Soy treinta y seis años de
vanidad herida, de amor sin lírica colgando de los cojones
Soy párrafos con forma de
bala de carmín para adictos a la droga dura de la melancolía
Soy la sensación de
fracaso, el alcoholismo de madrugada, el accidente sentimental y los dibujos en
tiza blanca que no son rayuelas
Soy la mente rota, la
muñeca hinchable que no te da conversación, el mendigo buscando monedas por el
suelo para otro trago
Soy el condón que se rompe
mientras finges un orgasmo, el tatuaje que te haces para sentir algo real sobre
tu piel
Soy una esquela, un carnet
de biblioteca caducado, un aullido, un puñetazo contra la pared a diez
centímetros de tu cara
Soy batas blancas
recetando felicidad, disolviendo pastillas en tu coño, abotargando angustia y
alma a partes iguales
Soy la nube de cristales
rotos que te follas porque crees que junto a mí podrás pintar de otro color las
rejas de tu prisión
Soy el que te señala a la
reina de las mentiras vestida de puta y grita: POESÍA
Soy el que te escucha
hablar de bolsas de platico que se transforman en nubes pero por la noche te
aprieta la garganta y te azota con la fusta
Soy el que piensa que el
amor es una cabaña de piel desmoronándose en el suelo de un ascensor estropeado
Soy el pájaro que cae abatido
desde la azotea de tus labios y se inmola en el altar de sacrificios de tu coño
Soy, en definitiva, el
genio del realismo lírico, una antorcha de amor masoquista que se ilumina, tiembla
y muere ante el recuerdo de su voz azul.
Fóllate mi decadencia y
sigue leyendo.
No creo que seas masoca.
ResponderEliminarBs.
Bocajarro.
ResponderEliminarCojones.
Melancolía.
Accidente sentimental.
Rayuelas.
Mendigo.
Trago.
Tatuaje que te haces para sentir.
Piel.
Puñetazo contra la pared.
Cara.
Abotargando.
Iguales.
Podrás pintar.
Prisión.
POESÍA.
Nubes por la noche.
Fusta.
En el suelo.
Estropeado.
Coño.
Voz azul.
Leyendo.
(Y ahora me tomo la pastilla "dadá". Agito la coctelera)
"Lo estaba leyendo. Sus palabras a bocajarro sonaban a melancolía. Lo imaginaba ahí, con los cojones arrugados después de su último accidente emocional. Exhausto, catatónico, abotargando la POESÍA. Hundiendo la cara en su coño estropeado.
Mientras, en el suelo, descansa la fusta...
Todavía escucha su voz azul. Palabras atravesando los oídos como nubes por la noche, que en tu imaginación nunca podrás pintar.
Aquella piel, marcada de rayuelas. Siente el mendigo atónito su vacío, acompañado, tirado en el suelo. Su prisión los hace iguales a los dos.
(Doy un puñetazo en la pared)
¿Quién soy? ¿Quién eres tú?
El decadente-es-un-ente que busca la luz (entre las sombras de un armario escondido, cuyo centro es un laberinto que él nunca vio).
Materialismo sexual contemplado por un ser sin forma que escribe estas líneas desde el mismo sitio que las escribes tú. Tururú. Chin Pum. :P
Qué buenas metáforas.
ResponderEliminarEl título es francamente bueno.
Saludos.
Eres todo eso y mucho más, y siempre es buen momento para agradecer tu presencia.
ResponderEliminarComo bien dice el título
ResponderEliminarHermosa decadencia, para continuar leyendo por aquí. Un placer llegar hasta tu espacio
Besos
El grito de Poesía no podría haber estado mejor señalado. :)
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