El insomnio viste las paredes de mi cerebro con la forma de caballos
alucinados. El alcohol daña mis prisiones y transforma el teclado en un tobogán
de cuchillas que lubrica mis dedos con sus enseñanzas. Heme aquí crucificado en
la menstruación del tiempo. Divagando sobre guerras de espejismos, faldas que
ocultan paraísos y pelusas ejecutadas por letreros de neón. Sin destellos de
riesgo. Envuelto en una pestilente anhedonia. En la degradación banal de los
días intolerables. Sin alas. Dislocada la cordura. Continente de un alma frígida
que no entiende de mapas ajenos.
Sólo sé violar la poesía. Utilizar el poema como orfanato. Abrir su
coñito de palabras y denigrar su humedad con mi hambre capitalista, con mi
artimaña pegajosa. Y la fuerzo a hacer cosas abominables. Y llora, pide
clemencia. Pero no cedo. Soy un sádico. Un pintor obsesionado con buscar el color
exacto de la hemorragia, del dolor, de la desazón. Y la musa clama venganza,
abre las espitas de gas y saca otra botella de vino barato. Y a las cinco de la
madrugada empieza a follarme con una mezcla de asco y dulzura exigente. Tatúa
mi piel con hambre de patíbulo y me escupe a los ojos.
Cuando todo termina observo de cerca, muy de cerca, la palabra amor
Y descubro que tiene los ojos azules
Y es así
Como tus ojos
Se convierten
En mi palabra favorita.
Follarte sólo con palabras
no es tan divertido, pero aun así…
Eres mi niña herida de invierno pornográfico
La que impide que me ahorque en la viga del poema
La que abraza mi beso con su perfume de laberinto
La felicidad extraña que se accidenta en mitad de mi pecho
El ánfora de viento con nombre de espejo
Una calesa naufragando en la noche
Un árbol repleto de pájaros azules que cantan el idioma de las
metáforas imposibles.
Soñé que me follaba tu mar azul detrás de los relojes
Y que tú sonreías en un eclipse sin arrugas
Llámame loco
Pero sigo corrigiendo tus poemas…
250.000 visitas…
ResponderEliminarMuy bien.
Visitas silenciosas, pero con huella :)
ResponderEliminarEsa huella en forma de estadística también es apreciada. Lo bueno que tiene llevar tres años por estos lares es que ya he vivido etapas de abundancia de comentarios –hasta treinta por entrada-, y es divertido, oxigena el ego ese sutil coqueteo sexual –al menos en mi caso- que se crea en cada replica. Pero bueno, aunque lo pueda llegar a echar de menos reconozco que ahora menos tiempo y creo que salimos todos ganando si lo dedico a escribir entradas y poco más. Además, masificar la pose de poeta decadente con demasiada notoriedad me haría perder credibilidad. Asumo. Creo. Quizás.
EliminarEn cualquier caso, ya sabes: gracias por pasarte por aquí, seas quien seas ;)
precioso :) es lo único que extraño del insomnio: la genialidad de la desesperación.
ResponderEliminarMuchas veces hay espejos congelados en vez de sabanas, no queda más remedio que sentarse delante de la pantalla y seguir pensando que los pájaros son ángeles drogados de un paraíso que aún no tiene nombre.
EliminarCada día me doy cuenta de que dormir es un desperdicio, pero...
ResponderEliminarUn beso
Como siempre digo: mi trabajo es pronunciar la palabra “muerte” tantas veces como sea necesario…
EliminarUn beso.
"Pommette ha dejado un nuevo comentario en su entrada "La vida es un sinsentido de dolorosa reverberación...":
ResponderEliminarTe pones dulce con el azul."
El problema de moderar comentarios con el móvil mientras trabajas es que mi torpeza puede provocar que los elimine sin querer…
Te contesto: Sí, me pone dulce, aunque también es cierto que los bukkakes que bañan los últimos bostezos de pureza también me ponen dulce ;)
Besos bella dama.
:D
EliminarCuando las palabras esperan, es suficiente con el raso de una mirada para hacerlas escapar.
ResponderEliminarBesos en almíbar.
Rodeado de balas con nombre de mujer
EliminarMi corazón de mermelada no tuvo más remedio
Que derretirse en el suelo
Recién fregado
De la cocina.
Tendré cuidado la próxima vez, y juegue a saltar azulejos negros, no pisar el rastro azucarado de tu corazón.
ResponderEliminarBesos poeta, eres un encanto.