El orgasmo es carne saturada de pensamiento. Pones la
calefacción, frotas mis manos, me acaricias acercando tu cuerpo, pero no
consigues que entre en calor, sigo siendo fría, fría…fría. Y me compadeces por
esa extrema pobreza sin saber que ese frío del que tanto te quejas es lo único
que aún sé que es mío, algo que nadie ha conseguido arrebatarme aún.
Y la ciudad amanece mientras eyaculas palabras escogidas para que mis rodillas sean esclavas del columpio de tus deseos, de ese amor perplejo de niño mimado que te hace agarrarme el pelo e imponer tu ritmo. Un teatro de lascivia, y ahí, en el interior de tus dedos, las caricias se agotan sin sonido. Y te regalo mi desnudez sin condiciones donde perder solo es un verbo, un deseo inconcluso de trascendencia.
Y la ciudad amanece mientras eyaculas palabras escogidas para que mis rodillas sean esclavas del columpio de tus deseos, de ese amor perplejo de niño mimado que te hace agarrarme el pelo e imponer tu ritmo. Un teatro de lascivia, y ahí, en el interior de tus dedos, las caricias se agotan sin sonido. Y te regalo mi desnudez sin condiciones donde perder solo es un verbo, un deseo inconcluso de trascendencia.
Los gritos deshilachándose en volutas románticas no han
valido de nada, solo estás jugando al escondite con mis sentimientos. Mi sexo
tiene la forma de una carta de amor entreabierta y entras como un invasor analfabeto. Pero
tengo tu atención y me conformo con cerrar los ojos y sentirte latiendo dentro de mí. Soy una
rosa deshecha en la que te deslizas y enjuagas el alma. Hay
grietas, como peonías en el muro, pero no me importa. El presente perfecto, somos
el centro del mundo, disfruta de mi tejido de nácar, del terciopelo de mis
besos, de mi entrega ilimitada.
Llega el final. Final. Que terrible palabra. El calambre de tu pasión, el rigor mortis. Y la delicadeza se transforma en indiferencia. Y empiezan las excusas.
Pero solo puedo prestar atención a la lluvia que empieza a sonar al otro lado de la puerta, intentando secar mis sentimientos antes de que me alcance...
Llega el final. Final. Que terrible palabra. El calambre de tu pasión, el rigor mortis. Y la delicadeza se transforma en indiferencia. Y empiezan las excusas.
Pero solo puedo prestar atención a la lluvia que empieza a sonar al otro lado de la puerta, intentando secar mis sentimientos antes de que me alcance...
Conejita Ophelia:
Pero, ¿todo esto qué es, de qué cojones estás hablando, por qué no vienes a la
cama?
Rorschach: Es una
especie de desahogo, todavía no he conseguido acabar con mis neuronas, algo me
impele a escribir.
Ophelia: Tonterías,
tienes que inseminarme. Y deja de beber, que luego no se te pone dura.
Rorschach: La
palabra inseminar tiene reminiscencias inquietantes...
Ophelia: Déjate de
idioteces, mañana viene mi familia y son muy estrictos, no ven con buenos ojos
que seas humano, espero que sepas estar a la altura y puedas convencerles hábilmente
de que no nos faltaran zanahorias en el futuro.
Rorschach: Sí, sí,
no te preocupes, aparte de mi altura física mi sector está en alza, la gente puede
morirse de hambre, pueden atentar contra sus derechos más básicos, puede salir
un… bueno, un responsable de Bankia diciendo que no piensan devolver los 19.000
millones que exigen ahora... ellos no serán capaces de reaccionar. Pero ¡cuidado! si
se quedan sin internet en el móvil gritarán señalando la guillotina. Soy
indispensable. Aunque hoy creo que hoy la he jodido.
Ophelia: Deja los
putos discursos, hablas demasiado, ya lo decía tu ex, joder que pesado eres a
veces. Y quita la puta banda sonora de Drive, odio cuando pones una canción en
repeat durante horas. Creo que estás loco, menos mal que me has encontrado.
Rorschach: El amor
me persigue como un consolador lubricado.
Ophelia: Acaba con
el puto texto ya, ¡mañana tienes que hacer horas extra!
Rorschach: Um, bueno,
podría decir que hay que tener cuidado con los sueños que luego se nos olvida
despertar, o que el suicidio es la sonrisa de un ángel, o utilizar los putos
puntos suspensivos. Lo cual me lleva a pensar que SIEMPRE que un final no
explica nada, es falta de talento. Por lo cual, copa, copa, copa…
Ophelia: ¿Has
pagado la factura de la luz, donde nos vamos de vacaciones en agosto?
Rorschach: Sacrificadme:
creo que he encontrado el amor verdadero...
...
ResponderEliminarUtilizar puntos suspensivos como respuesta a ese post es un acto, de rebelión, de motín, que no quedará sin castigo ;)
EliminarGracias! Adoro a Leire, ahora más, espero que la lluvia no la alcance.
ResponderEliminarVes? Los contratos son la tumba del amor. Te veo veraneando en la madriguera de sus padres.
LOL y Zahara me matan. Me da igual que sean blanditos. Y no te contesto mi edad porque hoy ha aumentado y todavía no me he acostumbrado.
En qué la has cagado? Qué suspense!
Un beso de adolescente plañidera. Y otro de verdad, decadente. Feliz semana.
Leire es una mujer interesante, aunque le guste un poco le melodrama.
EliminarSeguramente, en el fondo prefiero a mi conejita que a la soledad, no soy un decadente alfa.
Lo de la edad lo supe por tu mail, ya sabes, la vieja costumbre de poner el nombre y luego los últimos dígitos del año ;)
Tengo la costumbre de intentar leer en el trabajo, para eludir la resaca y la repetición. Pero habían cambiado un par de protocolos y me enteré ya de madrugada. Da un poco igual.
Lo malo de esas canciones es cuando estás viviendo un revival romántico y luego todo se queda en nada. Cuanta música anclada a recuerdos tristes…xD
Feliz semana, espero que el fin de semana tengas un cumpleaños 2.0 y salgas de juerga.
Te aconsejo que cuando venga su familia te pongas unas orejas de conejito como si estuvieses en la mansión Playboy. Sería un bonito detalle y por la familia política se suelen hacer cosas peores(te lo digo yo).
ResponderEliminarDel rabito de conejo no te digo nada.
Son gente muy amable en el fondo, creo que el hecho de que su hija haya estado internada en varios psiquiátricos les había hecho perder la esperanza de que fuera a encontrar marido por lo que han dejado los escrúpulos aparte.
Eliminar¿He contado alguna vez que en esta parte de Madrid hay una plaga de conejos enanos? Cada verano tienen que exterminarlos, se comen todo el césped de los parques.
Un saludo…
¡Qué maravilla¡...
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Sr. Rorschach, por escribirlo y dejarlo aquí para que pueda leerlo...
Un beso grande
Gracias a ti por leerme, ya sabes, no es que me guste especialmente escribir, lo hago por pasar el tiempo. Pero lo de tener público es divertido…xD
EliminarBesos.
Más que el amor verdadero, diría que has encontrado una jaula. Menuda tipa. "El amor me persigue como un consolador lubricado" oh, cuanta belleza poética. Ya vendrán mejores épocas... y lo de Bankia, no entiendo como todavía no ha pasado algo gordo al respecto, algún tipo de represalia popular tendría que suceder. En fin, un beso y deja que Ophelia se hunda entre nenúfares.
ResponderEliminarSiempre me han gustado las mujeres con carácter, demos una oportunidad a Ophelia antes de que, accidentalmente se ahogue en la bañera.
EliminarLo de Bankia es alucinante, van a dar 24.000 millones de euros, más del doble de los recortes de sanidad y educación, y no se depuran responsabilidades. La salida a bolsa fue una pifia, mintieron a todo el mundo, si incluso decían que habían terminado el año con 300 millones de beneficios. Y nadie exige responsabilidades. Es como si Rajoy dijera “bueno, me quedan tres años y medio para hacer lo que me salga de los cojones” y no es así, porque puede haber elecciones anticipadas. O quizás ni siquiera sea culpa suya, sino de nuestra pasividad ante todo, una pasividad de décadas.
Pero es alucinante.
Ya sabes que empiezo a leerte por el final (manías) o sea: "..." está muy bien. Suelo seguir por el título: "Leire" (a secas), viniendo de Rorschach me resulta estremecedor. La narrativa es lúcida y bella, con dos personajes: humana (Leire) y simbólica (Ofelia) al más puro estilo Cortázar. Yo creo que Leire no está celosa de Ophelia, no sé, a mí me da que Ophelia es una conejita rescatada de la nobleza, arrebata a su prícipe Hamlet. Por otro lado, Leire sabe muy bien el terreno que pisa, y aunque sabe estar en una mesa en la que haya más de tres cubiertos, a ella lo que de verdad le gusta es comer con las manos. Salta a la vista que Leire tiene vocación de musa (bella imagen, por cierto). Además "el título" (importante en tus relatos) es para ella.
ResponderEliminarSepa usted, caballero, que sabré agradecer el detalle convenientemente...
Besos
No puedo poner ninguna pega a tu interpretación, el texto es más tuyo que mío, soy un padre descastado, en cuanto doy al botón de publicar me olvido totalmente de él, y a veces refunfuño cuando tengo que releerlos para ver porque me comentáis una cosa u otra. O sea que bien, será eso, ¿Por qué no? ;)
EliminarVaya, lo de agradecérmelo suena más que bien. Será un buen comienzo de semana sin duda.
Besos.
Conste, conozco muy bien a Leire...la quiero muchísimo ... recuerda que soy ... jajajaja ... Elizia ... me lo sé todo. ... ... ............................... ...... ya.-)
ResponderEliminarmuaaakss ...
Me encantas, te llevo leyendo desde hace varios meses. He encharcado las bragas contigo en más de una vez. Soy de Madrid. Y tengo blog, lo acabo de empezar. Son idioteces sin sentido, pero me gustaría que te pasaras por ahí
ResponderEliminarMe gustaría quedar contigo, pero no quiero parecer una groupie descerebrada. O sea que me conformo con que te pases por mi blog, lo leas, y si te apetece des tu el primer paso. Seguro que te merece la pena
Besos milloens.
Vaya, alguien de Madrid para variar. Claro que me pasaré por tu blog, el mío también es un colapso de idioteces sin sentido, lo importante es participar…xD
EliminarMe halaga saber el efecto que te produce algunos textos, pero ya conoces mi decadencia, tengo miedo a las mujeres, ¿y si quedamos, me enamoro de ti y después me abandonas como un juguete roto? No podría soportarlo, espero que sepas entenderlo.
Besos…
dejarse acariciar por las letras, con ese frío. Si. Preciso y hermoso, como siempre.
ResponderEliminarUn placer saber acertar siempre contigo. Cuídate ;)
EliminarQué intriga con la conejita Ophelia. Deseando estoy leer la siguiente entrega, aunque supongo que te costará recuperarte.
ResponderEliminarUn beso, feliz semana.
Sí, ayer también trabajé y ahora, brindando contra el calor, me mantengo en un estado bastante precario.
EliminarIntentaré satisfacer tu curiosidad lo antes posible.
Un beso. Feliz semana.
Alguien decide que quiere vivir el momento, no se aparta de la realidad pero tampoco se obsesiona con ella, sabe que todo tiene una fecha de caducidad aunque el cuando y el cómo no lo decidirá ella.
ResponderEliminarEse Final que describes es descarnado, pero cuando se sacrifica un sentimiento siempre es así.
Su nombre puede ser Leire o también cualquier otro..
Besos para toda la semana.
Jajajajajajaajajajaajajajajjaja
ResponderEliminarMe encanta, te lo juro, me encanta que te folles a una coneja imaginaria. Estoy segura de que esto que nos pasa es por la primavera. Las ganas salvajes de sexo a todas horas, los personajes inverosímiles, los diálogos absurdos.. Es como si todo estuviera lleno de vida, flores, semen, sed ... todo, incluso tu blog decadente.
Un abrazo y un beso mi querido predicador blogger cachondo que a su vez es un entrañable cachorro
PD: No nos hagas coger tan pronto manía a la conejita Ophelia. Arréglalo. No se lo merece, a ella le gustas, ella te quiere. Preparale una cenita con velas y pídele perdón por lo del blog. (Se me pira la pinza definitivamente, pero no importa)
Odio no poder ver mi comentario tras pulsar el publicar. Lo detesto.
ResponderEliminarTienes razón, pero sabes que tarde o temprano son publicados...xDD Aquí nunca hay censura, y menos cuando los comentarios son tan interesantes como los tuyos ;)
EliminarLa primera parte: muy bonita
ResponderEliminarLa segunda: no pierde su chispa