Tus manos tienen el poder de acariciarme sin contacto, de transformar azar en certeza. Tus manos, piel dibujándose más allá de huesos y arterias, respiran libertad cuando sonríes. Tus manos son una voz amiga en tierra extranjera, una pausa entre tormentas, cuando las gotas de agua repiquetean con elegancia sobre el petricor. Tus manos son kilómetros de paisajes, ríos deslizándose por la corteza de mi soledad.
Pienso en tus manos de forma obsesiva, en su roce fugaz con las mías. Dedos deslizándose, subiendo y bajando, celebrando la carne, abriéndome el alma, ardiendo entre las mías, encajando sin resquicios, con la presión perfecta para el delirio. Unas manos que escriben, componen, susurran, gritan, destruyen y crean. Que acarician mi sexo, que cubren mi boca.
Tus manos son el asidero al que agarrarse cuando todo se vuelve difuso. Manos atadas al cabecero de la cama, crispadas por el orgasmo derramado, obligando a las mías a masturbar el espacio que todavía existe entre nosotros. Manos que mutan entelequia y dolor en instante y placer, la eternidad de sus líneas hundiéndose en mi decadencia vital, dejando atrás dos cuerpos temblorosos, aislados por fin del ruido y la furia.
Quiero sonreír para que tus dedos dibujen mis labios justo antes de besarte. Quiero morir para que cierres mis ojos con tus manos. Llueve afuera. Llueve dentro. Llueve en todas partes.
Quiero sonreír para que tus dedos dibujen mis labios justo antes de besarte.
ResponderEliminarAins... ❤
Cuando me pongo romántico no hay quien me aguante ja ja ja. Un abrazo muchacha, espero que te gusten los episodios de Grey 😉
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