La música fue su salvación. James Rhodes fue víctima de abusos durante su infancia y su vida ha estado marcada por esa tragedia. Escuchar a Rajmáninov en bucle durante su adolescencia y descubrir el Adagio de Bach en un ala psiquiátrica le ayudó a combatir sus demonios y a transformar su vida. James Rhodes es uno de los más eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la música clásica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. «Instrumental» son sus memorias, que vieron la luz en Reino Unido después de que el Tribunal Supremo levantara el veto que pesaba sobre la obra. Todo un tributo apasionado al poder terapéutico de la música y que aborda cuestiones fascinantes sobre cómo funciona la música clásica y sobre cómo y por qué puede cambiar nuestras vida
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Con respecto al veto que quisieron imponerle en el Tribunal Supremo comentó: “Allí se referían a este material como tóxico y yo me sentía culpable, como si hubiera hecho mal. No solo sufría la vergüenza por haber sido violado, sino también por ver cómo un grupo de jueces no te permitían explicarlo […] No me habrían permitido hablar del tema sexual ni de lo que acarreó: mis intentos de suicidio o las enfermedades mentales. Era más que prohibir un libro. Era prohibirle a un ser humano superar su pasado. Aterrador”
Benedict Cumberbatch –el actor que interpreta a Sherlock Holmes en la serie de la BBC- fue uno de los muchos famosos que emprendieron una campaña para apoyarle. “Nunca podré agradecerles lo que han hecho. Pero me pone muy triste pensar en cómo nadie escucha a los miles de supervivientes de este trauma que no tienen el casi indignante privilegio que yo tengo”. Dostoievski escribió en sus Memorias del subsuelo que “incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor”. Que el mejor arte surge del peor sufrimiento. Rhodes está en desacuerdo: “Esa idea solo alimenta el estereotipo inmundo del genio cultivado por el artista torturado. Hay millones de personas que sufren horrores inimaginables. Muchos los superan y viven con dignidad. La creatividad no llega por el dolor, llega pese al dolor”. Para superarlo, Rhodes escucha la Partita para solo de violín en re menor, de Bach, y se apoya en el café, la nicotina y su esposa. “Espero que todo esto demuestre que puedes sobrevivir. Y que hablar de ello es importante. A pesar de que en el pasado te hayan dicho que te calles, siempre habrá alguien que te escuchará”.
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