No es sano para el hígado
forzar demasiado la impostura. Pero ciertas ideas sólo se despiertan bañadas en
alcohol. Como si la fláccida psique deglutiera de pronto la futilidad de la
existencia y quisiera vencer durante unos instantes los dictados inapelables de
la Naturaleza. Hay buenos diálogos en True Detective. Ya no me gustan los
tatuajes con olor a peonías. Escribir es el eterno juego del escondite donde te
acostumbras a hacer trampas aunque juegues solo. No quiero disimular más. Mis dedos
exudan piedad. La piedad del suicidio. La piedad de la ira. La piedad de Sarco
Lange alimentando al poema desnutrido con sal y cuervos. La piedad de una
prostituta frotándose el clítoris con una piedra. La piedad de una poesía que
nace con alas de vómito y cae derrotada buscando la luz. Todos anhelando el
final del túnel. O de la botella.
La única forma que tengo de transformar la derrota en victoria es intentarlo otra vez. Los poemas se escriben de madrugada, cuando el mundo duerme y no hay ruidos que molesten. Cuando en la calle sólo están los locos, los borrachos, los marginados, los pocos amigos que aún te son leales. Sigo tecleando. La vida relegada. Nada importa demasiado. Ni dormir. Ni masturbarme. Ni el dinero del alquiler. Sólo importa seguir buscando una idea que no desaparezca cuando intentas convertirla en palabras. Para ello hay que violar a la musa. Follártela entre puntos suspensivos. Enfermarte de verso. Y luego marcharte como un carnicero después de atender al último cliente.
La única forma que tengo de transformar la derrota en victoria es intentarlo otra vez. Los poemas se escriben de madrugada, cuando el mundo duerme y no hay ruidos que molesten. Cuando en la calle sólo están los locos, los borrachos, los marginados, los pocos amigos que aún te son leales. Sigo tecleando. La vida relegada. Nada importa demasiado. Ni dormir. Ni masturbarme. Ni el dinero del alquiler. Sólo importa seguir buscando una idea que no desaparezca cuando intentas convertirla en palabras. Para ello hay que violar a la musa. Follártela entre puntos suspensivos. Enfermarte de verso. Y luego marcharte como un carnicero después de atender al último cliente.
Pero hay que tener
cuidado. La poesía es un asesino que te ahoga con su filosofía de vertedero. Un
cuchillo enamorado de tu anemia. Un margen de mentiras aprendidas. Un atasco
que provoca fiebre y se confunde con encrucijada. La poesía es la peonza rota
del niño que ha quedado atrapado en el pozo. La poesía es un orgasmo ajeno que
no consigues limpiarte de la cara.
Por eso hay que rendir
cuentas con las hadas de absenta. Hay que rendir cuentas al oxido que embrutece
tu cerebro cuando te sientas en tu sofá con olor a televisión y logros ajenos.
Alguien tiene que pagar la factura de la luz. Alguien tiene que seguir
adelante. Las ganas de escribir son parecidas a la arcada. A tener vocación de
muesca. O tuerca. Sube conmigo. Escóndete bajo las sabanas. No te preocupes.
Todos duermen. Enfoca tu coño hacia mis versos perdidos. Roe los bordes del
poema. Hazte amiga de la intrascendencia. Viola sin escrúpulos nuestra jaula de
otoño. El poema llora, ¿lo escuchas? Arranca sin piedad sus cuerdas vocales. Es
tu muerte o la suya. No dudes. Yo lo hice y me convertí en un charquito de
semen donde las musas reflejan sus risas y sus odios.
La noche se transforma en
un cuadro de Van Gogh que ejerce su influencia sobre la conciencia del saber.
Pero sólo el dolor puede alimentar el enjambre de efervescencia Todo bascula en
un punto de apoyo podrido. Las efemérides son cucos que roban tu felicidad.
Pero saber que todo es una pletórica cuenta atrás no te hace más bella. La
tristeza solo está enamorada del dolor de tus pezones. Obliteración anal. En mi
caso la bebida canaliza la ira. Por eso me gustaría beber eternamente –un segundo
completo- de ti. Zarandearte. Violentarte. Lamerte hasta que solo fueras un
rescoldo de fijaciones y sinapsis rotas. Tú quieres ser un jardín japonés.
Quieres que alguien mate dragones por ti. Pero a veces hay que escribir poesía
para dejar de escribir poesía.
El pájaro azul canta de
madrugada. No te avergüences de su canto.
Tiene algo especial
Tragarse las pastillas
Avanzar por el pasillo a
oscuras
Esperando que mi monstruo
preferido
Me abra las piernas
Y me viole.
Y saber que si sucede
Mi pobre alma
Llena de cicatrices y roces subterráneos
Le gritará que siga
Que siga
Hasta que su polla
Me haga añicos
O me haga real.
Cómo extrañaba leerte!! y sentir ese escalofrío que recorre la espalda, empezando con un beso tuyo en mi nuca, y culminar con tus letras en mi lengua.
ResponderEliminarMil besos, de tinta y pasión por mancharse.
Soy un decadente incoherente, no sé desaparecer durante mucho tiempo ;)
EliminarSí, manchémonos de tinta azul, desterremos la anorexia existencial. Dicen que la depresión folla bien con el teclado, pero también hay otras posturas en la encrucijada de la madrugada que podemos aprovechar. Yo me enamoro de mis monstruos, ¿y tú?
Besos con sabor a té negro y obsesiones incandescentes.
Entonces sigue haciendo trampas con la botella y la noche... y los demás disfrutamos letras..y poesía
ResponderEliminarBesos
Siempre he dicho que la noche hace malabares con la belleza. Tienes que estar atento, aparece y desaparece con demasiada sutilidad. Luego el teléfono empieza a sonar y todo se derrumba, ¿qué ha sucedido al otro lado?
EliminarSolo queda preguntar al humo.
Un abrazo.
Dependiendo de la compañia, jugar sól@ es más placentero, te deja más satisfech@. Pero eso tú ya lo sabes.
ResponderEliminarBesos
Soy desde siempre un niño solitario. Hijo único. Familia desubicada, que siempre queda mejor que disfuncional. En cualquier caso, ya sabes, a veces uno echa de menos el sexo, la conversación, un poco de crueldad sentimental o tierna locura. La vida carece de sentido, pero es más fácil convencerte de lo contrario en compañía. Aunque sea mentira, claro.
EliminarBesos.
Digas lo que digas tú, digan lo que digan los demás, yo sigo enamorada de tus textos. Me dejan sin palabras, y con las tripas en canal y por la alfombra.
ResponderEliminarEstá bien saber que no me quedaré sin mis dósis.
muas!!
Las dosis suelen venir con prescripción médica, pero siendo tú haremos una excepción ;)
EliminarSí, al final siempre encuentras un momento para escribir. Aunque sea más de lo mismo. Aquí, en un nuevo blog que empiezo con ganas y luego cierro a las tres semanas, o en libretas que terminan ilegibles por las manchas de vino.
En cualquier caso intento ser siempre fiel a todos esos columpios agorafóbicos que pueblan de minas mi cerebro.
Un abrazo, y vigila esas alfombras…xD
Qué bello lo que has escrito, hoy te felicito.
ResponderEliminarMe alegro. Ya sabes que mi palacio se puebla de arañas cuando no recibo algún comentario tuyo con reminiscencias de halago.
EliminarBesos.