La música abarca desde gemidos hasta coitos completos de famosos, la publicidad son películas pornográficas donde el producto es introducido o consumido durante el polvo. El futbol se convierte en arte cuando los vencedores dan por culo a los del equipo contrario entre las risas del anfiteatro. Hay una cámara y una pantalla de televisión cada metro cuadrado retransmitiendo basura legal.
Pero como decía hay avances médicos inauditos. O no tan
inauditos. Porque la humanidad siempre ha soñado con tener dos sexos, dos
vaginas, con follarse a si mismos, con poder orgasmar no solo con su polla o su
coño, con partes mecánicas que puedan evitar problemas de lubricación o
fricción convirtiendo los minutos en días mientras tu animal sintético graba y te
suministra la comida en los cambios de postura.
Hay guerra fuera de Europa, medio planeta es un campo de
concentración virtual donde la gente muere sin esperanza, pero aceptamos el coste
moral de nuestro bienestar. Es sencillo cuando todo el mundo se deja violar por
el progreso, somos niños mimados moldeados para pensar solo en producir,
consumir, y eyacular en esa sonrisa de labios vaginales bien engrasados.
Por eso el médico me mira con desconfianza cuando le cuento
mi problema. Los síntomas parecen claros: el regusto metálico en la boca, echarme
a llorar por una foto, una canción, una película, insomnio, melancolía…pero hay
demasiados casos de absentismo laboral y prefiere esperar a los resultados de
las pruebas. Cuando llegan me mira azorado, me hace firmar unos papeles
apresuradamente y saltándose el protocolo habitual dispone una mesa de
operaciones en apenas una hora. La operación va bien, a pesar de la falta de
experiencia y de la problemática logística que conlleva el procedimiento.
Cuando despierto siento una rara inercia, un vacío indistinguible, un vértigo
que me asusta. Pero dura poco. Muy poco. Entra una enfermera comprueba los
puntos y me mira con ternura. No siento nada.
Tardo varios días en recuperarme. He recibido varios
hologramas, me he hecho famoso, incluso tengo una entrevista que se
retransmitirá a nivel mundial. Debería de estar contento. El cirujano viene a
verme, me hace las preguntas de rigor y luego con cierta simpatía –él también
es ahora importante- me pregunta si quiero verlo, lo tiene en su vitrina, en un
frasco en formol.
Una vieja angustia, como el cosquilleo de una mano amputada
me recorre brevemente. Deniego con la cabeza.
Antes de marcharse me pregunta: ¿Por qué no viniste antes,
como dejaste que creciera tanto?
Le pido que me deje solo, estoy cansado. De todas formas él
no podría entenderlo y ahora mismo tampoco sería capaz de explicarlo.
Cierro los ojos e intento dormir. No sueño nada. Tardo meses
en darme cuenta de ese detalle, pero no le doy importancia, hay cierta
indiferencia en todos mis pensamientos. Serenidad también. Voy a mi última
entrevista. Ahora soy feliz. Tengo dinero. Me lo merezco. A fin de cuentas he
sido el primer caso de amor
que se ha dado en décadas. Menos mal que lo extirparon a tiempo. Menos mal…
Fascinada!
ResponderEliminarHoy te has superado ;P. Extremoduro, un grupo que casi había olvidado y que en pocos días lo he escuchado un par de veces en la blogosfera. Me vuelvo a echar a dormir...
ResponderEliminarBesos.
¿que edad tienes chatnoir? Por curiosidad.
ResponderEliminarExtremoduro...sí, soy un carroza, ahora me da por escuchar cosas así intercaladas de brutalidades electrónicas y Radiohead. Porque todo el mundo dice que Radiohead es necesario, y yo insisto e insisto pero no consigo emocionarme. Divago. Descansa.
Celia: Gracias…aunque ya sabes, nadie besa al perdedor.
Grande, grande, grande.
ResponderEliminarComo siempre genial, pero hoy, sin duda, la inspiración es cuasi divina, que digo cuasi, es, es…
Bendita palabra.
todo depende de besadora.
ResponderEliminarJuas, esto no se lo pregunta nunca a una mujer! pero bueno, como yo soy una especie de híbrido difícil de clasificar... :P te lo diré, 38 años muy mal llevados por cierto! Radiohead me gustan muchísimo, pero últimamente me decanto por los Nine Inch Nails...hasta que se me pase y a otra cosa mariposa!
ResponderEliminarDivaga, divaga es bueno para el coco.
Besos.
Me has pillado en un día especialmente optimista y adulzado, y tu visión del mundo y en especial, del amor, me ha dejado... como diría yo?... sin palabras?... si, es como suelen dejarme tus posts!!!...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Celia y Chatnoir, tu relato es genial :-)
Besitos!
Un perdedor siempre gana algo. Experiencia.
ResponderEliminar¿Fol... a si mismo? No hagas solo lo que sea más divertido hacer acompañado.
Buen final
Un saludo.
Magnífico, como la mayoría de tus escritos (o todos). El otro día me di un paseo por ellos, un poco corto, ya volveré, y me sorprendí sonriendo con un leproso sordo y sin campanilla que se quería abrazar a todo el mundo. Me suena esa frase -no sé si es tuya, aunque supongo que sí-, el caso es que sonreí.
ResponderEliminarUn saludo, Rorschach.
mmm acabo de dejar un comentario en una entrada fantasma!! juas
ResponderEliminarAy, Rorschach, que pena que te lo quitasen, lo echarás de menos... Menos mal que el amor siempre se reproduce...
ResponderEliminarUn beso
¿Quién que haya sufrido por amor no ha deseado en algún momento que se pudiera solucionar por vía quirúrgica? Me ha gustado, sí.
ResponderEliminarYa había estado aquí, porlo visto.
EliminarSí, lo recuerdo y veo que mis palabras no han variado mucho en este tiempo jajajaja!
Sería práctico poder deshacerse de él con esa facilidad, pero no sería nada bonito, don't you think?
Besos.