a mí mientras escribo. Nada había cambiado, nada
hubiera cambiado tampoco si no se hubiera levantado. Todo tenía su propio ritmo, y en ese momento me sentí totalmente ajeno a el.
Al final es cuestión de soledad, como siempre, de basura psíquica, como siempre, de morir o querer ser salvado, como siempre.
Me acerco al famoso puente de los suicidas de Madrid, más
como propósito de enmienda que como una decisión guiada por la lógica. Me he
traído unas pastillas y una pinta de vodka, por si al final me animo. Asumo que
si calculase bien me harían efecto en media hora y sentiría la caída y
posterior reconfiguración de mi cuerpo como algo ajeno. Les pido a unos borrachos
que me ayuden a pasar las barreras de plástico que ha instalado el ayuntamiento.
Gente amable, me sonríen y me guiñan un ojo al despedirse. Estoy ahí, apoyado en la balaustrada, sin pensar en nada concreto, quizás en lo que comí ayer o en chorradas semejantes sin ningún vigor metafísico, cuando suena el móvil. Un buen momento para reconsiderar la
paranoia del Show De Truman, espero
que al menos la audiencia sea buena.
Es un número desconocido. Mil cábalas, ¿Quién me puede
llamar a las dos de la madrugada entre semana? ¿Será ella? Quizá se le estropeó el
teléfono, perdió mi número, quizás haya reconsiderado todo y se ha dado cuenta
de que soy el hombre de su vida, quizás…quizás debería de coger el teléfono y
dejar de actuar como un gilipollas.
R: “¿Hola?”
Voz chunga distorsionada: “Hola, soy el representante de
los anónimos de Blogger, que sepas que vamos a por ti, has moderado los comentarios
pero eso no nos va a detener, tenemos enfocado toda nuestra no-vida y toda
nuestra incapacidad para escribir algo decente en bilis radiactiva, esto ya es
personal maldito bastardo, la censura es delito”
Cuelga.
Joder... Irene Adler no me ama -cosa normal, sino ella no sería quien es, una paradoja estilo Cortázar- y encima represento la némesis de la única forma de vida inferior a las
cucarachas. Mierda. Ahora sí que tengo deseos de tirarme...
De pronto el destello de una bofetada. Un gañán de
gimnasio que no llega al metro y medio –creo que debería de haber un estudio
entre la relación entre complejos físicos y daños morales a tu pareja- está
abofeteando con saña a una mujer al otro lado del puente.
Pigmeo Gañán: “Eres una puta, no voy a esperar a llegar a casa
para darte tu merecido”
La agarra del cuello y la tira contra suelo.
No entiendo nada, es surrealista.
R: “Oye tú, hijo de perra sifilítica, si vuelves a tocar
a esa mujer, salgo de aquí y te machaco”
El tipo hace caso omiso de mi advertencia, forcejea con ella en el suelo e intenta darle una patada en la cabeza. Mierda. Me agarro a los paneles y salto con la mayor de las torpezas cayendo de culo. Intento recordar mientras me incorporo mi entrenamiento Jedi y activar mis midiclorianos. Un par de escenas de Way of the Dragon de Bruce acuden en mi ayuda para darme confianza. Estoy preparado para luchar con el pigmeo.
Cruzamos un par de ganchos, pero es una lucha ridícula,
yo solo consigo golpearle en su cabeza con forma de yunque y él parece que solo
tiene intención, excusándose en nuestra diferencia de altura, de golpearme en los testículos.
Al final consigo engancharle un par de veces y, cuando pierde el equilibrio, culmino con una serie elegante de patadas en las costillas. La música de la
Naranja Mecánica resuena en mi cabeza. Una…dos…tres… Soy Charles Bronson. Soy
Clint Eastwood. Soy Gene Ke…
De pronto alguien me da con una piedra en la cabeza.
R: “¿Pero qué cojones…?
Mujer anteriormente abofeteada, ojos del color del cielo
después de una tormenta: “¡Tú, maldito imbécil! Quién te has creído que eres
para pegar a ¡¡MI HOMBRE?!!”
Todo es absurdo, ella me sigue insultando a gritos, intenta
golpearme con otra piedra. Luego ayuda a levantarse a su amor, saca el
móvil y llama a la policía.
Salgo corriendo de allí, aturdido aún por la herida en la cabeza. Supongo que para algunos no hay tanta diferencia entre
follar y los malos tratos, simplemente la cadencia del amor a veces la produce
el cabecero de la cama y otras la cabeza de ella golpeando la pared.
Una mala noche para suicidarse, habrá que volver a casa. IPod.
Pienso en el final censurado de First Blood -la primera de Rambo. Después del dialogo donde recuerda a su amigo en aquél bar, coge su arma, se la mete en la boca, y se pega un tiro delante del coronel Trautman. Sé que no es una buena reflexión para
finalizar, pero si has llegado hasta aquí, ¿Qué importa? Echemos la culpa a las
dos botellas de vino, pensad en mi resaca de mañana, en mi musa escupiendo partes
cada vez más grandes de mi cerebro sobre el teclado, convirtiéndome poco a poco
en alguien normal. (¿De qué queréis que
escriba el próximo lunes? Acepto sugerencias…)
En cualquier caso, como decía Kurt Vonnegut "La vida no es forma de tratar a un animal"
En cualquier caso, como decía Kurt Vonnegut "La vida no es forma de tratar a un animal"
Me largo que me sé la marca del papel higiénico.
ResponderEliminarA mí usted no me engaña, ha visto que era muy largo y se ha buscado la primera excusa que ha podido para no continuar. Con seguidoras como usted no conseguimos llegar a ninguna parte…xD
EliminarUn abrazo con sabor a zumo de naranja.
De lo mejor que te he leído. Tal vez porque -al contrario de lo que te comentó alguien en la entrada anterior- no hay tanto coño ni polla. La parte que me parece cierta (no sé si me equivoco), la de las dos veces que estuviste a punto de morir, es espectacular, sobre todo la del abuelo. Pero que gran metáfora...
ResponderEliminarTambién me ha encantado la frase: "si alguien sabe la marca de su papel higiénico que se largue de aquí" :) :) no me la sé.
Sí, esa parte es cierta, totalmente cierta. Lo ridículo siempre suele ser real. Estaba buscando metáforas sobre lo efímero de todo, pero todo sonaba forzado y aburrido, cuando de pronto apareció ese recuerdo enterrado, así, sin más. La mente es un sitio interesante.
EliminarLa siguiente pregunta sería si lees las etiquetas de los productos que tienes en el baño –champús, etcétera- cuando estas más tiempo del habitual…xD
Es mi propio test de Rorschach.
Beso guapa.
Éste sí ha estado a la altura, por encima de la media, me atrevería a decir.
ResponderEliminarNo hay párrafo a desperdiciar. Con la expresión de una madre muerta, el olor a estiércol de la brisa, los espejos, el trasero de tu abuelo, el sinsentido de la vida y tú como anomalía, pero queriendo vivir. No ha estado nada mal...
Ahora sí.
Lo releeré esta tarde con tiempo, ahora lo he engullido casi sin sentir, sin poder dejar de leer. Esta misma tarde lo saborearé y me deleitaré con cada una de tus figuras, con cada uno de tus pensamientos.
Eso sí, no todo podía ser perfecto. Como vuelvas a meterte con el papel higiénico te reviento. No es lo mismo usar esparto que seda y las diferencias entre unos papeles y otros pueden marcar el curso de un día. En cosas pequeñas como un tacto agradable reside gran parte del bienestar, de la felicidad o incluso del sentido de la vida. En caso de que tuviera
Me ha encantado el post, aunque no creo que haga falta que lo diga.
Un abrazo de renglones infinitos.
Ya sabes que soy un genio, simplemente me falla la motivación. Me alegra haber estado a la altura de tus expectativas. Pero uno bueno, dos normales, que si no me bloqueo y a veces simplemente tengo ganas de manchar el párrafo con mierda vulgar.
EliminarLo del papel higiénico es una manera de decir que estamos obsesionados con la marcas, aunque capto tu ironía.
Un abrazo de reglones torcidos.
Adoro que la captes, no todo el mundo lo hace. Holgaba esa explicación =)
EliminarMe encantas.
(f)
Intentando asimilar lo leído... ufff!!!
ResponderEliminarMi sugerencia: Relato de sexo para hombres.
Ja, ja. ¿Otro más? Me temo que no ha pasado demasiado tiempo desde el último, y no tengo nuevas experiencias que den un toque diferente. Pero dejo constancia en mi libreta para hacer algo un poco más adelante.
EliminarUn abrazo.
Intenso relato la verdad. El suicidio, la muerte no programada, las ganas de vivir o no vivir expresadas con ironia y cierto toque cómico. Me ha gustado.
ResponderEliminar¿De que quiero que escribas? Pues a mi me gustarñia que explicases alguna historia relacionada con tus padres. Llámame freudiana, y em intriga bastante.
Besos
Me temo que de mis padres no puedo contar mucho. Mi madre siempre estaba fuera de casa trabajando y yo me quedaba solo, o me iba a casa de mis abuelos. De mi progenitor no puedo contar NADA porque no existe, no es que esté muerto, es que directamente nunca le he visto. Hubo regalos de cumpleaños durante un tiempo y luego hasta eso desapareció.
EliminarPodría contar algo de mi desquiciada abuela, pero ya sería demasiada exposición me temo.
Un beso!
Gracias!
EliminarRíete, pero una compañera de curro y su marido tuvieron un juicio hace no mucho por defender a una chica que reaccionó de la misma forma que la de tu relato :S
ResponderEliminarA mí también me gusta más cuando hablas de sexo que de suicidio
Muxu
¿Y sí no hablo ni de sexo ni de suicidio que nos queda? Espero tu sugerencia :)
EliminarPd: El Twitter no tengas esperanzas, quería leer a una persona y ya no esta. Pensaba que se había dado de baja solo. Un beso.
Por fin he conseguido hacer seguimiento....
ResponderEliminarSí me lo había leido todo, lo del abuelo me angustió pero es una muy buena anécdota.Lo de la pelea me ha recordado a cierto sujeto al que vuestra Espe explotó como paladín del buen hacer y mireustéondeacabó.
La ausencia del padre explica muchas cosas, así que si cuenta de la abuela quizás acabe cogiéndole el aire.
Vaya, mi blog empieza a transigir con usted. Me alegro.
EliminarJa, supongo que todo tiene que ver, la mente almacena demasiada información.
No me gusta eso de "causa efecto" en la psicología. No somos maquinas. Lo de mi abuela, pues mire, quizá es demasiado personal, de todas formas hay un post por ahí donde cuento bastante de ella. La imagen del post es la plaza mayor en la guerra civil. Por si algún día se aburre.
Un buen fin de semana!
perdón por la intromisión xD lo de "causa efecto" no es psicología, es metafísica expuesta por Hume :)
EliminarPor cierto, ¿también sale desde dónde escribo el comentario?
ResponderEliminarHay dos posibilidades: o Madrid y me esta invitando a cenar. O bien el hotel Setai en Florida y esta presumiendo. No debería de presumir tanto, hay gente que solo viaja cogiendo el metro...xD
EliminarCoño, y ¿cómo se mira desde dónde escribe alguien?...Lo del hotel me ha dejado patidifusa(término casi obsoleto, pero es que a mi edad cambiar de vocabulario y poner jodida me cuesta).
EliminarPues como con el cambio de horario seguro que tengo tiempo de leerlo más tarde que tal si me especifica fecha o título de la entrada.
La cena en Madrid vamos a tener que dejarla para otra ocasión.
Atentamente suya.
En el contador de visitas, el cual da una cifra bastante alta dicho sea de paso...xD si pincha verá las últimas visitas y hay un mapa que le indica de donde proviene el nodo de conexión con más o menos exactitud.
EliminarQue me aspen si la palabra "patidifusa" no merece un lugar de honor en cualquier post...xD
A sus pies.
Mira por donde tenemos algo en común, pequeño saltamontes... a ti casi te mata tu abuelo por aplastamiento y yo casi me muero de la risa y los nervios cuando ayer me pilló un abuelo desorientado en el trabajo. xD
ResponderEliminarBesos.
Usted y yo tenemos muchas cosas agradables en común, no enturbiemos la lista con excentricidades...xD
EliminarUn beso, buen fin de semana...
Mira M, seamos optimistas, después de la increíble experiencia vivida con tu abuelo, la pedrada que te metió la maltratada a quien pretendías salvar de su enano slatarín y toda la cuadrilla de anónimos que te han declarado la guerra ¡¡¡qué más puede sucederte!! sólo cosa buenas:-)
ResponderEliminarMe caes bien ¿sabes? venga, buen finde... tiene que ser así, te lo mereces:))
No sabe lo que dice, este es incontestablemente el principio del fin, y encima en pocos días San Valentín, mis muñecas están dilatando…xDDD
EliminarNah, ahora me veré Dirty Dancing, lloraré un poco y ya estoy repuesto.
El fin de semana trabajo, voy al revés que el resto del mundo, pero seguro que ahí dentro no puede pasar nada malo.
¿Le caigo bien? Múdese a Madrid, intentaré hacerla feliz...xD
me encanta cuando en tus historias te pones en modo héroe. Aquí me has recordado un poco al quijote y los molinos, jajajaja
ResponderEliminarAyyyy mi Rorschach
un besito
(Cara de niño bueno)
EliminarNunca me sale bien lo de hacerme el héroe, pero bueno, aun así es divertido de leer.
Besos guapa, no hagas el gamberro este fin de semana, que luego me entero y no quiero ser paternal :)
Jajjaa, yo también bebo vozka Rachmaninoff, más comunmente llamado matarratas. Pensaba que era la única que lo hacía, aparte de algún perturbado de esos que no salen en las estadísticas...
ResponderEliminarNo sé si estás de coña o qué, pero bueno, por si acaso, Rachmaninov es uno de los últimos grandes compositores románticos de música clásica, pianista excelente.
EliminarVodka Absolut. Déjate de basuras etílicas. Y a ser posible cómpralo tú, hay demasiado garrafón ahí afuera.
Me has hecho reír la verdad...xDDDD
¿Y tú te llamas decadente? Que bonito, criticas a aquel que sabe su marca de papel higiénico con la copita de absolut en la mano, ¿Eh?
EliminarYo - de verdad- pensaba que tú, como buen perturbado anestadístico (creo que esa palabra me la he inventado), bebías Rachmaninoff. Es un vozka alemán que tiene su nombre en honor al compositor; solo cuesta 3,60 y el aspecto de la botella te da para escribir un post entero.
Jajajajaja un beso
Perdón tienes razón, olvidé todas las transliteraciones del nombre. Me encanta el vodka he bebido casi todas las marcas, desde el infame smirnoff hasta el Pincer Shanghai Strength, negro, rojo, Stolichnaya, pero me quedo con el Absolut. Es el que mejor combina con zumo de naranja, con el que mejor se folla, y el que mejor resaca da.
EliminarPero sí, también soy victima de las marcas.
Un beso... :)
Pues no porque tengo el bidé lleno de lecturas: "Bolsa de Pipas", que es una revistilla literaria -no sé si te suena-, algún libro de cuentos, folletos de Testigos de Hehová :) vamos, que tengo otras cosas más interesantes que las etiquetas de los champús, pero seguro que los leería si no tuviera nada más.
ResponderEliminarAh, y por cierto, me ha pasado una cosa rara, después de leerte cuando conducía hacia el trabajo, he visto claramente la escena del abuelo, como si lo recordara, e incluso he llegado a pensar que era de alguna película y nos habías tomado el pelo. Pero si no es así, mira qué bien escribes, que me has hecho recordarlo :)
Bien, bien, vas confirmado un test excelente, excepto por eso de "Testigos de Jehová" Dios, gente peligrosa.
EliminarConcretamente lo de mi abuelo, creo que ya lo he dicho, es totalmente verídico, no me creo con capacidad para inventarme algo tan ridículo ni creo que nadie sea capaz de rodar una escena así…xD
Prefiero que las mujeres me recuerden por momentos de alcoba, pero me alegra conformarme, al menos, con tus palabras :)
Un beso.
Acabo de llegar a tu blog.
ResponderEliminarMe imagino que las anécdotas son verdaderas. En cualquier caso tienes una gran fuerza narrativa, me alegro de ver que me queda mucho por leer.
Un saludo :)
Bienvenida. Hay mucha ficción y algo de exposición. Supongo que lo interesante es descubrir, con el tiempo, que parcela ocupa cada párrafo. Espero que se divierta mientras tanto.
EliminarUn abrazo.
Acabo de llegar a tu blog y me gusta. Me alegro de ver que me queda mucho por leer :)
ResponderEliminarMe alegro del encuentro, otra noche afortunada a pesar del frío. Póngase al lado de la chimenea y disfrute con calma del piano y de las palabras.
EliminarUn beso.
Que conste que me lo he leído enterito... pero creo que aun no he sido capaz de asimilarlo y aun menos de entender las sutilezas... no tengo un buen día...
ResponderEliminarIdea para un próximo post??.... algo relacionado con muelas y dolor... y a ser posible, con final feliz, aunque no... mejor no, que ese no es tu estilo :-P
Baah... dejo de ensuciar tu blog con mis divagaciones de yonki del ibuprofeno.
Besitos!
Ja,ja. La petición de sugerencias era una mera formalidad para comprobar que habías conseguido el objetivo de llegar al final del post.
Eliminar¿Final feliz? Eso es una buena sugerencia, cualquier cosa relacionada con dolor, dientes rotos y final feliz...xDD
Hace solo dos semanas que no mezclo drogas con alcohol, no quiero sugerir nada raro, pero por unas breves horas fui muy feliz...xD
Un beso, recupérate.
"llorar con cebollas llenas de patas de arañas", que poético por dios.
ResponderEliminar¡viva mi vagina! xD "hermosa inercia de los muertos".
Creo que mi papel higiénico es de mercadona...
Joder, serás puto poeta.
El agua es un enemiga peligroso. Vida y muerte es agua.
Vaya historia la de tu abuelo, menos mal que te dejo respirar.
La soledad es algo propio de nuestra especie.
“El hombre no llega nunca a conocer la soledad que experimenta la mujer. El hombre permanece en la matriz de la mujer sólo para reunir fuerzas, se alimenta de esa fusión, y luego se levanta y sale al mundo, a su trabajo, a la guerra, al arte. No se siente solo. Está ocupado. El recuerdo del baño en el fluido amniótico le da energía, lo llena. La mujer puede también estar ocupada pero se siente solitaria. Para ella la sensualidad no es sólo una ola de placer en la que se ha sumergido, sino una carga de alegría eléctrica por el contacto con el otro. Cuando el hombre yace en su matriz, ella se encuentra realizada, cada acto de amor es para ella una posesión interior, un acto de nacimiento y parir un hombre. El hombre llega a su matriz y renace cada vez con un nuevo deseo de actuar, de SER. Pero para la mujer la realización no está en el nacimiento, si no en el momento en que el hombre se encuentra en ella.” (Anais Nin, Diario I)
jajjaja.... vaya persecución... hijo de perra sífilica!! xDDD
Siempre que hablan de vino me recuerda a Mariano Rajoy diciendo: "¡viva el vino!"
El próximo lunes escribe sobre melocotoneros y niños en el corpus christi... no preguntes, solo creo que he suspendido un examen de francés, no sirvo para traductora, bah total... xD
Finjo ser poeta pero solo cuando me emborracho, la mayor parte del tiempo soy marca blanca, como mi papel higiénico, tema por lo que veo trascendental interés en todos vuestros comentarios…xDD
EliminarLa soledad, los abuelos asesinos, el amor entre especies, sí, supongo que todo es una entropía maravillosa.
Debe de ser el cansancio pero cuando leía ese texto que has puesto, y que no voy a releer, entendía 1- que al escritor le gusta el sexo con embarazadas 2-que la mujer no se siente sola cuando la posee alguien con un pene largo que la llene totalmente hasta la matriz 3- ¿que la mujer solo se siente realizada durante los nueve meses de embarazo?
Es broma, pero no me apetecía ponerme profundo contigo, eres el último comentario antes de acostarme :)
No sé si al final escribiré algo, me llegan un par de libros el lunes a los que tengo muchas, muchas ganas, pero la idea de los melocotones me ha gustado.
Hay más examenes, no jodas, con lo que debe de molar leer a Baudelaire directamente en su lengua.
Un beso, feliz fin de semana, ya sabes que luego estoy desaparecido.
A quien se le ocurre meterse en el mar a altas horas de la madrugada...
ResponderEliminarQue ocurrencias sin duda. Pero lo del mar es algo metafórico me temo.
EliminarUn saludo!
A mi no me parece nada ridícula. Cuanto más la pienso más metafórica y trascendental me parece.
ResponderEliminarEs posible, es lo que tiene la literatura, un baile de espejos de circo.
EliminarHa muerto Whitney Houston, en un hotel de Beverly Hills. A lo mejor eso te inspira, la muerte de una diva, o quizás su música, su voz... Ésta es mi sugerencia.
ResponderEliminarAgradezco tu sugerencia, pero si te soy sincero su muerte no me ha afectado lo más mínimo, supongo que gasté la poca empatía que tenía con Amy. Pero bueno ya sabes como esto del teclado, metes las manos ateridas en el cerebro para calentártelas y luego surgen cosas imprevistas.
EliminarUn beso.
¿Y la muerte de Amy tomó forma en algún post? Si es así no estaría de más saber en cuál...
EliminarEl 24 de julio. Pero no es nada respetuoso...xD Aunque luego puse fotos de ella, cuando era guapa y rolliza antes del crack, en algunos post posteriores. Reconozco que revisité su disco un par de veces la semana subsiguiente.
Eliminarhttp://hermosadecadencia.blogspot.com/2011/07/de-los-creadores-de-no-te-llama-y-no-te.html
Un abrazo decadente.
Todo un homenaje fatal. Buen toque, el del vinilo. ¿Hasta los cojones del paripé post mórtem? xD
EliminarA mí Amy me gustaba. Bueno, su música. Ella ni fu ni fa, aunque tenía un aura de chica auténticamente perdida que me movía. No como los personajillos del panorama musical actual habitual... meras fachadas.
Y la muerte del sábado pasado a mí me dejó en shock. Esa voz me estremece, tengo la suerte de poder seguir escuchándola a pesar de su pérdida.
Hablando de no ser muy respetuosos, a pesar de la congoja que me invadió ayer con la noticia, hoy no he podido evitar reírme con esto..:
http:/27.media.tumblr.com/tumblr_lzb0ar4Xki1qc8755o1_500.jpg
(me he dejado una barra tras el http xD Que he tenido que escribir a mano la dirección )
Eliminar(Vale, creo que da igual, olvídalo xDDD)
EliminarNo quiero ser cruel (bueno, sí) pero la imagen de tu abuelo sobre tu cabeza me ha hecho imaginarlo y me ha dado un ataque de risa.
ResponderEliminarSoy una asquerosa. Pero en el fondo ha sido hasta tierno (en mi asombrosa manera de ver las cosas).
¿Donde está ese puente suicida? Me gustaría echarle un vistazo en mis horribles noches de soledad y darme un paseo, para ver si encuentro a algún triste que piense tirarse y empiece a darle sentido a mi vida, y de paso, ayudar a otro, aunque sea empujándole si me cae mal.
Ja, ja, bueno supongo que la imagen tiene un poco de todo, es ante todo una buena metáfora sin duda.
EliminarSe construyó por encima de la calle Segovia como continuación de Bailén, de frente se ve la Catedral de la Almudena. Esta rodeado de mamparas de plástico. Soy malo para las indicaciones, pero en google con ponerlo te saldrá.
Si algún día va llámeme...xD
Un saludo.