vienes volando hechizado
y, aunque la luz te protege
mariposa, te has quemado.
Y mientras nunca comprendas
ese: "¡Muere y devén!",
no serás lo que pretendas
en este sombrío edén.
Goethe
Los decadentes nos vemos obligados, al menos una vez al año, a tener contacto carnal con una fémina. Y qué mejor para ello que hacer uso de la aplicación más famosa del supermercado de carne: Tinder. Con el gesto sobrio que tendría un emperador romano con su pulgar frente la grada, nosotros deslizamos nuestros dedos por la pantalla intentando eludir el ostracismo sexual, e incluso con la esperanza tácita de conseguir algo de la radiante felicidad que lucen muchas parejas en sus fotos de Facebook.
Y en esto estaba yo, de madrugada, actualizando mi perfil con alguna foto estilo Travis Bickle y un par de frases pedantes, cuando recibí un match virtual. Antes de que se arrepintiera entré en su perfil, con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Lo que encontré fueron una colección de selfies cuyo marco central era un busto de proporciones generosas y una pose de morritos que quizás para una mujer de treinta y cinco años no resultaba todo lo erótica que pretendía. Algunas fotos no eran en el baño y se podía vislumbrar por encima de su hombro parte de su habitación: miles de frascos de diferentes tamaños sobre una mesilla, un armario abierto colapsado por la ropa, y, lo más interesante, unas tanga azul retozando sobre la cama deshecha.
Y en esto estaba yo, de madrugada, actualizando mi perfil con alguna foto estilo Travis Bickle y un par de frases pedantes, cuando recibí un match virtual. Antes de que se arrepintiera entré en su perfil, con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Lo que encontré fueron una colección de selfies cuyo marco central era un busto de proporciones generosas y una pose de morritos que quizás para una mujer de treinta y cinco años no resultaba todo lo erótica que pretendía. Algunas fotos no eran en el baño y se podía vislumbrar por encima de su hombro parte de su habitación: miles de frascos de diferentes tamaños sobre una mesilla, un armario abierto colapsado por la ropa, y, lo más interesante, unas tanga azul retozando sobre la cama deshecha.
Quizás el lector piense que había suficientes elementos de juicio para deducir que habría algún problemilla de afinidad con la muchacha en cuestión. Pero hay momentos en la vida en los que no podemos dejar pasar el amor por unos prejuicios puntuales. Le envié un chat, gasté parte de mi energía en desentrañar sus mensajes encriptados por diminutivos, faltas de ortografía, etcétera, y, como vivimos cerca, decidimos quedar al día siguiente.
Seis de la tarde, llegamos puntuales, ella muy pizpireta y aupada por unos enormes tacones me da un par de besos y me sugiere ir a tomar algo en los 100 Montaditos. Va vestida con una faldita y un top tan escuetos que dejan poco para la imaginación. Pedimos nuestras cervezas, nos sentamos y un silencio incómodo chasquea su látigo. Intento romperlo contándole lo primero que se me viene a la cabeza: me he leído un ensayo de Patrick Süskind sobre Eros y Tanatos donde reflexiona sobre ambos conceptos. Analiza, entre otras cosas, el mito de Orfeo y Eurídice, (qué mejor ejemplo de mitología para relacionar Amor y Muerte) con bastante humor. Le estoy diciendo que precisamente Muerte en Venecia de Thomas Mann es un libro ideal para mostrar esa dicotomía cuando mi querida musa de ojos miel suelta el bostezo más brutal, pantagruélico y descomunal al que he podido asistir en toda mi vida. Eso sí: su campanilla es de una belleza arrebatadora. Me echo a reír y le digo:
- Joder, lo siento, no quería aburrirte.
- Nah, es que he madrugado mucho y estoy cansada. Además es que a mí NO ME GUSTAN LOS LIBROS.
La frase reverbera en mi cerebro como si alguien estuviera arañando una pizarra con las uñas:
- ¿Y entonces qué es lo que te gusta?
- Pues no sé, salir de fiesta, a bailar, la televisión, ¿te gusta Mujeres y hombres y viceversa?
Me quedo un momento en blanco y respondo:
- Pues la verdad es que no soy mucho de ver la televisión…
- Joder, ¡sí que eres raro! Pues a mí me gusta mucho. De hecho concursé durante casi un mes, luego te busco el vídeo si quieres. Podía haberme quedado más tiempo pero…
Conmocionado ante tanta información mi cerebro desconecta, bebo mi cerveza y pido otra mientras ella se anima y empieza a hablar sin parar de un montón de cosas:
- Bla. Bla. Bla. Concurso de Caniches. Bla. Bla. Bla. Hija de trece años. Bla. Bla. Bla. El cabrón de mi ex no me pasa la pensión. Bla. Bla. Bla. Me encantan los tatuajes, tengo dos: el nombre de mi hija y un trébol de cuatro hojas. Bla. Bla. Bla. Soy del Real Madrid, amo a Sergio Ramos. Bla. Bla. Bla. Yo nunca he tenido suerte en el amor, siempre me encuentro con gente superficial que solo quiere follar, ¿tu no serás de esos?
Se queda callada y me mira esperando la respuesta correcta:
- No, no, yo soy un romántico, aunque sean tiempos difíciles para los soñadores.
Pone cara extraña y sigue hablando:
- Pareces un tío interesante. Bla. Bla. Bla. ¿A ti te gustaría tener hijos? Bla. Bla. Bla. ¿Tienes coche? Bla. Bla. Bla. Uy, que tarde se nos ha hecho, ¿quedamos para otro día?. Podemos quedar en tu casa, ya hemos superado la primera cita, ja, ja, ji, ji. Bla. Bla. Bla.
Se despide con un beso agorafóbico y extenuado de carmín.
Estoy tan asustado que nada más llegar a casa he desinstalado Tinder. ¡Oh Capitán! ¡Mi capitán! Nuestro espantoso viaje ha concluido…
Las virtudes del onanismo se antojan a veces casi infinitas...
ResponderEliminarEstupendo relato.
"No, no, soy un romántico, aunque sean tiempos difíciles para los soñadores."
En fin.
Sabes, hoy mi ex me decía que no quería tener pareja, que quería estar sola y aprender a no depender. Yo le decía "bien, ya es hora", mientras cronometraba cuánto tiempo tardaría en encontrar a otro sujeto... Y después pensaba que todo eso me la traía al pairo, y que sólo me quedaba decepción; y que nunca más volvería a valorar tanto la belleza externa, por deslumbrantes que sean unas tetas... Y no es que no tuviera otras cosas, pero está claro que si te descuidas un poco, un buen par tapa muchos descontentos...
En fin, que te veo brillante y decadente. Que a ratos me sumo a tu decadencia, pero que sigo siendo más optimista que tú.
Un abrazo enorme, y disculpa mis ausencias, pero es que el mundo, de vez en cuando, se vuelve complicado por aquí (y no, nada tiene que ver con mi ex...)
Pd. Tal vez has tenido mala suerte. La próxima vez elige alguien sin tanta pose, ni tantas tetas en el mostrador. "El poderoso drama" continúa... Si te has caído del caballo, vuelve a cabalgar ;).
Eliminar¡No nos prives tan pronto de "Las crónicas de Tinder"!
Creo que tienes que comprender ese "¡muere y devén!". Para ser lo que uno tiene que ser, siempre tiene que "morir" primero... (Todos tenemos que comprenderlo...)
Lo de no ser dependiente es complicado de cambiar, te lo dice alguien que está en ello desde hace tiempo. Pero si pronuncia el alegato en voz alta, al menos sabe que tiene ese problema, algo es algo xD Yo llevo un año solo y cada vez mejor; se echa de menos el sexo (de ahí Tinder) pero no lo de tener relaciones. Lo ideal sería tener alguna amiga con derecho a roce, pero de momento no me suelen durar mucho.
EliminarTinder me da mucha pereza la verdad, esto es un resumen de dos citas, y los detalles son reales ¿alguien de verdad puede presumir de haber participado en MHYV, y de que por “ética” no quiso continuar? Son muy graciosas. Pero en realidad yo también he debido de resultarles muy gracioso, es lo interesante de las diferencias interpersonales, en realidad no tiene nada de malo aunque aquí, por el sentido cómico de la entrada, lo ridiculice un poco.
Algo tiene la belleza externa que nos nubla el juicio, de hecho solemos conocer a gente muy interesante, intelectual y zen que no despierta nuestra libido. Son condicionantes que también se perciben en la cultura pop, ¿Amélie es fea? Bueno, un poco pinta de psicópata sí tiene ;)
No te disculpes, qué tontería. Escribe cuando puedas, o tengas ganas, sino lo que hemos creado perderá la gracia xD Yo últimamente estoy más contento porque me han cambiado de puesto en el trabajo y ahora no cojo llamadas, estoy liado con chats, mails y back office; qué maravilla, ya no vuelvo a casa odiando el mundo. Además, tengo más tiempo libre, o sea que intentaré aparecer más por aquí. Espero que resuelvas tus cuitas, y que todo vaya bien con tu musa.
¡Un abrazo!
No, no, Amelie es muy bonita, es una muñeca.
EliminarHoy sufro una profunda depresión que se está manifestando en forma de mala leche memorable, así que no sé si este será mi mejor comentario (además que desde el ipad esto a veces se complica y, cuando termino, no me deja publicar en cuyo caso, simplemente no leeréis esto).
Rors, has de reconocer que con ese perfil (tetas y morritos como reclamo) no podías esperar demasiado... entiendo la caricaturización en pos del post por lo que espero que no cayeras de veras en eso ;)
Discrepo con ambos, un buen par no te proporciona nada. Yo lo tengo y no me ha valido de mucho a lo largo de la vida.
Por cierto, que me iba sin decir nada, me alegro por el cambio de tareas, espero que te encuentres algo mejor en las horas laborales.
Besos, mis chicos.
Ya leí tu entrada, malos aniversarios, a Tamara también le sucedía lo mismo, sobre todo en Navidad.
EliminarSucede también con la protagonista de Dirty Dancing, ¿es objetivamente guapa? No. Pero a mí me encanta. Amelie tiene una fisonomía rara, de hecho ahí por internet una imagen en primer plano sujetando una cucharita, que parece sacada de Trainspotting xD
Ya sabes que aquí, utilizando la terminología Bukowski, hay un 60% verdad 40% ficción. Pero en este caso es casi todo real xD Quedé con ella a pesar de, porque soy humano y me apetecía sexo. Y ella parecía interesada en los mismo. Pero por desgracia para mí la conversación fue tal cual la plasmo y me desilusioné, no sé, me dio pereza, quizás hace unos años hubiera sido otra muesca en mi historial, pero al final soy un sentimental y me desagradan ciertas cosas. O quizás estoy deprimido y me estoy limitando a mí mismo. Siento que a mí vida le falta algo, un estímulo, alguna meta, algo diferente, y no creo que una mujer, o en este caso, algo de sexo, vaya a solucionarlo. Pero al menos ha dado para una entrada, lo cual, es un forma de sublimación excelente xD
Pues sí, espero que dure. De momento solo llevo un fin de semana y el cambio ha sido maravilloso, no es que no haga nada, porque me paso las ocho horas tecleando e intentado comprender los chats de los clientes, pero no tiene nada que ver con el stress y el aburrimiento que era antes mi trabajo. Es un servicio a prueba, y además no conozco a la encargada del servicio porque yo hice las pruebas y la formación un poco por libre, pero cada día es un regalo xD Estaba pensando incluso en cambiar de trabajo. E iré contando a ver qué sucede este viernes.
Un abrazo Ficti, espero que el día vaya mejor hoy.
Mientras encuentras a alguien que te acompañe mientras leeis juntos a Bukowski
ResponderEliminarte paso enlace donde tienes varios capítulos de Mr Floppy
Abrazos.
https://www.youtube.com/playlist?list=PLBuGd78k8l1kGGM8d_XpE_L-C3Czv7SPw
¡Muchas gracias! Lo he compartido por Twitter, seguro que hay más nostálgicos de la serie. La verdad es que Internet es impresionante, a poco que te pongas a buscar (y si dominas el inglés) encuentras todo. Pues sí, me pondré a ver alguno, tengo curiosidad por ver cómo ha envejecido ja ja ja.
EliminarVenga, un abrazo, pasa buena semana ;)
Esteeeee...¿de qué hablasteis antes de concertar la cita?...porque lo de "¿te gusta leer?" es un básico para descartes.
ResponderEliminarLa necesidad de sexo a veces te empuja a hacer cosas de las que luego no estás orgulloso xD Sus fotos me convencieron, lo demás se cubrió de una densa bruma.
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