Nada más conocerla y
estrechar sus manos frías, sentí deseos de doblegarla y hacerla mía para
siempre.
Le gustaba el silencio en compañía,
la noche, el mar inmenso y verde como sus ojos, los amantes desconocidos que se
besaban debajo de la luz de una farola demacrada, las flores cuando están a
punto de morir, los gatos que duermen junto al piano mientras escuchan a
Chopin.
También era tumultuosa, su
aliento de incensario apóstata me buscaba todas las noches, me pedía que
apretase su garganta, como una caricia nocturna, y fijase el perfume de la
muerte en sus ojos por unos breves instantes.
Pero como sucede en las
grandes historias, en las cuales nada importa y la pasión reduce el mundo a un
cuerpo, murió a los pocos meses de conocerla, presa de un suicidio melancólico. Leí su
nota de despedida, versos ajenos, cuando la enterramos un día de hojarasca y
frío.
La creía incorruptible ahí
abajo, así era mi adoración. Y una noche en que el vacío resultaba demasiado
doloroso, fui al cementerio y me abracé a su lápida.
Me había quedado dormido
cuando la risa histérica de una mujer me despertó.
Levanté los ojos y ahí
estaba ella, el cuerpo de Eliza; pero todo parecía vulgar, sin brillo,
simplemente una mujer.
Y empezó a golpearme con
violencia, arañarme la cara con saña, gritando que estaba ciego o loco, que
ella era la verdadera Eliza, y no esa que, según yo, estaba ahí enterrada. La
sangre corría por mis mejillas, lágrimas rojas.
La aparté de un empujón, la
escupí, la negué a gritos. No, ella no era Eliza, no podía ser. Y me enfangué
en la tierra, arañando el suelo hasta llegar al ataúd. Y con las manos
destrozadas lo abrí, me metí dentro, donde reinaba la oscuridad y la
pestilencia de la muerte.
Y ahí sigo desde entonces,
en la tumba de mi ideal.
Bufff, qué bien explicado...
ResponderEliminarLa metáfora del amante encerrado en el ataúd con su ideal es clarificadora…xD
EliminarMe alegra acertar de vez en cuando contigo, luego tendrás que trasegar con mis dosis de sexo y depravación, pero no quiero perderte.
Besos, felices fiestas.
!!Hola,Rorsch!!
ResponderEliminarTu protagonista ha enterrado su identidad y sus atributos con un mito,¿eso le compensa,no seria mejor descubrir donde termina el mito y empieza la leyenda?a lo mejor le merece la pena,no se,es mi humilde opinión.
Magnifica narración,una de esas q me fascinan a estas horas de la mañana,me da un subidon de adrenalina.Muchísimos besitos navideños,rorsch.
Gracias por el comentario querida Lady Celeste ;)
EliminarTe deseo felices fiestas, que disfrutes de esta época del año rodeada de las personas que más quieres.
Un enorme beso.
Que peligroso es encerrarse. Quizás algun día aparezca una princesa y te saque del ataúd, bello durmiente :P besos decadentes!
ResponderEliminarEs posible, ya se verá con el tiempo.
EliminarBesos querida poetisa. Y felices fiestas.
¡¡xD, no me digas que te has cargado a ELIZIA!! ;-)
ResponderEliminarPorque tú, dirás lo que quieras pero ...
Ella, jamás se suicidaría. Las pesquisas policiales te señalarán como su ejecutor, lo sé. Los sicarios sinqueriendo amateur es lo que tenéis, convertís a vuestras víctimas en verdugos o confundís el veneno de vaso y luego pasa lo que pasa xD...si es queeee;))
En fin, ya puedes esconderte bien en el ataud y atornillar la tapa...en nada tendrás a toda la pasma tras tu rastro y... va a dar igual que escribas la preciosidad más grande jamás escrita en literatura, si te pillan... tu alma vivirá eternamente junto a Hades:-)
Muaaaaaakss
PD
En el peor de los casos, pídele ayuda a Jeff Buckley, seguro que le caes bien, él tampoco merecía estar por ahí en el otro barrio.
Otro de los buenos que se llevaron por error:-)
Aaaaaahh, que antes lo olvidé... ¡¡¡ FELIIIIIIIIZ NAVIDAAAAAD !!! además tienes suerte, junto a Hades no vas a pasar ningún frío:-)
ResponderEliminarMás besoossss
Ostras, mira que en su momento lo leí y pensé “vale, cuando vaya a contestar intentaré averiguar a que diablos se está refiriendo” pero nada…xD ni idea.
EliminarPero vale, gracias por estar ahí y por tu comentario.
Jeff se suicidó, de una forma bastante poética por otra parte, ¿alguien le forzó a hacerlo? No sé, la verdad, creo que padecía algún tipo de síndrome bipolar o algo así. No es que me gusten muchas canciones, pero ya debes de conocer mi adoración por cualquier artista maldito ;)
Y naturalmente Feliz Navidad a ti también, ya me pasaré por tu casa a saludarte, no soy sociable, pero después de tantos meses leyéndonos creo que mereces ese detalle…xD
Besos locuela.
Empiezo a entender cómo mezclas la realidad con la fantasía y porqué lo que escribes es verdad y mentira a la vez...
ResponderEliminarMe ha recorrido un escalofrío, señor. A usted que le gusta provocar reacciones, ahí tiene una.
Besos.
Es lo que tiene empezar a conocerme, pero, sin duda, la literatura siempre resulta más poética, más bella e ilustre, que la realidad con sus claroscuros y derrotas sutiles.
EliminarSí, eso es lo que busco con mis textos, me alegra saberlo ;)
Besos…
La literatura es más bonita, pero más artificial.
EliminarComo cierto hombre me dijo nadie obtendrá nunca la misma información de tu blog, por personal que sea, que de, digamos, una conversación telefónica con tu risa, tus pausas, tus cambios de entonación... nada que ver, caballero.
Más besos...
Me ha fascinado. Creo que a veces idealizamos tanto el amor que cuando estamos ante ello no nos damos cuenta y lo rechazamos. Pero a mí me gusta que tu ideal siga ahí, aunque sea muerta, y si te descuidas algún día despierta del hechizo. Además tu musa y yo nos parecemos en el color de los ojos y en ese aire de fragilidad. Vale, vale, yo no soy la musa, pero algo es algo... ¡¡¡Menos da una lápida!!!
ResponderEliminarTu prosa cada vez es más elegante sin perder un ápice de decadencia, dos conceptos: decadencia y elegancia, que se enriquecen mutuamente (en mi opinión, claro).
Besos!!
Ja, ja, ja ¡Menos da una lápida! Como sois las mujeres, para ser mi musa primero hay que acostarse conmigo, lo decidí un día en que me sentía solo y triste y la botella se había terminado…xD
EliminarGracias por el comentario.
Y felices fiestas ;)
no es un mal lugar para echarse una siesta.
ResponderEliminarclaro que no
y después de todo
quién dice si no es uno
quien es quien y como son las cosas.
Cada chancho en su teta
es el modo de mamar
decía mi abuelo.
Sí, no es un mal lugar para echarse una siesta, tenemos por aquí un cementerio cerca, y un verano, cuando era adolescente, cogí la costumbre de ir hasta allí, caminar por sus muros y divagar con el miedo.
EliminarTu abuelo soltaba perlas de sabiduría.
Un abrazo.
Hola Rorschach!!!!
ResponderEliminarCuántas veces nos hemos "enamorado" de un ideal, para darnos cuenta que todo estaba en nuestra imaginación, en nuestra mente?, y un día nos damos cuenta de que todo era mentira y seguimos buscando aquello en lo que creemos que es bello y único para nosotros,quizás lo encontremos a la vuelta de la siguiente esquina, sigamos andando...
Me ha gustado especialmente!!
Un enorme abrazo y gracias por esta bella canción!!
Gracias a ti, hermosa estrella, por venir aquí y dejarme tus comentarios ;)
EliminarEspero que disfrutes, seguramente te lo he dicho ya en otro comentario…xD- de estas fechas.
Un beso.