martes, 2 de abril de 2019

Desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta.

Deberíamos de ser conscientes de que solo dos grupos mediáticos controlan más de la mitad de la audiencia televisiva en España y que han llegado a acaparar el 95% de los ingresos publicitarios. Hablamos de unos ingresos netos de 2.024 millones de euros en 2018. El duopolio de Mediaset y Atresmedia además obtiene más del 60% de los ingresos del cine. Eso lo sabe muy bien Willy Toledo, defenestrado de los platos y los rodajes por sus opiniones políticas, cuando denuncia que Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, es uno de los señores que deciden quién hace y quién no hace cine en España.

Mediaset es un proyecto empresarial del magnate italiano Silvio Berlusconi que nace en 1987 y florece gracias a un lucrativo desembarco publicitario y una programación de vodevil machista. El asalto de Berlusconi a la presidencia italiana en 1994 no puede explicarse sin un imperio mediático que por entonces integraba seis cadenas de televisión, el periódico Il Giornale, el semanario Panorama y la editorial Mondadori. A día de hoy, Mediaset España es Telecinco, Cuatro, la agencia Atlas y la gestora Publiespaña.

Atresmedia, por su parte, es la heredera del Grupo Antena 3 tras la integración de La Sexta en 2012. La historia de este holding comunicativo está ligada al grupo Planeta, propietario del 41.7% de sus acciones, y del periódico La Razón. Eso explica que su director, Francisco Marhuenda, haya dispuesto de un altavoz privilegiado en los programas de La Sexta. El otro hombre fuerte es Mauricio Casals, presidente del periódico. En 2015, Marhuenda confesaba que Casals y él mismo se habían reunido una decena de veces con Luis Bárcenas. La Razón conocía la complicidad de Mariano Rajoy en el cobro de sobresueldos pero decidió guardar silencio.

En 2006, antes de la fusión con Antena 3, La Sexta salió al aire bajo la dirección de Antonio García Ferreras. Hasta la fecha, Ferreras había ejercido como director de comunicación del Real Madrid bajo la batuta de Florentino Pérez. Es en ese tiempo cuando se gesta un triángulo de influencias con Eduardo Inda, que por entonces pasó de dirigir la sección balear de El Mundo a hacerse cargo del diario Marca. En enero de 2011, a punto de estallar el 15-M, La Sexta busca un señuelo para seducir a los espectadores indignados y Antonio García Ferreras estrena Al rojo vivo. En enero de 2013, en pleno ciclo de protestas sociales, La Sexta Noche emula el patrón de los programas nocturnos de prensa rosa y lo dota de sustancia política.

El 25 de abril de 2013, Pablo Iglesias hace su primera aparición televisiva en un debate de Intereconomía. Más tarde, La Sexta Noche lo catapulta a la fama en rifirrafes de máxima audiencia contra los Inda, Rojo y Marhuenda de turno. ¿Por qué La Sexta huye del esquema de debate bipartidista entre voceros del PSOE y del PP? En el marco de la Operación Lezo, la UCO encuentra unas grabaciones que desvelan la estrategia. “El sándwich al PSOE con la Sexta funciona de cine”, dice Mauricio Casals. El presidente de La Razón y próximo al ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, tenía claro el plan: se trataba de instalar en el electorado un nuevo marco de discusión que enfrentara al PP contra Podemos a costa de marginar al PSOE. Descalabrar al partido de Rubalcaba a costa de aupar a los jóvenes sucesores del 15-M.

Entre 2015 y 2016, los planes se tuercen y el PP pierde su mayoría absoluta y abre la puerta a un acuerdo entre PSOE y Podemos. La semana pasada hemos sabido que Inda y Villarejo conspiraron para que Mariano Rajoy no fuera desalojado de La Moncloa. El objetivo era frustrar cualquier posibilidad de acuerdo entre Sánchez e Iglesias con una artillería de difamaciones. Patricia López, periodista de Público, destapaba que entre los enseres retirados del domicilio de Villarejo había un teléfono móvil robado a una asesora de Pablo Iglesias. En esa alcantarilla del Estado de vigilancia política contra el líder de Podemos, destaca un informe policial que jamás existió y que supuestamente demostraba la financiación iraní del partido morado. El documento, aireado por Inda en pleno debate de La Sexta Noche, era un encargo del despacho del ministro Fernández Díaz. La misma alianza político-mediática que había encumbrado a Podemos tenía ahora la misión de destronarlo, las investigaciones del periódico digital Público ubican en la maniobra corrupta a Eduardo Inda, a Alfonso Rojo y a Esteban Urreztieta, todos ellos peones de La Sexta.

Ahora la obsesión de La Sexta y Ferreras es VOX, aparecen en todos sus informativos, programas y debates; resulta incluso más forzado que lo que sucedió con Podemos hace años, dado que Abascal y sus cuadrilla no conceden entrevistas. Naturalmente Ferreras es consciente de que esa sobreexposición beneficia a VOX, pero las ordenes son claras: el PP (no os creáis las encuestas, no van tan mal) tiene que gobernar gracias a ellos y a Ciudadanos. Nos venden “minutos de odio”, al estilo de la novela distópica 1984 y “fake news”, para así impedirnos analizar la información de forma más crítica y racional. Por eso tengamos algo muy claro: desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta. No os dejéis manipular, apagad la televisión e informaros a través de Internet.

4 comentarios:

  1. ¿Y quién controla y manipula internet? Crees que no hay nadie por aquí, porque te aseguro que esto está hipermanipulado e hipercontrolado. Saludos cordiales.

    N.

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    1. Bueno, internet como tal es muy grande para que todo esté manipulado, tienes muchos periódicos digitales que son subvencionados por suscriptores, tienes YouTube donde hay gente que tiene canales personales que son una maravilla en cuestión de información, o webs tipo meneame.net (aunque está de capa caída) donde las noticias llegan a portada por votos de usuario; y, naturalmente, blogs como el mío, que dentro de nuestra propia subjetividad intentamos compartir nuestros pensamientos y cuitas sin aspirar a monetizar ni al proselitismo, solo por el placer de escribir. No, no creo que todo esté tan manipulado y controlado, hay reductos si sabes buscar, y eso es lo que hace a internet una herramienta tan valiosa.
      Saludos cordiales 😉

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  2. Interesante post. Aunque la union banca-prensa-política siempre ha existido.
    Yo me niego a pensar que manipulen mi voto, no porque no sea cierto que seguramente lo será, sino porque si lo reconociera estaría reconociendo a un tiempo mi imbecilidad supina. Y una miaja primaveras soy, pero todavía queda alguna neurona no aletargada por el alcohol, o al menos eso quiero pensar.
    Abrazos.

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    1. Lo que sí creo es que cada vez tienen más influencia en nosotros, porque nos venden “emoción” no racionalidad, nos venden odios, trincheras, bandos, modas, etcétera. Y claro, cuando resulta que la cadena presuntamente progre y de izquierdas tiene estos mimbres te echas las manos a la cabeza. Yo siempre he afirmado que el programa de Wyoming es contraproducente, primero no hace sátira, solo comedia, es decir banaliza la denuncia hasta que todo pierde importancia; y en segundo lugar porque nos hace creer que hay un periodismo televisivo libre, porque claro, ¿si no cómo se iban a atrever a decir algunas cosas? Siempre salen bulos de que lo van a quitar de la parrilla sin percatarse de que el efecto del programa es nulo. Salvados por ejemplo sí tiene algo más de entidad y utilidad, aunque también creo que Jordi Évole es otro unicornio que destiñe.
      No hay muchas opciones, yo votaré en blanco, ¿qué más se puede hacer, votar al PSOE por el miedo a la derecha? Pufff, no sé.
      Un abrazo muchacho 😉

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