viernes, 29 de marzo de 2019

Salones de juego y casas de apuestas: fabricando al ludópata del futuro.

En los últimos años hemos asistido a la proliferación en España de locales de juego y apuestas. Es muy sintomático que los lugares donde más locales y presencia tienen son los barrios humildes, donde la crisis económica se ha cebado más. Pero antes hay un paso previo: captarte, instalarte la compulsión y convertirla en tu inercia. Se despliegan varias ofensivas, como los bonos: “Regístrate y consigue hasta 150 euros para apostar”, “Doblamos tu primer depósito hasta 200 euros”. En muchos lugares ni siquiera hay un control de la entrada para los menores de edad, que ven como a apenas veinte metros de su instituto tienen unos cuantos locales para escoger sin que la legislación vigente lo impida. La edad media del jugador habitual de apuestas ha descendido de 40-45 años a una media de 25-35. Los más jóvenes (18-35 años) son los que más crecen en las estadísticas de jugadores anuales, y lo hacen, sobre todo, en el campo de las apuestas deportivas, el sector que más ha capitalizado el crecimiento del juego en los últimos años junto a los casinos, offline u online. El inicio de la ludopatía es casi siempre social y luego, cuando ya estás enganchado, te vuelcas en las apuestas online que están disponibles 24/7 sin necesidad de salir de casa.

En 2018 existen 1.465.000 jugadores activos y 3.130 casas de juego. En 2017 los clientes de juegos de azar invirtieron 41.827 millones de euros, la cifra más alta jamás registrada. El juego real en apuestas deportivas casi se ha triplicado en apenas seis años. En 2012 las cantidades jugadas a través de Internet suponían 2.726 millones; en 2016 ascendían a 10.885 millones. No ha alcanzado su techo: según la Dirección General de Ordenación del Juego solo en el segundo trimestre de 2018 se han realizado apuestas online por un valor de 4.165 millones de euros, y de 4.251 millones en el tercer trimestre.

¿Cómo lo han hecho? ¿A costa de qué? En la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, esa ínclita mujer que soñaba con Eurovegas, promulgó un decreto en 2006 que abría la veda para la apertura de este tipo de establecimientos. En 2011, el Gobierno de Zapatero lo reguló a nivel estatal. Además hay que tener en cuenta las enormes inversiones de marketing, que prácticamente se han triplicado entre 2013 y 2018: pasaron de 112 a 329 millones de euros. Esta publicidad agresiva, muchas veces en horario infantil, pone el cebo en referentes sociales, sobre todo para la gente más joven, de la mano de deportistas como Casillas, Cristiano Ronaldo o Rafael Nadal, presentadores de televisión y actores conocidos. La publicidad funciona para normalizar, para que algo se haga universal, ese es el objetivo.

La ludopatía crece más que nunca y más rápido porque el tejido que rodea al sector es perfecto. Antes, casinos, ruletas, tragaperras o cartas se atribuían a personas mayores, casposas, problemáticas o aisladas. Ahora se ha conseguido cambiar la imagen del juego y convertir las casas de apuestas en los nuevos centros recreativos de los jóvenes. Hace apenas un mes el PSOE presentó el borrador del decreto para regular los salones de juego y casas de apuestas, y solo exigía mayor control en el acceso para los menores y una distancia mínima de cien metros con los centros escolares, ni siquiera tocaba el tema de la publicidad. No es una sorpresa, al gobierno, da igual las siglas, le interesa seguir recaudando impuestos, aunque ello implique que una lacra social como la ludopatía se extienda sin control en nuestra sociedad.


"Por ridícula que parezca mi gran confianza en los beneficios de la ruleta, más ridícula aún es la opinión corriente de que es absurdo y estúpido esperar nada del juego. ¿Y por qué el juego habrá de ser peor que cualquier otro medio de procurarse dinero, por ejemplo, el comercio? Una cosa es cierta: que de cada ciento gana uno. Pero eso ¿a mí que me importa?"
El jugador, de Fiódor Dostoievski

7 comentarios:

  1. Ya veo que te documentas mucho para cada articulo que nos dejas aquí. Es de agradecer que no hables por hablar. Y está clarísimo lo que dices a poco que seamos poco entendedores sobre lo de los políticos y demás. Está claro que lo que se pretende es ese principio de Márketing: Crear una necesidad. Y por si con tu post no había quedado claro, con la cita de Dostoievski lo rubricas de manera magistral: "Una cosa es cierta: que de cada ciento gana uno. Pero eso ¿a mí qué me importa?" Sí, lo importante (añado yo) es esa emoción que me provoca el juego, ese subidón de adrenalina, que no lo encuentro en ninguna otra cosa...

    Gracias por todo, amigo bloguero.

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    1. Qué tal Marián, un placer verte por aquí. Sí, intento informarme un poco, leer otros artículos, coger datos, porque son temas que una vez empiezas a informarte te preocupan y tiendes a tratarlos con cierto rigor. Intento ser bastante perfeccionista, teniendo en cuenta que no gano nada con esto, que solo es un hobby; el ideal es explicar algo complejo de forma amena, y ya de paso ayudarme a mí mismo a entenderlo todo un poco mejor, no sé sí lo consigo pero esa esa es mi intención. No se puede alimentar un blog solo de poesía intensita xD
      Quien no haya leído el libro de Dostoievski quizás no entienda toda la carga emocional de esa frase (spoiler: termina mal), pero explica muy bien lo que implica jugar. Me da mucha pena todos esa gente que desde muy joven se vuelve adicta a los juegos online, no ya solo por el dinero, sino también por todos los años y energía perdidos, porque además va a ser un lastre para el resto de su vida. Y todo, y es lo que mas me molesta, con la connivencia del Gobierno, que en el fondo en todo esto tiene un win-win: gana mucho dinero (no todo lo que podría) con lo que recauda, y además tiene a muchísima gente adormecida y obsesionada con los deportes y las apuestas que se vuelven más acríticos y apolíticos si caben. Tendría que consultar con un psicólogo, pero estoy seguro que aparte de la predisposición genética a la compulsión y la obsesión, la forma en que se gestionan las apuestas online son muy parecidas a las redes sociales, con su adicción a las notificaciones, el chute de dopamina con los bonos gratuitos. Una de las cosas que he leído es que para meter dinero en tu cuenta y apostar apenas tardas un minuto, pero si ganas dinero tienes que enviarles un recibo domiciliario, tu DNI, incluso tu nómina, es decir, un papeleo que te puede llevar varios días, ¿para qué? Evidentemente para que sigas jugando y al final lo pierdas todo. Incluso están metidos en las universidades donde meten dinero para blanquear su imagen pero también para hacer estudios psicológicos y analizar el comportamiento de los jugadores, ¿intenciones? Ya te las puedes imaginar. En las máquinas tragaperras se estableció una legislación para evitar las luces y el sonido excesivo, porque esa saturación provocaba más automatismo en el jugador, y por tanto descontrol en su forma de gestionar el dinero, ¿crees que eso se respeta en salas de juego y en las páginas online?
      Todo esto es una trampa muy bien ideada, fascinante incluso, sino fuera porque destroza vidas. Desconfía del Papa Estado, cada vez vamos a vivir peor.
      Gracias por el feedback amiga bloguera, un abrazo 😉

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  2. Sí, un tema espinoso y un problema más a abordar entre tantos que hay ya.

    Besos.

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    1. Yendo un poco más allá de tu comentario diría que ahora mismo se puede solucionar: cambiar la legislación no costaría dinero y libraría a cientos de miles de personas de caer en la ludopatía. Pero para mí, o no quieren o son idiotas, posiblemente un poco de las dos. Y por eso, aunque ahora parezca un problema “más” que añadir a la lista, me temo que dentro de unos años será un pandemia social que causará muchos problemas al país, y que encima justificarán como algo inevitable que nadie podría haber previsto. Ese es el fondo del asunto.
      Besos.

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  3. Me repugna lo que está pasando con el juego on line y su propaganda televisiva a cualquier hora con el beneplacito de nuestros gobernantes recaudadores.
    Prohiben que makoke enseñe una teta (lo cual siempre alegra la sobremesa) y permiten que las casas de apuestas engatusen a desleidos.
    El tema del juego me repugna. Me pasa como con la prostitución, que filosoficamente defiendo la libertad de cada uno para joderse la vida como le dé la gana, pero luego veo que ambas están siempre unidas a lo más abyecto de la sumisión y la despersonalización.

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    1. Con esta entrada me puse serio y le dediqué varias horas recopilando y buscando datos porque me quedé flipado ante la parsimonia y pasividad del Gobierno; pero claro, ¿Qué esperar? No es ya desconocimiento, mediocridad o cortoplacismo, es que precisamente es esto lo que quieren. No lo quise mencionar en la entrada pero para mí el juego on-line y las casas de apuestas me recuerdan mucho a la problemática de la heroína (sobre todo en Bilbao por motivos políticos) que existía en los años 80. Esto es algo parecido, otra manera de embrutecer a toda una generación de jóvenes, para que sean juguetes rotos ajenos a la política. Como indicaba en la entrada, en diez años los problemas de los ludópatas llenarán los telediarios, y ahí vendrán las hipócritas lamentaciones del político de turno. Como con la burbuja inmobiliaria, los desahucios, la destrucción del tejido industrial, la desertización y despoblación rural, la falta de dinero para las pensiones… y tantos y tantos problemas que explotarán sin que nadie ponga remedio tarde o temprano.
      Un abrazo.

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  4. Uuufff este tema es demasiado complicado de tratar. La verdad que no nos damos cuenta pero es un problema muy muy delicado y cada vez afecta más a la población. Lo que yo haría sería, poner más cara la licencia de apertura de los casinos y salones de juego, o incluso poner más impedimentos o pedir más documentos para la apertura de este tipo de salones. El problema es que ellos no tienen culpa y le dan facilidades. Y el Gobierno como siempre, mirando para otro lado, en vez de tratar un problema muy gordo. Esperemos que cambie algo esto.

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