Porque no tiene ningún sentido, solo es especial en mi
cabeza, un paraíso perdido que jamás ha existido. Pero nada, la náusea no
atiende a mis razonamientos. Nausea para dormir, comer, vivir.
Llego al trabajo desahuciado, no hay nada mejor que un
trabajo basura a deshoras para hacerte sentir mejor con tu experiencia vital. Hablo
con una compañera de trabajo, Kali, una cápsula de morbo asiático pequeña y
simpática. De alguna forma le caigo bien a pesar de todo. Y en un arrebato le
cuento lo que me pasa. Ella se me queda mirando, algo sorprendida quizá, y me
empieza a hablar de Pablo...
"Cuando le conocí ni siquiera
me fijé en él, no era mi tipo, alguien normal. Pero la segunda vez que
coincidimos sucedió algo extraño, me quedé subyugada, como si todo a mí
alrededor desapareciera. Pero él siempre estaba ocupado, viajaba mucho y
parecía como si el destino nos impidiera quedar. Yo siempre le estaba llamando
o enviando mensajes. Ahí fue cuando lo fastidié: le demostré abiertamente
que le quería. Un error, porque si algo he aprendido de todo esto es que cuando eres tan sincera el interés que pudieran tener en ti desaparece. Así es como funcionamos. El
caso es que siempre terminaba haciéndome desplantes. Nunca me he vuelto a
rebajar tanto por alguien. Pero también es cierto que nadie, ni antes ni
después, me ha besado como él, lo que sentía cuando me besaba era algo
incomparable. Nunca tuvimos sexo. Increíble decir eso ahora. Toda esta
situación duró unos dos años. Los últimos ocho meses estuve todos los días
levantándome pensando en él y acostándome de la misma manera. Al final
conseguimos quedar de nuevo, una hora, quizás hora y media, a su lado el tiempo
perdía sentido. A pesar de los meses que habían pasado era como si hubiera sido
ayer cuando nos habíamos visto. Nos despedimos y me fui a un cumpleaños. Pero
me había olvidado el regalo en la cafetería. Le llamé y se ofreció a recogerlo
y quedar para dármelo al día siguiente. No me llamó. El lunes fui allí. Nadie
había ido a buscarlo. No le importaba nada, era una mierda para él. Me tiré
llorando dos días seguidos, ni siquiera me daba cuenta, solo empezaba a
sollozar y no paraba, daba igual que fuera en un autobús o en el trabajo. Tardé
un año en olvidarle. O al menos en conseguir que no me importara tanto que no
estuviera en mi vida."
Son las dos de la madrugada. Me invita a tomar una
botella del lote de navidad en su coche y seguir conversando. Me parece bien,
al final es más fácil hablar de las cosas tristes que de las alegres.
Descorchamos el cava tibio. Seguimos. Me habla de la náusea, del vacío horrible que sientes. De dolor. Y sonrío, porque aunque no tenemos mucho en común nadamos en el mismo río metafísico de empatía. Compramos tabaco. Hay un momento en que me dice que le recuerdo a Pablo, me pide que no le susurre porque la pongo cachonda. Y no puedo evitar echarme a reír, quizá por el cava, la situación o porque realmente los dos tenemos muy claro que solo podemos ser amigos.
Descorchamos el cava tibio. Seguimos. Me habla de la náusea, del vacío horrible que sientes. De dolor. Y sonrío, porque aunque no tenemos mucho en común nadamos en el mismo río metafísico de empatía. Compramos tabaco. Hay un momento en que me dice que le recuerdo a Pablo, me pide que no le susurre porque la pongo cachonda. Y no puedo evitar echarme a reír, quizá por el cava, la situación o porque realmente los dos tenemos muy claro que solo podemos ser amigos.
Me cuenta otras historias sentimentales que ha tenido
antes de ser madre. Le hablo de Domi. “Es una venganza” Joder: tiene sentido. Es
acojonante lo clarividente que pueden llegar a ser los demás con cosas que para
ti son nudos gordianos.
Son casi las cuatro de la mañana, me gusta esa extraña
libertad que impulsa romper con la rutina, hacer cosas imprevistas. El cambio
de color del semáforo que tengo enfrente es casi una nana a la vida. Kali habla
de sus cuitas actuales. Esta jodida. Tiene dos niños, pero vivir con su pareja
no le hace feliz. No se ve con él toda la vida, falta pasión, han cambiado
demasiado y ya no quieren las mismas cosas. La comunicación en la cama se ha
roto, o quizá nunca hubo demasiada. Pero tiene miedo, claro. Y siente esa
necesidad de ser romántica, cariñosa. De tener otras experiencias. De libertad.
Y ahora no puede, porque primero tiene que tomar una decisión y asumir las
consecuencias. Y se reprime. Y eso le hace sentirse jodida. A pesar de todos
sus planes y la ilusión con la que afronta la vida.
Intento llenar el silencio que se ha impuesto después de
eso con algunas tonterías. Quizá más por mí que por ella. Pero es hora de irse.
Nos abrazamos y me voy. Hace mucho frío.
No duermo bien. El masoquismo, claro: solo han pasado
cuatro meses.
"Nadamos en el mismo rio metafísico de empatía." A veces te odio... jaja. Un beso.
ResponderEliminar-sonrisa-
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarUna nana a la vida...mmm susurrar...
ResponderEliminarBahhh cuatro meses no es nada! Hay personas que el masoquismo les puede durar años...xD
ResponderEliminarBesos!
Gracias por los comentarios…. ¿os ha gustado el truco de poner dos post seguidos para que nadie se percate de este? xD
ResponderEliminarcasi, casi cuela.
ResponderEliminarLa navidad y el fin de año siempre nos ponen retroesceptivos. Tendemos ha hacer balance y esas cosas... Un resquicio perfecto para la autoflagelación y la autocompasión.
"Para toda clase de males hay dos remedios; el tiempo y el silencio." como decía Dumas.
¿Qué te hace pensar que esta situación no es una oportunidad para algo más importante?
ResponderEliminarBe mente fría corazón caliente, my Rorschach.
Cada vez tengo mas claro que el unico amor eterno es aquel que las circunstancias hace que no se alargue en el tiempo, todo esta en el final de "casablanca", yo tambien tengo en mi vida una Elsa que se fue en un avion que yo no cogi...
ResponderEliminarEspero que consiga sobrevivir a estas Navidades sin colgarse del arbol de navidad....
*
Rutsa: Nunca me ha gustado eso del silencio, pero con respecto al tiempo estoy de acuerdo con Dumas. Autoflagelación, un vicio insano para un decadente…xD
ResponderEliminarCuídese.
Juka: Supongo que es una oportunidad para encontrar en mi lo que busco en los demás. Pero ya sabes: la soledad es muy mala. Be Water…lo intentaré, pero no lo añado a mis propósitos para el 2012.
Un abrazo.
H.O. Por si acaso no tengo árbol, ni siquiera turrón, tsk, tantos buenos deseos y hay más adornos en mi trabajo que en casa. Pero bueno, intentaremos pasarlo lo mejor posible. Le deseo unas felices fiestas. Un abrazo.
Cuando eres tan sincera el interés que pudieran tener en tí desaparece... es muy dificil no serlo, lo dice una que intenta aplicarse el cuento sin conseguirlo, aght !
ResponderEliminarBesos
Cuatro meses no son nada, como ya le han dicho.
ResponderEliminarSi mi corta existencia algo ha demostrado es que el amor para siempre no es tal. Ese sentimiento suele durar unos meses en toda relación y sólo perdura cuando: a) los amantes fallecen trágicamente cual Romeo & Julieta b) el/la amante nos abandona precipitadamente y queda anclado en nuestro recuerdo para ser idealizado hasta el fin de los días.
ficticia: Bueno, luego esta el apego, el cariño, el sexo, que suelen durar mucho más tiempo. Pero claro, cuando nos abandonan, cuando hay frustración de por medio y nostalgia de lo no vivido la cosa se idealiza demasiado.
ResponderEliminarUn saludo...
Hace un año no hubiera entendido por qué uno no puede continuar a pesar de todo, a persar del dolor. Otras veces ya lo hice, hace un año no pude. Hace un año, lo entendí todo de golpe... Hoy ya no duele, antes estaba la herida, ahora sólo queda la cicatriz, la ves si te paras a mirarla...necesario a vece... para recordar que estuve viva.
ResponderEliminarEstá claro que una de las cosas que nos hacen sentirnos vivos es enamorarnos, y también el desamor, y da igual si tienes veinte o cuarenta años, las emociones son igual de intensas, más si cabe si llevas mucho tiempo sobreviviendo en plena rutina. Sí, ya ha pasado tiempo y solo quedan cicatrices, ¿superado? Bueno, más o menos, pon alguna canción que escuchaba por esa época y me dejarás unos minutos jodido. Así somos los seres humanos.
EliminarEs necesario de todas formas. Joder, claro que sí.
¿Por qué lees entradas tan antiguas?
Beso.