Mi mano alarga su trenza de suspiros hacía la siguiente botella
La ciudad sigue en espera
Caliente y sucia
Como una puta que besa en la boca
Y luego te roba la cartera
Si en apariencia he escapado a la programación que me rodea
No ha sido por rebeldía
O por capacidad para crear la mía propia
Ha sido porque no he podido ni he sabido seguirla
Y ahora, en tierra de nadie, incapaz de adaptarme
Dejo que los días fluyan con estupor cómico
Buscando en la literatura cierta redención
Reinterpretando la nostalgia de unos recuerdos
Que ya son cicatrices
Pero todo esto es un intento deshonesto
De no pensar en ti
Tú, la innombrable
Tú, la del trueno silencioso
Tú, la musa demente de viento ciclotímico y caricias opacas
Me hiciste amarte y luego pasaste el cuchillo
Ahora el zorro corre bajo la luna de asfalto con mi corazón en su boca
Y la muerte baja por mi garganta como un ratón asustando.
Torpeza mía
A veces se me olvida que el amor
Implica más riesgo que destino
Como un faro que se apaga en la tormenta
Como morirse de sed en el lago helado de tu sonrisa
Como un orgasmo que lleva tu nombre
Pero no mancha tu piel.
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