Como una puta ante otro
cliente sudoroso
Todo se marchita
A fin de cuentas todas las
heridas tienen un lecho
Sólo tienes que arroparlas
con el manto de una cicatriz
O un recuerdo
Estamos aquí pero nadie
nos salva
Tengo una piel demasiado
fina e ingenua
Para estos pensamientos
que ahorcan
En un baile de miedo
eterno y contagioso
Y aunque los poemas son
interiores que aspiran a vencer a la nada persiguiendo la certeza
Creo que el amor engendra
más brusquedad que poesía
A fin de cuentas el deseo
es violento por definición, idiosincrasia de fauces de acero
Otro secreto: El talento
es hermafrodita
Siempre te abandona en la
encrucijada donde discuten el genio y el loco
No mires al cielo, coge el
cuchillo y busca en tu interior
Ábrete sin metáforas
Busca el bosque que repta,
ahí están las respuestas
Y como un suspiro que se
desliza por las grietas del techo
Llega el ángel de ojos
azules con su sonrisa desquiciada
Y nos convertimos en
uróboros de sudor, carne y saliva
Sí, querida Muerte, cuervo
de alas de cristal
Hazme mujer
Préñame con tu paroxismo
animal
Prefiero eso a recordar
¿Acaso la flor perfuma los dedos que la cortan?
¿Acaso la flor perfuma los dedos que la cortan?
Cicatrices o recuerdos, son trozos mustios, ya, de tu vida... aunque por las noches todo joda más...
ResponderEliminarbello bello bello bello!
ResponderEliminarEn estas tardes que ya se han acortado, he empezado a leer "Thérese Raquin" de Émile Zola, y en este post tuyo me parece que hay muchas cosas que se acoplan...o quizás no, porque a veces lees e interpretas con lo que ya hay dentro de tu cabeza... Sea como sea, tu escritura siempre me hace pensar...
ResponderEliminarBesos.