Tres de la madrugada.
Hachís. Aburrimiento. Locura. Fingimiento. Bukowski. Herrumbre. Sísifo.
Fricción. Caronte. Fisura. Deja Vu. Esquirlas. Chopin. Tristeza exhibicionista.
Sabanas como escenario de violencia y sobras. Síntomas que conmueven y provocan
otra calada de monógamo romanticismo. Flotar lentamente. Unicornio. Baldosas
manchadas de vino y tinta. Desdén. Feminismo. Conceptos. Modas. El recorrido de
una canción sobre mi piel muerta.
Timbre. Ahí estás.
Chasqueando los dedos. Escorando tu sonrisa. Fingiendo sentimientos. ¿Debo
abrirte la puerta? ¿Jugar a encontrarnos? Es una pena que no sepas escapar de
ti mismo. Huir de tu realidad unos instantes. Tienes demasiado miedo a dejarte
llevar, al dolor. Uróboros atrapados en tu psique. Inténtalo al menos. Vamos,
¿tan terrible te resulta necesitar a otras personas, crear rutinas? Cobarde.
Nadie puede curar tu maltrecha autoestima. Eres el espía de un jardín
abandonado. Un mensajero analfabeto. Un Dios ateísta. Aunque folles tan jodidamente
bien.
Abres mi carne. Tenue
dolor. Me siento ida y poseída cuando entras en mí. Y luego tu peso en mi boca.
Tu peso inerte, síntoma de la arquitectura de la nada que te rodea. Entrando.
Entrando. Y yo rodeándote con las manos, acariciando tus cojones de oro blanco.
Tu culo duro, como un sueño que sangra por la boca. Mi pelo cambia de color
como si fuera una cinta escarlata que marca tu cicatriz. Y el orgasmo. Tu baba
blanca refollando mi interior. Iniciando esa carrera que no entiende de amor,
odios, desaires, invenciones, tiempo, química, ansiedad, anhelos o recuerdos.
Sólo se desliza. Como un soldado sin compasión ni conciencia. Como un nazi
agitando su bayoneta. Un terrorista. Un alíen ajeno a su alacranidad. Sin
preguntas, pero con todas las respuestas equivocadas. Y resulta tan fea tu
huida, tan indecorosa, que necesito que sigas mintiendo. Viólame entre destellos
de incertidumbre y/o traición. Luego podrás casarte con todas menos conmigo.
El público experto que
asiste al espectáculo señala mi error. El equilibrio es inviable. Nuestra
imagen discordante. Debo alejarme. Dar ejemplo. Pero es demasiado tarde. Creía
en nuestra victoria. Quería que mis venas contaran nuestra grandiosa historia.
Quería ser mártir. Poesía explotando a su lado. Pero para ti, ahora lo sé, solo
soy pornografía. Y quizás algunas suturas de recuerdo.
Y sin embargo está noche
es la última, jodido poeta. Ahora me toca decirte adiós con crueldad e
hipérbole. Cerrarte las puertas en las narices. Ser loba esteparia. Levantar mi
falda con gracia ante otros. Ver todos los matices de nuestro amor destructivo.
Húmedo. Pegajoso. Genital. Tierno a veces. Anorgásmico siempre. Inestable.
Insomne. Estúpido. Vulgar. Traumático. Brusco. Promiscuo. Desequilibrado.
Voraz. Violento. Fanático. Turbio. Melancólico. Pornográfico. Mudo. Torpe.
Sofisticado. Taciturno. Catatónico. Desafinado. Perpetuo. Abominable. Y decirle
adiós.
Porque ya no quiero confundir azotar y evocar con el verbo vivir
No quiero llorar hasta que
me duela la cabeza
No quiero llevar bozal ni
que me enseñes a ladrar
No quiero que me sodomices
perdiendo los modales y el ritmo
No quiero manchar la copa
de vino y pensar que tú, y sólo tú, eres mi paraíso más habitable
No quiero ser jaula de
huesos, estropicios y agua sucia
No quiero ser candado,
mosca, guerra sin soldados
Mar sin puerto
Flecha sin objetivo
Mascota de resacas
No quiero que mi amor
esquizofrénico escoja la mejor de las vistas
No quiero ser la niña
triste
Que no duerme
Ni come
Y pasea cariacontecida su agarrotada
pena por las calles del otoño.
No, ya no. El tiempo
agrede, pero también enseña. Quería explotar, pero contigo. Y aunque me guste
practicar la tragedia, subestimaste mi sentido del ridículo, puto cabrón
decadente.
Y fin. Fin de todo.
Y fin. Fin de todo.
Fin de todo?, hasta la siguiente, mejor.
ResponderEliminarJodidamente perfecto. A veces golpean tan fuerte tus metáforas, jodido poeta.
ResponderEliminarMe alegra que habilites comentarios.
Quizás es que siempre queremos ser algo distinto. Quizás esperábamos otra cosa, como tu desconocida.
Besos poeta desmemoriado.
Creo que describes sensaciones y sentimientos como nadie... haces a tu desconocida absolutamente real.
ResponderEliminar(me alegro de comentar)
Besos abisales ;)
¿Hoy si necesitas nuestra compañia?
ResponderEliminarHasta los cabrones decadentes como yo nos sentimos indefensos ante la soledad en algún momento ;)
EliminarA veces es divertido observar las sabanas arrugadas, el cigarro de carmín, es resumen, las huellas de alguien que nos ha visitado brevemente.
Besos.
Una dura declaración de sentimientos que precede a una despedida es mas sincera, mas despiadada, ¿un marco perfecto para una venganza sin piedad? ¿cobardía? ¿valentía?... Dejar una muesca y reducir todo a nada.
ResponderEliminarMe alegra que hayas abierto la puerta de nuevo.
Beso al poeta.
Hasta el tuétano me cala todo lo que escribes.
ResponderEliminarAl final te das cuenta que crear rutinas no es tan malo.
ResponderEliminarUn saludo , hacia tiempo que no venía por aquí, no sabía que ya había dejado la posibilidad de comentar.
ResponderEliminarUn beso.
Sigues siendo un poeta. dudo de que estés muerto.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu poesía. Un beso.